1.10.2009
El ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, ratificó que la Policía Metropolitana tendrá un cuerpo especial para "restablecer el orden" ante cortes de calles y manifestaciones, entre otras funciones. Se supo, además, que de los primeros 850 agentes de la nueva fuerza, que egresarán antes de fin de año, unos 350 estarán afectados a estas tareas: 250 de la guardia de infantería y 100 de la policía urbana.
"El primer objetivo es garantizar la seguridad de la gente en la ciudad, pero es un proyecto a largo plazo, ya que a fin de año habrá pocos policías en la calle, contra 12.000 que tiene la Policía Federal", dijo el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, que ayer encabezó la reunión de ministros ante la ausencia del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, que participa de la XIII Conferencia de las Américas, en Miami.
El funcionario insistió en la crítica al gobierno nacional, al decir que "no puede ser que hoy 30 personas le jodan la vida a la gente con cortes de calles" ante la inacción oficial.
La guardia de infantería de la Policía Metropolitana comenzará en las próximas semanas con una preparación especial, al igual que el cuerpo de tránsito urbano, el otro grupo de la novísima policía que se ocupará de las cuestiones urbanas que impidan la libre circulación.
Esta unidad nada tiene que ver con los actuales agentes de tránsito porteños (ex guardianes urbanos), que son 950, no están armados y realizan multas y controles de alcoholemia.
Montenegro dijo que el cuerpo especial "será una unidad preparada para restablecer el orden, como cualquier policía, y como lo tiene que hacer. La idea es que, en el caso de que tenga que actuar en una manifestación, tenga un protocolo, que, como en cualquier lugar del mundo, pueda liberar las calles, hacer cumplir la ley y obedecer las órdenes judiciales".
El ministro detalló que la fuerza porteña actuará "liberando, de la mejor manera posible, dos o tres carriles, para que la gente pueda transitar, pero no será una policía únicamente antipiquete", ya que también se contempla que actúe en casos de desalojos de viviendas, por ejemplo.
Montenegro dijo también que "el gobierno [porteño] necesita de esta policía para que la ciudad pueda moverse", en virtud de la situación que hoy se da en la ciudad, donde, según fiscales y funcionarios porteños, la Policía Federal, que responde al gobierno nacional, no actúa de oficio ni tampoco obedece las instrucciones de la justicia local frente a estas reiteradas situaciones.
Críticas
La oposición cuestionó el plan de Macri. El legislador Martín Hourest dijo ayer que, "mas allá de querer negarse a denominarla «antipiquete», la real intención de la policía de Macri es reprimir los cortes, protestas y reclamos. Es alarmante que de los 850 efectivos que integrarán la nueva fuerza porteña, unos 300 sean destinados a mantener el orden urbano, 210 a brigadas de intervenciones rápidas y 150 a investigaciones".
Macri prevé que el nuevo cuerpo de la policía urbana de tránsito cuente con 50 motocicletas equipadas con tecnología de última generación. Algunas de estas unidades tendrán videocámaras, que, desde una manifestación, por ejemplo, podrán transmitir en directo las imágenes a una central policial.
Ayer, distintos funcionarios del gobierno porteño se ocuparon de comunicar que tanto los policías de tránsito como la guardia de infantería comenzarán a actuar en manifestaciones, piquetes y desalojos una vez que cuenten con todo el equipamiento necesario, algo que se prevé para los primeros meses del año próximo. La fuerza de infantería estará asentada en dos lugares estratégicos de la Capital, con acceso rápido a las vías más importantes.
Montenegro visitará hoy el Instituto Superior de Seguridad Pública, donde bajará los últimos lineamientos a los 550 agentes con experiencia en otras fuerzas de seguridad que egresarán en los próximos días. Además, otros 300 policías sin experiencia estarían listos para sumarse a la calle en diciembre, de acuerdo con lo informado por la ciudad.
