Vergüenza: la ministra de Educación citó a los secundarios y luego les cerró la puerta

13.9.2017

 

Luca Bonfante

 

Luego de dos semanas con colegios tomados y una gran movilización, la ministra de de la ciudad, Soledad Acuña, convocó a los estudiantes secundarios a una reunión. Una vez en la puerta, se negó a recibir a los colegios que se encuentran tomados.

 

“Yo no me reúno ni con colegios tomados ni con docentes que hace paro”. De esta forma Soledad Acuña justificaba dejar afuera de la reunión pactada a los estudiantes secundarios cuyos colegios se encuentran tomados.

Viviana Galeano, estudiante del Normal Nº 8 sostuvo: "Los estudiantes estábamos dispuestos a dialogar, nos acercamos y nos cerraron la puerta en la cara. El viernes vamos a realizar una marcha masiva de Pizzurno hasta el Ministerio de Educación, Acuña no nos asusta”.

En este momento, cientos de estudiantes se dirigen a la puerta del Ministerio a reclamar que se abra la puerta para todos aquellos que quieran participar de la reunión. Los estudiantes convocan a toda la comunidad educativa a reunirse en la puerta del ministerio ubicado en Av. Paseo Colón 255.

Colegios tomados: Amenazan a los estudiantes del Nacional Buenos Aires y el Pellegrini con ponerle inasistencias si continúan con la medida

13.9.2017

Por Mariano Pedrosa

Los estudiantes que permanecen en ambos edificios aseguran que la protesta no sólo se realiza en contra del proyecto educativo, sino también por la aparición con vida de Santiago Maldonado y para denunciar la violencia institucional contra la juventud y la escalada represiva.

En mitad de un conflicto donde el gobierno ha usado todo tipo de presiones, desde aprietes vergonzosos hasta enviar policías y gendarmes para filmar a los estudiantes, los estudiantes han resistido con fuerza y han mostrado un nivel organizativo y combativo ejemplar.

 

Otra medida represiva

 

En cuanto a los 25 colegios que corresponden a la Ciudad y donde las tomas continúan, se supo que el Ministerio de Educación porteño hará que los estudiantes recuperen los días perdidos durante el mes de diciembre. 

Proponen modificar ley para que la policía garantice el trabajo periodístico

La libertad de expresión corre peligro por las directivas del Ejecutivo porteño a su policía.

 

La brutal represión del 1º de septiembre, al finalizar la movilización por la aparición de Santiago Maldonado, es la punta del iceberg de una crisis de seguridad pública en la Ciudad de Buenos Aires. La caza de periodistas y la detención al voleo de ciudadanos desbordó la agenda de seguridad y, el miércoles a las 11, en el salón Raúl Alfonsín de la Legislatura porteña, diputados de todo el arco opositor, sindicatos de prensa, organismos de Derechos Humanos y algunos de los trabajadores de prensa reprimidos en la marcha se reunieron para debatir este problema.

La convocatoria partió del despacho del diputado Gabriel Fuks, quien abrió el encuentro presentando un proyecto para modificar el artículo 100 de la Ley 5688 de Seguridad Pública, que -aunque no se cumpla- obliga “a todo el personal policial interviniente en manifestaciones públicas a portar una identificación clara que pueda advertirse a simple vista en los uniformes”.

Desde diferentes agrupaciones sindicales, como Argra, Sipreba, Fatpren, entre otras, y reporteros gráficos –que hacían una pausa en su trabajo para contar sus experiencias y volver a retratar la reunión– relataron con detalle los problemas que se suceden desde hace años en la Ciudad cuando intentan realizar su tarea en las calles y son acorralados por la policía. Problemas que llegan a situaciones de extrema violencia en muchos casos y en los que se los reprimen y se les impide realizar su labor, que no es otra que contar acontecimientos públicos que suceden y que se intenta registrar. El abogado de Argra fue preciso al señalar que era la primera vez en veinte años que tenía que ir a buscar a un fotógrafo a una comisaría.

