Incendio en un edificio en Puerto Madero: alrededor de 100 personas fueron evacuadas

11.02.2025

Se desató un incendio en el piso 11 de un edificio en el barrio porteño de Puerto Madero por lo que se activó el Sistema Integrado de Seguridad. Bomberos de la Ciudad y el SAME actúan en el lugar y alrededor de 100 personas fueron evacuadas.

Se trata de un edificio ubicado en la calle Marta Lynch 551, entre Aimé Paine y avenida de los Italianos. El informe policial indicó que el siniestro “generó una densa cantidad de humo que dificultó la identificación precisa del foco ígneo”

También trabajan en el lugar efectivos del Grupo Especial de Rescate (GER) de Caballito de Bomberos de la Ciudad para sofocar las llamas y asistir a los residentes. Mientras avanza el operativo en la zona, se aguardan pericias para determinar el origen del incendio.

Hasta el momento informaron que no hay víctimas fatales y la evacuación del edificio se realizó en orden y sin pánico.

CABA: cómo serán los nuevos edificios y viviendas en los próximos años con el nuevo Código Urbanístico

10.02.2025

La Ciudad de Buenos Aires enfrenta un cambio en su desarrollo inmobiliario tras la entrada en vigor del nuevo Código Urbanístico (CUR). Este conjunto de regulaciones redefine los límites de construcción, reorganiza la edificabilidad y prioriza el crecimiento en avenidas principales.

“El nuevo Código Urbanístico busca reforzar la identidad barrial”, afirmó el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, quien destacó que la normativa priorizará los grandes desarrollos en avenidas y fomentará el desarrollo del sur con incentivos para inversores.

El CUR establece un enfoque más restrictivo para las zonas residenciales internas, limitan la posibilidad de nuevas construcciones en calles menores y concentran la actividad en los grandes corredores urbanos. Estas medidas fueron justificadas por el Gobierno porteño como una estrategia para preservar la identidad barrial y evitar la saturación en zonas residenciales de baja densidad. Sin embargo, los expertos coinciden en que estas restricciones podrían tener un impacto significativo en la disponibilidad de terrenos y el costo de las propiedades en la Ciudad.

En paralelo, el CUR plantea una reorganización del mercado inmobiliario que también afecta a los pequeños desarrolladores y que deberá revisarse nuevamente en cuatro años. Históricamente, las construcciones de menor escala en calles internas ofrecían oportunidades para emprendimientos de bajo costo, pero estas restricciones podrían generar una concentración en manos de grandes jugadores, y dejarían fuera a los más pequeños. Además, con la disminución de terrenos viables, se espera que los valores del suelo en las avenidas se incrementen significativamente, afectando también a los compradores finales.

El CUR también introduce herramientas innovadoras como la Capacidad Constructiva Adicional (CCA), que habilita la transferencia de derechos de edificación entre distintas zonas de la Ciudad. Este mecanismo permite a los desarrolladores sumar pisos en proyectos localizados en avenidas del norte de la Ciudad, siempre y cuando inviertan en la refacción de edificios patrimoniales o en proyectos ubicados en la zona sur.

Aunque esta medida busca fomentar la descentralización y el equilibrio entre distintas áreas urbanas, también plantea interrogantes sobre la concentración de la actividad constructiva y su impacto en los precios del suelo. El concepto de la CCA también genera tensión en el sector por las dificultades que podría acarrear en la implementación. Los desarrolladores deben equilibrar la rentabilidad de sus proyectos con los costos asociados a las inversiones requeridas en el sur o en edificios patrimoniales.

Santiago Levrio, director institucional de Alianza Urbana, destacó que “la norma busca agrupar la edificabilidad en zonas de alta circulación y evitar proyectos en áreas residenciales menos densas. Sin embargo, la cantidad de terrenos viables para nuevas obras disminuye 30%, y en zonas con alta demanda, la reducción alcanza el 50%”. Esto representa un gran desafío para desarrolladores que dependen de una oferta amplia de terrenos para planificar sus proyectos.

