Yo sabía que a Walter lo mató la policía

25.4.2019

Por Leonardo Marcote

A 28 años del asesinato de Walter Bulacio.

El 19 de abril de 1991, Walter Bulacio, 17 años, viajó junto a sus amigos desde Aldo Bonzi hasta el estadio Obras Sanitarias. Esa noche tocaba Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, la banda que lo apasionaba. Fueron un rato antes para conseguir entradas pero no tuvieron suerte y les avisaron que ya se habían agotado. Cientos de chicos se quedaron afuera del estadio mientras de fondo comenzaban a sonar los primeros acordes. Walter, junto a un amigo, quiso entrar al estadio por una entrada alternativa pero fueron sacados rápidamente por la seguridad. No se fueron del lugar, adentro, la banda más convocante del país seguía tocando los temas de su disco “La Mosca en la Sopa”, pero afuera del estadio la policía desato una cacería. En una razia feroz, Walter fue detenido junto a otras 71 personas. La mayoría de los detenidos eran menores.

El operativo estuvo a cargo del Comisario Miguel Ángel Espósito, jefe de la seccional 35 de Belgrano. Esa misma noche, Walter fue abandonado en un calabozo luego de haber sido golpeado. A la mañana siguiente fue atendido en estado de inconsciencia por una doctora en la misma comisaría y al ver el estado de gravedad en que se encontraba fue derivado al sanatorio Mitre, en Once. Murió el 26 de abril de 1991, luego de haber estado siete días agonizando. La autopsia confirmó que Walter había fallecido luego de los golpes recibidos en la comisaría. El castigo también fue confirmado por los 200 testigos de aquella noche y que posteriormente declararon en la causa.

Así como en los campos de concentración los detenidos-desaparecidos dejaban marcas de su paso por el siniestro lugar, lo mismo hizo Nazareno, amigo de Walter, quien escribió en la pared del calabozo, “Caímos por estar parados”. Cuenta María del Carmen Verdú, titular de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) y abogada de la familia Bulacio, que “lo que quiso decir Nazareno es que los detuvieron por estar parados, haciendo nada, por estar inmóviles, pero para mí fue simbólico porque así de inmóvil estaba el conjunto del campo popular por aquellos años”.

La “Causa Bulacio” pasó por infinidades de idas y vueltas. El hecho más doloroso fue en el año 2002 cuando la causa fue cerrada definitivamente y el Comisario Espósito, principal acusado, fue sobreseído.

En Octubre de 2003, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó al Estado argentino por “violaciones a los derechos humanos” y le ordenó tomar medidas, entre ellas la reapertura de la causa.

Finalmente, el 8 de noviembre de 2013, luego de 22 años del asesinato de Walter, El ex comisario de la Policía Federal Miguel Ángel Esposito fue condenado a tan solo tres años de prisión en suspenso.

Miles de enfermeros votan en rechazo a la carrera que inventó Rodríguez Larreta

25.4.2019

Impulsan un plebiscito auto convocado en quince unidades hospitalarias en reclamo de su reconocimiento como profesionales de la salud. Preparan una nueva marcha para el 12 de mayo, Día Internacional de la Enfermería.

A fines del año pasado se produjo una verdadera rebelión de las enfermeras y enfermeros que se desempeñan en los 33 hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires.

Marchas masivas a la Plaza de Mayo y un paro auto convocado con enorme acatamiento para el 21 de noviembre, Día del Enfermero, fueron el canal mediante el cual miles de enfermeros manifestaron su rechazo a la ley que había aprobado la Legislatura porteña y que reconocía la carrera profesional a distintos profesionales de la salud, pero discriminaba a ese sector en particular.

El repudio, que vino muy de abajo, llevó al jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta a firmar apresuradamente, a fines de febrero, un acta con el Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (SUTECBA) en la que buscó rectificar la decisión. Allí se estableció una carrera especial para los enfermeros, pero los dejó dentro de la carrera administrativa: así, se omitieron la mayoría de los beneficios que fueron concedidos al resto de los profesionales de la salud. La resolución, además, limita el acceso de una porción de ellos (los técnicos) a esa nueva estructura.

Por ese motivo, y nuevamente en forma auto convocada, los enfermeros y enfermeras optaron por organizar un plebiscito para que se ponga de manifiesto el rechazo a ese acta acuerdo y reclamar el reconocimiento pleno de sus derechos como profesionales de la salud además del carácter insalubre de su tarea de donde se deriva el derecho a reducir la jornada laboral a 6 horas.

En asambleas masivas desarrolladas en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y en el Pedro Elizalde (ex Casa Cuna) resolvieron promover ese plebiscito con el slogan de “Votá por enfermería” que, rápidamente, se extendió a una quincena de unidades hospitalarias.