Gabriel Fuks expresó que la Comisión de Seguridad, de la que es vicepresidente 1°, “está fracasando”, porque el oficialismo cajonea los expedientes, no da lugar a los debates, encubre la violación de la ley por parte de fuerzas del Estado, como el 1º de septiembre: “La fuerza que construye Rodríguez Larreta se transforma en una horda que no respeta absolutamente nada.”

En la charla se identificaron dos hechos centrales en la escalada de violencia institucional que no sólo es contra la prensa, pero muestra la pauta del accionar policial. El primero de estos hechos ocurrió el 26 abril de 2013, con la represión de la entonces Policía Metropolitana dentro del Hospital Borda, y que muchos de los presentes tomaron como un campo de prueba de lo que pasa hoy día. Los cuadros centrales del PRO, Macri, Vidal y Larreta fueron procesados por esta causa y sobreseidos a fines de agosto de 2016. El segundo hecho represivo sucedió el 26 de junio cuando en un violento operativo, la Policía de la Ciudad desalojó una protesta de la Avenida 9 de Julio, en lo que políticamente implicó un alineamiento hacia una política represiva más dura, que el presidente Mauricio Macri le reclamaba a Rodríguez Larreta.

La modificación en el artículo 100 de la ley mencionada obligaría a la policía a “respetar, proteger y garantizar la actividad periodística”. De aprobarse la modificación, los uniformados, no deberían reprimir a trabajadores de prensa en ejercicio de su labor: “No podrán ser molestados, detenidos, trasladados, no podrá ser secuestrado ninguno de sus materiales de trabajo y registro, en todos sus soportes, o cualquier otra restricción” y además los efectivos policiales deberían “abstenerse de realizar acciones que impidan el registro de imágenes o la obtención de testimonios”.

Por supuesto, como dice el refrán, y ratifica la realidad, del dicho al hecho hay un largo trecho. La situación se expuso a los legisladores Andrea Conde, Paula Pennaca, Carlos Tomada (FPV), María Rosa Muiños, Claudio Heredia (Bloque Peronista) y Marcelo Ramal (FIT), que estuvieron presentes acompañando el proyecto y el debate. Todos acordaron en que más allá de las leyes –y los cambios que son bienvenidos– la represión hacia la prensa se lleva a cabo igual. “La ley se incumple permanentemente pues la fuerza de seguridad porteña se guía por directivas que emanan directamente del Poder Ejecutivo local”, expresó uno de los legisladores.

Los ejemplos abundan, incluyendo el uso de balas de plomo en 2013, en el desalojo de la Sala Alberdi hasta los golpes, uso de gas pimienta y disparos con balas de goma que buscan como objetivo central a los periodistas, también sucedió en la represión a los trabajadores de Pepsico. Por todo esto los legisladores llamaron a articular con otros sectores de la sociedad civil, como los representantes sindicales de los trabajadores de prensa y organismos de Derechos Humanos. Desde el CELS, se está llevando un registro de irregularidades que al ser cometidas por fuerzas de seguridad no son registradas en las comisarías.

 

“Pretenden adoctrinar con el temor”
 

Si bien el 1º de septiembre no se utilizó el Protocolo de Seguridad, que limita el trabajo de la prensa, ya que en este caso la fuerza comprometida fue la Policía de la Ciudad; las referencias a esta política federal así como a los amedrentamientos a periodistas de la revista Cítrica y de FM Alas que cubren la desaparición forzada de Santiago Maldonado, estuvieron presentes para bocetar la decisión política del gobierno de Cambiemos respecto de la prensa.

A su turno, los legisladores estuvieron de acuerdo en el panorama expuesto por los representantes de los trabajadores de prensa y por muchos fotógrafos presentes en la reunión. Aseguraron que la evidente decisión política del gobierno local no sólo no acompaña la ley sino que promueve la acción contraria. Y llamaron la atención a que la crisis de seguridad incluye a la prensa, pero va más allá. La representante del CELS indicó que el crimen en la ciudad de Buenos Aires se elevó un 7% desde 2015, con lo que las represiones a manifestaciones buscan transmitir una idea de seguridad que no se da en los hechos y, por otro lado, acotó un legislador, busca alejar a los periodistas de las manifestaciones para poder reprimirlas a su arbitrio y sin respetar la ley, como quedó expuesto el 1º de septiembre, que desde fraguar actas de detención hasta acciones violentas innecesarias, pasado por los infiltrados que comienzan las provocaciones.

