“Somos 130 personas que volvimos a poner en marcha al Bauen”

28.12.2016

Así lo explicó la presidenta de la cooperativa de trabajadores del Hotel Bauen en alusión al veto presidencial de Mauricio Macri que anuló la expropiación del complejo.

La presidenta de la cooperativa de trabajadores del Hotel Bauen, Eva María Lozada, en dialogó con AM 950 Belgrano, se refirió al veto del presidente Mauricio Macri que revocó la expropiación del edificio que se encontraba administrado por los trabajadores: “Tenemos bronca, mantener la fuente de trabajo es muy importante. No nos estamos llevando plata, estamos invirtiendo y explotando el hotel", afirmó la referente de los cooperativistas.

"Estamos trabajando hace 14 años, somos 130 personas que volvimos a poner en marcha al Bauen", agregó Lozada.

El Hotel Bauen fue transformado en cooperativa de trabajo en el 2001, ese año los dueños se dieron a la fuga vaciando la empresa. Por otro lado, la dirigente manifestó que “el hotel está habilitado al 100% y abierto al turismo, la clase social y política. Trabajamos con la Universidad de San Martín, que ocuparon los salones para dar clases y con otros actores sociales."

"Nosotros tendremos una asamblea con todos los asociados y ahí definiremos los pasos a seguir", concluyó Lozada.

Los trabajadores de la Cooperativa realizarán este jueves 28 de diciembre a las 18 hs una conferencia de prensa en la sede del Bauen en Callao 350, en la misma los trabajadores contarán el plan de lucha y acción

Bs As: La policía desalojó con gases lacrimógenos a los vecinos de Flores

27.12.2016

Luego de los incidentes, la Guardia de Infantería de la Policía Federal desalojó la Comisaría 38

Se arrojaron gases lacrimógenos dentro de la dependencia policial; vecinos y familiares mantendrán una reunión hoy con autoridades del gobierno de la Ciudad

Los incidentes en el barrio de Flores por la muerte del joven Brian Aguinaco, de 14 años, recrudecieron anoche y durante la madrugada. La policía desalojó con gases lacrimógenos a los vecinos que ingresaron y el humo llegó hasta la calle. La Infantería llegó al lugar, desalojó la zona y custodió el ingreso a la dependencia policial.
Desde el lugar, un periodista de TN informó que hubo otras explosiones y gritos en la comisaría. "Han tirado gases lacrimógenos dentro de la comisaría. La gente salió corriendo, la desalojaron, obviamente. Hubo ruidos de vidrios. Ya todos los vecinos están afuera", relató frente a la comisaría.
Desde la calle se pudo ver a individuos que arrojaron una escalera y distintos objetos a mano contra la dependencia policial. La familia, antes de irse, había señalado que ellos y los vecinos cercanos se retiraban por completo.
Previamente, los vecinos del barrio acordaron anoche retirarse de la comisaría 38 luego de cuatro horas de protesta. "Los que somos vecinos de Flores nos vamos, los que se quedan son políticos", dijo en los primeros minutos de hoy un familiar de Brian en la puerta de la mencionada seccional situada en Bonorino 258, tras la firma de un acuerdo con el comisario inspector Manuel Monzón, jefe de la Circunscripción XI.
Una comisión de diez vecinos acordaron de esta manera retirarse del lugar para descomprimir la situación ante la promesa oficial de informar los pasos a seguir con el fin de atender los reclamos del barrio. Además, anunciaron que a las 9 de hoy esta delegación vecinal se reunirá con el ministro Ocampo y otras autoridades del Gobierno de la Ciudad en la sede del ministerio de Seguridad porteño.
En medio de los incidentes, un periodista del canal TN y su equipo fueron agredidos por personas no identificadas mientras cubrían la protesta . En declaraciones televisivas, el cronista Fabracci diferenció "la protesta legítima de los vecinos" por el suceso de los agresores, y expresó que él y su equipo fueron "abordados por un grupo, que nos empieza a agredir y a insultar por ser de Todo Noticias". 