Levrio también contó que las alturas máximas en ciertas avenidas alcanzarán los 23 pisos, mientras que en otras se limitarán a 14 pisos. En los barrios más densos, el límite quedará en 9 pisos, y en zonas menos densas predominarán edificaciones de 4 pisos. En este contexto, aproximadamente el 60% de la Ciudad estará restringida a construcciones de baja altura. “Para los edificios más altos, salvo las excepciones que traen las torres sorpresa que romperán el paisaje de varios barrios, el resto queda igual”, amplió.

Esta reorganización podría acentuar la desigualdad entre distintas zonas de la Ciudad, con un fuerte impacto en los precios y en el acceso a la vivienda, informaron desde el sector desarrollador y constructor a la vez que siguen en obras más de 50.000 unidades en la ciudad.

Un cambio controvertido es la eliminación del retiro obligatorio en edificaciones bajas. Según Levrio, “esto genera más sombra en la vía pública y afecta la armonía con construcciones vecinas. La arquitectura resultante se asemeja a la de ciudades de la ex Unión Soviética, alejada de la identidad porteña”.

Gonzalo Bustos, director de FOT Libre, explicó que las nuevas normativas eliminan los retiros y modifican la profundidad constructiva en las Unidades de Sustentabilidad de Altura Baja (USAB). Esto encarece el valor del suelo y limita la capacidad de los desarrolladores para llevar adelante proyectos rentables. “En estas zonas como Villa Ortúzar, la actividad constructiva tenderá a ser muy reducida, concentraría los desarrollos en sectores de mayor densidad”, advirtió Bustos.

Los diseños arquitectónicos también se verán afectados por las nuevas alturas permitidas. En avenidas principales, las torres podrán alcanzar los 68 metros de altura gracias a la CCA, lo que podría modificar significativamente el perfil urbano.

Kevin Savelski, director de Grupo 8.66, agregó: “esto permite la construcción de torres de hasta 68 metros -o aproximadamente 22 pisos- en avenidas principales, lo que revive la figura de las llamadas ‘torres sorpresa’, eliminadas en 2018″. Sin embargo, estas construcciones presentan limitantes muy específicas, como estar localizadas en terrenos de al menos 2.500 metros cuadrados.

Respecto a las alturas permitidas, el CUR introduce una mayor flexibilidad en unidades de sustentabilidad baja, aunque con ciertas restricciones en el uso del suelo. La nueva categorización incluye la Unidad de Sustentabilidad Baja 0 (USAB 0), que reemplaza a la antigua USAB 1, que posibilita edificios de hasta 9 metros (planta baja más dos pisos), sin requerimientos de retiro.

Otro cambio significativo radica en la optimización del diseño arquitectónico. Se reduce, por ejemplo, la superficie mínima de los patios verticales a 20 metros cuadrados (6 metros cuadrados menos que bajo la normativa anterior). “En este sentido, se busca “maximizar el aprovechamiento de las plantas arquitectónicas y reducir costos destinados a zonas no habitables,” detalló Savelski.

Sin embargo, en las calles internas, las limitaciones de altura y la eliminación de retiros podrían resultar en edificios más compactos y con menor espacio de esparcimiento.

Desde el segmento recomiendan enfocar los proyectos en zonas con mayor edificabilidad y considerar el uso de la Capacidad Constructiva Adicional (CCA). “Los grandes desarrolladores podrán beneficiarse de las torres habilitadas en avenidas principales, mientras que los pequeños enfrentarán mayores barreras por los costos del suelo”, destacó Savelski. En las USAB 1 y 2, donde la edificabilidad es limitada, los desarrolladores deben optimizar los espacios disponibles. “La reducción de la profundidad edificable obliga a diseñar edificios compactos, pero la baja rentabilidad en estas zonas podría frenar nuevos proyectos”, agregó Savelski.

