Se inundaron varios sectores en el anfiteatro del Parque Centenario

27.3.2021

Por Marcelo Gómez, delegado general de la Junta Interna DGMus-ATE

Ocurrió este jueves. La situación se suma al destrato y abandono que sufren las y los trabajadores de la Dirección General de Música, dependiente del Ministerio de Cultura porteño.

Este jueves 25 de marzo, cuando llegamos a nuestro lugar de trabajo, las y los trabajadores del Anfiteatro nos encontramos con gran parte del espacio inundado. Secciones enteras, como camarines, sonido, luminotecnia y maquinaria contaban con varios centímetros de agua, dejando parte del equipamiento técnico mojado y produciendo deterioro en el mobiliario.
Las autoridades decidieron continuar con la programación de la jornada, en este caso, el octavo día del Buenos Aires Festival de Cine Independiente (BAFICI). Al igual que cuando no quisieron cerrar el lugar a pesar de casos positivos de covid-19.
La situación generó mucha preocupación entre las y los trabajadores, que contuvimos el agua, sacándola con secadores domésticos. Y se suma al destrato, el abandono edilicio, la precarización, la tercerización, la escasez de personal en diferentes áreas y el desgaste del equipo técnico, que no se renueva hace más de una década.
La capacidad operativa del lugar, tanto técnica como humana, nos permitía realizar espectáculos de primera calidad de todos los géneros: ciclos del Teatro Colón al aire libre, el Ballet de San Petersburgo, Orquesta del tango, la banda sinfónica -ambas parte de la Dirección de Música- y los principales festivales porteños, como el FIBA, el BAFICI y el Festival de jazz, entre otros. Pero la política de vaciamiento y la falta de presupuesto privan al público de tener un espectáculo gratuito y de calidad. Además, hacen que la Dirección de Música no pueda contar con una programación propia.
Las trabajadoras y trabajadores venimos denunciando esta realidad desde hace tiempo, sin ser escuchados por las autoridades, que siguen desoyendo los reclamos y dando la espalda a este espacio cultural históricamente gratuito y tan importante para la Ciudad.
Mientras el deterioro avanza debido a la falta de mantenimiento, el Gobierno porteño no pierde el tiempo para hacer negocios. En esta temporada, cuando el Anfiteatro reabrió sus puertas, no tardó en cederles este espacio público a las productoras privadas. Estas lucran con la venta de entradas y no les interesan ni las condiciones del lugar, ni los protocolos, ni las medidas mínimas de seguridad e higiene: mientras tres trabajadores se contagiaron de covid-19 y otros resultaron aislados, avanzan con su programación de martes a domingo.
Desde la Junta Interna de ATE de la Dirección de Música, llamamos a las y los trabajadores de Cultura a organizarnos para para frenar estas políticas de ajuste, que implican un avance sobre nuestros derechos.
El día después de que el agua invadiera completamente el Anfiteatro, al empezar la jornada de trabajo, se armaron rondas donde las y los compañeros intercambiamos sobre cómo fue la jornada.
Un compañero que trabaja en el Anfiteatro hace más de 30 años, decía, conmovido: “Nosotros pasamos gran parte de nuestra vida y nuestro tiempo en este lugar. Es como si llegaras a tu casa y encontraras todo inundado, lo primero que hacés es ponerte a sacar agua con desesperación para no perder todo”.

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