Segovia: “Hasta que no nos sentemos a arreglar paritarias va a haber medidas”

27.5.2018

Los metrodelegados reclaman ser parte de la negociación de las paritarias del subte, que ya cerró la UTA con el Ministerio de Trabajo porteño y con Metrovías.

El líder sindical de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro, Néstor Segovia, anticipó medidas de fuerza para esta semana, en el marco del plan de lucha que los trabajadores llevan adelante en reclamo por la negociación paritaria.

Hasta que no nos sentemos a arreglar paritarias va a haber medidas“, al tiempo que señaló que “seguramente” levanten molinetes.

Los metrodelegados definirán este lunes, en un plenario a puertas cerradas, qué medidas tomarán para continuar con sus protestas en el subte, después de una semana que quedó marcada por un paro de todas las líneas realizado el martes tras la detención de 16 trabajadores, entre ellos Segovia.

“El lunes se realizará un plenario de delegados, a puertas cerradas, en el que se evaluará el desarrollo del conflicto y las nuevas medidas que llevaremos adelante en el marco del plan por continuar discutiendo las paritarias y exigiendo el retiro de las sanciones a los compañeros que levantaron molinetes”, afirmó Enrique Rositto, secretario de prensa de los metrodelegados.

De acuerdo con lo previsto, el plenario tendrá lugar en la sede de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (Agtsyp), ubicada en la calle Carlos Calvo 2363, en el barrio porteño de San Cristóbal.

Las acciones de los metrodelegados en rechazo del acuerdo salarial firmado por la Unión Trnviarios Automotor (UTA) y Metrovías, y en reclamo de “paritarias libres y sin techo” comenzaron a mediados de abril pasado.

Los metrodelegados reclaman ser parte de la negociación de las paritarias del subte, que ya cerró la UTA con el Ministerio de Trabajo porteño y con Metrovías.

El incremento salarial que se rubricó el gremio que lidera Roberto Fernández es del 15,2 %, alza que rechazan los metrodelegados, que tienen su personería gremial suspendida por un fallo de la Corte Suprema que ratificó una decisión de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo.

La última medida de fuerza que activaron los metrodelegados fue el jueves, cuando liberaron molinetes en la línea H y entregaron folletos explicativos del conflicto del subte a los usuarios

El SiPreBA exige la liberación del fotógrafo de la Garganta Poderosa y de un vecino de la Villa 21, detenidos ilegalmente por la Prefectura Naval

27.5.2018

El SiPreBA exige la liberación del fotógrafo de la Garganta Poderosa y de un vecino de la Villa 21, detenidos ilegalmente por la Prefectura Naval

En la puerta de la Comisaría 30, activistas y vecinos reclaman la libertad del reportero gráfico y de su vecino, presos por decisión del juzgado 29, a cargo de Karina Rodríguez, a quienes -según alertan los compañeros de la publicación- pretenden “mantener encerrados hasta que presten declaración, sin pruebas testimoniales ni riesgo procesal y sólo a partir de los dichos de efectivos de la fuerza de seguridad”, quienes a su vez están acusados por apremios ilegales y represión contra los habitantes de la villa.

Los vecinos denuncian que la decisión de la jueza tiene como objetivo desviar la atención y provocarlos ya que, manifiestan “el problema que tenemos no está en la Comisaría sino en el barrio, debido a la impunidad con que los prefectos se manejan en la villa 21-24.

Asimismo, anticiparon que presentarán tantos elementos probatorios sobre el mal accionar de la Prefectura que la Justicia no podrán discutir otra cosa que las violaciones a las garantías constitucionales de los habitantes del asentamiento.

Un testimonio recolectado por el reportero gráfico Sebastián Miquel señala que “adujeron una supuesta persecución a dos menores a quienes, según testigos, los prefectos verdugueaban’ y subieron a palos a un interno de la línea 70 de colectivos, al que hicieron parar para bajarlos justo enfrente de la vivienda de Iván Navarro, en Iriarte al 3.500, frente a la casa de la Cultura, donde vive la familia que tiene que declarar esta semana en el primer juicio oral que se eleva contra la Prefectura Naval por las torturas a sus compañeros Iván y Ezequiel el 24 de septiembre 2016.”

