¿Cromañón nos sigue pasando todos los días?

2.1.2019

Por Movimiento Etiopía

A un costado de las conmemoraciones más numerosas, una agrupación sostiene cada 30 de diciembre que el incendio en el que murieron 194 personas fue uno de los peores crímenes sociales de los muchos que suceden en nuestro país por culpa de un sistema degradado y corrupto. Su objetivo es evitar nuevos Cromañones a través de la prevención y la denuncia. 

 

A una parte de la población es necesario recordarle o contarle que el 30 de diciembre de 2004, el incendio del boliche Cromañón, por una perversa suma de delitos y negligencias políticas, provocó la muerte de 194 personas. Y a la parte que lo recuerda es necesario explicarle que no existe un solo evento que conmemore ese hecho, sino varios diferentes.

Una gran parte de las y los sobrevivientes consideran que Cromañón fue un hecho puntual, específico, con responsables también puntuales y específicos. Por lo tanto, las acciones y eventos que organizan se enfocan en mantener la memoria sobre lo que sucedió, denunciar aquello que falta realizar y recordar a las víctimas.

Un grupo más pequeño, denominado “Sobrevivientes, y familiares y amig@s de las víctimas de Cromañón Autoconvocad@s”, considera que el incendio fue un crimen social: eso significa que no se trata de un hecho aislado, sino que es una más de las formas en que se visibiliza la opresión que las trabajadoras y trabajadores sufrimos, al igual que las muertes por negligencias en los trenes, en las escuelas, en las calles, las causas armadas, el gatillo fácil, la trata de mujeres y la represión en manifestaciones sociales, por citar otros ejemplos.

Por ese motivo, el evento que organizan cada 30 de diciembre funciona como una red entre diferentes injusticias sociales: confluyen los nombres de Luciano Arruga, Darío Santillán, Maximiliano Kosteki, Mariano Ferreyra, Carlos Fuentealba, Santiago Maldonado y Kiki Lezcano con diversas agrupaciones y personas que son invitadas a contar, a través de una radio abierta, sus causas y sus luchas. Así, los casos apoyados por la Coordinadora contra la Impunidad Policial, la lucha contra la UNICABA y el cierre de los bachilleratos de adultos, y el reclamo de justicia tras las seis muertes que generó en 2006 el incendio de un taller clandestino en la calle Luis Viale fueron algunos de los temas que se recordaron y difundieron.

“Cromañón es una huella constante y tuvimos que ver repetir la historia una y otra vez –apuntó la organización–. Este año no fue la excepción: el 2 de agosto nos sacudimos con la noticia de una explosión en la Escuela 49 de Moreno, que arrebató la vida de Sandra y Rubén, dos trabajadores de la educación. La semejanza con Cromañón salta a la vista: la desidia del poder político, la gobernadora Vidal, el intendente de Moreno y sus consejeros escolares, que no dudaron en llenarse los bolsillos, robando a la educación pública los recursos que debería recibir para que sean espacios seguros, en los que nadie muera por ir a trabajar o a estudiar”.

 

Luego de la radio abierta, que se extendió de 13 a 18 horas, Sobrevivientes, y familiares y amig@s de las víctimas de Cromañón Autoconvocad@s marcharon desde el santuario ubicado en Once hacia Plaza de Mayo, de manera inversa a otras agrupaciones, señalando la importancia simbólica de marchar de frente hacia los responsables de cada crimen social, que son los dirigentes y funcionarios del Estado.

“En todos los gobiernos de este sistema –apuntaron, como cierre de la actividad– están los asesinos; y en las calles, los que van a luchar para que dejemos de vivir en el mundo Cromañón”.  

La educación villera no se rinde

2.1.2019

En la Villa 20 de Lugano hay un centro de apoyo escolar que como una gota, por su constancia, logra romper con todo lo establecido para seguir abriendo nuevos caminos. “La Gota” funciona todos los sábados desde hace 2 años, fue creado íntegramente por vecinas y vecinos cuya crianza fue forjada en comedores y centros comunitarios de nuestro barrio. Romina Muñoz, Mauricio Burgos, Javier Hervas, Hugo D´acosta y Rubén Muñoz son vecinos que además de tener sus trabajos y familias le ponen mucha dedicación y tiempo porque entienden la importancia de crear espacios de contención para nuestros pibes y pibas. Romina nos cuenta que “No fue fácil nuestra niñez pero estos espacios permitieron que los sueños no se contaminen con nada. Hoy en día tenemos este espacio parado, no porque nos sobre tiempo, ni porque sobre plata, ni por votos… Lo hacemos porque lo sentimos”.

