Un concepto integrador

26.8.2023

Por Juan Pablo Güerri*

En veinte años el tango se modificó tal cual lo había hecho en su camino de 150 años. Tiñéndose de contextos sociales, de la vida en comunidad, de un país. Lo interesante es que el concepto integrador de nuestra danza toma fuerza en esta fiesta del tango.

Es difícil elegir quiénes representan estos conceptos. A mí me gusta sintetizar esa comunión en los campeones mundiales de Tango de Salón 2004: Osvaldo y Coca Cartery. Bailarines del conurbano sureño, que mostraron lo importante de tener personalidad al bailar. Hoy quizás con bailarines de una técnica más depurada, debemos seguir esa búsqueda, para que no ganen tipos de abrazo y de baile que suman en perfección, pero pierden frescura.
En su momento Gabriel Soria, hoy Natacha Poberaj, campeona mundial 2006, abrazaron la idea de encontrar todos los tangos posibles como directores del Festival. Eso se agradece.
Me gusta ver el tango danza fortalecido. Con la Asociación Tango Baile aportamos por un lado como veedores y también con propuestas. El saldo es positivo si el tango tiene un lugar en el calendario, pero de reafirmarnos como hecho identitario debería extenderse la fiesta todo el año, con actividades continuas.
El tango de escenario tuvo también un camino interesante en estos años y allí también tuvo variables. Lo teatral generó ese cambio, y para buscar un ejemplo, entre grandes campeones, Hugo Mastrolorenzo y Agustina Vignau con “Balada para un loco” en 2016 ayudaron a crecer y a mover esas estructuras. Ayer y mañana el tango estuvo y seguirá vivo, y cada encuentro será una fiesta.
Solo falta que nos ayuden a visibilizar nuestra danza, nuestra música.
Como escribieron Eladia y el querido y genial Chico Novarro, “es tiempo de usar nuestro traje”, “todo lo bueno no viene de afuera”. Es cuestión de “convencernos”.
*Bailarín y docente de tango.

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