Encuestas: Lammens lo llevaría a Larreta al ballotage

27.9.2019

Un sondeo de Proyección y de Clivajes, y otra de Federico González & Asociados arrojaron datos respecto a las elecciones de jefe de Gobierno en la Ciudad de Buenos Aires. Pese al esfuerzo de Juntos por el Cambio por mantener la Ciudad que fue cuna del macrismo, y tras la ola del Frente de Todos, los números arrojaron la existencia de una segunda vuelta en noviembre.

Un sondeo de Proyección y de Clivajes, y otra de Federico González & Asociados arrojaron datos respecto a las elecciones porteñas: el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta no superaría el 50 % en octubre. Por lo que tras la victoria del Frente de Todos a nivel nacional, y en la que también se sumó el festejo de varios de los gobernadores a lo largo de todo el año, el ex interventor del PAMI debería pasar por una instancia más electoral para saber el resultado final de quien gobernará el próximo período la Ciudad en la que habitan más de 3 millones de personas.
Parte del equipo de trabajo de Juntos por el Cambio porteño se mostró preocupado al ver la proyección de caída en intención de voto del presidente Mauricio Macri en donde arrastraría varios de los votos de Larreta, ya que el corte de boleta de las últimas elecciones fue de apenas el 1,8 %.
Una encuesta presencial de Federico González & Asociados, que se realizó con 600 casos de la ciudad de Buenos Aires con un margen de error de +/- 4,1 por ciento, reflejó que la fórmula Larreta-Santilli llegaría a 48,9%, mientras que el presidente de San Lorenzo Matías Lammens y la periodista Gisela Marziotta sumarían el 40,7% de los votos.
Con estos números, uno de los integrantes de la mesa chica del gobierno de Mauricio Macri solo quedaría a 1,1 puntos debajo del 50 % necesario para ganar sin segunda vuelta. Más allá que el final está claramente abierto y el número sea mínimo, el oficialismo no logró su objetivo.
Luego de Lammens, se encuentra el economista Matías Tombolini de Consenso Federal con el 7,3 % y le sigue Gabriel Solano del Frente de Izquierda con el 3,1 %. Estos porcentajes no contemplan el 6,9 % de votos en blanco pero sí la proyección del 10,4%.
Por último, la consultora preguntó en un posible escenario de ballotage: el líder de Juntos por el Cambio y su adversario del Frente de Todos sacarían 52,8 % y 47,2 % respectivamente.
Los otros dos estudios son de Proyección y de Clivajes y mostraron un panorama similar en todos los sentidos: el macrismo porteño no lograría superar el 50 por ciento el 27 octubre y Lammens conseguiría llegar a una segunda vuelta, pero allí el actual jefe de Gobierno retendría la Ciudad.

Se multiplican las denuncias de empleados porteños obligados a hacer campaña por Cambiemos

27.9.2019

A pesar de estar prohibido por ley, afirman que reciben órdenes de sus jefes para participar de timbreos, actividades en los call center, volanteadas o charlas con los vecinos para la gestión de Horacio Rodríguez Larreta.

Se multiplican las denuncias de empleados porteños obligados a hacer campaña por Cambiemos. Las denuncias de trabajadores y trabajadoras del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires acerca de que reciben órdenes de sus jefes para participar de timbreos, actividades en los call center, volanteadas o charlas con los vecinos para la gestión de Horacio Rodríguez Larreta están siendo investigadas por la fiscalía que conduce Jorge Di Lello. El fiscal federal inició de oficio una pesquisa preliminar por la presunta infracción al Código Electoral, ya que distorsionar la actividad de los trabajadores en ese sentido está prohibido por ley. Florencia Rodríguez y Lucía Sánchez Vilar ratificaron sendas denuncias al respecto. Trabajan en el Autódromo porteño y se negaron a participar de ese tipo de actividades. Antes y después de la PASO los trabajadores del ministerio de Ambiente y Espacio Público del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recibieron hostigamiento con el fin de hacer tareas de militancia a favor de Horacio Rodríguez Larreta. Florencia Rodríguez trabaja en el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires. Cobra su salario como monotributista y le hacen un contrato anual que se renueva (o no) cada diciembre. “En esa época se hicieron reuniones con todo el equipo en las que se nos indicaba que por ‘órdenes de arriba’ teníamos que participar de actividades de campaña: volanteadas, actos políticos, timbreos, presencias en los calle center”, contó la trabajadora. Aseguró que a los que se negaban a participar les decían que si no se sumaban a algún evento, tarde o temprano se iba a tener que ir del gobierno porteño por su “falta de compromiso”. Florencia lo denunció por escrito en la fiscalía de Di Lello. A Lucía Sánchez le “pidieron ir a volantear, como a todos los del autódromo. Boleta completa con Macri y sólo boletas de Larreta. Y a todos nos amenazaron con echarnos si no lo hacíamos”. Y agregó que “nos empezamos a dar cuenta de que había testimonios similares tanto en Nación, como en Provincia, como en las intendencias. En municipios como Lanús, Quilmes, Morón y San Miguel pasa lo mismo”. Cabe señalar que pedirles a los empleados porteños actividades de militancia está vedado por ley 25.164, que en el inciso E del artículo 24 establece “la prohibición para los empleados públicos de valerse directa o indirectamente de facultades o prerrogativas inherentes a sus funciones para fines ajenos dicha función o para realizar proselitismo o acción política”.