En las zonas residenciales de baja densidad, la normativa busca limitar el uso comercial de los basamentos, lo que podría dificultar la inclusión de locales de proximidad en nuevos proyectos.

Claudio Kulzer, proyectista y socio de la desarrolladora que construirá en el barrio de Saavedra, compartió cómo el CUR afecta a su proyecto ubicado en Quintana y Pico. “El edificio aprobado bajo la zonificación USAM (Unidad de Sustentabilidad de Altura Media) permite planta baja más cinco pisos altos y dos retiros. Sin embargo, con la nueva normativa, esta zonificación cambiaría a USAB 2, que redujo drásticamente la capacidad constructiva”.

Kulzer destacó que la reducción de la capacidad constructiva limita las inversiones privadas que podrían mejorar la infraestructura barrial, “como veredas, iluminación y seguridad”. Las nuevas normativas intensificarán la concentración en avenidas y zonas de alta densidad. Esto podría llevar a un aumento sostenido en los precios de las propiedades y alquileres.

Levrio comentó: “La demanda se concentrará en distritos de 7 pisos o más, dejando fuera a varios emprendedores. Es probable que el valor del suelo aumente significativamente en un mercado activo, o que el sector enfrente una depresión económica si el mercado se estanca”.

El futuro de la construcción en la Ciudad dependerá de cómo estas regulaciones se integren en un mercado en constante evolución. El sector enfrenta un escenario complejo pero lleno de desafíos.

Kevin Savelski concluyó: “Los grandes desarrolladores podrían capitalizar las herramientas del CUR, mientras que las pyme enfrentarán mayores dificultades, lo que podría cambiar el panorama del sector”.

CABA: comienzan a vacunar contra el dengue a personas entre 30 y 34 años

07.02.2025

Ya se encuentran habilitados los turnos para una nueva franja etaria en la página web del Ministerio de Salud de la Ciudad. La vacunación comenzará el próximo lunes. El Plan de Vacunación contra el dengue en la Ciudad de Buenos Aires avanza de manera progresiva y por etapas, siguiendo los lineamientos nacionales y conforme a la disponibilidad de vacunas.

Para acceder a la vacuna, es necesario tener domicilio legal en la Ciudad de Buenos Aires y contar con un turno asignado, el cual puede gestionarse a través de la web del Ministerio de Salud de la Ciudad.

En esta nueva etapa de vacunación que inicia el lunes próximo, se suman las franjas etarias ya incorporadas: adolescentes de 15 a 19 años, jóvenes de 20 a 24 años y adultos de 25 a 29.

Aquellos que deban recibir la segunda dosis para completar su esquema de vacunación recibirán un mensaje de Boti para gestionar su turno. Además podrán solicitarlo directamente en la web, siempre y cuando hayan transcurrido 90 días desde la primera aplicación.

El día de la vacunación, las y los asistentes deberán presentarse con su DNI (que acredite residencia en la Ciudad), su carnet de vacunación y, en caso de ser la segunda dosis, el certificado de la primera aplicación. No es necesario presentar receta médica, y los menores de edad pueden asistir sin acompañante.

Los hospitales Pirovano en el barrio de Coghlan y el Rivadavia en Recoleta forman parte de la red de vacunatorios distribuidos en distintos barrios de la Ciudad. Incluyen también CeSACs y postas extra hospitalarias, para garantizar un acceso equitativo y eficiente.

Con esta nueva etapa, el Gobierno de la Ciudad refuerza su estrategia para prevenir el dengue, priorizando la salud de la población y promoviendo la participación activa de los residentes.

