Vecinos rechazan Metrobus en Paseo Colón

1.8.2014

El gobierno de la Ciudad está convencido de instalar la nueva línea que funcionará sobre la Avenida Paseo Colón, en pleno barrio de San Telmo, sin que parezcan importarle los edificios y las familias que viven allí. Rubén Saboulard, integrante de la Asamblea del Pueblo, se refirió a los problemas humanos y no urbanísticos de esta iniciativa del PRO.


En Paseo Colón 1590 se encuentra el histórico Edificio Marconetti, construido en 1921 por los dueños de la fábrica de pastas como lugar de residencia de sus directivos y los empleados más cercanos, pero desde hace más de 30 años viven allí 40 familias.

Pocas semanas atrás, el jefe de gobierno Mauricio Macri y su jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, firmaron un decreto que ordena el desalojo del inmueble de manera administrativa, es decir sin proceso judicial.

“Si bien ese edificio fue afectado en una expropiación en el año 1946, jamás se llevó a cabo, por lo tanto la expropiación cae en sí misma porque la gente hace décadas que vive ahí, pagan los impuestos, no son usurpadores. Cuando sale publicado este decreto oficial realmente comienza a conmocionarse el barrio otra vez, porque nos damos cuenta que estos no discuten, no hablan, no dialogan. Lo que no nos imaginamos es que a los diez días de publicarse ese decreto, comenzaba una ofensiva física en el terreno contra las familias de este edificio, instalando una guardia de la Policía Metropolitana en la puerta con un listado de quién podía entrar y quién no, como si fuesen unos ocupas recién llegados de otro planeta, les cortaron el gas, y los dejaron sin calefacción, sin cocina en pleno invierno. Son 40 familias, hay niños y ancianos. Encima se produce un allanamiento del edificio con una fiscal, para identificar a la gente que vivía allí. Nosotros no discutimos el Metrobus, lo que discutimos es que su precio no puede ser el de familias en la calle”, explicó Rubén Saboulard de la Asamblea del Pueblo, en diálogo con La Retaguardia.

Las familias viven en estos edificios desde hace más de treinta años: “han criado a sus hijos, han pagado impuestos, han mantenido el edificio, de qué expropiación legítima podemos hablar si fue en 1946, y desde entonces nadie en nombre del gobierno vino a ejercer cierta afinidad propietaria, por decirlo en términos jurídicos, salvo los que se quedaron a vivir. ¿Qué derecho tiene el gobierno de la ciudad, 58 años después, para exigir el desalojo de buenas a primeras sin retribución alguna? Lo que le están ofreciendo a la gente de este edificio es 1500 pesos por mes, por ocho meses, para echarlos de sus casas”, agregó Saboulard.

Este decreto de Macri y Larreta sorprendió de alguna manera a los vecinos porque poco antes de su publicación en el boletín oficial, el jefe de gabinete les había dicho que el Metrobús de Paseo Colón no estaba aún definido: “lo más grave es que se negaron a dialogar con los vecinos del barrio durante siete meses –señaló al respecto Saboulard–, porque desde que empezó esto hubo una protesta generalizada en el barrio que ellos no pueden desconocer. Rodríguez Larreta se enfrentó tres veces a los vecinos del barrio, y el problema principal a discutir no fue ni siquiera el espacio público o lo que discuten los comerciantes, sino que el punto número uno fue siempre el Metrobús, y la respuesta que nos dieron en siete meses es que el Metrobús emplazado en Paseo Colón no estaba definido, era algo a discutir, para ver más adelante, y hace un mes apareció este primer decreto de Macri”.