Los diputados porteños coincidieron en que el 1º de septiembre se expresó una crisis de Seguridad de mayor envergadura, que se no sólo se ve en el accionar contra la prensa sino también en la violencia contra los jóvenes en los barrios, con una suba creciente de acusaciones de resistencia a la autoridad, por ejemplo, entre otras conductas que conforman un modus operandi de la acción policial en directa violación de la ley vigente.

Dos asesores tutelares llevaron a la Justicia las órdenes de denunciar las tomas de colegios

13.9.2017

El pedido de amparo solicitó “el cese de la aplicación del instructivo” enviado desde el Ministerio de Educación porteño, pero cuya existencia niega la ministra Soledad Acuña, aunque no de manera formal.

El asesor tutelar Gustavo Moreno, defensor de los derechos de niños/as y adolescentes de la Ciudad, y la asesora tutelar Mabel López Oliva presentaron ayer un amparo “a fin de que se ordene el cese de la aplicación del instructivo que dispone que las autoridades escolares deben denunciar penalmente las tomas de los establecimientos educativos”, tal como había adelantado PáginaI12. El lunes, el Ministerio de Educación de la Ciudad negó la autenticidad del instructivo a pesar de que fue distribuido a las escuelas por medio de la casilla de mails oficial del Ministerio. “La ministra Soledad Acuña dice que el instructivo no es real, pero lo que sí es real es que las autoridades de tres escuelas –la Mariano Acosta, la Julio Cortázar y el Manuel Belgrano– presentaron denuncias penales contra los estudiantes por las tomas, y en dos de las denuncias se cita el instructivo”, dijo Moreno a este diario.

El 8 de septiembre, Moreno había intimado judicialmente a la ministra para que ratificara o desautorizara el instructivo enviado a todos los establecimientos de educación media de la Ciudad a través de una casilla oficial, dem@bue.edu.ar, y firmado por el Coordinador de Supervisores, Gabriel Cruz. Acuña contestó la intimación y negó la “existencia de cualquier tipo de protocolo y/o instructivo de toma de establecimientos educativos”. Además, descartó que el documento haya sido “emitido por ninguna autoridad del Ministerio” y desconoció que el instructivo hubiera comenzado a aplicarse: “Ningún responsable de un establecimiento educativo ha denunciado penalmente a un/a alumno/a en una comisaría”.

“Si el instructivo es falso, como dice Acuña, lo primero que tendrían que haber hecho desde el Ministerio es mandar una circular a todas las escuelas para notificar a los directivos de que no apliquen el protocolo. Eso no lo hicieron”, aseguró Moreno. Por otro lado, el asesor tutelar indicó que “la ministra tendría que llamar a los directivos de las escuelas que presentaron las denuncias para preguntarles por qué tomaron el instructivo, y averiguar de dónde lo sacaron, pero eso tampoco se realizó”. En este sentido agregó que “en caso de que hayan hackeado la cuenta oficial del Ministerio para mandar un instructivo falso, correspondería que la ministra presente una denuncia penal para que se inicie una investigación al respecto. Pero tampoco presentó ninguna denuncia”. “Llama la atención, hasta ahora, como procedió el Ministerio”, opinó Moreno. En tanto, López Oliva señaló que “nadie tiene más poder que la ministra para terminar con la confusión e investigar de dónde salieron esos mails. No hay que criminalizar la protesta de los estudiantes”.

