¿Dónde se puede comer, ducharse y dormir si estás en situación de calle?

9.7.2019

Con un texto contundente, la organización "No Tan Distintas" denuncia la improvisación oficial para atender a quienes se encuentran en situación de calle ante la ola polar. Además, los lugares solidarios donde encontrar ropa y refugio.  

Las bajísimas temperaturas que nos afectan en estos días movilizan a nuestras organizaciones, a lxs vecinxs, a las gestiones mentirosas, a improvisar modos de contener para que miles y miles de personas no se caguen de frío estas noches. Improvisar. Tiran magia, porque lo que había que hacer para que esto no suceda, no se hizo.

En 2010 un conjunto de organizaciones sociales elaboramos y logramos que se sancione la ley 3706 de Protección Integral a las Personas en Situación de Calle en la Ciudad de Buenos Aires que se incumple hasta el día de hoy.  La ley, entre otras cosas, establece que hay que relevar cuantas personas hay en esta situación y abrir lugares que funcionen las 24 horas, como el Frida y el Monteagudo. Esto no se hizo.
Según el relevamiento que el gobierno porteño realizó este año, hay 1146 personas en situación de calle. Este número es falso. El Censo Popular de Personas en Situación de Calle de 2017 que realizamos las organizaciones sociales ya anticipaba que eran 4394 y ese número no bajó sino que fue en aumento: basta con recorrer la ciudad para comprobarlo. Mientras esto sucede, el gobierno de Larreta manda correos electrónicos a lxs vecinxs preguntándoles si se quieren sumar a las recorridas de Prevención Frío. ¿Cuánto tiempo más vamos a permitir que nos jodan así?

Las personas en situación de calle están en situación de calle todos los días de año, sea invierno o verano. Necesitan alojamiento todos los días del año, no sólo los días de frío. Necesitan políticas públicas que den respuesta a esta problemática que es estructural y no un acontecimiento aislado.

Abrir estadios, abrir lugares, abrir incluso nuestras casas no solucionará el verdadero problema si los gobernantes no abren la cabeza y la caja de la guita que nos garanticen políticas para un buen vivir. 

No nos mata el frío, nos matan la indiferencia y el cinismo social, político e institucional que sigue habilitando una ciudad para pocxs. Hacemos responsable al gobierno municipal y nacional de perpetuar estas políticas de crueldad sobre nuestrxs compañerxs.  

 

¿Dónde se puede comer, ducharse y dormir si estás en situación de calle?

 

– Pquia Ntra. Sra. De Caacupé, Av. Rivadavia 4879 
– Para almorzar en Caballito. Te: 4901-1811/4904-0648
Todos los días a las 12:00 Horas
– Para cenar, Pquia de San Carlos Don Bosco y Quintino Bocayuva – Almagro. Te: 4981-7752
Todos los días a las 19:30 Horas
– Desayuno, almuerzo, merienda y ducharse: Iglesia METODISTA. Av Rivadavia 4044 – Almagro. Todos los lunes de 10:00 a 17:00 Horas
– Cenas: martes 20 ha. Pquia Santa María Venezuela y Av La Plata.
– Duchas del sagrado corazón sábados de 9 a 10 ingreso para ducharse, cambiar ropa, almorzar y recibir atención médica y psicológica. (1er y 3er sábado del mes). En la Pquia. sagrado corazón de barracas, Av. Vélez Sarsfield 1351 esq. Iriarte.
– Desayuno y almuerzo en parroquia San Expedito de Balvanera sábados desde la 9 am Bme. Mitre 2411 esq. Azcuénaga con atención médica incluida (2º y 4º sábados de cada mes)
– Todos los martes en plaza Barrancas de Belgrano y la Mezquita de Palermo se entrega la cena de la parroquia San Martín de Porres, en la noche de la caridad, con asistencia médica.
– Todos los viernes se realiza la cena de #fríocero2018 en las escalinatas de la catedral metropolitana, con asistencia médica.
– Todos los sábados por la noche 20 hs “Haciendo Lío” entrega la cena en las escalinatas de la biblioteca del congreso Hipólito Yrigoyen 1748.