Los testimonios anónimos

Estas son algunas de las historias que publicadas, las cuales se recogieron anónimamente por el temor de los trabajadores y trabajadoras a perder su fuente de ingresos. 1. “Tuvimos un llamamiento a fiscalizar la PASO y nos dijeron que era un momento de `devolver gentilezas´. No hay posibilidades de decir que no, aunque aclaren que no te obligan, cuando es tu jefe el que te está pidiendo el favor”
2. “Entré a trabajar en el programa Compromiso Barrial bajo la dirección de Paula Uhalde para la Secretaría de Cultura Ciudadana y Función Pública en el mes de agosto de 2013. Me obligaban a realizar timbreos, ir al call center, entregar folletería en distintas comunas”
3. “Al call center nos hacían ir a todos en horario laboral durante la campaña del 2017”.
4. “Nos pedían que hiciéramos actividades de campaña, nos dijeron que tenían carácter voluntario, pero empezaron a manipularnos con el tema del acompañamiento y el apoyo que debíamos mostrar”.
5. “En ese momento estaba contratada. Me mandaron dos veces a un call center de Once y tuve que llamar vecinos para difundir las ciclovías de Larreta, otra vez en Temperley a doblar boletas. Cuando yo lo contaba, nadie me creía”.
6. “Aproximadamente una vez por mes pedían dos personas del sector call center, volantear, timbrear. Fui una vez: tenía que hablarles a los vecinos sobre el viaducto San Martín. Dejé de trabajar allí hace un par de meses”.
7. “Tuve que ir varias veces al call center sin opción a decir que no. Acepté por temor a perder mi trabajo. Me pidieron ir a timbrear obligatoriamente fuera de mi horario laboral. Y para la PASO me pidieron ser fiscal, cosa que pude evitar ya que lo hicieron con poca antelación y pude poner excusas. Pero no sé qué voy a decir en octubre si me lo vuelven a pedir”.
8. “Previo a la PASO me indicaron que me tocaba ‘timbrear’ y entregar folletos. Pude escapar diciendo que tenía otras responsabilidades laborales dentro del organismo”.
9. “Cuando entré en 2016 me contaron que para las elecciones nacionales de 2015 los habían hecho fiscalizar. Yo sólo participé una vez de un call center y una vez de timbreo porque mi jefe me hizo zafar lo más que pudo, pero todos teníamos que ir. A la mayoría le daba ‘paja’, sobre todo el timbreo que era el sábado a la mañana”.

«Tano» Catalano, de ATE Capital: «Ojalá no debamos salir a cantar que se llenó de gorilas el gobierno popular»

26.9.2019

El secretario general de ATE Capital se refirió a la reunión de Alberto Fernández con Randazzo y a la convivencia de las diferentes miradas que componen el Frente de Todos en un eventual gobierno: «Confío en la muñeca de Alberto, pero hay gente que representa intereses que no son los del pueblo», afirmó. La grave amenaza contra un delegado del gremio.