El amparo recayó en el Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo 3 de la Ciudad, a cargo de Aurelio Ammirato. En el documento presentado por López Oliva y Moreno se solicita al juez ordenar una medida cautelar para “cesar en la vía de hecho por la que el Ministerio de Educación aplica el “Instructivo sobre Forma de Porceder en Casos de Toma de Establecimientos Educativos” que fuera dejado sin efecto por la resolución del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario Nº 4 de fecha 27 de septiembre de 2012, que se encuentra firme”. Luego agrega que “se ordene al Ministerio de Educación elaborar un protocolo de actuación especial para las situaciones de protesta estudiantil, conforme a los principios del Sistema Escolar de Convivencia (ley 223)” y a “los principios del funcionamiento de los Centros de Estudiantes (ley 137)”. “Dicho protocolo deberá garantizar la participación de la comunidad educativa, y de aquellos actores institucionales especializados en la defensa de los derechos de la infancia y adolescencia”, añade.

e ampliar el comercio bilateral que en los últimos diez años se mantuvo en torno de los US$ 350 millones, y aumentar las inversiones israelíes en el país, entre los empresarios estuvieron los representantes de las compañías Israel Export Institute, Verint (ciberseguridad), Faception (nuevas tecnologías), Cellcom israel Ltd (telecomunicaciones), Mitrelli Group (recursos hídricos y desarrollo local) y Taranis (agroindustria), entre otras.

Empresarios israelíes fueron recibidos por la Legislatura

12.9.2017

Una delegación de 30 ejecutivos que acompañan al Primer Ministro Benjamín Netanyahu, fue recibida por autoridades parlamentarias. Conversaciones con funcionarios del Poder Ejecutivo para promover inversiones.

La Vicepresidente Primera, diputada Carmen Polledo en su mensaje de bienvenida ante la comitiva de 30 empresarios relacionados a los sectores de ciber seguridad, nuevas tecnologías, telecomunicaciones, agroindustria, recursos hídricos y desarrollo local alentó a “examinar el ambiente de negocios e inversiones en nuestro país”. “Esta visita contribuye a profundizar lazos entre ambas naciones, las que por cierto se vienen anudando desde hace mucho tiempo atrás”, destacó.

A continuación, el presidente del bloque PRO diputado Francisco Quintana, instó a “intercambiar visiones acerca de la realidad y su potencialidad”. Explicó que “Buenos Aires es una ciudad con casi tres millones de habitantes los que se duplican durante el día por razones de trabajo o estudio. Posee una fuerza laboral que es flexible, calificada y multicultural”.

“Más de cuarenta mil jóvenes han venido del extranjero a realizar estudios” apuntó el legislador que también preside el interbloque parlamentario Vamos Juntos, para subrayar las características de talento e innovación que destacan a la urbe con altos estándares de calidad de vida sobre todo a nivel regional.

Otros de los aspectos señalados fueron que en la ciudad de Buenos Aires reside el diez por ciento de la población argentina, se generan casi cien millones de dólares lo que equivale a una cuarta parte del producto bruto total del país y entre los años 2004 y 2014 se duplicó la actividad económica.

También recibió al grupo empresarial que en la víspera participó del foro empresarial y económico en el Palacio San Martín, el presidente de la Comisión legislativa de Educación, Ciencia y Tecnología, diputado Maximiliano Ferraro (CC).

Aportaron una visión de la ciudad los subsecretarios de Relaciones Internacionales e Institucionales y de Desarrollo Económico a cargo del área Inversiones del Gobierno porteño, Francisco Andrés Resnicov y Pablo Giampieri respectivamente.

A continuación en el salón Eva Perón del Palacio Legislativo tuvo lugar una mesa de trabajo con funcionarios del Ministerio de Seguridad encabezados por el secretario Marcelo D’ Alesandro y en simultáneo en otro salón, con responsables de Limpieza y de Tratamiento; de Nuevas Tecnologías y empresarios de agua y cleantech.

Otra mesa de trabajo estuvo compuesta con funcionarios del Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología y de la Agencia de Promoción de Inversiones y Comercio exterior del GCABA.

Alentados por el plan de obras de infraestructura que llevan adelante los gobiernos nacionales y de la Ciudad Autónoma y con el propósito de ampliar el comercio bilateral que en los últimos diez años se mantuvo en torno de los US$ 350 millones, y aumentar las inversiones israelíes en el país, entre los empresarios estuvieron los representantes de las compañías Israel Export Institute, Verint (ciberseguridad), Faception (nuevas tecnologías), Cellcom israel Ltd (telecomunicaciones), Mitrelli Group (recursos hídricos y desarrollo local) y Taranis (agroindustria), entre otras.