“Frente a su casa bajaron con los dos menores y provocaron una trifulca golpeándolos para que los vecinos reaccionaran, cosa que no pasó, ya que interpelaron a los funcionarios para que dejaran de hostigar a los adolescentes”, prosigue el relato y añade que “la respuesta fue una represión injustificada con gases lacrimógenos y balas de goma que terminó baleando el frente de la casa de Iván, cuyo padre debe declarar el próximo viernes”. Cabe mencionar que el hecho sucede luego de que el viernes último, tras la declaración de Ezequiel, lo persiguieran diciéndole -“Ahí va el buchón, van a ver lo que te va a pasar”.

Lo que sucedió quedó más que claro ya que no solo balearon la casa de Iván sino que en la represión cerraron la reja del pasillo lindero, donde vive Roque, fotógrafo de La Garganta, y cuando la gente buscó ponerse a resguardo rompieron la puerta de su casa a patadas y entraron para seguir golpeando a los mismos jóvenes que estaban hostigando.

El testimonio revela que Pablo, compañero de la Garganta y cuñado de Roque, que vive en la misma casa junto con otra familia, cuando vio que provocaban pibes dentro de su propia casa intentó intervenir para que no los lastimen y los efectivos le pegaron. Y cuando quiso intervenir su compañera, Jéssica, militante de La Poderosa de la villa 21 y hermana de Roque, los prefectos la empezaron a manosear. Cuando Roque vio la escena atinó a buscar su cámara de fotos para registrar el hecho y también fue brutalmente agredido. De acuerdo con la declaración, los mantuvieron secuestrados durante horas en una casilla, lapso durante el cual los golpearon en forma salvaje y todavía siguen detenidos. Mientras esto sucedía, a la hermana de Roque la hicieron pasear por la villa durante 80 minutos. Dijeron que la llevaban a la Comisaría 30, pero nunca llegó.

Los vecinos evalúan que se trata de una provocación porque la Prefectura quiere desviar la atención sobre lo que es realmente grave, que es la problemática que debe soportar el barrio día tras día.

Anticiparon que el viernes una caravana conformada por vecinos, vecinas, movimientos populares, curas y maestras y maestros villeros marcharán a las 8 de la mañana desde la puerta de la casa de Iván a acompañar a la familia que va a ir a declarar porque en la causa de Iván y Ezequiel se juega la visibilidad de todos estos casos que estérilmente denuncian todos los días.

Y aclararon que si hoy no hay tumultos en la puerta de la Comisaría es porque ya aprendieron que lo que quieren las fuerzas de seguridad es correr el eje de lo que realmente sucede.

El testimonio recogido por la Garganta Poderosa señaló: “A quienes torturaron a Iván y a Ezequiel, diciéndoles que griten porque nadie los iba a escuchar, los sentamos en el banquillo de los acusados y están ahora procesados con prisión preventiva. A los que el sábado llevaron adelante este operativo ilegal también los vamos a sentar en el banquillo. Pero en algún momento nos tenemos que poner a pensar cuándo van a estar en el banquillo de los acusados los responsables políticos de que estas prácticas sucedan de manera sistemática adentro de nuestros barrios”, remarcó.

Los datos son contundentes: el control popular denunció más de 1.000 casos de torturas y apremios ilegales por parte de las fuerzas de seguridad en un mes. Y tan solo en la villa 21-24, entre abril y mayo, seis casos de torturas, anteriores a esta, que repiten prácticas sistemáticas desde golpizas aberrantes y prácticas humillantes como obligarlos cantar una canción con un revólver en la cabeza, o someterlos durante horas arrodillados bajo la lluvia, hasta el “levanta-muertos”, que es la nueva técnica: gas pimienta en los ojos de los chicos adolescentes maniatados para que se retuerzan en el piso.

Los activistas aseveran que “esa es la realidad que se está viviendo en los barrios y eso es lo que tenemos que discutir y no la Comisaría, que ya tiene que liberar a nuestros compañeros. Es responsabilidad del juzgado 29, de Karina Rodríguez, que nuestros compañeros recuperen la libertad de manera inmediata”.

Y fundamentan: “no existen pruebas testimoniales, porque no hay riesgo procesal, porque no secuestraron ningún elemento del supuesto delito, porque los médicos legistas no registraron lesiones en sus prefectos y sí las registraron en nuestros compañeros, y porque la única arma que está secuestrada es la oficial de la Prefectura Naval Argentina con la que dispararon en la fachada de la casa donde vive Iván Navarro y su familia, que esta semana tiene que declarar por la denuncia de tortura de esta misma fuerza de seguridad en el mismo barrio”.