 

– Paradores nocturnos

– Parador Retiro (para hombres)
Gendarmería Nacional 522 
Tel. 4893-2182 
Horario: De 18 a 8 h. los 365 días.

– Parador Beppo Ghezzi (para hombres). Masantonio 2970 
Tel. 4911-4966. Horario: De 18 a 8 hs. los 365 días 
– Parador Azucena Villaflor (para mujeres solas y con hijos menores de edad). Piedras 1583. Tel. 4362-5549. Horario: De 17 a 8 hs. los 365 días.

– Tres de Febrero: Jueves 4 y viernes 5 a partir de las 21:30 podrán cenar en Urquiza 4877 (Caseros) y luego pasar la noche en la Sede Social de Estudiantes de Caseros, Belgrano 4905. Se reciben y entregarán frazadas y viandas.

 

Villa 31: “Nos quieren sacar a los pobres”

8.7.2019

Por Estefanía Santoro

El gobierno de Larreta pretende avanzar con una ley que impone la enajenación de las tierras de la Villa 31, donde hay más de 60.000 familias. Quiere que los terrenos pasen a manos privadas.

No hay frío que pare la lucha de lxs más de 200 vecinxs de la Villa 31 que esta mañana salieron a las calles para marchar en caravana hasta la Legislatura porteña y decirle no a la subasta de sus casas. El Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta pretende avanzar con una ley que impone la enajenación de las tierras de la 31, donde hay más de 60.000 familias que desde hace años -a base de esfuerzo y un gran sacrificio- edificaron sus casas en la villa. Se trata de una de las zonas de mayor valor inmobiliario del país, el único fin es llevar adelante un gran negocio inmobiliario que viola los derechos de lxs miles de vecinxs, y sienta un peligroso precedente para el resto de las villas de la Ciudad.

María del Carmen vive en la villa hace más de 30 años, tiene 5 hijos y hoy salió a las calles para que el Gobierno no le arrebate la casa que construyó con sus propias manos: “Ellos dicen que vienen a urbanizar pero es una mentira, usan esa palabra para vender esas tierras y quieren que nosotros compremos nuestras propias casas. Ni siquiera nos dicen el precio que tendremos que pagar. A todos los gobiernos de turno les hemos pedido pagar la luz y el agua pero jamás tomaron la decisión política de dejarnos pagar. Hay gente que ha sido relocalizada en las viviendas nuevas del barrio Cristo Obrero pero esas casas no son definitivas, están hechas de durlock, chapa y lana de vidrio, viviendas precarias, fácil de tirar y dentro de un tiempo los van a sacar de ahí. Nosotros queremos viviendas con materias tradicionales como las nuestras, pero no nos respetan, no nos reconocen nada”, cuenta María.

La villa 31 tiene más de 80 años de historia, generaciones enteras de familias viven allí, es un barrio con identidad propia. María del Carmen asegura: “Este gobierno lo único que quiere es sacar a los pobres, pero nosotros vamos a seguir de pie. En la villa hay profesionales, médicos, odontólogos, abogados que tienen sus propios consultorios. Tengo un hijo que con mucho esfuerzo estudia Ingeniería electromecánica, otro Paleontología y otro es discapacitado. En la villa no somos ignorantes. Nosotros sabemos lo que quiere decir esta nueva ley, ellos dicen que es para que nos den el título de propiedad pero no es así. Ya teníamos una ley, la 3343, que decía que éramos poseedores de esas casas e hicieron esta otra, donde nos hipotecan nuestro propio hogar. Por supuesto que corresponde que nos cobren el terreno que ocupamos, pero no la construcción que hicimos nosotros”.

María del Carmen cuenta que esta nueva ley se hizo a puertas cerradas, sin consultar a lxs vecinxs, con algunos concejeros del barrio que hoy son punteros políticos: “Estas personas acordaron a nuestras espaldas y amedrentan a los vecinos cuando salen a reclamar por esta causa justa, las denuncias caen la mano de la jueza Liberatori que le da siempre la razón al gobierno, no es una jueza del pueblo. Nosotros queremos que se haga justicia y se respeten nuestros derechos a la vivienda, a la salud y a la educación y vamos a seguir luchando por eso”, explica.