El secretario general de ATE Capital, Daniel “Tano” Catalano se refirió a las tensiones posibles dentro del armado del Frente de Todos: “Hay que ver qué representa el “Todos” con el que Alberto piensa juntarse. Para mi Massa fue parte de las leyes que entorpecieron una mejor calidad de vida. Los acuerdos con cierto sector de la CGT que fue cómplice de lo que pasa no le deja mucho marco de comunidad con muchos compañeros que estuvimos resistiendo estos cuatro años: Daer, Acuña, compañeros con los que vamos a tener que trabajar y coincidir mucho, pero no significa que me sienta cómodo con lo que hicieron”.
En diálogo con Adrián Murano en Futuro Imperfecto (Somos Radio y Cítrica Radio), el dirigente agregó: “Yo no creo que hayan reflexionado: es conveniencia política en el marco de esta etapa. Esa gente representa otros intereses que no son los del pueblo argentino. Hay que confiar en Alberto para eso. No quisiera que tengamos que lamentar este tipo de acuerdos. Yo no sé si los que lo rodean cambiaron su forma de ver el mundo. Espero que Alberto tenga la muñeca necesaria y no debamos cantar ‘qué pasa que se llenó de gorilas el gobierno popular’».
En relación a las novedades sobre la relación con el FMI, Catalano advirtió que ve difícil ”pensar en diciembre. Yo entiendo que haya gente celebrando que no se complete el acuerdo con el FMI, pero eso puede generar una disparada de la inflación. Los caminos que se están tomando llevan a una hiperinflación”.
En otro tramo de la entrevista, el dirigente dio detalles sobre el simulacro de fusilamiento a un delegado del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos: “A Lisandro lo abordan a dos cuadras de su casa, lo reducen en un lugar donde no hay cámaras y le dicen “decile a Catalano que se deje de joder con los indios”, le pegan y le realizan un simulacro de fusilamiento”.
“Hubo una utilización de recursos del estado para hacer este apriete por la logística que hubo en juego. Esto tiene que ver con que de alguna manera estamos entorpeciendo alguna función del Estado, y conociendo la doctrina de Patricia Bullrich, no tenemos duda de que algo está sucediendo en el Estado”, denunció el dirigente gremial.

Lisandro Teszkiewicz: “A Mariana Gómez la condenan por ser una lesbiana que no toleró que la pisoteen”

24.9.2019

Por Josefina Figueroa

El representante legal de la mujer detenida y procesada por “resistencia a la autoridad” tras defenderse de las agresiones de un oficial de policía en la estación de subte de Contitución, durante octubre del 2017, visitó DEL OTRO LADO. Sus principales definiciones sobre las arbitrariedades de la causa.

El abogado Lisandro Teszkiewicz visitó el programa tras conocerse la sentencia que estableció un año de prisión en suspenso a Mariana Gómez por los cargos de “resistencia a la autoridad” y de “lesiones graves”. En el presente continúan a la espera de una audiencia ante la sala 2 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, donde se solicitó una revisión del fallo. A continuación, sus frases más destacadas de la entrevista.

Detención de Mariana Gómez

“Es un caso muy simbólico. Hace dos años que Mariana es sometida a proceso por figuras que la policía siempre utiliza en casos de abuso policial. Siempre terminan acusando a la víctima de una resistencia a la autoridad. Después de 21 meses solo tuvimos audiencias orales, en las que se pudo demostrar con testimonios y pericias médicas, que las lesiones no eran graves como dijeron en su momento. La propia mujer policía declara en el juicio que Mariana se aferra a su pelo cuando está cayendo al piso, mientras uno de sus colegas la arrojaba al suelo. Además, pudimos demostrar que no existieron carteles de prohibido fumar y que había más gente fumando en el predio”.

Arbitrariedades en el tratamiento del caso

“A través de las pruebas y la Constitución, pudimos demostrar, y lo reconoce la jueza en el fallo, que la ley que prohíbe fumar en las estaciones de subte, no prevé una sanción para la persona que fuma. Lo que debe hacer el policía es solicitar el cese de la actividad en el lugar. Lo que declara el policía, en cambio, es que quiso retener a Mariana para poder labrarle un acta que no existe en la ley. Acción que la jueza legitimó en el juicio. Entonces, por primera vez desde la recuperación democrática tenemos un fallo de una jueza que dice que hay un policía deteniendo a una persona, en nombre de una ley que no prevé la detención de la misma, pero no importa”.
“Teniendo en cuenta lo que describe la norma, el cargo de resistencia a la autoridad no soporta la imputación. Sin embargo le dieron un año de prisión. Es una condena exorbitante”.

Antecedentes

“Hay un informe en la Corte Interamericana de Derechos Humanos publicado en el 2015 que titula ‘Violencia hacia el colectivo LGBTI en América’. Ahí describe cómo las disidencias son víctima de la violencia institucional a lo largo y ancho del continente. El Estado argentino parece haber tomado ese informe como un manual de instrucciones. Sucede exactamente lo mismo: abuso policial discriminador y lesbofóbico, que es convalidado por el poder judicial en casos de delitos menores”.
“Vivimos en un país donde el abuso de autoridad y la convalidación judicial de eso, es cada vez más moneda corriente. Estas instituciones, más la judicial que las fuerzas de seguridad, son las que menos transformaciones han tenido en la última etapa democrática. En el momento actual de Argentina, donde tenemos presos políticos y el debate político se desarrolla en gran medida a través de la persecución, el poder Judicial tiene rienda suelta para su arbitrariedad pero es una condición estructural”.
“A Mariana la condenan por creer que tiene los mismos derechos que cualquier otra persona en este país y por ser una lesbiana que no toleró que la pisoteen. Eso es lo que, primero la policía y después el poder judicial, no le perdonan”
Cómo continua el proceso judicial
“Creemos que la doctora Marta Aurora Yungano (jueza) se equivoca y por eso vamos a ir con un recurso ante la Cámara de Casación solicitando que se revierta este fallo y que se absuelva a Mariana. Es urgente la aplicación de la Ley Micaela que establece que todos los órganos de poder de nuestro Estado y sus representantes, tienen que tener una formación en perspectiva de género”