Desde el Sindicato de Prensa de Buenos Aires exigimos el cese de las persecuciones policiales a vecinos, activistas y trabajadoras y trabajadores de Prensa de las villas y ratificamos el compromiso con nuestras compañeras y compañeros de los medios autogestivos, alternativos y populares.

Represión y detenciones arbitrarias en la villa 21-24

27.5.2018

Tres vecinos de la villa 21-24 fueron detenidos en la noche del sábado durante un violento e ilegal operativo de la Prefectura Naval Argentina (PNA), que se metió en una casa disparando balas de goma, gases y golpeando, para luego llevarse arbitrariamente a Roque Manuel Azcurraire (30), fotógrafo de la revista villera La Garganta Poderosa, Juan Pablo Mónaco (35) y María Silvia Echevarría (32), esta última ya en libertad.

Todo ocurrió a metros de la casa de Iván Navarro, quien se encuentra en pleno juicio por las torturas que sufrió en septiembre de 2016 por parte de las mismas Fuerzas de Seguridad, junto a su compañero Ezequiel Villanueva Moya. Por Jésica Azcurraire* Prensa La Garganta Poderosa

 

El allanamiento sin orden judicial a la casa de los tres detenidos se dio luego de que dos chicos de 16 y 22 años habían sido requisados y verdugueados por efectivos de esa Fuerza. Después de una discusión, el menor fue golpeado con la cachiporra en la cabeza, lo que luego motivó el reclamo de los familiares y una violencia aún mayor de la PNA, reforzando su presencia con más de 100 uniformados. En medio del operativo irregular que se llevó a cabo, quisieron ingresar a la casa en la que se había resguardado toda la familia, además de algunos vecinos. Los oficiales de Prefectura entraron a la fuerza, golpeando a hombres y mujeres, y disparando balas de goma. También, las Fuerzas de Seguridad tiraron contra la casa de Iván Navarro, en donde otros vecinos del barrio intentaron encontrar refugio.

Allí, en su propia casa, se llevaron detenido a Roque por grabar en video con el celular durante el abuso de la autoridad. Junto con él, su hermana y su cuñado también fueron trasladados a la garita de Prefectura Naval ubicada entre las calles Luna y Pedro de Luján, donde estuvieron rodeados de un fuerte operativo con al menos 45 efectivos armados con escudos antidisturbios, gas pimienta y armamento. En ese lugar los mantuvieron arrodillados varias horas en el suelo, mientras los efectivos presentes no querían dar el nombre del responsable del operativo realizado en la villa 21-24. Además, pocos oficiales estaban identificados.

Tanto Roque como Juan Pablo permanecen detenidos en la Comisaría 30 de la Policía de la Ciudad, en California entre Herrera y Hornos, en Barracas. La causa avanza en el Juzgado N°29, a cargo de Carina Nancy Rodríguez.

 

“Rompieron mi puerta, me manosearon, apalearon a mi sobrino y secuestraron a mi hermano, por intentar filmar cómo baleaban la casa del vecino que denunció torturas”

 

Todavía no entiendo nada. Sigo adentro de una película de terror que comenzó anoche, cerca de las 11, cuando varios prefectos realizaron una requisa y empezaron a verduguear a mi sobrino de 16 años, que terminó cagado a palos como tantos pibes. Se había ido a jugar al fútbol y llegó a casa con toda la cara hinchada, corriendo, desesperado. Al escucharlo, salimos para pedirles explicaciones a los prefectos, pero mi hermana cometió la “imprudencia” de preguntarles a los uniformados por qué le habían pegado así a su hijo, ¡un menor! Ahí nomás, la respuesta fue clarísima: “Cerrá el orto”. Y la segunda, cuando ya eran más de 40 uniformados, no necesitó palabras: se abalanzaron sobre nosotros literal y brutalmente, desatando una cacería que les permitió cagar a tiros el frente de la casa de Iván Navarro, cuya familia debería prestar testimonios esta misma semana, en el primer juicio oral que logramos elevar por torturas de la misma Prefectura, en este mismo barrio.