Marina Allegros tiene 3 hijos, es madre soltera y el único sostén de su familia, hace diez años alquila una casa en la 31. Todos los días se levanta con miedo a perder su vivienda y quedar en la calle con sus hijos y se pregunta: ¿Por qué no nos venden a nosotros el lugar en vez de venderlo a otros? El Gobierno sabe que estamos dispuestos a pagar, pero si venden las tierras a un privado no vamos a poder afrontar sumas tan altas y nos van a sacar todo. Yo no tengo un trabajo en blanco, trabajo en casas por hora y hay días que no me sale nada”.

Magdalena Bazán cuenta que en el barrio hay cada vez más compañeros que pierden sus puestos de trabajo. En la 31 funcionan varias cooperativas donde solo ganan 10 mil pesos por mes y subsisten como pueden. La situación económica es muy complicada, como los es para la gran mayoría de las familias argentinas que hoy enfrentan las consecuencias de la grave crisis económica en la que se encuentra sumida el país. “Una persona que trabaja en una cooperativa no va a llegar nunca a tener dinero para pagar su vivienda, si pasa a manos privadas nos van a pedir una fortuna, estamos hablando de familias con trabajos precarios, hay jefas de hogar que son el único sostén. En cambio, si pasa a manos del Estado, con cuotas sociales podríamos pagarlo. Ellos hacen esto para sacarnos de esas tierras que son muy valiosas. Están haciendo casas para la gente que vive abajo de la autopista y ya hay gente hacinada. Donde tendrían que vivir 40 familias viven 200. Estamos peleando para que las tierras sean vendidas a los dueños que corresponden, que somos nosotros; eso era lo que habíamos acordado”.

El proyecto de ley de enajenación recibió 41 votos afirmativos del interbloque oficialista, que reúne a Vamos Juntos y Evolución, y 17 en contra. La iniciativa contempla 12 terrenos distribuidos en la Ciudad, incluidos los del barrio de la Villa 31, y otro ubicado donde actualmente funciona el Mercado de Hacienda de Liniers, en el barrio de Mataderos.

Hoy, cuando lxs vecinxs llegaron al palacio de la Legislatura se encontraron con los alrededores del edificio vallado y blindado por un excesivo operativo de seguridad, carros de Infantería y una gran cantidad de policías. Todo ese despliegue para impedir que lxs manifestantes avanzaran y que sus reclamos sean escuchados. Para lxs legisladores las voces de lxs vecinxs de la villa no tienen valor, solo les importa lucrar con sus casas.

Obelisco: ollas populares, donaciones y carpa refugio

8.7.2019

Por Gustavo Montiel

Bajo el lema “La calle no es lugar para vivir”, convocan las organizaciones sociales que realizaron el Segundo Censo Popular que abordó en CABA esta problemática. Invitan al Gobierno de la Ciudad a discutir políticas públicas.

 

Este martes, a partir de las 12 horas, organizaciones y movimientos populares llevarán a cabo en el Obelisco una jornada solidaria bajo el lema “La calle no es lugar para vivir”. Se llevarán a cabo ollas populares y se recolectará y repartirán donaciones a personas en situación de calle, padecen la falta de alimento y desprotección, además de la ola de frío en los últimos días. También, a partir de la tarde, está previsto que instalen una Carpa Refugio para gente en situación de calle. Según supo Tiempo, tendrá capacidad para recibir, en principio, alrededor de 60 personas para que puedan pasar la noche allí.

La convocatoria es completamente abierta y participan en ella las organizaciones que concretaron, pocos días atrás, el Segundo Censo Popular de Personas en Situación de calle en la Ciudad, entre ellas: el Movimiento de Trabajadores Excluidos, MP La Dignidad, el Frente Popular Darío Santillán, Proyecto 7, CTEP Capital, el Frente Social Peronista.