Vacunatorios disponibles:

Comuna 2: Hospital Rivadavia: Arenales 2733

Comuna 3: CeSac N° 11: Agüero 940

Comuna 4: CeSac N° 1: Av. Vélez Sarsfield 1271

Comuna 6: Hospital Durand: Av. Díaz Vélez 5044

Comuna 8: CeSac N° 3: Av. Soldado de la Frontera 5144

Comuna 9: CeSac N° 37: Av. de los Corrales 6999

Comuna 10: Corralón Floresta: Av. Gaona 4660

Comunas 12: Hospital Pirovano: Monroe 3555

Comuna 14: Centro Islámico: Av. Int. Bullrich 55

Para más información y gestión de turnos, visitar la página de Ministerio de Salud de la Ciudad.

Floresta: el Pasaje Ruperto Godoy es un patio de comidas coreana

06.02.2025

La esquina de Avellaneda y Nazca es el epicentro económico de la comunidad coreana de Buenos Aires. Y el pasaje Ruperto Godoy, con sus ofertas de entretenimiento, a solo dos cuadras de distancia, es considerado su patio de comidas, informa La Nación.

Por excelencia, los inmigrantes coreanos son asociados con el rubro textil. En la década de 1950, los primeros en llegar montaron sus propias fábricas con mucho empeño, trabajando a destajo mientras se esforzaban por adaptarse a una sociedad completamente distinta a la suya. La mayoría se radicó en la avenida Carabobo, cerca de la Villa 1-11-14.

Pocos sabían hablar español. Muchos habían pasado la barrera de los 50 años sin haber salido de su país y solo podían comunicarse en coreano. Así fue como fueron creando una comunidad homogénea. Abrieron sus propias farmacias, sus propios consultorios odontológicos, sus propios almacenes, carnicerías y verdulerías. Sus respectivos negocios prosperaron rápidamente. En un clima solidario, muchos se ayudaron entre sí para salir adelante. Y hoy, muchos de ellos están expandiendo sus hogares y negocios hacia este nuevo lugar.

Desde hace años que la avenida Avellaneda es famosa por la cantidad de locales de ropa regentados por coreanos. Los precios suelen estar por debajo de la media. Y la calidad, en muchos casos, es la misma que en otros barrios y locales. En más de una ocasión, la esquina de Avellaneda y Nazca fue el lugar elegido por la comunidad coreana para festejar “Buenos Aires celebra Corea”, un festival con degustaciones de comida, shows en vivo y una variedad de actividades a través de las cuales se puede conocer más sobre la cultura del país asiático.

El pasaje Ruperto Godoy, en el barrio de Floresta, es una calle peatonal de 100 metros de largo que tiene varias opciones para explorar. Con la excepción del Karaoke W, que se ubica a mitad de cuadra, su oferta es estrictamente gastronómica. Y su impronta, 100% coreana, con los carteles de las calles escritos en hangeul -el alfabeto del país asiático y los murales dibujados con la bandera de ese país y las caras de los ídolos del pop surcoreano, entre otros diseños.

Además de la calle en sí misma, el área que la rodea también tiene locales coreanos. Estos se extienden hasta la zona de Avellaneda, el punto de mayor circulación de personas, y donde están todas las tiendas de ropa.

En los cafés y restaurantes se pueden encontrar tortas de porotos dulces, kimchi, bebidas alcohólicas como Soju y Makkeoli (ambos hechos a base de arroz), café frío, pollo frito y la clásica parrillada surcoreana, en la que la carne es cocinada por los clientes en el momento.

Al igual que los restaurantes del primer barrio coreano, que queda sobre la Avenida Carabobo, este enclave comenzó con muchos locales “a puertas cerradas”. La oferta parecía hecha exclusivamente para las personas de la comunidad. Pero hoy sus comerciantes eligen abrirlo y lo presentan como un espacio turístico, gastronómico, que, con el correr del tiempo, atrae a cada vez más habitantes de la Ciudad y alrededores.