Largada su razzia, una vez más, veo cómo la Prefectura empieza a lanzar gases en el pasillo donde vivimos y corro lo más rápido posible para entrar a casa, creyendo que nos pondríamos a salvo. Pero no existe ley para ellos, cuando de la villa se trata: automáticamente comenzamos a escuchar cómo pateaban el portón, cada vez más fuerte, hasta dejarlo como un papel rasgado. Entraron, sí, como si nada. Todos hombres, cinco, me agarraron de los pelos, me apretaron el cuello, me patearon las piernas y me dieron con sus palos, hasta que uno me puso contra la pared, manoseándome las tetas. Aterrada, grité: “¡Soltame, me estás tocando!”. Y peor, me estrujó como una bestia: “Callate, puta de mierda. ¡Callate, la re concha de tu madre! Negra de mierda, sucia, bocona”.

Al costado, la represión contra todos los vecinos continuaba recrudeciéndose y mi compañero no podía ayudarme, porque lo estaban sacando a las patadas, ¡justo a él! No hay nadie que no lo conozca en el barrio, como vecino, como laburante y como activista de nuestra asamblea. ¡Estaba durmiendo la siesta! Y horas antes había estado ayudando con las obras en nuestra “Casa de la Mujer”. ¡Pero qué importa! Con la mayor impunidad jamás vista, gritaban: “Chúpenlo, no importa, ¡agarren a cualquiera!”.

Dicen que “secuestraron un palo”, sí, ¿saben qué palo secuestraron? El palo que cierra la puerta de nuestra casa, porque lamentablemente no tenemos ni una cerradura, entonces usamos ese “palo” para evitar el ingreso de todas las personas civilizadas que necesitan aplaudir o tener una orden de allanamiento para entrar, cuando no pueden valerse de las armas y la impunidad del Estado.

Siempre con su cámara cerca, mi hermano Roque intentó registrar toda esa locura, pero no llegó a filmar nada porque se lo llevaron también, en cuanto se presentó como fotógrafo de La Garganta, ¿entienden? Su único delito fue haber descongelado tres empanadas y haber tomado su herramienta de trabajo cuando un operativo ilegal de la Prefectura se metió a nuestra casa, rompiendo la puerta a las patadas. Pero no conformes con llevarse a mi hermano y mi compañero, nos volvieron a reprimir y se llevaron a mi hermana, para pasearla durante 80 minutos en patrullero, mientras nos negaban su presencia en la comisaría que señalaba el Juzgado.

¡Basta, por favor!

Pensamos que nos mataban. Y sí, otra herida nos hace temblar, quedamos aterrados. ¡Pero nunca más en la vida, nos vamos a quedar callados!

 

* Jésica Azcurraire es vecina y asambleísta de la Villa 21, reprimida y abusada esta madrugada por la Prefectura.

Liberaron a los detenidos de la Villa 31

24.5.2018

Matías, Brian y Kevin habían sido detenidos durante una cacería de la Policía de la Ciudad en Villa 31 el pasado martes 22 de mayo. La represión fue la respuesta de los uniformados para aplacar la protesta de las y los vecinos, luego de que un agente atropellase con su cuatriciclo a una nena de 4 años. Durante la protesta, Ramiro Ruiz, de 22 años y vecino de la 31, recibió dos impactos de bala de plomo y pelea por su vida.

 

Reproducimos comunicado del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL):
 

En lugar de ser atendido de manera inmediata, Ramiro tuvo que permanecer una hora en el destacamento de la 31 durante una hora, literalmente desangrándose, hasta que llegó la ambulancia.
Hoy tuvimos conocimiento que el joven se encuentra en coma y con una bala aún alojada entre un pulmón y el corazón. Ramiro está luchando por su vida en el hospital Rivadavia.
Hacemos responsables por la integridad física de Ramiro a Carlos Arturo Kevorkian, Jefe de la Policía de la Ciudad, y al Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta. El primero ya tiene amplia experiencia en operativos con total abuso de la Policiía Federal, que llegaron incluso a la muerte de Fernando Blanco en 2005.

BASTA DE IMPUNIDAD
BASTA DE CRIMINALIZAR A LXS POBRES
BASTA DE LA DOCTRINA CHOCOBAR EN NUESTROS BARRIOS

Posverdad bajo tierra: cuatro mentiras sobre el conflicto del subte

24.5.2018

Por Notas Periodismo Popular

Este martes, en el marco de un paro, una brutal represión contra los trabajadores y trabajadoras del subterráneo de Buenos Aires terminó con 16 personas detenidas, incluido el secretario adjunto el sindicato, Néstor Segovia. Acto seguido, desde el gobierno, la empresa y los grandes medios de comunicación se dedicaron a justificar el accionar represivo construyendo un relato carente de toda rigurosidad.

