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21.6.2017
El jueves 22 de junio a las 12.30 hs, trabajadores y jubilados, realizarán un "guardapolvazo" en el Hospital Francés del PAMI en La Rioja 951- CABA, reclamando la reapertura de los servicios cerrados y el cumplimiento de parte de las autoridades, del "trabajo de calidad".
Ante el gigantesco presupuesto del PAMI y la necesidad de camas disponibles en esta época del año, la intervención, mantiene más de 100 camas cerradas, por falta de personal en el Hospital Francés de PAMI:
· 10 camas cerradas en terapia intensiva.
· 10 camas cerradas en unidad coronaria.
· 22 camas cerradas en el 2º piso de internación.
· 60 camas cerradas en la clínica del Cid Campeador (clínica propia del PAMI en CABA.)
Asimismo, hace 18 meses, se redujo la cantidad de trabajadores en la central telefónica de 15 a 6 personas, lo que dificulta mucho sacar un turno telefónicamente en nuestro hospital.
Reiteramos la re apertura de los servicios cerrados, tales como:
# oftalmología
# psiquiatría
# medicina nuclear
# diálisis.
# las 3 farmacias de venta al público.
Sigue cerrada la única clínica propia del PAMI en Capital Federal "Clínica del Cid Campeador" que contaba con 2 quirófanos, 1 terapia intensiva, 10 consultorios y las 60 camas antes mencionadas.
"NO CUMPLEN CON EL TRABAJO DE CALIDAD QUE PROMETIERON"
Cabe destacar que miles de nuestros adultos mayores siguen eligiendo atenderse en el hospital por la calidez y calidad que brindan sus trabajadores, muchos de los cuales siguen realizando sus tareas en forma precaria (monotributistas) y reclaman a las autoridades que cumplan el compromiso de calidad laboral (pase a planta, reconocimiento de la antigüedad real).
Invitamos a participar del "guardapolvazo" el jueves 22 de junio a las 12.30 hs.
en la puerta del hospital en La Rioja 951
* Reapertura de los servicios cerrados
* Ingreso de personal
* Pase a planta
* Fecha de ingreso real
* Reinstalación de los 4 compañeros
Cuerpo de delegados de ATE del Hospital Francés nacionalizado en PAMI
19.6.2017
"La Prefectura amenazó y golpeó a los hermanos de Kevin", denuncia La Garganta Poderosa. Fue el sábado a las 1.30 de la madrugada en Villa Zavaleta (CABA). Recordamos que Kevin de 9 años, perdió la vida en medio de una zona liberada por las Fuerzas de Seguridad en la misma Villa, en 2013. Compartimos el texto que explican lo sucedido a estos niños.
LA PREFECTURA AMENAZÓ Y GOLPEÓ A LOS HERMANITOS DE KEVIN"
Ahora, sí, de nuevo, este sábado, a la 1.30 de la mañana, en Zavaleta, otra vez. De laburar, volvían sus hermanos. De laburar, todo el día. De laburar, en una obra de construcción. Al regresar a Zavaleta en la camioneta de la familia, vieron un hombre armado y aceleraron las últimas dos cuadras, sobre la calle Kevin, para llegar hasta su casa. "Todos contra la pared", gritó el prefecto que los recibió, otro que no gritó nada cuando mataron al enano, en ese tiroteo que duró más de tres horas, con 105 disparos de Uzi y de Fal, a pocos metros de dos garitas. Justo ahí, los esperaban esta vez a sus cinco hermanos. "Yo sólo vengo de trabajar", intentó decirles Ariel, de 17 años, cuando lo empujaron contra el portón. Y llegaron más prefectos. "No pueden hacer eso, es menor", intentó recordarles Federico, cuando le pegaron una piña más, en las costillas, "donde no deja marcas". Y llegaron más prefectos. "Basta", intentó gritarles Priscila, de 15, cuando le metieron un cachetazo, sí, a su hermanita.
Y llegaron más prefectos
Para cuando los padres de Kevin salieron de su casa, alertados por los gritos de muchos vecinos, el grupo de tareas ya juntaba "más de 50 tipos" y Ariel estaba agarrado del cuello, "pero acá nadie vio nada, eh". Y se fueron algunos prefectos. Su mamá no entendía qué pasaba, justo ahí, en el mismo pasillo por donde debió acarrear el cuerpo de Kevin, cuando la dejaron abandonada sus patrulleros y sus ambulancias. "Ustedes están locos, ¿qué carajo están haciendo?", intentó preguntarles Roxana, cuando dispararon al cielo con un arma larga. Y se fueron más prefectos. "Dejen a mi mamá", intentó rogarles Azul, que tiene 9 años, mientras veía cómo levantaban el casquillo. Y se fueron todos los prefectos.
Ninguno estaba identificado
No fue noticia y seguramente tampoco será justicia, pero hoy nos toca denunciar otra vez lo mismo, una zona liberada por el Estado, los jueces y el periodismo, donde el único procesado por el crimen del enano sigue ejerciendo su actividad y sus propios secuaces nos dan clases de impunidad, para que "aprendan de buenos o malos modos" quiénes son los que tienen el mando…
Pueden matarnos a todos.