Falleció Braian

27.12.2016

Por Mauricio Conti

El chico de 14 años baleado el sábado por “motochorros” en el barrio porteño de Flores falleció este lunes en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, donde se encontraba internado con muerte cerebral, y por la noche vecinos se manifestaron en la comisaría 38 y un grupo de ellos provocó destrozos.

El Ministerio de Justicia y Seguridad porteño armó un comité de crisis para darles respuesta a los vecinos y organizar una tarea en conjunto para combatir el delito, además de lograr que se fueran calmando los ánimos.

Los vecinos permanecían, cerca de la medianoche, en los alrededores de la seccional e incluso acompañaron la protesta con una “sentada” y una asamblea popular, al tiempo que convocaron para este martes, a las 19, a una nueva marcha en esa dependencia policial.

La convocatoria la hicieron los manifestantes en la puerta de la misma seccional al grito de “se siente, se siente, Brian está presente”.

Posteriormente, los familiares del joven asesinado pidieron “por favor a los vecinos que se retiren de la comisaría” para evitar más incidentes.

El menor había sido internado en primer término en el hospital Piñeiro, donde fue operado a raíz de las gravísimas heridas por un balazo, y luego fue derivado al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, donde permanecía en gravísimo estado.

Este lunes al mediodía, se decidió desconectar al menor del respirador artificial, ya que médicamente no había nada más que hacer por su vida.

El hecho ocurrió este sábado por la tarde, cuando dos “motochorros” le robaron la mochila a una mujer que estaba en la vereda, en el cruce de las calles Asamblea y Robertson.

En ese momento, pasaron en auto un abuelo con su nieto, quienes iban a cortarse el pelo antes de la Navidad, pero los ladrones pensaron que los estaban persiguiendo y les dispararon.

Las versiones sobre el contexto de los disparos no son coincidentes, porque algunas señalan que el sexagenario intentó detener a los “motochorros” y encerrarlos con su auto.

Una de las balas impactó en la cabeza del chico de 14 años, quien iba en el asiento del acompañante en el Renault 19 de su abuelo Enrique, de 69.

 

Manifestación y destrozos
 

Una serie de incidentes y destrozos se produjo este lunes a la noche dentro de la comisaría 38 de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, protagonizados por vecinos del Bajo Flores, luego de la muerte de un adolescente de 14 años baleado por “motochorros”.

Todo se inició con una manifestación de vecinos hacia la seccional de Flores, ubicada en la calle Esteban Bonorino 258, y en un momento determinado entraron por la fuerza con insultos y rompiendo objetos de la dependencia.

Con el correr de los minutos, cesaron los destrozos y los manifestantes salieron de la dependencia, aunque siguieron con los cantos y la protesta: “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo” y “Son todos corruptos” fueron algunas estrofas que se escucharon.

Los vecinos de la zona pidieron más seguridad ante la ola de robos que sufren y, además, protestaron porque sufrieron semanas atrás el crimen de otro habitante de la zona, Pascual Mollo.

Asimismo, reclamaron la presencia de funcionarios de la Ciudad, aunque se estima que finalmente este martes a primera hora serán recibidos en la cartera que encabeza Martín Ocampo.

Los vecinos acusaron a la seccional de “liberar la zona”, ya que afirmaron que los delincuentes y “motochorros” que acechan “son siempre los mismos”.

“La Policía sabe dónde están los talleres clandestinos, quiénes distribuyen paco, dónde se vende la droga. La Policía es cómplice de los narcos en este barrio, que ya se transformó en un infierno”, sostuvo un vecino en declaraciones a la señal de cable Todo Noticias (TN).

Fuentes policiales revelaron que entre los manifestantes había “barrabravas de San Lorenzo y Deportivo Español, que actuaron con suma violencia” dentro de la seccional.

Un grupo de vecinos se reunió dentro de la seccional con el comisario inspector Manuel Monzón, quien es jefe de la Circunscripción VIII, pero ahora también se hizo cargo de la Circunscripción VI, tras ser destituido el comisario inspector Osvaldo Tapia por estar procesado en una causa de “coimas” que inició Nilda Garré en 2013, cuando era ministra de Seguridad de la Nación.

