El apoyo del Indio Solari a los militantes de La Poderosa que fueron torturados: “Gracias a su coraje”

28.9.2018

Por Indio Solari para Iván y Ezequiel de La Garganta Poderosa

El artista de rock envió una carta de apoyo a los jóvenes Iván Navarro y Ezequiel Villanueva, que fueron víctimas de torturas por parte de seis agentes de Prefectura en la Villa 21-24.

Amigos, hoy no me nace ninguna alegría, porque no me alegra nada que provenga de la barbarie que les viene jodiendo la vida a todos los vecinos de sus barriadas. Pero esta condena a sus torturadores me produce, eso sí, una momentánea sensación de triunfo ciudadano, ciudadano como Iván, ciudadano como Ezequiel. Ahora, gracias a su coraje, ya no se puede ocultar el verdadero accionar de las Fuerzas en los barrios populares. Y sí, es favorable este fallo como antecedente para juicios futuros, porque los habrá, como ustedes bien saben. Por eso no quería dejar de agradecerles todo el respeto que me han prodigado por una simple llamada telefónica, cuando mi único aporte pasa por el alcance de una imagen y sus asambleas, en cambio, resisten sujetas a ese peligro cotidiano, ¡que se debe acabar de una buena vez!

Un fuerte abrazo.

Levy: “Que nos digan cuál es el plan para necesitar menos policía”

28.9.2018

Por Luz Ailín Báez

Se cumple una semana del histórico fallo que condena a los prefectos que torturaron a los jóvenes de La Poderosa. Un paso adelante hacia el control popular de las fuerzas represivas.

“Tanto Ivan como Ezequiel sufrieron prácticas que uno piensa que podía encontrar en el libro Nunca Más, en esa época de la historia argentina y, sin embargo, las encontramos a orillas del Riachuelo el 24 de septiembre de 2016, a quince minutos del Obelisco, en la Villa 21-24”, decía Nacho Levy, referente de La Garganta Poderosa, minutos antes de ingresar a la sala Derechos Humanos del Tribunal Oral Federal Nº 9 de la Ciudad de Buenos Aires.

Este 21 de septiembre, los seis prefectos que torturaron y realizaron simulacro de fusilamiento a Ezequiel Villanueva Moya e Iván Navarro -dos jóvenes de la Villa 21-24 de Barracas que participan de la organización La Poderosa- fueron sentenciados a entre 8 y 10 años y medio de cárcel. La sentencia -favorable a las víctimas que aquel 24 de septiembre de 2016 contaban con 15 y 18 años respectivamente- fue vista como un éxito por sus abogados Gabriela Carpinetti y Nahuel Berguier, pese a que se habían pedido penas más altas de las que finalmente otorgaron los magistrados.

Entonces, ¿qué implica esta sentencia en un marco de creciente violencia represiva de las fuerzas de seguridad?

“Acá hay algo en lo que coincidimos todos, acusados y acusadores: que estos seis prefectos participaron en carácter de autores de los hechos -ellos mismos lo reconocieron y por eso piden perdón y que el responsable por estos hechos es el Ministerio de Seguridad. Ellos son responsables penalmente por el delito de Torturas más allá de que crean que no hayan sido torturas sino “errores” o “correctivos”. Hubo un pacto de impunidad que se sostuvo desde el principio de los seis prefectos en connivencia y con el apoyo del Ministerio de Seguridad y de la Jefatura de la Prefectura aunque después fueron desplazados y todos los procedimientos legales que debían cumplirse se cumplieron hasta llegar al juicio”, sostuvo Carpinetti. Además, agregó que fue “un fallo histórico” porque las acciones represivas fueron calificadas como “torturas, tal como corresponde” y recalcó que la decisión del Tribunal Oral N° 9 “debe servir para poner freno a un accionar de las fuerzas de seguridad que es sistemático”.