El domingo 23 de diciembre, con la ayuda de familiares, amigos del barrio y compañeros de otros establecimientos educativos que aportaron lo necesario “La Gota” festejó el cierre de año, la navidad y el amor por la educación popular. Algunos papás pusieron para la merienda, otros baldearon el pasillo. Hubo juegos, metegol, música en vivo y una murga vestida con trajes especiales: guardapolvos intervenidos por los mismos pibes y pibas.
Mauricio nos dice: “Festejamos que los chicos hayan pasado de grado, que pudieron seguir estudiando. Hacemos un cierre que es un premio para ellos y para nosotros un logro, el de poder brindarles esto autogestivamente. Fue un festejo en familia. Yo soy docente en la villa, estudié en la escuela pública, también fui a comedores y me dieron esto mismo, o sea que es una devolución de aquello que aprendí”.

Mientras el Ministerio de Educación se empeña en cerrar establecimientos para jóvenes y adolescentes, sin importarle las dificultades que tenemos para acceder a la escuela o para retomarla, desprestigiando el trabajo de docentes que se ponen al frente de estas aulas, nosotros estaremos para defenderlos y resaltar su trabajo. Para Mauricio “Los docentes que deciden trabajar cerca de las villas son los que verdaderamente ponen todo. Porque trabajar sin internet, sin herramientas, con un montón de matrículas y con chicos que realmente necesitan, es muy  difícil. Le ponen toda la garra a pesar de que faltan un montón de recursos de parte del Estado, de parte de las familias, porque algunas están ausentes por problemas económicos. Se puede esperar más, por supuesto que necesitamos una mejor educación, pero no cualquiera viene a enseñar acá”.

Seguros de que el conocimiento es la herramienta que nos dará el poder para ser libres, Romina agrega, “Sabemos que la educación nos abre puertas, a las que queremos guiar a nuestros niños. Ellos contagian su magia, nos transforman y nos devuelven un poco de eso que vamos perdiendo con los años.

Cuanto más los Gobiernos se nieguen a brindarnos apoyo, nosotros crearemos los propios. Acá no se rinde nadie”.

 

* Por el espacio de comunicación de La Poderosa Asamblea de Villa 20.

Condenas por la Masacre en el Pabellón Séptimo

28.12.2018

El juez Daniel Rafecas acaba de dictar el procesamiento de Juan Carlos Ruiz (ex director de la Cárcel de Devoto); Horacio Galíndez (ex Jefe de Seguridad Interna); Carlos Sauvage (ex jefe de Requisa) y Gregorio Zerda (ex celador), por los delitos de tormentos y tormentos seguidos de muerte, en el caso de la Masacre en el Pabellón Séptimo (*)


También, decretó la medida de no innovar para toda la Unidad, que habíamos solicitado, limitada al Pabellón Séptimo. Recién hemos sido notificadxs.

Gracias a todxs por el apoyo en esta causa.

Abrazo a sobrevivientes, familiares y amigxs de las víctimas.

Equipo Jurídico Masacre en el Pabellón Séptimo
Claudia Cesaroni
Nat DAlessandro
Denise Feldman
Jose Legarreta
Mariano Przybylski
Juan Ignacio Maurin

 

(*) La Masacre en el Pabellón Séptimo

Por Alan Gerónimo

 

En plena dictadura cívico-militar del golpe de Estado de 1976 se produjo una de las peores masacres en una cárcel de la historia argentina. Decenas de presos murieron por obra de la actuación del Servicio Penitenciario Federal.

En el año 1978 Argentina estaba sumida en una dictadura de la mano de la Junta militar encabezada por Jorge Rafael Videla, la Iglesia y empresarios; los centros clandestinos de detención ya estaban instalados en distintos tipos de lugares, desde una cochera hasta una vieja mansión.

Los que tenían la “suerte” de ser judicializados -o sea que se aclaraba su situación procesal- pasaban a las cárceles comunes y ahí cumplían condena por ser militantes de distintas organizaciones, activistas en sus lugares de trabajo u otros motivos que los hacían “peligrosos” a ojos de quienes dominaban el país. Allí separaban a quienes cometían delitos comunes de los presos políticos

El día 13 de marzo en la cárcel de Villa Devoto, en un pabellón de “presos comunes”, empieza una discusión entre integrantes del Servicio Penitenciario Federal (SPF) y los reclusos por el horario para mirar televisión.

El día después, 14 de marzo, en venganza por la discusión del día anterior empezó una de las requisas más fuertes de la historia del servicio penitenciario; la violencia del SPF era extrema y usaron el doble de agentes que en una requisa común.