CABA: para prevenir el dengue higienizan y desratizan baldíos y casas abandonadas

05.02.2025

Los terrenos baldíos y casas abandonadas pueden convertirse en focos de riesgo para la salud pública, ya sea por acumulación de basura, proliferación de plagas o por el estancamiento de agua que facilita la propagación de enfermedades como el dengue.

“Para combatir estos problemas, la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano de la Ciudad cuenta con un servicio de limpieza, higienización, desratización y prevención del dengue, que en 2024 ejecutó más de 300 intervenciones en terrenos identificados como problemáticos”, señaló Cesar Torres, secretario del área.

Del total recabado hasta mediados de diciembre de 2024, 97 se corresponden con limpiezas realizadas por las cuadrillas de higienización del área de Asistencia Operativa Comunal de la Dirección General de Competencias Comunales y Talleres de la Ciudad, mientras que 274 tareas con igual finalidad en inmuebles corrieron a cargo de los titulares de los bienes gracias a la intimación por parte de la Ciudad. Además, otros 61 terrenos y propiedades ya cuentan con la planificación para ser intervenidos.

La colaboración ciudadana ha sido clave para identificar y agilizar el proceso de saneamiento. Las limpiezas realizadas contribuyen a mantener bajo control la proliferación de plagas, prevenir enfermedades y garantizar la seguridad de los espacios, devolviendo a las vecinas y vecinos un entorno limpio y libre de riesgos.

Desde enero hasta mediados de diciembre, la Secretaría recibió 1.788 solicitudes ciudadanas para la limpieza de terrenos a través de la plataforma de BA Colaborativa. Este sistema permite a vecinas y vecinos reportar terrenos y propiedades en estado de abandono que pudieran atentar contra la higiene y seguridad del entorno.

De los casos ingresados 97 limpiezas fueron realizadas por la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano, 274 se solucionaron por acción de los titulares de los respectivos bienes, 874 se desestimaron por falta de información, riesgos estructurales, repetición de solicitudes o por no ameritar intervenciones, y 605 se encuentran en proceso de verificación o cumpliendo plazos legales. Dentro de estos últimos, 61 ya cuentan con la planificación para su intervención.

Intervenciones realizadas por las cuadrillas de higienización:

La normativa local, respaldada por la Ordenanza 33.581, obliga a los propietarios a mantener sus bienes en condiciones óptimas. En caso de incumplimiento, el Gobierno de la Ciudad realiza la limpieza de oficio, cobrando los costos al titular.

El procedimiento contempla tareas específicas orientadas a eliminar riesgos sanitarios y restaurar la limpieza del lugar:

Desmalezamiento: corte de pasto, hierbas altas y ramas utilizando herramientas como motoguadañas y machetes.
Descacharreo: retiro de objetos que acumulen agua estancada.
Fumigación: aplicación de insecticidas con mochilas especializadas, en proporción al tamaño del terreno.
Desratización: distribución de cebos para eliminar roedores.
Limpieza general: retiro de basura y residuos generados durante la intervención.
Desobstrucción de desagües y piletas abandonadas: en casas deshabitadas.
Traslado de residuos: los restos son llevados a puntos de disposición como el CEAMSE.

Las vecinas y vecinos interesados en realizar un pedido deben ingresar a la página de BA Colaborativa y seleccionar la categoría correspondiente: “Higienización, desratización, saneamiento de terreno baldío o casa abandonada”. El procedimiento incluye:

Registro en el sistema MIBA: el usuario debe ingresar con clave personal.
Cargar imágenes: que ilustren la problemática.
Completar el formulario: describiendo el estado del lugar.
Una vez ingresada la solicitud, se inicia un proceso de comprobación de la situación del terreno o casa abandonada. De confirmarse la necesidad de intervención, el sistema notifica al propietario del terreno, quien tiene 10 días hábiles para actuar. Si el titular no responde, se procede con la limpieza de oficio. Los avances del caso son comunicados al solicitante vía correo electrónico.

Usted es el visitante N°