Constanza Guillén, del Movimiento de Trabajadores Excluidos, recordó parte de las cifras que arrojó el Censo, efectuado desde el 25 al 28 de abril inclusive: se registraron 7251 personas en situación de calle efectiva en la Ciudad de Buenos Aires. Por eso sostiene: “Los números y las políticas que tiene el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires frente a esta necesidad enorme es nula, deficiente y mentirosa. En los comedores y merenderos que trabajamos los números se han triplicado y en algunos casos cuadruplicado. La realidad es que no damos abasto, tenemos una necesidad enorme”.

Constanza planteó: “Lo que estamos pidiendo con toda esta movida es, primero, aprovechar que por suerte la gente se está sensibilizando, acercando, está haciendo un montón de donaciones y demás. Pero la realidad es que esto es un problema mucho más complejo, y esto hay que arreglarlo con políticas de Estado serias. Y entonces, la intención de mañana es invitar a las doce del mediodía a todas las organizaciones sociales de todo tipo, tamaño, color, a toda la gente común que alguna vez se acercó y donó algo, a compartir unas ollas, una comida, un almuerzo en la plaza del Obelisco, para toda la gente de la calle. Y que la gente también pueda acercar colchones, frazadas, ropa de abrigo, alimentos, pañales”.

Y anticipó: “tenemos toda la intención de poder levantar y poner una carpa en el Obelisco para alojar a personas en situación de calle, por lo menos en la primera parte de esta ola de frío que se vino ahora, intentando de esta manera dos cosas: primero ponerlo en agenda, y segundo porque queremos darle una oportunidad al Gobierno de la Ciudad para que vea toda esta problemática, que es muchísimo más grande de lo que ellos expresan”.

Guillén también remarcó que las autoridades, funcionarios y organismos del Gobierno de CABA están invitados a acercarse: “Esperemos que puedan acercarse, empezar a resolver, y que podamos discutir. Las organizaciones hace  muchísimo años que venimos trabajando estas problemáticas. Y queremos sentarnos con el Gobierno de la Ciudad, y proponer, y trabajar en conjunto, para modificar esto”.

Frío invernal: Un cisne negro amenaza al gobierno

7.7.2019

Por Carlos A Villalba*

El frío cayó con todo sobre Buenos Aires, congeló las madrugadas de las ciudades que la rodean y del grueso del territorio argentino; los termómetros marcaron cero grados y apuñalaron hasta con menos cuatro de sensación térmica. La situación dio visibilidad a miles de nenas y nenes, mujeres  y hombres que duermen en la calle, las imágenes se convirtieron en  la amenaza de uno de esos “cisnes negros” de la realidad que, a veces, se cruzan con los relatos, los destrozan, alteran la opiniones y se llevan puestos a funcionarios y hasta a gobiernos, sobre todo en tiempos de elección y campañas sucias.

Un muerto por hipotermia, el quinto en once días, Sergio Zacaríaz, en San Telmo, el barrio más turístico del país, a solo 400 metros de la Casa de Gobierno; 7251 personas en situación de calle según el censo más serio realizado hasta el momento, buscan refugio, muchas más que las solo 1.146 que reconocen las autoridades porteñas.

Un club abre su estadio para que se cobijen quienes quieran y se convierte en “el más grande albergue de indigentes de América Latina” según la televisión europea; otro club, otro, otro, otro más, en la ciudad, en las afueras, en las provincias. Unidades básicas que permanecen abiertas a la noche por si alguien que está en la calle necesita el techo modesto de esos locales, una sopa, un mate. Casi 20 años después otra vez las “Noches de Caridad” de las 50 parroquias porteñas no dan abasto con las mismas rondas con las que fueron al encuentro de las personas más golpeadas por la crisis del  año 2001.