La votación ya comenzó la semana pasada en el ex Casa Cuna donde, según los promotores de la iniciativa, sufragaron 235 trabajadores de la salud. Luego en el Hospital Ferrer lo hicieron 121 sobre 125 presentes en el momento de la votación. Durante esta semana se desarrollarán las votaciones en el Hospital Penna, el Gutiérrez, el Fernández, la maternidad Sardá, el Udaondo, el Hospital Borda, el Zubizarreta, el Santa Lucía y el Ramos Mejía.

En diálogo con Tiempo Argentino, Cecilia Gómez, enfermera del Hospital Pedro Elizalde (ex Casa Cuna), una de las promotoras de la iniciativa explicó que «en nuestro hospital las enfermeras y enfermeros votaron masivamente y con gran entusiasmo. Está quedando claro que Sutecba y Rodríguez Larreta no consultaron a nadie para firmar esa carrera trucha».

Por su parte, Erika Lubenfeld, enfermera del Hospital Gutierrez explicó que «esta carrera paralela nos condena a seguir encuadrados como empleados administrativos, nos discriminan del resto de las profesiones de la salud y de los beneficios de su carrera y consagra una diferencia salarial de unos $15 mil».

Desde el Hospital María Ferrer, el enfermero Eduardo Ibazetta señaló que “con el plebiscito queremos demostrar que la carrera de Rodríguez Larreta y Sutecba no es por lo que venimos peleando los enfermeros y que vamos a continuar hasta conseguir el pase a la carrera profesional».

Los y las organizadoras esperan reunir más de dos mil votos de trabajadores de la salud que serán escrutados públicamente en las puertas de la legislatura una vez que concluyan las rondas de votación que, aseguran, se irán incrementando con la participación de nuevos hospitales.

Además, preparan una nueva movilización a la legislatura porteña para el día internacional de la enfermería que se celebra el 12 de mayo.

También podés leer: “Basta de ninguneo, nuestro trabajo de enfermería es una garantía para el derecho a la salud” Además, preparan una nueva movilización a la legislatura porteña para el día internacional de la enfermería que se celebra el 12 de mayo.

También podés leer: “Basta de ninguneo, nuestro trabajo de enfermería es una garantía para el derecho a la salud”


Se acabó el misterio: el balotaje de CABA sería el mismo día que el nacional

24.4.2019

En la Ciudad de Buenos Aires se votará el 11 de agosto (PASO), el 27 de octubre (las generales) y, de haber balotaje, el 24 de noviembre.

El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, promulgará este jueves el decreto que convoca a elecciones.

El 11 de agosto, el 27 de octubre y el 24 de noviembre son las fechas elegidas para las PASO, generales y balotaje, respectivamente.

De esta forma, se acabó la especulación respecto de su Larreta convocaría a un posible balotaje de la ciudad simultáneo al presidencial, jugándose su suerte pegada a la de Mauricio Macri.

Por la gran crisis del Gobierno nacional, se discutía en las últimas semanas la posibilidad de que el balotaje se hiciera en una fecha separada, lo cual finalmente no ocurrirá.

Miles de enfermeros votan en rechazo a la carrera que inventó Rodríguez Larreta

25.4.2019

Por Alfonso de Villalobos

Impulsan un plebiscito auto convocado en quince unidades hospitalarias en reclamo de su reconocimiento como profesionales de la salud. Preparan una nueva marcha para el 12 de mayo, Día Internacional de la Enfermería.

A fines del año pasado se produjo una verdadera rebelión de las enfermeras y enfermeros que se desempeñan en los 33 hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires.

Marchas masivas a la Plaza de Mayo y un paro auto convocado con enorme acatamiento para el 21 de noviembre, Día del Enfermero, fueron el canal mediante el cual miles de enfermeros manifestaron su rechazo a la ley que había aprobado la Legislatura porteña y que reconocía la carrera profesional a distintos profesionales de la salud, pero discriminaba a ese sector en particular.

El repudio, que vino muy de abajo, llevó al jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta a firmar apresuradamente, a fines de febrero, un acta con el Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (SUTECBA) en la que buscó rectificar la decisión. Allí se estableció una carrera especial para los enfermeros, pero los dejó dentro de la carrera administrativa: así, se omitieron la mayoría de los beneficios que fueron concedidos al resto de los profesionales de la salud. La resolución, además, limita el acceso de una porción de ellos (los técnicos) a esa nueva estructura.