Frente a este ataque brutal los presos decidieron protegerse con los colchones y las camas en los que habitualmente dormían; tapiaron las rejas y las ventanas. Los carceleros tiraron gases lacrimógenos y esto ocasionó un incendio en el pabellón número 7. También había bidones de kerosén, lo que agravó el incendio; según ciertas versiones pusieron candados en las puertas para que no pudieran salir los presos.

Cuando los reclusos pedían por sus vidas los policías respondían “quémense de a poco” según el relato de los sobrevivientes; además desde una pasarela y un patio interno recibieron una balacera de metralla que mató a varios presos. Durante el incendio el SPF impidió sistemáticamente la llegada de los bomberos al pabellón, alegando que la situación ya estaba normalizada.

El dato oficial expresa que hubo 65 muertos esa noche, mientras otros testimonios dirán que fueron el doble. Murieron asfixiados, quemados y baleados. Por parte del SPF solamente hubo 5 heridos leves. Los sobrevivientes fueron encerrados en un calabozo de nuevo al término de la masacre; Hugo Cardozo relata el maltrato recibido en ese momento: “Un cordón de uniformados que te pegaban con todo lo que tenían. Yo salí corriendo. Tenía que atravesar esos tres pisos; un pasillo de baldosas. Te resbalabas en los jugos de las ampollas reventadas a golpes de otros que pasaron antes. Algunos quedaban allí en el camino”. Fue una de las masacres más grandes de la historia de las cárceles argentinas.

El 30 de junio de 1979 el juez de instrucción Jorge Valerga Araoz resolvió el sobreseimiento provisorio de todos los imputados. El relato y los medios oficiales lo titularon “el motín de los colchones” echándole la culpa a los presos por la masacre; el tiempo se encargó de que poco a poco se fuera olvidando este asesinato en masa de más de medio centenar de reclusos.

Indirectamente muchos conocimos esta masacre mediante la música; los Redonditos de Ricota en su canción Toxi-taxi en su párrafo final dicen: “Un sueño con Luis María muerto cuando me decía: ‘Cada día veo menos cada día veo menos, creo, menos mal’" Luis María Canosa era un cantante amigo del Indio Solari que estuvo preso por consumo de drogas y fue asesinado en esa masacre; la canción de por sí es de lo más elocuente y cuenta la historia de su amigo

Los docentes porteños analizan no iniciar las clases en 2019 si Larreta cierras las escuelas nocturnas

23.12.2018

El titular de UTE, Eduardo López, adelantó que si el Gobierno porteño insiste en cerrar las escuelas nocturnas, en marzo no comenzará el ciclo lectivo. Además, el jueves marcharán a la Legislatura y al ministerio de Educación.

Los docentes de la Ciudad movilizarán el próximo jueves a la Legislatura porteña y al Ministerio de Educación en repudio al cierre de catorce escuelas nocturnas. Ese mismo día habrá una sesión especial para tratar de derogar la resolución Nº 4055-2018.

En ese sentido, Eduardo López, titular de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), adelantó que si Horacio Rodríguez Larreta y Soledad Acuña, ministra de Educación porteña, no retroceden con la medida, van a plantear “el no inicio del ciclo lectivo 2019”.

López señaló que en los secundarios nocturnos que pretenden cerrar hay chicos que por distintos motivos no pueden concurrir a clase por la mañana o por la tarde.

Y agregó: “No son escuelas de adultos, adonde concurren mayores de 18 años; son escuelas para chicos menores de 18 que completaron el primario y no pueden ir en otro horario al colegio”.

Además, aseguró que el Gobierno de la Ciudad no les adelantó nada. “No nos sorprendió, porque no suele avisar, pero tampoco llama la atención por las políticas de desescolarización que lleva adelante”, dijo y recordó que “apenas asumieron cerraron 200 grados de escuela primaria y han recortado el presupuesto”.

El proyecto de reurbanización de la Villa 31 y 31 bis es un fracaso político

21.12.2018

Por *Lorenzo Martelli

El proyecto fue presentado por el Poder Ejecutivo Porteño y no contó con el consenso del barrio, como si sucedió con la presentación del proyecto anterior del dictamen de la Villa 31 y 31 bis, elaborado participativamente por sus habitantes y cajoneado hasta el hartazgo por Cambiemos, junto con los proyectos de reurbanización de la Villa 20 y la Villa Rodrigo Bueno.

 

El proyecto representó un fracaso político de la Secretaría de Integración Social y Urbana a cargo del proceso de la elaboración de la ley. Ya sea por su incompetencia o intencionalidad, lograron ejecutar el peor escenario posible: fogonear la pelea entre vecinos y vecinas, fomentando la falsa premisa de que aquellos que se oponen a su proyecto están en contra de la urbanización. El hecho de cuestionar un proyecto tejido entre cuatro paredes, a espaldas al barrio, no atenta contra el derecho al acceso a la vivienda por el cual tanto han luchado los y las vecinas. Una infinita distancia diferencia impulsar reuniones informativas sobre algunos puntos del dictamen (las actividades realizadas por la Secretaría) de la participación real.