Daniel Lara: “Nos decían que respondamos. Si no, éramos otro Santiago Maldonado”

12.9.2017

Alan Gerónimo

Fue uno de los 31 detenidos en Buenos Aires tras la marcha del 1º de septiembre por la aparición con vida de Santiago Maldonado. Cuenta la detención ilegal y los apremios sufridos.

Ya pasaron once días de la multitudinaria marcha donde más de 200.000 personas coparon las calles del centro porteño exigiendo al Estado con Mauricio Macri a la cabeza la aparición con vida de Santiago Maldonado.

Miles de personas hacen responsable al Estado, a Patricia Bullrich y su segundo en el Ministerio de Seguridad Pablo Noceti, del operativo criminal de la Gendarmería (fuerza a la que quieren vender como “respetable” o que no “comete excesos”) que produjo la desaparición forzada del tatuador y artesano en la Pu Lof en Resistencia de Cushamen.

Se cumplía exactamente un mes y miles salieron a las calles a pegar el grito de cuestionamiento: ¿Dónde está Santiago Maldonado? Entre la marea de gente se encontraba Daniel Lara, de 34 años, estudiante de fotoperiodismo de la escuela de la Asociación de Reporteros Gráficos de Argentina (Argra) y trabajador de una empresa como repositor.

Daniel dice que de chico tuvo “interés por las injusticias que sufren los trabajadores o las clases populares. Yo calculo que es una cuestión que nace de mi familia. Venimos de Chile. Mis papás, mi abuelo y mi tío eran militantes del Partido Socialista y del Partido Comunista en Chile. Durante la dictadura de Pinochet tuvieron que ser exiliados y nos vinimos a vivir a la Argentina. Yo llegué con seis meses al país”.

En el relato de su familia agrega: “De chico escuchaba las discusiones de mi familia y cuestiones donde contaban su historia y la agresión que recibieron por parte de los militares de la dictadura de Pinochet. Mi familia sufrió un atentando en la casa, donde los militares se la prenden fuego y se tuvieron que ir. Calculo que esta cuestión de tratar de visibilizar lo que viven las clases bajas y los trabajadores viene de una cuestión de familia”, tratando de explicar el por qué dispara con su cámara para el lado de los policías mientras estos disparan con escopetas al pueblo trabajador.

Eso motivos fueron suficientes para asistir a la marcha, pero había uno más. Daniel explica: “Yo me acerqué por una convicción personal, apoyando la causa y exigiendo como uno más la aparición con vida de Santiago, éramos cientos de miles en las calles. Además me venía bien porque tenía que cumplir con un trabajo práctico de la cátedra de fotoperiodismo 1 de mi carrera, que consistía en cubrir como un medio de prensa en hacer una cobertura fotográfica de la marcha por la aparición de Santiago Maldonado”.

La marcha estaba llegando a su fin, pero una provocación gubernamental con infiltrados de toda índole, hasta con pintadas irrisorias en el Cabildo y la indignación de la juventud por ser parte de la que siempre derrama la sangre en cada injusticia, prendió una mecha que era la misma que buscaban las grandes empresas mediáticas para correr el eje de la desaparición de Santiago a ese nuevo enemigo interno que quiere construir el macrismo: “los terroristas”.

Fue literalmente una cacería selectiva por parte de la Policía de la Ciudad, hubo 31 detenidos, entre los que se encontraban estudiantes, trabajadores de prensa y maestros, ninguno de ellos participó de los hechos ocurridos posteriormente en la marcha, así lo demuestran las pruebas. Daniel fue uno de esos detenidos.

Lara manifiesta sobre el transcurso de la marcha que él la vio “normal, fue una marcha multitudinaria donde la gente se manifestaba de una forma pacífica. La vi muy tranquila, con mucha gente, costó mucho moverse dentro de la movilización. Hasta el momento en que se desconcentra y termina el acto fue muy tranquila. Yo iba y venía fotografiando ese mar de gente, era imposible moverse dentro de la plaza”

Daniel agrega: “Durante la desconcentración, un pequeño grupo empezó a violentarse. Lo que me pareció extraño es que una persona encapuchada aparezca con una pinza. Yo vi a esa persona con la pinza acercándose al vallado, de repente va a cortar unos alambres, empieza a manipular la valla, después la empuja y la valla cae por completo. Este hecho me sorprendió nunca vi que una persona sepa actuar de tal forma, pensaba ‘mira lo preparado que está este tipo que sabe dónde cortar exactamente para que se caiga toda la valla de una’ la verdad es que esto me dio mucho que pensar en el momento”.