Por ese motivo, y nuevamente en forma auto convocada, los enfermeros y enfermeras optaron por organizar un plebiscito para que se ponga de manifiesto el rechazo a ese acta acuerdo y reclamar el reconocimiento pleno de sus derechos como profesionales de la salud además del carácter insalubre de su tarea de donde se deriva el derecho a reducir la jornada laboral a 6 horas.

En asambleas masivas desarrolladas en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y en el Pedro Elizalde (ex Casa Cuna) resolvieron promover ese plebiscito con el slogan de “Votá por enfermería” que, rápidamente, se extendió a una quincena de unidades hospitalarias.

La votación ya comenzó la semana pasada en el ex Casa Cuna donde, según los promotores de la iniciativa, sufragaron 235 trabajadores de la salud. Luego en el Hospital Ferrer lo hicieron 121 sobre 125 presentes en el momento de la votación. Durante esta semana se desarrollarán las votaciones en el Hospital Penna, el Gutiérrez, el Fernández, la maternidad Sardá, el Udaondo, el Hospital Borda, el Zubizarreta, el Santa Lucía y el Ramos Mejía.

Cecilia Gómez, enfermera del Hospital Pedro Elizalde (ex Casa Cuna), una de las promotoras de la iniciativa explicó que “en nuestro hospital las enfermeras y enfermeros votaron masivamente y con gran entusiasmo. Está quedando claro que Sutecba y Rodríguez Larreta no consultaron a nadie para firmar esa carrera trucha”.

Por su parte, Erika Lubenfeld, enfermera del Hospital Gutiérrez explicó que “esta carrera paralela nos condena a seguir encuadrados como empleados administrativos, nos discriminan del resto de las profesiones de la salud y de los beneficios de su carrera y consagra una diferencia salarial de unos $15 mil”.

Desde el Hospital María Ferrer, el enfermero Eduardo Ibazetta señaló que “con el plebiscito queremos demostrar que la carrera de Rodríguez Larreta y Sutecba no es por lo que venimos peleando los enfermeros y que vamos a continuar hasta conseguir el pase a la carrera profesional”.

Los y las organizadoras esperan reunir más de dos mil votos de trabajadores de la salud que serán escrutados públicamente en las puertas de la legislatura una vez que concluyan las rondas de votación que, aseguran, se irán incrementando con la participación de nuevos hospitales.

Además, preparan una nueva movilización a la legislatura porteña para el día internacional de la enfermería que se celebra el 12 de mayo.

 

“Hay 4.000 bombas de tiempo”

20.4.2019

Por Gisela Marziotta

Un relevamiento de la ONG Defendamos Buenos Aires revela que la falta de control en las obras en construcción en CABA ya provocó 26 derrumbes, 32 muertos y 220 heridos desde que el PRO llegó al gobierno. En este momento son cuatro mil las obras que no cumplen las normas. Reciente derrumbe en el barrio de San Cristóbal, donde murió un hombre de 32 años.

Veintiséis derrumbes, 32 muertos, 220 heridos y daños por un valor de 500 millones de pesos. Ese es el resultado de la falta de controles en las obras en construcción de la ciudad de Buenos Aires desde que el PRO llegó al gobierno porteño en el 2007.

Los datos se desprenden del relevamiento que realizó la ONG Defendamos Buenos Aires, en el que se concluye que estos hechos “no son aislados sino que son la consecuencia de una política de controles insuficientes a las obras en construcción en nuestra ciudad”, aseguró a PáginaI12 Javier Miglino, abogado y director de la organización.

El reciente derrumbe de una casa en el barrio porteño de San Cristóbal, en el que murió un joven de 32 años, puso en evidencia ese descontrol en las obras en ciudad.

“Nosotros creemos que hay un patrón con tres elementos muy importantes: el primero es que hay una política de controles ligeros a nulos, el segundo tiene que ver con ocultar lo ocurrido y el tercero es la impunidad: no hay funcionarios presos por estas tragedias”, sostuvo el referente de Defendamos Buenos Aires. Además, criticó el accionar de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), el organismo responsable de controlar las obras en el ámbito de la Ciudad, cuyo director es el ex comisario de la Policía Metropolitana Ricardo Pedace –recientemente procesado de nuevo por su accionar en la represión en el Hospital Borda en 2013–, y señaló que hay una continuidad entre la gestión del ahora presidente de la Nación, Mauricio Macri, y el actual jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

“Macri creó la Agencia Gubernamental de Control apenas inició su gestión como jefe de gobierno en 2007 con la idea, supuestamente, de evitar que ocurran accidentes, derrumbes y otras tragedias en la ciudad. Por supuesto, lo anunciaron con todo tipo de marketing, pero al poco tiempo se empezó a notar que evidentemente el control no era tal y empezaron a ocurrir los primeros desastres y derrumbes”, recordó Miglino. “Ellos hacen y deshacen en la Ciudad, pero nadie controla. Por eso nosotros siempre decimos que no hay que tener una Agencia Gubernamental de Control sino una Agencia de Control Gubernamental porque es a ellos a los que tenemos que controlar”, agregó.