Vamos a seguir gritando.
19.6.2017
Sigue el juicio por los asesinatos de Kiki Lezcano y Ezequiel Blanco, por el que está acusado el policía Daniel Santiago Veyga. La próxima audiencia es el 26 de junio en Lavalle 1171 a las 8:30 (puntual). El debate es, hasta ahora, oral pero no público, pues está vedado el ingreso de la prensa al recinto y hasta quedan afuera parte de las familias damnificadas. Aún hay testimoniales pendientes, por lo que los alegatos y la sentencia probablemente serían en una fecha posterior. Además, el Tribunal practicó un explícito destrato a las familias de Kiki Lezcano y Ezequiel Blanco, acusándolos de antidemocráticos y custodiando su ingreso y salida de cada jornada con la policía. Ángelica Urquiza, mamá de Kiki, lo relató.
"Este último fue un martes muy triste. De entrada no nos dejaban instalar nuestras cosas para una radio abierta y una olla y un gacebo (en la calle peatonal y sin interrumpir el tránsito). Nos dijeron que había una orden del Tribunal, que no podíamos hacerlo porque habían hecho un escrito diciendo que el motivo eran los ruidos molestos. Hablamos con la Policía y dijimos que hagamos un acuerdo. Pusieron vallas de fierro altas y nos pusieron un micro con todos los policías", denunció Angélica. "Entramos muy nerviosos a la sala. Con el tema de siempre, que al principio había lugar para periodistas, habían tomado las credenciales. Éramos cinco familiares y cinco periodistas. Al rato, el presidente del tribunal llamó a la secretaria, que hizo una cara… y nos dijo que no había lugar. No quieren decir que es contra la prensa", consideró.
Los forenses
En la segunda jornada, pudo verse el vídeo del operativo policial. A medida que avanza el relato, Angélica se angustia más: "Empezó el debate con los médicos forenses. Todo este tiempo luché para tener justicia, que se aclare lo que pasó, poder tener un panorama que nunca tuve. Yo no sé mucho, creo que los que están ahí saben mucho más que yo. Cuando la médica del SAME dijo que no recordaba nada, cuando le leen (su declaración anterior) puede recordar, cuando le pasan el video puede recordar ciertas cosas, pero no quién hablaba en el video. Ella, en una parte le dice al policía que está al lado de ella ’¿cuántos tiros tiraste?’ o ’¿acá también tiraste?’", aseguró. "La médica está haciendo el recorrido con el cuerpo mirando donde estaba Kiki. Ella insiste en que no recuerda. Estaba mintiendo", considera Angélica.
"Después se dio otra situación, otro médico forense que declaró también para el caso de Luciano (Arruga). Un médico espectacular que relató cómo había sido el asesinato de Kiki y a qué altura estaba, todo. Habló de que estaba el arma apoyada en la sien de Kiki, y en el caso de Ezequiel, que el disparo fue a muy corta distancia. También dijo que los chicos no habían consumido. Luego, le fueron preguntando y dijo que el corazón cuando uno toma estupefacientes pesa más y que esto pasaba, es decir que habían consumido en la semana u horas antes. Ahí, la jueza preguntó y repreguntó", destacó.
Maltrato es poco
Es imposible escuchar el relato y no entender el primer factor en juego: la clase. El policía Santiago Veyga, que no tiene plata pero es desclasado, tiene un hijo de la edad de Kiki. Sin embargo, puede disociar perfectamente esa información a la hora de despreciar la vida de un negro de la edad de su hijo.
"Lo que se juzga acá no es si los chicos se fumaron un porro dos horas antes, sino quién los mató. Cada vez que salgo, salgo indignada, porque estas dos juezas y el juez dan esta sensación. Yo creo en la justicia, si no no hubiera llegado hasta acá. Pero lo primero que nos dijo la jueza cuando entramos es que éramos antidemocráticos, como que éramos montoneros, que teníamos que respetar la libre expresión. Eso dicen mientras no dejan entrar a alguien a sacarle una foto a Veyga. Es un día muy triste", insistió Angélica, ya entre sollozos. "Tengo fe y esperanza de que esto se pueda revertir, pero hay un maltrato hacia la familia, a los que la acompañan. Pedimos la sala más grande, no la dieron. Sin querer sonó un celular, y por eso pararon todo para retarnos. Invitaban a mi familia a que salgan del hall, a decirles que no podían permanecer. Es un lugar público donde tenían que estar mis hijos porque no pueden entrar a la sala", planteó sobre la humillación a que son sometidos a diario.