Imágenes, historias, penurias, que estallaron en el centro de un escenario que los estrategas del intento de reelección del presidente Mauricio Macri intentaban mantener lejos de la realidad y enfocado en el “dólar ballotage” quieto y por debajo de los $45; iluminados por las luces de acuerdos fantasma con la Unión Europea, con Estados Unidos…, que no se firmaron y que, de concretarse, destruirían las posibilidades de desarrollo nacional por décadas, y gracia a denuncias surgidas de los tribunales federales que, contra lo que manda la Constitución Nacional, hacen política partidaria al compás de los intereses del Ejecutivo.

Sin embargo, el tablero de comando oficialista se llenó de luces rojas. Quienes diseñan las campañas saben que, a poco más de un mes de las internas simultáneas, cualquier elemento que salga del libreto armado puede expulsar a franjas de los electorados y cambiar los resultados en una u otra dirección. En el caso del equipo de la alianza Cambiemos el objetivo hasta el 11 de agosto próximo es impedir que aumente la brecha de entre cuatro y cinco puntos que, según sus datos, los separa del Frente de Todos de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

El frío, como problema humano, como tragedia cotidiana, de gente de carne y hueso instalada hasta como foto principal de las tapas de los diarios que editan las informaciones “en favor” del Gobierno, relatada por los móviles de todos los canales y, lo peor, comentada en millones de hogares en los que, todavía, se alcanza a pagar la luz, la garrafa o el gas con medidor de los barrios, y a comer un caldo de algo y un plato de fideos, puede constituir un impacto de características nucleares.

Los equipos subterráneos que comanda el jefe de Gabinete, Marcos Peña, empezaron el jueves pasado a medir esos efectos, con la intención de preparar respuestas que permitan “controlar  daños”. Aunque el primer corte de esas lecturas recién estarán en sus manos después del largo feriado por el Día de la Independencia, el alerta ya se potenció, a raíz de la “imagen residual” negativa que generaron el “apagón histórico” del pasado 16 de junio, que dejó sin luz a 50 millones de personas durante seis horas y a la mitad de esa población a lo largo de otras seis.

Y el corte que quitó la luz y el agua durante cuatro días a la capital de la provincia que maneja María Eugenia Vidal. Frío + mega-apagones conforman un combo muy alejado de la imagen de “estabilidad”, “cambio” y “mejorías” que tratarán de presentar los candidatos macristas en la disputa que ya está en marcha contra una “pesada herencia” que, temen, empiece a lucir como algo mejor que al presente.

Es el miedo a ese cisne negro que puede destruir cualquier plan, un acontecimiento no planificado y dañino; el mismo, pero en sentido contrario, que esperan lograr con denuncias judiciales en las próximas semanas, aunque en base a un tema mucho menos sensible para un electorado que fue corriendo sus preocupaciones y hoy pena por “la economía”, en base a la inflación (56% de junio a junio, de acuerdo a datos oficiales), las deudas personales (del 25 al 47% de la población según ingresos) y temor al desempleo (10,1% oficial en base a datos de 2018) y sus consecuencias de precarización laboral, que afecta a millones de familias. Esas “preocupaciones de los argentinos” hoy registran mayor impacto que “la corrupción” o los “subsidios innecesarios”.

 

No es la estufa, es el modelo

 

Además de miles de personas ateridas, lo que la primera ola de frío del año dejó a la intemperie es la situación que se vive en la Argentina, le puso cuerpo y dolor a los números del propio instituto de estadísticas gubernamentales que, en base a mediciones del segundo semestre de 2018, seguramente mejores que las del año en curso reconoció un 6,7% de personas que viven en la indigencia. Según ese cálculo hay 1.865.867 de mujeres y hombres de todas las edades que no cuentan ni con les recursos mínimos para sobrevivir; si se transporta el cálculo al total nacional se choca contra un millón de familias en esa situación, aproximadamente 3 millones de residentes.

Es el resultado de las políticas de tres años y medio de gobierno, que destruyeron el aparato productivo, dejaron a centenares de miles de personas sin  trabajo y hasta sin changas y aceleraron el deterioro de los sectores más vulnerables. Es lo que explica que comedores y merenderos populares se multiplicasen como nunca antes en el país; las escuelas, las capillas de los barrios humildes, las casas solidarias del vecindario hoy asisten con alimentación.