Sobre los aspectos técnicos de la ley aprobada, en los puntos más relevantes genera mucha incertidumbre. No aporta claridad sobre el monto del pago de las tierras, sobre la resolución de la problemática entre inquilinxs y propietarios, el pago de los servicios, los valores de la hipotecas que van a tener que asumir los y las vecinas y la posibilidad de que terceros puedan cancelarlas, habilitando el negociado inmobiliario.

El Gobierno de la Ciudad solicita acompañar una ley plagada de grises, sabiendo que aquello que no está explícita y claramente garantizado en favor de los sectores más postergados, más vulnerados, es terreno fértil para la ambición voraz e incontenible del mercado inmobiliario.

 

Un poco de historia

 

La histórica lucha de la 31 se remonta a las victorias organizadas sobre las topadoras de la dictadura cívico-militar y el contra ataque del neoliberalismo noventoso, de la mano del ex intendente Domínguez. Pero ese pasado siempre vivo, y que talló a fuego los genes de lucha de las siguientes generaciones, lleva a repasar los acontecimientos más recientes.

A principios de este año, luego de la aprobación del nuevo trazado de la Autopista Illia, se produjo un desalojo violento a cargo de las fuerzas represivas con el objetivo de echar a vecinos y vecinas del sector Cristo Obrero. Mediante la fuerza de los palos, de los gases y de las extorsiones, impusieron un “se van o se van” a las familias afectadas. Temible primer antecedente para los procesos de relocalización.

Este gobierno que se autoproclama orgullosamente dialoguista y se vanagloria de escuchar a los vecinos y las vecinas, podría decir en qué momento algunx de ellos o ellas dijeron “lo que necesitamos después de años de abandono del Estado es una autopista pasando por nuestra cabeza, por mi casa”. Por ahora, nadie salió a proclamarlo.

Estas prácticas violentas, por fuera de la ley, son el resultado de los procesos urbanos regidos por las corporaciones y las grandes constructoras que buscan imponer su agenda de ganancias a costa de los sectores populares. Son aquellos que generan las leyes del mercado (siempre a su favor y en lucrosa sociedad con los funcionarios) que angurrientos y voraces desean ocupar los terrenos que legítimamente poseen los y las vecinas. Ya no sólo a través de las fuerza de las topadoras, sino permitiendo el negociado inmobiliario en los sectores donde se debe garantizar la vivienda social.

Algunas preguntas más: ¿a qué institución educativa le consultaron sobre la multimillonaria construcción del Ministerio de Educación en la villa (en el sector destinado para las nuevas viviendas)? Resulta contradictorio cuando los bachilleratos populares están batallando por su permanencia en el barrio, cuando a los apoyos escolares los desoyeron ante el simple pedido de mesas para los y las pibas que todos los días van a hacer la tarea.

El diálogo real se construye con simples preguntas a quienes su vida va afectar las políticas públicas: ¿qué necesitan? ¿Qué es lo primordial? ¿Cómo se hace en conjunto? No es imponer necesidades externas, exógenas, de intereses nefastos con olor a negociado y agendas electoralista; y, por sobre todo, negando los saberes populares y la organización vecinal.

 

Los pasos a seguir

 

La aprobación de una ley no consensuada es el fracaso de la gestión política de la Secretaría, no de la pelea en unidad de la que es insignia la Villa 31. Por eso, todos y todas las vecinas confían en la lucha para lograr la conformación de una Mesa de Gestión Participativa (M.G.P.) en la que se incluya no sólo al sistema político (consejerxs y delegadxs), sino a todos y todas las vecinas del barrio, a la Mesa de Urbanización Participativa, a las instituciones educativas, a las organizaciones sociales, logrando resoluciones que sean de carácter vinculante. Sólo de una mesa de trabajo abierta a todxs lxs habitantes del barrio y a quienes realizan actividades en él, se puede garantizar que se concrete una urbanización real, popular y vecinal.

Es el momento preciso de llamar enfáticamente por la unidad de todas las villas, los asentamientos, personas en situación de “hotelados”, en situación de calle, a las víctimas de los desalojos sistemáticos, y de todos los sectores populares, para exigir, de una vez por todas, la ciudad que se merecen y que tienen derecho de vivir.

 

*Lorenzo Martelli, Militante del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) e integrante de la Mesa de urbanización participativa – Villa 31 y 31 bis

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