Son varios los inmuebles que se verán afectados por la nueva traza. Entre ellos se encuentran la escuela Isaura Arancibia y el Centro de Atención Integral a la Niñez y Adolescencia (CAINA). En este punto, Saboulard se refirió a la importancia de estas instituciones para el barrio: “los pibitos del Isaura, una escuela que es una referencia en el barrio para contener pibes pobres y con discapacidades, y del Caina, viven en la calle, son los que viven en Parque Lezama, en el bajo San Telmo, en las recovas que hay en Paseo Colón, esos pibes son los que se bañan, estudian y comen ahí. Si ellos liquidan el Isaura y el Caina, a dónde van a ir esos pibes. Si llevan esas instituciones a Once, ¿los pibes que viven en San Telmo van a ir a Once? Estos son los problemas concretos del Metrobús, la parte humana que hay detrás. Es un problema humano, no urbanístico”.

Otros inmuebles que se verían afectados son la Gomería Dunlop ubicada en Paseo Colón 1100, un campo de deportes, el frente del diario Ámbito Financiero, el comedor de la Asamblea de San Telmo, y la Escuela de Psicología Social y la Sala de Teatro Osvaldo Bayer, entre otros.

En cuanto al ex centro clandestino de detención, tortura y exterminio Club Atlético, ubicado bajo la autopista, Saboulard especificó: “es increíble de qué manera el macrismo cierra acuerdos con el kichnerismo. Debajo de la autopista, la avenida es la parte más angosta que tiene, que es principalmente el Club Atlético. El macrismo acepta no tocar el Club Atlético, de manera pública manifestaron que lo van a respetar aunque tengan que angostar la traza del Metrobús de una manera similar a la que hicieron en la Plaza de la República. O sea, respetamos la memoria de los derechos humanos de hace treinta, cuarenta años, y nos cagamos en los derechos humanos de la gente que hoy vive acá. Hemos ido a tocar todas las puertas habidas y por haber, hemos estado en la Legislatura y conseguimos 40 votos para un pedido de informes al gobierno de la Ciudad y nunca contestaron”.

A pesar de que lo urgente son los problemas humanos, también existen otros relacionados a la vida cotidiana de los vecinos de San Telmo: “la gente empieza a plantearse problemas como el hecho de que San Telmo se quede sin colectivos, los turistas van y vienen pero nosotros vivimos en el barrio y no vamos a tener más colectivos. Los que estaban antes en la calle Chacabuco, Piedras, Tacuarí, están en la 9 de julio, y cuando abran este nuevo Metrobús, los que estaban en Perú, Bolívar, Defensa van para la Avenida Paseo Colón, por lo tanto vamos a ser el primer barrio libre de colectivos, o para ser más claro, libres de transporte público para pasajeros. Hay muchos problemas en juego acá y la gente empieza a tomar conciencia de que este es un problema muy grave, pero mientras el macrismo se niega a negociar, a hablar de otras cosas que no sean la basura, la luminaria, los tipos van de frente con esta ofensiva tan dura, inhumana, contra la gente de este edificio (Marconetti)”, explicó Saboulard.

El asambleísta además contó que existen varios recursos de amparo presentados y aprobados, pero aunque la justicia ha dictaminado en contra el decreto de Macri, el gobierno de la Ciudad mantiene su intención de instalar el Metrobus en Paseo Colón sin tomar en cuenta los reclamos y denuncias.

De todos modos, los vecinos resolvieron que no se quedarán de brazos cruzados y seguirán luchando. Por ese motivo, hoy realizarán un corte total y por tiempo indeterminado en la esquina de Paseo Colón y Humberto Primo a partir de las 13. Conformados en la Comisión en Defensa de la Avenida Paseo Colón, exigirán el respeto a las decisiones judiciales que los amparan, a sus derechos constitucionales, el fin de las amenazas y hostigamientos, la apertura de una mesa de diálogo para discutir la viabilidad de este Metrobús y la protección de las escuelas, edificios, comercios y demás inmuebles afectados.