La muerte de Brian y la discusión sobre la “seguridad”

27.12.2016

Los hechos de la comisaría de Flores (con represión) por cadena nacional. La marcha contra el gatillo fácil, casi ninguneada. La delincuencia policial como dato empírico y un debate que reaparece.

Julieta Azcarate

 

Brian tenía 14 años y fue baleado en la cabeza el último sábado en el barrio porteño de Flores. Según las versiones oficiales, el adolescente viajaba en auto junto a su abuelo y el Renault 19 quedó en medio de un hecho de robo callejero. Tras recibir el disparo el chico estuvo internado en el hospital de niños Ricardo Gutiérrez con muerte cerebral, donde finalmente falleció en la tarde de ayer.

Una vez conocida la noticia de su muerte, cientos de personas de Flores se manifestaron frente a la Comisaría 38 e inmediatamente todos los móviles de los canales de noticias se concentraron en el lugar. La manifestación tuvo momentos de tensión cuando grupos de personas ingresaron a la sede policial y hasta se enfrentaron cuerpo a cuerpo con algunos uniformados.

Desde las empresas periodísticas (especializadas en la reproducción de los sentidos comunes más conservadores y reaccionarios) se habló toda la tarde del peligro que vive “la gente”, sobre todo los sectores medios que habitan en las cercanías de barrios populares. En este caso, el foco se puso sobre la denominada Villa 1.11.14 y quienes allí viven, en su enorme mayoría parte de la clase trabajadora precarizada.

Durante un momento de la tarde un importante grupo de los presentes comenzó a cuestionar ante los medios a la propia Policía, planteando que está involucrada en la llamada “inseguridad”, liberando zonas para que se produzcan los robos, lo que evidentemente es así. “Son todos chorros”, gritaban algunos frente a la comisaría, señalando a los uniformados. “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, repetían.

Con el correr de las horas, tanto los medios como quienes seguían concentrados frente a la comisaría volvieron a poner el eje en la falta de “seguridad”, en la estigmatización de los habitantes de los barrios populares y en la búsqueda de soluciones a través de una mayor presencia de uniformados armados y patrulleros en los barrios. Es decir, echarle nafta al fuego.

Pasada la medianoche, cuando aún quedaba un grupo de manifestantes dentro de la comisaría, la Policía tiró gases lacrimógenos dentro del edificio, desalojándolo y continuando la represión en la calle.

 

¿Dónde está la inseguridad?

 

Pese a la campaña mediática permanente que pide “más seguridad” y a la visibilidad que suelen cobrar en estos casos los discursos de sectores reaccionarios, la realidad indica que el crimen organizado y el gran delito están amparados o directamente organizados por las llamadas fuerzas de “seguridad” y sus protectores políticos. El narcotráfico, la trata de personas, el regenteo de la prostitución, las coimas por “cuidar” comercios, los robos y desarmaderos de autos, el juego clandestino y el contrabando no podrían existir si no contasen con el accionar directo de la Policía, de la Gendarmería y de la Prefectura. Las mismas fuerzas que, además, persiguen y reprimen a los sectores populares cuando se movilizan en reclamo de derechos laborales y sociales.

El barrio de Flores es uno de los más conocidos por la existencia de decenas de talleres textiles clandestinos, donde cientos de trabajadoras y trabajadores son superexplotados con la complicidad (bien remunerada) de la Policía. De hecho en ese barrio hubo varios incendios en los que murieron familias trabajadoras esclavizadas, niñas y niños incluidos.

También en Flores hacen pie las redes de trata amparadas por comisarios y oficiales. Ya es tristemente común saber de chicas adolescentes que desaparecen en la zona, incluso de las escuelas.

Ayer hubo otra concentración en Buenos Aires, con una cobertura muchísimo menor que los hechos de Flores pero motivadas por un número de muertes mayor. La Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) y otras organizaciones se movilizaron en la esquina de Jujuy y San Juan del barrio de Balvanera para denunciar, precisamente, que en una semana hubo ocho asesinatos a manos de fuerzas represivas estatales. “¡Basta de gatillo fácil!” y “Más policía no es solución” fueron las consignas.