 

Una escuela para la represión

 

Las torturas y el hostigamiento de las fuerzas represivas del Estado a pibes de barrios populares son una práctica corriente y sistematizada desde hace tiempo, sin importar el gobierno que esté de turno. De allí la relevancia de este juicio en el cual media docena de prefectos debieron sentarse frente a un tribunal judicial para responder por sus actos. ¿Por qué es novedad que el fallo haya sido favorable a las víctimas? ¿Por qué nos alegramos con una carátula que deja de lado los eufemismos y llama a las cosas por su nombre? “Tortura”. Eso figura en la carátula de la causa que ha resuelto por una vez que no venciera la doctrina Chocobar: es la primera condena a miembros de fuerzas de seguridad por delitos represivos cometidos en el gobierno de Cambiemos. En todos los casos los imputados fueron declarados culpables por “privación ilegítima de la libertad, torturas, lesiones leves, en concurso real con robo agravado en poblado y en banda, con el agravante de haber sido cometido por miembros de las fuerzas de seguridad”.

Vivimos rodeados de gobernantes que pelean por ver quién tiene el mayor record de cámaras de seguridad y efectivos y patrullas en las calles, ¿Por qué no es novedad que les pibes de barrios marginales tengan sus vidas a merced de la buena voluntad de aquellos que suponen deben cuidarles? El caso puede resultar icónico por su resolución, pero la sobre criminalización de las y los jóvenes de sectores populares no es novedad.

Según el Informe sobre hostigamiento policial y de fuerzas de seguridad en su interacción con jóvenes de sectores populares en la ciudad de Rosario, de la Cátedra de Criminología y Control Social de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, las principales víctimas de hostigamiento policial y de fuerzas de seguridad y malos tratos son jóvenes -mayores y menores de edad- varones de sectores populares. “Basta con leer atentamente las crónicas policiales para advertir que en aquellos barrios en los que los efectos de la inseguridad se expresan con mayor crudeza tienen, más allá de obvias diferencias, dos características en común. Los varones jóvenes son presa fácil de la policía y de la selectividad del sistema penal”, escribe Enrique Font, criminólogo y ex Secretario de Seguridad Comunitaria de la Provincia de Santa Fe, en un artículo de

Rosario/12

 

Según Font, la sobre-criminalización consiste en la “focalización policial selectiva, discriminatoria y violenta sobre jóvenes varones de los barrios”. Se trata de la “sobrevigilancia”, que es la manera en la que la policía interactúa con los grupos percibidos como de propiedad policial. Esto ocurre “cuando los poderes dominantes de una sociedad abandonan los problemas de control de esa categoría a la policía”.

Desde La Garganta Poderosa, Levy agrega que “el 99% de los casos de tortura, amedrentamiento, asesinatos que hay en el barrio a manos de las fuerzas de seguridad no aparecen en los medios de comunicación. Son pibes que no tienen la contundencia de poder equiparar la cantidad de trolls de televisión. Construyen un sentido común que después acompaña una doctrina mucho más grave que un caso particular”. El ojo social dominante los ve como grupo “problemático” o “desagradable”, de bajo status -los tan aborrecibles “negros de mierda”-  y acepta que sea la policía quien trate con ellos, de la manera que desee. En paralelo, “las victimizaciones de quienes viven en el barrio son desatendidas por las políticas de seguridad”, sostiene Font. El criminólogo llama a esto último infra-protección, producto de la distribución diferencial tanto de la victimización como de las reacciones institucionales y sociales a la misma. La desprotección viene de la mano de la desatención policial, judicial, política y social de las victimizaciones de quienes viven en barrios populares. En otras palabras, los jóvenes de barrios marginales se encuentran desamparados y con pocas respuestas por parte del Estado que debería cuidarlos como ciudadanos.

Mientras la respuesta de la Gobernadora Vidal, de la Ministra Bullrich y hasta del propio Presidente Mauricio Macri frente a los problemas de “inseguridad” consiste en aumentar el número de efectivos en las calles, darles pase libre y poner más cámaras, el Informe Regional de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre  Violencia, niñez y crimen organizado de 2015 es taxativo al decir que “los casos de uso excesivo o arbitrario e ilegal de la fuerza por la policía además de suponer graves vulneraciones a los derechos humanos, comprometen la capacidad misma del Estado para reducir la inseguridad y la violencia”.