“Un policía me comentó cuando yo estaba detenido, que ellos durante una protesta de esta índole si los manifestantes arrojan piedras o los elementos que sean, ellos no pueden accionar. Pero una vez que se violenta el vallado, ellos tienen la libertad de poder accionar en la forma que quieran hacia los manifestantes. Como que tienen un libre accionar. Para mí fue una excusa perfecta para desatar la represión que hubo”, manifiesta Lara.

 

La cacería y la saña contra los trabajadores de prensa

 

El relato de Lara es concreto, sin fisuras, la detención fue totalmente arbitraria e ilegal. La Policía agarraba selectivamente a la gente que estaba sacando fotos, filmando o tomando algún registro de la brutal represión que ella estaba cometiendo, solo para los medios oficiales las imágenes no estaban vedadas, ya que ellos mostraban a ese enemigo que quieren construir, pero a los que registraban la verdad, la situación era totalmente diferente. La violencia, los balazos de goma, el gas pimienta y los palazos eran su “paga” por dejar en evidencia la maniobra del gobierno.

Daniel es concreto en su explicación de lo sucedido en su detención: “Yo estuve sacando fotos durante toda la movilización. Una vez que se tira el vallado yo me pongo en un costado con otros compañeros y también con un camarógrafo independiente, nos empezamos a manejar grupo para poder resguardarnos a nosotros mismos. Fuimos avanzando paralelamente a la policía, por momentos nos manteníamos detrás, mientras ellos avanzaban yo observe que iban golpeando a personas que veían al costado con algún celular o filmando, los empujaban y golpeaban. Avanzamos bastante con la policía hasta llegar a Avenida de Mayo y el Cabildo, donde me encuentro con uno de los chicos que estaba conmigo, no pertenecía a Argra era un fotógrafo independiente, yo lo llamaba todo el tiempo para que no se aleje porque estaba en el medio de la policía, en un momento nos separamos y cuando lo encuentro estaba con un disparo en la boca”.

Lara agrega: “Lo asistimos, pedimos auxilio a la Policía que estaba cerca para que llamen a una ambulancia, nunca se le acercó un oficial a asistirlo, nunca se llamó a la ambulancia. El único que lo asistió fue uno del puesto de choripanes que había ahí, lo ayudó y le puso un poco de hielo que tenía en la heladera y lo dejamos ahí, a cargo del puestero. Después yo sigo avanzando por la calle junto a un compañero, nos mantuvimos siempre en bloque, trabajando juntos y sacando fotos”.

“Una vez que llegamos a Avenida de Mayo y Perú o Florida, apareció un camión de bomberos que apagaba los tachos de conteiner que estaban prendidos fuego. Ahí arbitrariamente aparece un policía de atrás que me agarra y otro de frente y me reducen contra una persiana, me tiran al piso sin dar ninguna explicación”, asevera Diego.

El relato prosigue cada vez más tenebrosamente: “Como yo estaba rodeado junto con los trabajadores de prensa se acerca mucha gente a tratar de pedir explicaciones y la única explicación que daban es que yo estaba tirando piedras, lo que no es cierto. Se acercó mucha gente a tratar de sacarme. Ahí un oficial me dice ‘levantate que te corro de acá para que te liberemos, te llevo allá y te liberamos enseguida’”, mintiéndole descaradamente.

A Lara inmediatamente lo suben a las camionetas de la Policía de la Ciudad donde el comenta que había un chico arriba con ataques de pánico, le daba miedo el encierro y tenía gas pimienta por todo el cuerpo.

Diego dice: “Estaba con los precintos con los cuales te reducen, por suerte me los pude sacar y ahí empiezo a ayudar a este chico con el ataque de pánico, a ventilarlo, a tirarle aire y a pedir agua a los oficiales. Nunca durante toda la detención nos acercaron el agua, el chico estuvo como 2 horas pidiéndome que lo ayude, yo no pare de ventilarlo en ningún momento, le saque la remera y le dije que no se tocara la cara porque tenía gas pimienta”.