"Luego nos acusaron de que cuando él salió sufrió agresiones verbales porque le decían asesino ¿Qué le podemos decir? El tipo tiene chaleco antibalas ahí, come chicle, tiene su Coca light. Mientras, nosotros estamos muertos de sed. Yo la miraba a la jueza y pensaba si no le corre sangre por las venas. Si es abuela, tía, hermana, madre. Cuando salí, le ordenaron al jefe del operativo que me acompañara ¿A mí? Hace siete años y once meses que vengo por los juzgados. Conozco bien la salida, no necesito que me acompañen. Me invitaban a acompañarme porque tenía que salir el Señor Santiago Veyga. Podrán protegerlo mucho ahí, pero nunca lo va a proteger su propia conciencia. Esa conciencia lo va a acusar toda la vida porque es un asesino, y cuando abrace a su hijo de 17 años no se va a olvidar de que mi hijo tenía esa edad. Le dije todo eso al policía que me respondía que no tenía nada que ver. Entonces que no me acompañe", sugirió desesperada.
"Estamos viviendo lo mismo que hace siete años y once meses con el juez Cubas. Represión, una falta de consideración a la familia, una falta de justicia. Esto sigue en cadena en el mismo Estado. Quieren hacer pasar que los chicos le fueron a robar, pero encima estaban drogados y él se defendió. Están buscando nuestra reacción. Estoy muy indignada y muy triste por todo esto. Porque esperé tanto y encima de todo esto, nosotros los tenemos que cuidar porque cualquier cosita que hagamos", planteó. No es menor la comparación con el juez Cubas que fue quien, mientras negaba información a las familias sobre el paradero de los chicos, que él debía investigar, enterraba como N.N. a Kiki y mandaba a la morgue como N.N. Ezequiel.
La tortura
"No quieren poner el video, piden que digamos minuto exacto. Sin contar que lo aportó mi abogado, porque el tribunal no lo tenía. No tienen ganas de investigar quién es el que habla ¿Sabés qué dice?: ’Dale, arrancá ahora hijo de puta, la concha de tu madre’". Angélica se refiere a la grabación en que, mientras agoniza, Kiki recibe la última tortura y humillación por parte de la Federal. "Ese es Santiago Veyga, el que está filmando seguramente es su hermano, que también es policía Federal. Nos negaron saber si estuvo, también, en la 52. Necesitamos que en la última audiencia estén los medios, personas especializadas en derechos humanos. Pasamos el video completo sólo una vez pero yo me descompuse y me sacaron para afuera. Ahora ya no lo pueden pasar", dijo, concluyendo, prácticamente sin voz.
16.6.2017
Recibieron una carta documento en la que se los cita a una mediación, como instancia previa a la de un juicio por daños y perjuicios. La causa fue iniciada por la empresa "Establecimientos Campana S.A.", propietaria del predio donde se asienta el Cine Teatro Urquiza.
Desde 2013, la Asamblea de Vecinxs en Defensa del Cine Teatro Urquiza viene solicitando a través de la presentación de proyectos de ley en la Legislatura, acciones de amparo y manifestaciones ciudadanas que el edificio, ubicado en Avenida Caseros 2826 de la Ciudad de Buenos Aires, no sea demolido, tal como lo pretende la empresa "Establecimientos Campana S.A." para construir allí un edificio de más de 30 metros de altura.
El 16 de enero pasado, la Dirección General de Interpretación Urbanística le comunicó a la compañía que la iniciativa que había presentado no se adecuaba la ley. Le informó además que el Consejo de Plan Urbano Ambiental había desestimado este proyecto por no cumplir con lo dispuesto en el art. 2 de la Ley Nacional N° 14.800 y el art. 2.1.1.1 del Código de Edificación.
En su artículo 2, la Ley Nacional N° 14.800 establece que en los casos de demolición de salas teatrales, el propietario tiene la obligación de construir en el nuevo edificio un ambiente teatral de características semejantes a la sala demolida.
A su vez, la Ley N° 4104 de la Ciudad prevé que en los casos de demolición total o parcial de teatros o cines-teatros el propietario deba construir en el nuevo edificio una sala teatral o cine-teatral de características semejantes a la sala demolida, entendiéndose como semejante respetar hasta un 10% menos el número total de butacas, igual superficie del escenario y camarines, otorgando la posibilidad de dividir esa totalidad en distintas salas de menor tamaño.
El proyecto presentado por "Establecimientos Campana S.A." implicaba una construcción de una sola "sala" de 140 espectadores. La superficie original del Cine Teatro es de 1.114,40 m2, mientras que la propuesta sería de tan solo 208,30 m2.
Desde la Asamblea denuncian que “ante el incumplimiento de la normativa y la falta de autorización administrativa para demoler y construir su emprendimiento inmobiliario, Establecimientos Campana S.A. pretende utilizar a la justicia para perseguir judicialmente y amedrentar” a sus integrantes.
Frente a esta situación, desde la Asamblea le solicitan a la Legislatura porteña que apruebe de manera urgente los tres proyectos de ley pendientes de tratamiento y que buscan que el Cine Teatro Urquiza vuelva a funcionar y se proteja el patrimonio cultural.
Desde la Asamblea invitan finalmente a firmar una solicitada en este sentido dirigida al jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.