En relación a esto, Nacho Levy expresó que “es un momento histórico, cargado de angustia, de bronca, de impotencia pero también del orgullo y la esperanza que nos da haber llegado hasta acá fruto de la organización y la lucha popular. No contábamos nosotros con el apoyo inicial del Poder Judicial ni comunicacional. Hubo que fabricarlo desde el barrio. Eso costó muchos momentos de sufrimiento pero hoy hay seis subordinados de Patricia Bullrich sentados en el banquillo que ya han reconocido los hechos. Que intentaron pedir disculpas y que van a pagar una condena por haber torturado a los pibes que tuvieron el valor de ponerse al hombro la sentencia que Luciano Arruga y Ezequiel Demonty no pudieron presenciar”.

Y agregó: “El control popular de las fuerzas se de seguridad es urgente, no lo decimos nosotros solamente, lo dice la ONU, Nils Melzer el relator contra tortura de la ONU estuvo en mi casa, estuvo en el barrio, estuvo acompañando a los vecinos que ejercen el control popular a las fuerzas de seguridad. Estuvo constatando en la Procuraduría Contra la Violencia Institucional (PROCUVIN) cómo había asentadas 8 denuncias de 8 familias que no se atreven, que tienen miedo y tienen razón de denunciarlo públicamente pero sufrieron en un mes las mismas prácticas como el  “levantamuerto” o el gas pimienta en los ojos con las manos atadas. Frente a ese nivel coercitivo que intentan perpetrar cuando utilizan el poder judicial para perseguir opositores, cuando utilizan el poder policial para generar amedrentamiento, cuando utilizan su poder comunicacional para generar silenciamiento, nosotros entendemos que un control popular de las fuerzas de seguridad es una solución a doble vía. No es una policía comunitaria. No le agrega una sola bala al conflicto. Es una comisión de vecinos que regula la acción de las fuerzas de seguridad en comunicación directa con el Ministerio Público Fiscal, con la Fiscalía y los organismos de Derechos Humanos sin pasar por las comisarías, que administran el delito en nuestro barrio. Les daría a nuestros vecinos y vecinas la posibilidad de denunciar el accionar de las fuerzas sin pasar por la centralidad de las fuerzas sino que además le daría al Poder Judicial la posibilidad de acceder al barrio sin estar acompañados de la manito por aquellos a los que están investigando. Necesitamos una entidad autárquica que no responda ni esté subordinada al poder ejecutivo que administra las propias fuerzas de seguridad. En este nivel creciente de hostigamiento de las fuerzas de seguridad en el territorio en los barrios donde hemos podido darle visibilidad al control popular, se ha reducido inmensamente el nivel de inseguridad que sufrimos a manos de las fuerzas de seguridad”.

Desde el CELS sostienen que “la falta de democratización de las estructuras de seguridad posibilita, en primer lugar, la persistencia de hechos graves y reiterados de violencia institucional, y el sostenimiento de redes de ilegalidad y corrupción insertas en las estructuras policiales y penitenciarias” y esto, en proyección, erosiona los cimientos de la gobernabilidad a nivel provincial y nacional.

Font, por su parte, indica que “no existen en Argentina ejemplos de reformas policiales profundas que no hayan sido resultado de ´crisis´ catalizadas a través de eventos con efectos dominó sobre la coyuntura de gobierno. Como ejemplos de reformas en provincias sobresalen las dos lideradas por Carlos Arslanián en Buenos Aires. Ambas fueron precedidas, respectivamente, por el asesinato de José Luis Cabezas y por incrementos de delitos ´no tolerables´ socialmente con evidencias de involucramiento policial”.

Lo que queda claro es que las distintas fuerzas de seguridad y los servicios penitenciarios actuales son un obstáculo insalvable para la inclusión social. Levy da una pista sobre este tema: “Si se pudiera legislar ese punto, los sectores populares estaríamos más al resguardo de lo que estamos. Que dejen de discutir en televisión, ahora que empieza la carrera electoral, quién ofrece más chalecos, más patrulleros y más presupuesto para la policía. Que nos digan cuál es el plan para necesitar menos policía. Y que nos digan, todo el tiempo que dure ese plan cómo nos vamos a cuidar en los barrio pobres que nuestro principal factor de inseguridad no sean los tipos que mandan para cuidarnos”.