Cada 25 horas en Argentina muere una persona (mayoritariamente jóvenes y pobres) a manos de policías, gendarmes, prefectos y agentes penitenciarios.

Hablar de “delincuencia” sin mencionar la desigualdad creciente y la pobreza, es un acto de lesa hipocresía. Hablar de “combatir el delito” abstrayendo el rol organizador del Estado, es una cobertura ideológica para los principales organizadores criminales. Justificar, desde los sectores populares, a la campaña a favor del endurecimiento estatal, de los linchamientos y de la Justicia por mano propia, es favorecer las condiciones del despojo cotidiano que sufren los trabajadores por parte de los grandes empresarios y su Estado.

Nunca en la historia argentina las fuerzas de seguridad federales y provinciales contaron con tanta cantidad de efectivos como en la actualidad. Nunca hubo como hoy tantos patrulleros, tantas pistolas 9 milímetros, tantas cámaras de video en calles y edificios, tanta tecnología de punta para control urbano ni tanta estructura de comunicaciones dedicados a “combatir el delito”. Y como consecuencia de eso la inversión estatal, tanto a nivel nacional como provincial y municipal, bate récords año tras año con presupuestos que superan en proporción a lo destinado a educación pública, salud, vivienda e infraestructura.

Sin embargo los índices de robos violentos se han mantenido proporcionalmente en los últimos años, demostrando que las fuerzas de “seguridad” no sólo no tienen como función detener y combatir el gran delito sino que están íntimamente ligadas al mismo desarrollo del crimen organizado.

Delito sostenido y crecimiento exponencial del aparato represivo del Estado. Una ecuación que no debería dejar lugar a dudas. Ese enorme aparato estatal de “seguridad” no es tal sino que es parte integrante, participante y hasta regente del entramado delictivo.

Que parte de la población identifique policía con delito no es una casualidad. Es una constatación empírica, que cada vez se cobra más vidas del pueblo trabajador.

Cambios en el Botánico

26.12.2017

El Gobierno de la Ciudad le está cambiando el acceso desde la Av. Santa Fe al Botánico sin importarle que todo el predio, sus edificios y jardines son un Monumento Histórico Nacional.

La histórica casona del Botánico fue diseñada por el Ing. Jordan Wysocki a fines del siglo XIX; fue sede del Departamento de Agricultura de la Nación hasta 1888 y, a partir de que la Administración del Parque 3 de Febrero fuera transferida a la entonces Municipalidad de la Ciudad de Bs As, convertida en asiento de la Dirección General de Paseos Públicos.

Su Director, nombrado por concurso y habitante con su familia del lugar, fue Carlos Thays quien sobre ese mismo espacio diseñó y construyó el Jardín Botánico que hoy lleva su nombre.

Es así que en 1996, el Poder Ejecutivo Nacional por Decreto Nº 366 declaró "…monumento histórico nacional al conjunto edilicio, paisajístico-ambiental y artístico ornamental conformado por el Jardín Botánico 'Carlos Thays', ubicado entre las avenidas Las Heras, Santa Fe y la ex calle Malabia, hoy República Árabe Siria …".

Las características de transparencia del acceso principal, hacen que vislumbremos el interior del Jardín Botánico y, a través de la vegetación, apreciar la histórica casona percibiendo su gran valor patrimonial. 

En estos momentos la Dirección General  de Espacios Verdes del Gobierno de la Ciudad, sin tener en cuenta nada de lo antedicho, ha propuesto modificar el acceso desde la Av Santa Fe y construir uno "moderno" demostrando una ausencia de los más elementales criterios histórico-patrimoniales.

 

El viernes 30 de diciembre nos encontramos en este lugar

a las 19:00 hs.

Av. Santa Fe entre Gurruchaga y Armenia

para exigirle al Gobierno de la Ciudad que lo demuela

 

¡¡¡Te esperamos!!!

Usted es el visitante N°