Algunos de los derrumbes más resonantes de los últimos años fueron el del gimnasio Orion en Villa Urquiza, en 2010, donde hubo tres muertos y 11 heridos o el boliche Beara, también en ese año, en el que murieron dos jóvenes y 25 personas resultaron heridas.

El informe de Defendamos Buenos Aires también señala que en este momento hay 4000 obras en construcción en la ciudad que no cumplen con las normas de seguridad y están en peligro. “Son 4000 bombas de tiempo. Nosotros hemos notificado de esto al gobierno de la ciudad, pero ellos no hacen nada. A esta altura, la Agencia Gubernamental de Control ya podría llamarse la Agencia Gubernamental de Descontrol”, aseguró.

Según el relevamiento, Belgrano, Núñez, Almagro y Chacarita son los barrios más conflictivos en este momento, pero aseguran que hay “mucho descontrol” en toda la ciudad. Las principales irregularidades detectadas en el informe  –detalló Miglino– son: falta de apuntalamiento, falta de control en el uso de maquinaria pesada y la falta de idoneidad en los proyectos. “Eso es algo que se vio claramente en el último caso: si el lugar da para tres pisos, no puede ser que te lo habiliten para más. Lo que suelen decir en esos casos es que si se te rompe algo, te lo arreglan cuando termina la obra. Pero no puede ser así, tienen que prevenir. Porque, además, no todo se arregla después: acá estamos hablando de que un joven perdió la vida y hay toda una familia que perdió un ser querido y su casa. Eso no se arregla después”, manifestó.

Desde la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) denunciaron 7.488 obras en construcción en la Ciudad de Buenos Aires durante 2018. Solo en la Ciudad, el sindicato realizó más denuncias que en todo el resto del país (6.386) en el último año. Además, las estadísticas de la Uocra señalan que en ese período sólo el 34,54 % de los trabajos de excavaciones cumplió totalmente con las normas de salud y seguridad, mientras que en las demoliciones solo lo hacen el 35,70 %.

En el caso de San Cristóbal, la Uocra había presentado una denuncia ante la Dirección General de Protección del Trabajo del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires el pasado 4 de febrero, dos meses antes del derrumbe, en la que denunciaba a la empresa Lybster S.A. por una serie de irregularidades en la obra: faltaba ropa de trabajo, cascos y calzado de seguridad, protecciones oculares y auditivas, señalización y protección de zanjas y excavaciones. Además, señalaron la falta del uso de escaleras pese a la profundidad de la excavación que se estaba realizando.

Fuentes de la Agencia Gubernamental de Control consultadas explicaron que la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras (Dgfyco), organismo que depende de la AGC y está a cargo de Osvaldo Alonso, “se presentó el 25 de marzo a una inspección donde la empresa fue intimada a realizar tareas de apuntalamiento de medianeras y canaleteo para mejorar la submuración, es decir, las excavaciones previas”. Pero a pesar de estas irregularidades y el constante reclamo de los vecinos, la obra no fue clausurada y el 3 de abril la Dgfyco tenía programada una nueva inspección para verificar que la empresa hubiera realizado las mejoras requeridas. No llegaron: dos días antes, la obra de la calle Pavón se desplomó.

Luego de la tragedia, Alonso aseguró que la obra tenía los permisos necesarios, aunque reconoció que la empresa debía solucionar los problemas señalados. “La responsabilidad de solucionar esas falencias es del director de obra. Evidentemente hubo algo que hicieron mal, pero la responsabilidad de seguir o no la obra es del profesional matriculado”, sostuvo el funcionario en declaraciones a la prensa.

Desde la AGC señalaron que en 2018 el organismo recibió alrededor de 7000 denuncias por irregularidades en obras en construcción. “A partir de estas denuncias, los inspectores de la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras encontraron 2925 obras con irregularidades de las cuales se clausuraron 276”, detallaron. A esas denuncias, se les suman otras tantas por pequeños cerramientos y  refacciones, donde el número de clausuras es mayor.

“Los derrumbes no surgen de la nada. Las obras fueron autorizadas en su momento por el gobierno de Mauricio Macri, tal como hoy ocurre con Horacio Rodríguez Larreta”, analizó Miglino. “¿Dónde está la Justicia actuando contra los responsables? ¿Cuántos muertos tiene que haber para que cambie algo y se empiece a controlar?”, concluyó.

Usted es el visitante N°