NO A LA DESTRUCCIÓN DE PASEO COLÓN!!! CORTE TOTAL EN PASEO COLÓN Y HUMBERTO I VIERNES 1 DE AGOSTO 13Hs

29.7.2014

Macri acaba de decretar el desalojo – paso previo a la demolición – del Edificio Marconetti (Paseo Colón 1590) y de la Gomería Dunlop (Paseo Colón 1100). Ambos inmuebles y dos escuelas, un campo de deportes, el frente del diario Ámbito Financiero y del edificio de Paseo Colón 1120, el comedor de la Asamblea  de San Telmo ( y la Escuela de Psicología Social y la Sala de Teatro Osvaldo Bayer), entre otros,  caerán bajo la piqueta de Macri.

Todos esos inmuebles serán demolidos para “construir” el Metrobus del Sur, faraónico negociado de Macri y sus amigos, una obra innecesaria que dejará en la calle a muchas familias, en la ruina a pequeños comerciantes, sin clases a centenares de alumnos y que destruirá buena parte de la avenida, entre Carlos Calvo y Paseo Colón.

Las casi cuarenta familias que viven desde hace 30 años en el Edificio Marconetti están siendo hostigadas salvajemente por los funcionarios de Macri: les cortaron el gas pese a que no hay deuda ni irregularidad alguna con Metrogas- en pleno invierno, con el argumento de que el desalojo es inminente. A Macri no le importa que allí vivan ancianos y niños, no le importa dejarlos sin cocinas, ni calefacción. Incluso los amenazaron con cortarle el servicio eléctrico y les colocan una consigna de la Metropolitana para hostigarlos en la puerta de sus hogares…

Como siempre, Macri pasa por encima de las resoluciones judiciales (amparos otorgados) que protegen a los ciudadanos con tal de hacer negocios con la obra pública.

 Los vecinos afectados nos hemos cansado de pedir reuniones a los funcionarios y jamás nos contestaron y un pedido de informes votado en la Legislatura jamás fue respondido. Sólo soberbia y autoritarismo para encubrir la corrupción y el negociado. Así actúa Macri!!

Por eso es que, nucleados en la Comisión en Defensa de Paseo Colón, hemos decidido cortar totalmente, el próximo viernes, la avenida Paseo Colón en su  intersección con Humberto I a partir de las 13Hs.

 

EXIGIMOS EL RESPETO A LAS DECISIONES JUDICIALES QUE AMPARAN A LOS VECINOS!

EXIGIMOS EL RESPETO A NUESTROS DERECHOS CONSTITUCIONALES, EL FIN DE LAS AMENAZAS Y HOSTIGAMIENTOS!

EXIGIMOS  LA APERTURA DE UNA MESA DE DIÁLOGO PARA DISCUTIR LA VIABILIDAD DEL METROBUS DEL SUR Y LA PROTECCIÓN DE LAS ESCUELAS, EDIFICIOS, COMERCIOS Y DEMÁS INMUEBLES AFECTADOS!

 

COMISIÓN EN DEFENSA DE LA AVENIDA PASEO COLÓN

Contacto: 1537808378

Adhesión: Asambleas del Pueblo – CTA Capital

comisiondefensadepaseocolon@gmail.com

Familias al borde del Riachuelo

26.7.2014

A la fecha, 1.400 familias esperan ser reubicadas: siguen viviendo en villas al borde del Riachuelo, en "riesgo ambiental inminente". Cortocircuitos entre ACUMAR y el Gobierno porteño.

Por Jorge Giordano

 

Más de 1.400 familias de las Villas 26 y 21-24 ubicadas en la rivera del Riachuelo, aún esperan su relocalización. Los plazos pactados por el gobierno porteño ya se encuentran vencidos.

En septiembre de 2010 se firmó un convenio entre el Estado Nacional, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los 14 municipios de la cuenca Matanza Riachuelo. En ese acuerdo, destinado a mejorar la calidad de vida de la población radicada en villas y asentamientos de la zona, se indicaba la necesidad de una relocalización para aquellos que se encuentren en “sectores urbanos de riesgo ambiental inminente”.

El plan para relocalizar a las familias del camino de Sirga fue aprobado en 2011. Desde entonces se han trasladado 396 familias de la Villa 21-24 de Barracas y los asentamientos Luján, El Pueblito y Magaldi, de Capital Federal.