Golpes, detenciones y robos policiales en CABA: la cara argentina de la “crisis humanitaria” venezolana

28.9.2018

Por ANRed

En un comunicado emitido ayer, el referente de Vendedores Libres, Omar Guaraz, denunció que dos trabajadores ambulantes, un venezolano llamado Jofer y un senegalés de 75 años, fueron “golpeados salvajemente y detenidos sin intervención judicial durante horas, y luego liberados” por la Policía de la Ciudad en el barrio porteño de Flores. El hecho, denunció, ocurrió “mientras nuestro presidente se solidarizaba con el pueblo venezolano y cuestionaba el ‘autoritarismo del Estado represor de Nicolás Maduro’. Jofer nunca fue reprimido en su país de origen y desea volver. Tuvo que emigrar producto del bloqueo perverso contra nuestro hermano país. Pero la violencia estatal, el autoritarismo y las faltas de garantías mínimas y la violación de sus derechos humanos los sufrió hoy en la Argentina de Mauricio Macri”, denunció Guaraz.

 

La denuncia fue realizada ayer por el referente de la organización Vendedores Libres (nucleada en la CTA de los Trabajadores), Omar Guaraz, en un comunicado titulado “Venezolano traído por Macri por ‘crisis humanitaria’ golpeado, preso y robado por policía hoy en Flores”, donde denuncia que ayer “Jofer, venezolano que sobrevive como vendedor ambulante, mientras caminaba en Flores, sin vender, fue detenido junto a un senegalés de 75 años”. Además, sostuvo que fueron “reducidos, golpeados salvajemente y detenidos sin intervención judicial durante horas y luego liberados”.

El referente aseguró que el nuevo episodio de represión policial a vendedores ambulantes extranjeros se dio mientras Macri daba su conferencia de prensa tras el nuevo acuerdo con el FMI: “mientras nuestro presidente ayer se solidarizaba con el pueblo venezolano y cuestionaba el ‘autoritarismo del Estado represor de Nicolás Maduro’y aseguraba que ‘Argentina encabezará la denuncia para garantizar los derechos humanos del Pueblo Venezolano’.

Asimismo, Guaraz remarcó:“Jofer nunca fue reprimido en su país de origen y desea volver a su país. Tuvo que emigrar producto del bloqueo perverso contra nuestro hermano país. Pero la violencia estatal, los golpes por las fuerzas de seguridad del Estado, la privación de la libertad y el robo de sus escasas pertenencias, en fin, el autoritarismo y las faltas de garantías mínimas y la violación de sus derechos humanos, lo sufrió hoy en la Argentina de Mauricio Macri”, sentenció.

 

Un hecho que no es aislado: violencia y represión policial xenófoba y racista

 

El episodio no es un hecho aislado, y se suma a otros donde la Policía de la Ciudad atacó o reprimió a trabajadores y trabajadoras de la venta ambulante extranjeros afro o latinoamericanas, por vender o transitar por las calles.

En abril de este año Radio Gráfica daba cuenta de que por tercera vez en una semana se habían registrado operativos contra la comunidad senegalesa en el Barrio de Flores. Esa vez, el inmenso operativo se desplegó sobre la calle Avellaneda e involucró a más de 300 efectivos policiales que reprimieron a las más de quinientas personas se manifestaban contra la detención arbitraria a cinco vendedores de ese origen. Uno de ellos fue atropellado por un auto. Debido al operativo, habían sido detenidas 19 personas (12 senegalesas, 5 argentinas y 2 peruanas) y trasladados a la Alcaldía N°13, dando intervención directamente el Juzgado Correccional y Criminal N°52.

En junio, también en el barrio de Flores, oficiales de la Policía de la Ciudad junto a Policías de Infantería atacaron a golpes a Kane Serigne Dame,de 30 años, un vendedor oriundo de Senegal, mientras circulaba por la calle, que fue detenido y luego tuvo que ser internadoen el Hospital Álvarez por una fractura expuesta, corte de tendones y complicaciones en una arteria, generadas por los golpes policiales.

Hace 10 días atrás, Rafael Klejzer (secretario general de la CTEP Capital), Juan Grabois y Jacky Flores (referentes de la CTEP) fueron detenidos frente a la comisaría 18 cuando exigían la liberación de dos militantes del MTE y de cinco trabajadores de la vía pública que fueron encarceladospor estar realizando venta ambulante.

En el Día Mundial de los Refugiados, Amnistía Internacional había manifestado “preocupación por la escalada de violencia hacia vendedores ambulantes senegaleses en la Ciudad de Buenos Aires”.