«La policía entró a nuestra casa a robarnos la plata»

23.9.2019

Por Mariana Aquino

La Policía de la Ciudad de Buenos Aires ingresó por la fuerza a una casa donde viven al menos 28 senegaleses. Golpeó a cuatro de ellos y le secuestró de forma ilegal mercaderías. Se llevaron más de 150.000 pesos.

«A un chico le dijeron que salga de su pieza, lo hicieron salir a la fuerza. Lo golpearon, lo tiraron y lo esposaron. En su billetera tenía cinco mil pesos. Cuando volvió a entrar a la habitación, la billetera estaba debajo de la cama, sin los cinco mil pesos. Es plata que usamos para ayudar a nuestros familiares en Senegal. ¿Hasta cuándo nos van a seguir robando y persiguiendo? La gente habla y no sabe», denuncia Alba en las puertas de la pensión de Alsina al 2672.
La calle Alsina es un caos. Son muchos, hablan todos a la vez. Están asustados y tristes. Los vendedores senegaleses otra vez fueron el centro de la persecución de la policía de Horacio Rodríguez Larreta. Con una orden de la fiscal Celsa Ramírez, a las 7 de la mañana llegó el operativo de la Policía de la Ciudad a la casa en la que viven al menos 28 de ellos. ¿Qué buscaba la policía? Secuestrar la mercadería que venden habitualmente por las calles de Once. Eran más de 20 policías armados frente a un grupo de senegaleses indefensos. Entraron por la fuerza y de forma violenta a cada una de las habitaciones, rompieron vidrios, cerraduras, puertas y ventanas. Golpearon a varios y se llevaron pertenencias personales, teléfonos celulares, mercadería y plata: al menos 150 mil pesos. En ningún documento quedó asentada la cantidad y procedencia de la mercadería secuestrada.
Alba, en un perfecto castellano, denuncia: «Si vienen a nuestras casas van a encontrar plata porque nosotros laburamos de lunes a lunes. De enero a diciembre. No descansamos ni un día. La plata la tenemos nosotros, y la Policía lo sabe. Por eso entraron y lo sacaron de la habitación: para llevarse la plata”. Alba aprovecha el micrófono para contar todo lo que pasó esta mañana, que es una muestra de lo que padecen a diario: “A él le llevaron 9.500 pesos, a él 40.000 pesos. Sólo queremos trabajar. ¿Sabés todo el sacrificio que tenemos que hacer para guardar 40.000 pesos? Tenemos que pagar el alquiler, la mercadería. Y vienen y nos sacan. Siempre es lo mismo».
Baye nos invita a subir a la casa que horas antes fue reventada por la policía de Larreta. Él lleva dos años en Argentina y se siente harto de tanta discriminación, xenofobia y represión hacia sus compañeros senegaleses. “Se llevaron las cosas de nuestros amigos, de nuestros compañeros. Les hicieron mucho mal, los lastimaron. Le sacaron la plata y los celulares. Ellos no están para trabajar, sino para robarnos y mostrarnos que nosotros no somos argentinos: somos africanos. Estamos tristes, estamos hartos. Por dios, no aguantamos más acá”.
Maxi Ndiye está de paso por la casa. El viene a Buenos Aires a comprar mercadería y viaja por las provincias para venderla. Ayer hizo una compra de 70.000 pesos y hoy la perdió. La policía se llevó toda su mercadería y los 4.000 pesos que tenía en su billetera.
Otro vendedor senegalés también lo perdió todo. Prefiere no dar su nombre ni salir en las fotos. “No quiero más problemas”, dice. Pero sí que se conozca su caso, tal vez se lo puede ayudar. Tiene que viajar pasado mañana a Senegal, le llevaron la plata, los regalos que le compró a su familia, todo. Sus compañeros están juntando plata para reponer lo perdido. Para que pueda viajar y ver a su familia.
La indignación es muy grande: «No somos animales, somos seres humanos. Empiezo a pensar que lo hacen porque le molesta nuestro color, porque somos negros, estamos muy cansados de que nos discriminen y nos saquen las cosas», sentencia Baye.
En la casa de Alsina 2672 todos charlan en ronda, cabizbajos y con los ojos vidriosos. Tienen bronca e impotencia, están hartos de la xenofobia en las calles porteñas.

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