Muchos de quienes alquilaban piezas o casas modestas con los recursos que les daba el trabajo debieron buscar alternativas habitacionales; quienes no las consiguieron… quedaron en situación de calle. Una explicación que el vice jefe de Gobierno de la capital latinoamericana con mayor PBI per cápita, Diego Santilli, intentó ocultar detrás de la supuesta “situación siquiátrica” o las “adicciones” de las víctimas de las decisiones de los responsables nacionales de su gobierno.

El “negacionismo” de miles de personas en situación de calle decidido por el jefe de Gobierno, Rodríguez Larreta, no solo trata de ocultar la situación, intenta además “cubrir” las consecuencias de las decisiones de Mauricio Macri, que se ven incluso en pleno centro de su ciudad de metrobuses, bolsitas para deposiciones caninas, asfaltos repetidos sobre sí mismos una y otra vez y peatonales para turistas extranjeros que sacan  fotos a los miles de carteles de “En venta” o “Se alquila” colgados de los escaparates de negocios que quebraron en los últimos 36 meses.

 

El censo de lo oculto

 

Desde el 10 de diciembre de 2007 y hasta el mismo día de 2015, cuando se instaló en la Presidencia, Mauricio Macri gobernó la capital argentina. A partir de aquel año, se recortaron los programas de vivienda transitoria y los recursos, también achicados, se destinaron exclusivamente a  la “asistencia”, los paradores colapsaron, no respetan las dinámicas familiares, las mujeres deben separarse de los hombres,  lo que obliga a las parejas y las familias a dividirse y a hijas e hijos a alejarse de sus padres.

Un grupo de organizaciones sociales de la Ciudad realizó a fines de abril el Segundo Censo Popular de Personas en Situación de Calle, que no solo dio cuenta de las 7251 personas en esa condición, sino que mostró que en los dos últimos años esa población creció más del 64% y que el 52% de los registrados duerme en la calle por primera vez.

Detrás de los números hay personas y junto a los porcentajes están las pruebas del deterioro: la razón de más peso por la que están en la calle es “haberse quedado sin trabajo” y más de la mitad llegó a esa situación durante el corriente año. Cada una de las pantallas con los que la Asociación Civil “bitácora” reseñó la situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires constituye un nuevo  fotograma de la película filmada por el gobierno que hizo más daño en menor tiempo en la Argentina postdictorial.

 

* Periodista y Psicólogo argentino. Investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico, miembro de La Usina del Pensamiento Nacional y Popular.

Frío en la Ciudad: «Los paradores tienen que estar abiertos las 24 horas y no lo cumplen»

7.7.2019

Desde la Auditoría General de la Ciudad alertaron por personas con problemas para acceder a una plaza, censos que dan cifras muy por debajo de los reales y falta de respuesta del Gobierno.

La titular de la Auditoría General de la Ciudad, Cecilia Segura, denunció en medio de la ola de frío que se desató esta semana que «los paradores tienen que estar abiertos las 24 horas y no lo cumplen. Tampoco se garantiza que todos puedan entrar, hay cupo».

«Detectamos incumplimientos en los paradores del Gobierno de la Ciudad, donde además de no estar abiertos 24 horas, las personas en situación de calle no tienen su plaza asegurada», y explicó que «no dejan entrar a la gente en situación de calle con sus cosas, así que si entran las pueden perder».

Luego agregó: «El problema es que el Gobierno no da respuestas a los pedidos de informes que nosotros presentamos, ante esto muchas organizaciones hicimos nuestro censo popular».

«En el 2017 el Gobierno porteño dijo que había 1.066 personas en situación de calle, hoy dice que hay 1.146, mientras que nuestros censos nos dan un valor cuatro veces mayor al reconocido por ellos», reveló e indicó que «los factores son principalmente el desempleo o la incapacidad para poder afrontar un alquiler».

«Hay muy pocos profesionales por centro, porque el hecho de terminar en la calle implica la necesidad de todo un acompañamiento psicológico y médico de esas personas», concluyó.

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