Según esas cifras, aún restan trasladar 215 familias de la Villa 26, y 1227 de la 21-24.

Agustín Territoriale, integrante de la Defensoría General de la Ciudad de Buenos Aires, destaca que la relocalización debió terminar el 1ro de enero del 2013. Como paleativo, se convocarán nuevamente las mesas de trabajo con el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC).

Uno de los delegados del camino de Sirga, ‘Mencho’ Sosa, afirma que ni el IVC ni ACuMaR "están dando respuesta". Según plantea, alrededor de septiembre u octubre se mudarían otras 120 familias, y “se trabajará para que el barrio al que se muden esté bien, tenga escuelas, salud y todos los servicios”.

Riachuelo: ¿se avanzó con el saneamiento?

25.7.2014

Las visionesde ACUMAR, el ente que lleva adelante la limpieza de la Cuenca, Greenpeace y la Asociación Vecinos de la Boca, dos ONGs que alertan sobre el alcance del saneamiento. Dudas sobre el control a curtiembres. Las familias que todavía no fueron reubicadas.

Por Yamil Cáceres

 

A siete años de su creación, fuentes de la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACuMaR) afirman que la limpieza total está más cerca y que un 70% de la contaminación actual del Riachuelo es cloacal. Sin embargo, los organismos de control sostienen que los vertidos industriales siguen siendo la principal causa contaminante.

Luego de décadas de promesas incumplidas, la Corte Suprema impulsó en 2008 la creación de ACuMaR – ente autónomo y autárquico que logró conjugar a los gobiernos de la Nación, la Provincia y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires – para enfrentar esta problemática. Antolín Magallanes, director de Relaciones Institucionales de ACuMaR, señala que no están recuperando sólo el agua, sino que “es un saneamiento integral, se tiene en cuenta lo cultural, la salud, lo social y el urbanismo”.

Frente a esto, organismos de control como Greenpeace formulan críticas. En “Las aguas siguen bajando turbias”, informe realizado entre el 2008 y el 2012, sostienen que si bien el Plan Integral de Saneamiento Ambiental (PISA) abarca múltiples líneas de acción, un indicador clave es verificar las mejoras en la calidad de agua. De acuerdo a esto, el Riachuelo presenta un estado de contaminación media y alta en toda su área, y si bien en diferentes campañas algunos sitios de monitoreo mejoraron, se verificó que en campañas posteriores la situación se revirtió.

En respuesta, ACuMaR subraya que según el informe trimestral publicado en enero del 2014, hubo un aumento en el número de áreas que registraron cambios positivos. En 8 de las 38 estaciones analizadas se evidenció una mejora en la calidad del agua superficial durante el período 2008-2012 (ir a informe de ACUMAR, 2012)

El PISA se ejecuta desde el 2009, focalizándose en la urbanización o relocalización de asentamientos, el control y reconversión de las empresas, el desarrollo de la infraestructura sanitaria y la  limpieza del agua. Alfredo Alberti, presidente de la Asociación Vecinos de la Boca, indica que “se avanzó en todo lo que a la estética se refiere, se retiraron los barcos que estaban abandonados en la costa, se limpió el espejo de agua y los terraplenes. Pero no se avanzó en la contaminación de origen cloacal, y en lo referido al vertido industrial, los parámetros permitidos por ACuMaR de volcado al río son demasiados permisivos, entonces por más que se cumplan, el río va a seguir tan contaminado como está ahora”.

En cambio, Magallanes sostiene que un 70% del vertido es cloacal. Existe un porcentaje de vertido industrial, pero es menor. Además, remarca que “el objetivo a corto plazo es la puesta en funcionamiento del colector de margen izquierdo que saque todo el residuo cloacal del río, resolver el tema del mercado de Liniers que vuelca aun los desechos de las vacas y resolver resolver la cuestión de ACUBA en Lanús“. Se espera que con esto y manteniendo el control industrial, en seis años haya cambios más notables.