Trabajadores del laboratorio Roux Ocefa denuncian 420 despidos

27.9.2018

Trabajadores y trabajadoras pasaron la noche en la puerta del laboratorio, ubicado en el barrio porteño de Villa Luro. Como forma de protesta realizan una permanencia pacífica para evitar el vaciamiento de la empresa.

En el contexto de crisis, frenazo y caída de la actividad económica que se registra y las consecuencias que trae aparejada la megadevaluación e inflación que continúa escalando, comienza a notarse el deterioro laboral.

En este caso, trabajadoras y trabajadores del laboratorio Roux Ocefa denuncian que el día lunes terminaron de echar a las últimas personas que trabajaban en la empresa, llegando a un total de 420 despidos. Por ese motivo, se encuentran en estos momentos protestando frente a las puertas del establecimiento ubicado en Villa Luro, luego de pasar la noche ahí para evitar el desmantelamiento y vaciamiento de las instalaciones.

“El lunes terminaron de echar a las personas que trabajaban acá. Son alrededor de 420 familias. No queda nadie adentro y nos quedamos en la puerta del laboratorio para pedir una respuesta”, indicaron los empleados.

Macrismo y kirchnerismo porteño aprueban “blanqueo ambiental” del negocio inmobiliario

26.9.2018

Roberto Andrés

Proyecto oficialista prohíbe la realización de audiencias públicas para la evaluación de obras previas a 1998. La Legislatura porteña subsana las ilegalidades del negocio inmobiliario de la Ciudad.

El pasado jueves 20 de septiembre, la Legislatura porteña aprobó la modificación de la Ley N° 123 de Evaluación de Impacto Ambiental, que establece que “están exceptuadas de cumplir con la convocatoria a audiencia pública temática todas aquella actividades en funcionamiento y preexistentes al 10 de diciembre de 1998” (cuando se aprobó la ley).

Será el caso, por ejemplo, de la evaluación de impacto ambiental de los estadios o shoppings ubicados en la ciudad que existían antes de la fecha señalada, en donde la ciudadanía no tendrá derecho alguno a opinar sobre los impactos ambientales que ha vivido durante los años de funcionamiento de dichas actividades.

El macrismo porteño impuso la modificación de la ley con 45 votos a favor. Vamos Juntos contó con la colaboración del bloque de Unidad Ciudadana de Mariano Recalde, Leandro Santoro y Carlos Tomada, entre otros. Victoria Montenegro señaló en la sesión que “desde el bloque Unidad Ciudadana vamos a acompañar este proyecto de ley”, aunque previamente indicó que “notamos que se incorporaron no todas pero sí una buna parte de las sugerencias que se fueron haciendo”.

Según consta en la versión taquigráfica preliminar, Santilli (presidente) indica que “se agrega el voto afirmativo de la diputada Pokoik” (quien no apareció en el tablero de la votación).

Solo la izquierda rechazó el “blanqueo ambiental” con tres votos negativos del Frente de Izquierda y dos de Autodeterminación y Libertad. Por su parte el Bloque Peronista de Silvia Gottero y el Partido Socialista de Roy Cortina resolvieron abstenerse en la votación por diferencias con el proyecto.

 

Un blanqueo ambiental a favor de los empresarios

 

La Ley N° 123 es aquella que determina el procedimiento técnico y administrativo de la Evaluación de Impacto Ambiental para la obtención del certificado de aptitud correspondiente. Todo emprendimiento que esté previsto realizarse en la Ciudad debe tramitar el Certificado de Aptitud Ambiental (CAA) según su categorización y previo a su puesta en marcha. El estudio analiza la interacción presente o futura de un establecimiento o un proyecto determinado con el medioambiente.

Con la excusa de incorporar la Evaluación Ambiental Estratégica, una herramienta conocida globalmente que ya ha sido puesta en práctica por muchos países y que se utiliza para determinar el impacto que tendrá sobre el ambiente un nuevo proyecto o emprendimiento, el macrismo porteño modificó la ley actual subsanando las ilegalidades del negocio inmobiliario en la Ciudad.

Al respecto, el diputado porteño por el Frente de Izquierda, Patricio del Corro (PTS) señaló: “No es la primera vez que el PRO toma ideas como puede ser mejorar el sistema de impacto ambiental, para transformarlas en su contrario y continuar con su plan de una ciudad al servicio de los grandes emprendimientos inmobiliarios. Lo mismo hicieron con el proyecto de Ecoparque que terminó concesionando tres manzanas a los privados”.