“La camioneta donde nos querían trasladar estaba saturada, no había espacio, esas camionetas están preparadas para diez personas, pero había doce. Ya llena empiezan a dar vueltas con la camioneta, la verdad que dio bastantes vueltas porque ya supuestamente nos llevaban a la comisaría 1°. Pero ahí arranca de nuevo, da una vuelta y vuelve a llevarnos a la Plaza de Mayo. Después de un rato arrancó y nos fuimos para el lado de Saavedra donde bajaron diez compañeros y por falta de lugar quedamos yo y otro compañero dentro de la camioneta, nos dicen que por estos motivos nos van a trasladar a otra comisaría. De ahí llegamos a la otra comisaría de la Comuna 4 en Parque Patricios. Desde las 21:30 que estábamos en la camioneta, nos bajaron como a las 2 o 3 de la mañana”, relata con lujos de detalles Diego.

 

Maltrato policial en la comisaría

 

Ya en la comisaría de la Comuna 4 de Parque Patricios, Lara cuenta que: “Las condiciones fueron bastante malas, en la celda en las que una persona vive son muy deplorables, te baja mucho el autoestima, dormís con suerte en un colchón todo sucio, con orina, con una manta toda rota que tiene mucho olor, parece sacada de una cucha de un perro. Yo tuve la ‘suerte’ de tener eso, mi compañero que estaba en la otra celda individual en las que nos habían puesto no tenía colchón, durmió sobre el concreto en una noche que fue bastante fría”.

“Después de horas de detención, sin habernos alimentando con nada nos acercaron un pebete, no por ‘gratitud policial’, fue gracias al pedido de un abogado que pudo acercarse y contactarme y lo primero que le dije es que estábamos con hambre y sed. Después de ahí nos acercan ese sanguche, eso fue lo único que comimos durante todo el sábado”, agrega.

“En la comisaría no nos dejaban hablar porque estábamos en carácter de incomunicados, pero igual pudimos de celda a celda poder contactarnos entre nosotros y saber quiénes éramos cada uno de los que estábamos ahí. Yo había estado con otro chico que nos llevaron juntos en la camioneta, pero a los otros no lo había cruzado ni los había visto. A los demás no los vi hasta después de declarar con el fiscal, pero si nos comunicábamos a través de gritos para saber quiénes éramos, los nombres, donde habíamos sido detenidos, como forma de seguridad para nosotros”, revela Diego.

 

Más maltrato policial, del Servicio Penitenciario y el Poder Judicial

 

Ya era el día domingo, la mirada había cambiado de eje, ya no eran “terroristas” los que habían producido los incidentes en Plaza de Mayo, se había roto ese cerco mediático, se había visibilizado quienes eran los detenidos por un lado y el accionar policial por el otro.

Por las vigilias en las comisarías y la por la conferencia de presan realizada por organismos de Derechos Humanos, como la Correpi y el Ceprodh entre otros el día sábado, el Juez Federal Marcelo Martínez de Giorgi a cargo del Juzgado Criminal y Correccional Federal N°5 de Comodoro Py tuvo que adelantar las declaraciones indagatorias 24 h.

Las imputaciones hacia los 31 detenidos eran varias “resistencia a la autoridad”, “Intimidación publica” entre otras cosas. Diego sobre esto explica que “a mí me acusan de tirar bomba molotov y si no leí mal o no me acuerdo mal creo que era por tirar el vallado de la Plaza de Mayo junto a otra persona. Eso no fue así, cuando me detienen me dicen que supuestamente es por agredir a piedrazos al personal policial, totalmente falso, hay testigos que dicen que no estuve cometiendo esos hechos”.

