Trabajadoras sexuales: “Estamos cansadas del abuso policial”
22.9.2020
Por Josefina Figueroa
Integrantes de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR), se manifestaron frente al Ministerio de Justicia y Seguridad de Ciudad, para denunciar una agudización de la violencia policial durante la cuarentena. “Lejos de desplegarse más políticas públicas que contengan a nuestras compañeras, la respuesta es la de más represión policial”, aseguró Georgina Orellano.
Trabajadoras sexuales nucleadas en la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR), se manifestaron frente al Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad para denunciar la agudización de la violencia policial durante la cuarentena. Desde la organización reclaman políticas públicas que mejoren las condiciones de vida de las trabajadoras sexuales durante la crisis sanitaria. El sector se ha visto drásticamente afectado porque no tiene posibilidad de generar ingresos y hoy se encuentra en una situación de extrema vulnerabilidad.
La referente de AMMAR, Georgina Orellano, explicó: “Convocamos a esta marcha porque estamos cansadas del abuso por parte de las fuerzas de seguridad. La situación es que nuestras compañeras son detenidas de manera arbitraria en situaciones cotidianas como ir al mercado o cuando vienen a la sede de AMMAR a recibir una vianda de comida o realizar algún trámite con respecto a su documentación para poder acceder a algún subsidio estatal”.
La crisis económica que vive el sector y la falta de apoyos estatales ha generado que muchas trabajadoras sexuales, principalmente del colectivo travesti trans migrante, que en palabras de Georgina Orellano “es el más afectado”, salgan a ofertar servicios sexuales en la vía pública. Esta situación las enfrenta a múltiples hechos de violencia policial por incumplimiento del aislamiento social obligatorio. “El trato de la policía con estas compañeras es súper violento y no se respeta la Ley de Identidad de Género. Tienen discursos transfóbicos y racistas”, subrayó Orellano.
Al comienzo de la pandemia, AMMAR creó un Fondo Nacional de Emergencia para atender los casos más críticos pero a seis meses de la emergencia sanitaria, informaron que son demasiados los pedidos de ayuda y que no pueden dar respuesta a todas las trabajadoras sexuales que solicitan apoyo. “En Constitución, por ejemplo, el 90% de trabajadoras sexuales vive en hoteles de familia y más de 200 adeudan entre 40.000 y 60.000 pesos de alquiler desde el inicio de la cuarentena. Al no tener contratos formales, los dueños o administradores, amenazan constantemente con desalojarlas y están en constante riesgo de quedar en situación de calle”, informaron desde la Asociación.
“Muchas de nuestras compañeras han podido acceder a subsidios como Potenciar Trabajo o subsidio habitacional y aun así, los costos súper altos que nos cobran en lo alquileres de hoteles, habitaciones y departamentos donde vivimos, hace que estemos completamente endeudadas, con denuncias de desalojo inminentes, con amenazas y hostigamiento por parte de los dueños y dueñas de los inmuebles. Eso ha empujado a que las compañeras vuelvan a ejercer el trabajo sexual en condiciones mucho más precarias. Nos preocupa que lejos de desplegarse más políticas públicas que contengan la realidad y las situaciones de nuestras compañeras, la respuesta que recibimos es la de más represión policial, mayor violencia institucional y detenciones arbitrarias”, concluyó al respecto Georgina Orellano.