Semaforazo en el Obelisco contra el acuerdo porcino: “Con la vida no se negocia”

23.10.2020

Por Valeria Foglia

Organizaciones de izquierda y socio-ambientales volvieron a manifestarse contra los planes del Gobierno para instalar megafactorías de cerdos en Argentina.

En la tarde del viernes organizaciones políticas y socio-ambientales realizaron una acción simbólica en el Obelisco antes de entregar una carta a las autoridades contra el memorándum de entendimiento que el Gobierno quiere firmar con China a comienzos de noviembre. Los partidos que componen el FIT Unidad, junto a Timón Verde, Conciencia Solidaria y el Nuevo MAS estuvieron presentes para rechazar la instalación en el país de decenas de megafactorías porcinas con el objetivo de producir novecientas mil toneladas de carne para abastecer la demanda del mercado interno chino.
Con un semaforazo, la concentración del Obelisco buscó llamar la atención ante “un plan para profundizar el modelo extractivista en curso y sumergir a Argentina aún más en la crisis social, sanitaria, climática y ecológica que atravesamos a nivel global”, como afirman en la carta entregada en Cancillería, Agricultura y otras dependencias involucradas. “Con la vida no se negocia”, dice la misiva, en la que también denuncian “una falta de conciencia ambiental, una visión cortoplacista y estrecha con el único fin de obtener divisas para el pago de la deuda externa y garantizar ganancias a un puñado de empresarios”.
Como parte de múltiples iniciativas, este domingo tendrá lugar el festival virtual Primavera en llamas, con la participación de artistas, intelectuales y referentes de luchas socio-ambientales de América Latina.
La cartera que encabeza Felipe Solá negocia el megaplan porcino desde marzo sin dar demasiada información ni publicitarla ampliamente. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Juan Cabandié, pese a las críticas que señalan la contradicción que implican las megagranjas con las leyes ambientales vigentes, ha mirado el asunto desde afuera. Entre otros aspectos, se apunta al consumo voraz de agua (hasta un millón y medio de litros por día), los desechos industriales de excretas de los porcinos, la contaminación del aire, la tierra y el agua, el hacinamiento de los animales en feedlots, la provisión de antibióticos a gran escala que entrañan un potencial pandémico.
No es la primera manifestación contra el acuerdo porcino ni será la última. Desde fines de agosto hubo varias acciones, incluyendo una jornada nacional, para decirle no al acuerdo porcino. Las organizaciones persistirán en estado de alerta y movilización para visibilizar la necesidad de frenar estos planes. “Ni con China ni con nadie; ni en noviembre ni nunca”, afirman.

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