“En esta ley hay un montón de cosas que van a quedar a discreción de los privados y ya tenemos en claro que el Gobierno no será su control, sino más bien la garantía de su desarrollo. Por ejemplo, ya hay obras como la del Palacio Roccatagliata que está frenada por la Justicia y que se beneficia con estas modificaciones. Por último, la Evaluación Ambiental Estratégica no tendrá necesariamente audiencias públicas como estaba previsto anteriormente, sino apenas difusas instancias de participación ciudadana”, señaló el diputado de izquierda.

La modificación también fue cuestionada por organizaciones sociales y ambientales. Según declaró el Observatorio por el Derecho a la Ciudad, organismo independiente interdisciplinario que monitorea las políticas públicas y actividades privadas, “las propuestas constituyen un verdadero blanqueo ambiental para actividades y obras que estaban en situación de ilegalidad en relación a los permisos ambientales”.

Esto significa que para todas aquellas actividades preexistentes a la fecha mencionada “la ciudadanía no va a tener más derecho a participar de su evaluación de impacto ambiental (EIA). Para estas actividades no se llamará a audiencia pública. La EIA será secreta entre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través de la Agencia de Protección Ambiental y el privado o empresa”, denunció el organismo.

En el mismo sentido, para la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) la modificación propuesta reduce además los estándares ambientales vigentes: “Aun cuando la presente reforma busque incorporar herramientas que amplíen y mejoren el sistema de evaluación ambiental, su aplicación discrecional terminará por achicar los estándares ambientales ya establecidos por la legislación y no contribuirá a mejorar las falencias en la gestión de la EIA que presenta la ciudad ni aportar respuestas en la necesidad de mejor calidad y participación en los procesos de toma de decisiones que hacen al desarrollo urbano”.

Por otro lado, según la ley “el Certificado de Aptitud Ambiental para actividades, proyectos, programas y/o emprendimientos categorizados como de Impacto Ambiental Con Relevante Efecto (CRE) se otorgará por el plazo de cuatro años”, por lo que el Gobierno de la Ciudad debía convocar cada cuatro años a los ciudadanos porteños a participar en el procedimiento de evaluación de impacto ambiental.

Sin embargo, la situación ha venido siendo sistemáticamente violada por el PRO. Ahora la Legislatura legaliza la práctica ilegal, siendo la modificación denunciada como un “blanqueo ambiental” para la política del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y sus empresarios amigos.

Otro elemento polémico es que se dejan fuera de la nómina las obras previstas sobre parcelas de más de 2.500 metros cuadrados. Esto quiere decir que para que algo merezca un estudio de impacto ambiental, por lo menos tiene que ocupar media manzana, cuando en la ley original se establece como norma un cuarto de manzana.

“Esta modificación está orientada a salvar a todos aquellos proyectos inmobiliarios que superaban los 2.500 m2, que recibieron los privilegios de la Legislatura con normas urbanísticas especiales, pero que durante el trámite de Evaluación de Impacto Ambiental nunca convocaron a audiencia pública”, declaró el Observatorio por el Derecho a la Ciudad.

Además, la Evaluación Ambiental Estratégica, no se estableció como obligación para los privados. “No es obligatorio convocar a audiencia pública sino que sólo se hace referencia la obligación de contemplar una instancia de participación ciudadana”, señala el ODC. “Tampoco se habla de la Evaluación de Impacto Ambiental Acumulativa, una de las grandes deficiencias de la gestión del PRO frente al boom inmobiliario en la ciudad”.

El macrismo de Vamos Juntos, que ha sabido gobernar en la Ciudad de Buenos Aires en alianza con Evolución y Unidad Ciudadana, blanquea las ilegalidades del negocio inmobiliario porteño. Mientras “el nuevo Código Urbanístico viene a legalizar los permisos de obras ilegales”, señala el Observatorio por el Derecho a la Ciudad, “esta modificación de la Ley N° 123 subsanará las ilegalidades de las actividades anteriores a diciembre de 1998. Blanqueo inmobiliario y ambiental en la gestión de Larreta”.

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