 

1.”No tiene argumentos para reclamar”

El conflicto se inició porque la patronal y la Unión Tranviarios Autotomor (UTA), negociaron un aumento salarial excluyendo a la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP). Frente a eso, este último gremio comenzó una serie de reclamos para abrir la paritaria ya que rechazan el incremento acordado del 15,02% a cobrar en tres cuotas, siendo la última en enero de 2019.

Desde el sindicato que dirige Roberto Pianelli junto a Segovia, exigen un monto superior ya que el estipulado está muy por debajo de la inflación prevista por la mayoría de las consultoras. También piden que se incluya la cláusula gatillo.

Cabe recordar que, durante los años anteriores, la AGTSyP fue consultada de una u otra forma. La decisión deliberada de dejarla afuera en esta ocasión desencadenó las protestas.

 

2.”Son un grupo minoritario, no representan a los trabajadores”

En 2008 se fundó la AGTSyP. La iniciativa surgió de un grupo de delegados de la UTA, el sindicato que hasta entonces tenía la representación única en ese medio de transporte. Dos años después el Minsterio de Trabajo dio a esta nueva herramienta sindical la inscripción gremial simple. Un primer paso importante y necesario para contar con ciertos derechos y poder dar luego la disputa por la personería definitiva, la cual fue otorgada en 2015.

Esta decisión fue adoptada luego de la convocatoria a una compulsa para ver cuál de los dos sindicatos era más representativo. Sin embargo, como la UTA no se presentó, el procedimiento administrativo correspondiente determinó que la AGTSyP obtenga la personería.

La resolución fue suspendida y puesta a revisión en 2017 por la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo argumentando, justamente, que no se había podido cotejar que entidad era realmente la representante de las y los trabajadores del subte. Lo cual resulta paradójico porque la apelación fue hecha por la propia UTA, responsable de que eso no se hubiera llevado a cabo. La Corte Suprema ratificó en marzo de este año el fallo anulando la personería de la AGTSyP, pero aclaró que no se expedía sobre el fondo del caso, sino que lo remitía nuevamente al Ministerio de Trabajo para que tome una definición.

Es por eso que este trámite inconcluso no invalida que la AGTSyP ya haya sido reconocida como mayoritaria. Asimismo, resulta difícil de explicar como una supuesta minoría logra paralizar todo el servicio de subterráneo.

 

3. “No pueden convocar al paro porque no son un sindicato con personería”

Tal como recordó el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) en su comunicado “Subte: comunicar con responsabilidad”, tanto el artículo 14 bis de la Constitución Nacional como el Convenio 87 de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “garantizan el derecho a huelga de todos los sindicatos, tengan o no personería”.

Pero además, la propia Corte Suprema en su fallo “Orellano, Francisco c/ Correo Argentino”, consideró que los sindicatos con inscripción simple -como la AGTSyP- “tienen entre sus derechos, en forma indubitable, el ejercicio de medidas de fuerza como parte del derecho a huelga”.

Independientemente de si los trabajadores y trabajadoras se encuentran nucleados en algún gremio, nada impide a las autoridades reunirse con quienes protestan para buscar solucionar el conflicto. Hasta el momento tanto el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, como la empresa Metrovías, han rechazado sentarse en una mesa de negociación.

 

4. “Hacen paro afectando a millones en vez de realizar acciones alternativas”

La AGTSyP comenzó pidiendo una instancia diálogo paritario que le fue negada. Posteriormente decidieron adoptar una medida de fuerza que no sólo no afectaba a las y los pasajeros, sino que los beneficiaba: durante 25 días levantaron molinetes y compartieron café con quienes viajaban en el subte.

Frente a esto Metrovías envío 80 telegramas donde suspendía a quienes habían participado de esas acciones. De esta manera buscó inhabilitar esa forma de protesta pacífica que no afectaba el servicio pero sí las ganancias empresarias.

Finalmente este martes, luego de la represión y detención de trabajadores y trabajadoras, la compañía siguió con la misma metodología anunciando 150 suspensiones de las cuales 114 afectan a delegados y delegadas gremiales. Según la empresa, se tomó esta decisión para castigar “acciones ilegales tales como la ocupación de instalaciones, apertura de puertas de emergencia y/o liberación de molinetes para facilitar la evasión o directamente impedir la normal prestación del servicio”.

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Este miércoles, luego de que todas las personas detenidas fueran liberadas, la AGTSyP retomará la apertura de molinetes en todas las líneas entre las 10 y las 12.

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