Nace “La Yumba” en pleno corazón de Villa Crespo

24.7.2014
 
En el corazón de Villa Crespo, el barrio de los amores de Osvaldo Pugliese, nació La Yumba, una cooperativa de consumo popular, gestionada democráticamente por sus socios, que funciona en el local de la Asamblea Vecinal de Juan B. Justo y Corrientes. Su nombre honra una de las canciones del músico, quien también fundó una orquesta en cooperativa, con la que se identifican estos vecinos que comenzaron a juntarse en abril con la idea de hacerle frente a los altos costos de los supermercadistas. Hoy, con más de 250 socios, un centenar de pedidos por mes, una cartera de proveedores autogestionados y ocho locales donde se distribuye la mercadería, La Yumba crece como una entidad de puertas abiertas y sin fines de lucro. Los consumidores pueden incorporarse y convertirse en asociados, tan solo comprando, por una única vez una acción de 20 pesos.
Ana Jivotovschii Paixao vive en el barrio desde hace unos años. Se acercó al local de la asamblea porque su padre escuchó en la radio la experiencia de la cooperativa y le dijo que “vaya averiguar qué ocurría cerca de su casa”. Ester Chaia dijo a Página/12 que se acercó por “una charla a la que asistí en febrero sobre economía social, en la que terminamos planteando entre todos que había una inquietud muy grande por la suba de los precios y cómo enfrentarlos”. Tanto Ana como Ester no eran parte de la asamblea de Juan B. Justo y Corrientes, que nació en el calor de la lucha por reclamos en 2001, pero hoy son parte de la cooperativa.
A comienzos de este año, la asamblea comenzó a reunirse con otras organizaciones de la zona y vecinos autoconvocados para ver qué hacer con el aumento de precios. “Comenzamos haciendo charlas abiertas y pronto supimos que, de alguna manera, debíamos intervenir en una lucha que tiene que ver con el poder de las grandes empresas supermercadistas”, aseguró Mini Pérez, presidenta de la cooperativa y militante histórica de la comuna 15. Alejandro Rofman, participante de la asamblea, como economista e investigador del Conicet fue el encargado de dar las charlas. “La iniciativa surgió en esos debates con los vecinos y las distintas agrupaciones. No sorprendió la gran convocatoria”, dijo Rofman.
“La cooperativa es más amplia que la asamblea, aprendimos hace varios años que solos no hacemos nada, así que siempre trabajamos con otras fuerzas políticas y con los vecinos en todas las actividades que hacemos”, afirmó Pérez. Sergio Pra, vecino y especialista en la temática de pymes, destacó que “es una experiencia singular porque tiene una propuesta de crecimiento no arraigado acá en Villa Crespo sino en distintos lugares de la Capital Federal. A poco tiempo de andar, se sumaron al local central otros ocho locales ubicados en los barrios porteños de Chacarita, Colegiales, Paternal y Almagro”.
En paralelo a la cooperativa, la asamblea da apoyo escolar, asiste a comedores, realiza una olla popular todos los jueves, colabora con casas tomadas y con sectores vulnerables. Asimismo, tiene su propia señal de radio, Radio Asamblea (FM 94.1) con sintonía en toda la zona, en la cual ya tiene un espacio: La Yumba.
 