Llegado al Juzgado Lara relata que: “Una vez en Comodoro Py, el lugar es del Servicio Penitenciario Federal, es igual a la cárcel, está bastante sucio, muy húmedo y frio. Ahí nos metieron en unos buzones donde uno está incomunicado sin baño. Las condiciones eran malísimas. En Comodoro Py hasta un rato antes de ir a declarar que fue tipo 7:30 h, nos dieron un sándwich que era malísimo, todo frío y duro, era como de papel, una milanesa que no era milanesa, era como una base de papel, no se podía comer”.

“Tuvimos bastante maltrato verbal durante la detención, cuando nos suben a la camioneta un oficial nos pregunta los nombres diciendo que respondamos porque si no vamos a ser un Santiago Maldonado más y después no andamos quejando. Fue bastante el maltrato, otros compañeros recibieron distintas agresiones verbales. Cuando llegamos al Juzgado a las 7:30 hasta las 14:00 nos mantuvieron esposados, ahí me lastime todas las muñecas” revela el fotoperiodista.

“Durante nuestra detención en el Juzgado y en las comisarías siempre se escuchó mucho de afuera, eso nos sirvió, a cada uno de nosotros nos dio mucho aliento y más a las personas que no tenían a un familiar cercano, había chicos que eran de la costa, otro chico que es venezolano. Yo calculo que ellos y todos sentimos mucho el apoyo de afuera, escuchar gente apoyándonos, los bombos, saber que había organismos de derechos humanos afuera que apoyaban y que pedían por nosotros, la verdad que fue de gran ayuda escucharlo. Por momentos cuando estábamos en Comodoro Py en la celda escuchábamos los bombos, por momentos sentíamos que se silenciaba y nos preocupábamos, y de repente volvían a sonar los bombos y decíamos ‘vamos ahí están todavía’, eso nos levantaba la moral. Hasta que no te toca, no te das cuenta, pero ahora me parece que es muy importante acercarse y ayudar en lo más mínimo, es de gran importancia. A nosotros todo ese apoyo nos hacía levantar la frente y estar un poquito mejor de ánimo en las malísimas condiciones que estábamos pasando” exterioriza Diego.

 

En libertad pero con causa en curso

 

Lara comenta que: “La causa está abierta, el expediente a partir de la cuarta carpeta yo se que está bajo sumario o sea que no hay acceso, los abogados no la pueden ver. Yo en esta detención ya tenía experiencia después de mi otra detención el 6 de abril. Me habían defendido los abogados del CeProDH, un organismo que me asesoró muy bien, que me acompañó emocionalmente bastante bien, en ese momento tuve como defensor a Edgardo Moyano. Esa causa por falta de merito caduco. Por esa experiencia cuando yo pude contactarme pedí con los abogados del CeProDH que ya los conocía y tenían conocimiento de la causa anterior. Mi abogado es Paolo Zaniratto también es de este organismo de DDHH”.

El día del paro general el 6 de abril Diego Lara Rojas también fue detenido, esta vez por Gendarmería mientras intentaba cubrir la manifestación y corte donde trabajadores y partidos políticos como el PTS cortaban la Autopista Panamericana, las situaciones fueron diametralmente opuestas, pero algo está claro, nadie del gobierno quiere que quede registros del accionar de las fuerzas represivas del Estado.

Todos quieren callar o tapar el accionar de estas fuerzas que en distintas partes del país actúan bajo sus normas y bajo las ordenes de los altos funcionarios, es política de Estado el amedrentar a los trabajadores bajo las represiones, ilegales o “con orden del juez” como si esta orden haría que el balazo duela menos. También se ampara las detenciones arbitrarias y las desapariciones forzadas, el caso de Santiago Maldonado no es un hecho aislado, este 18 de septiembre se cumple un nuevo aniversario de otra desaparición forzada por parte de los altos estamentos que manejan los hilos del Estado, con la maldita Policía Bonaerense como actuante material, pero con el silencio y el sembrar dudas sobre la víctima y no del victimario del gobierno kirchnerista brindándoles absoluta impunidad.

Estar en las calles exigiendo la aparición con vida de Jorge Julio López es una cita de honor para cada persona que se considere una luchadora y quiera levantar verdaderamente las banderas del “Nunca más”, nunca más un desaparecido en democracia, exigiendo la aparición con vida de Santiago, pero también la de Jorge Julio López.

Colaboración: Eric Soñis

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