Más que un mercado popular
 
“Estamos aprendiendo sobre la marcha a gestionar una empresa, a conocernos entre nosotros, a trabajar colectivamente, a dar respuestas a los pedidos, a hacer los trámites para constituirnos como una cooperativa”, afirmó Pra, encargado de gestionar en el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) la formación de la cooperativa. Pérez sostuvo que “al principio teníamos la idea de hacer un mercado en la asamblea para todo el barrio pero luego se forjó la Cooperativa de Consumo Limitado, cuyo alcance es mayor”.
La Yumba tiene un consejo directivo elegido por el plenario, en que participan todos los socios, y se organiza en comisiones: de proveedores, relación con otras entidades, difusión, vínculo con locales. También cuenta con una pata informática para recibir los pedidos de los asociados por mail y enviarles la actualización de precios.
Una de las primeras acciones de la cooperativa fue entablar lazos con fábricas y empresas recuperadas o autogestionadas. “La comisión de proveedores se mueve mucho –explica Mini–, tenemos desde un compañero que va a Quilmes a buscar los fideos de Pasta Sur, hasta gente de la Federación de Organizaciones Productoras de Alimentos (Fopal) que nos brinda el tomate o el arroz. Trabajamos sobre todo con las empresas del barrio, con la histórica Arrufat (chocolates), Torgelón (fiambres) y Grisinópolis (panificados).” Además, “nos conectamos con productores regionales de quesos y vinos que nos ofrecían calidad y buenos precios. Sumamos un emprendimiento de cerveza artesanal y un ingenio yerbatero”, destaca Pérez. Rofman agrega: “Hemos descubierto que existe una cantidad enorme de grupos de productores cooperativizados para producir muy variada cantidad de productos, que a medida que se van enterando de nuestra voluntad de vincularnos con ellos se acercan”.
La inquietud de La Yumba de hacer coincidir artículos de primera necesidad con buenos precios la llevó a sumarse al programa de Precios Cuidados y vincularse con productores primarios para abaratar costos. Chaia aseguró que “tenemos como parámetro esos precios y algunos productos conseguimos incluso abaratarlos”. Rofman, por otro lado, destacó que “en principio los productos eran los que encontramos, después buscamos productos básicos de consumo masivo popular”.
Uno de los miembros más jóvenes de La Yumba, Julián Goldín, señaló que “muchos de nosotros pertenecemos a distintas organizaciones o grupos políticos de la comuna. Y les ofrecemos nuestros brazos de organización, y los de la propia asamblea, a estos productores para llegar a los distintos barrios. Es así que vamos más allá de un mercado popular”.
Respecto de la elaboración de productos propios, los cooperativistas dijeron estar lejos, aunque aspiran “algún día ser como El Hogar Obrero”, que logró tener fabricas propias en su momento de mayor auge.
Cooperativa infinita
“Estaba claro, el objetivo era sacar esta intermediación que se lleva una gran ganancia y lograr el vínculo directo del productor al consumidor, pero después se dio una gran discusión de con quiénes trabajamos”, afirmó Pérez, y agregó que “a la asamblea se acerca gente de clase media por lo general, pero queríamos que también se ampliara a las personas de los asentamientos de la zona. Queríamos llegar también a los sectores más vulnerables. Por eso decidimos que la acción de la cooperativa valiese 20 pesos y que una persona brindando esa plata y por única vez pudiera formar parte. No queríamos que quedara nadie afuera”. Leandro Rachid dijo que “hay una población bastante diversa. Así como en la asamblea pertenecemos a distintas organizaciones y somos distintos en edades también son muy distintos los socios de la cooperativa”. Hilda Schalom, la tesorera, acotó que “lo pensamos tanto de esta manera que abrimos al público la convocatoria porque la cooperativa es infinita, no tiene techo”.
Mini Pérez aseguró que las circunstancias actuales difieren bastante del contexto en que se fundó la asamblea: “En el 2001 tuvimos que salir corriendo a hacer compras comunitarias al mercado central, esta experiencia es superadora. Nuestra asamblea fue cambiando, nuestra consigna pasó del que se vayan todos a un proyecto para todos. Y hoy tenemos mucho construido”. Al respecto, Pra señaló que “es un desafío demostrar que democracia y eficiencia son posibles. Es el principal hostigamiento que hace el mercado capitalista, nos hacen creer que ambos principios son antagónicos. La economía solidaria se basa en estructuras de costos que son distintas a la de lucro. Nuestra idea de cooperativa es hacer un proyecto sustentable para que llegue a todos y que el día de mañana podamos capacitar a la gente que quiera hacer algo similar”.
 
Informe: Laura Guarinoni
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