Maternidad en la UBA: las autoridades a marzo

28.2.2020

Por Guadalupe Oliverio y Sofía Achigar

La foto de una estudiante preparando un examen final con su hijo dormido al lado en la Facultad de Ciencias Sociales, se volvió viral en redes sociales y reabrió el debate sobre cómo es ser madre durante el paso por la universidad o si trabajas en ella.

En febrero aparecen los apuntes en la cama cuando lxs niñxs ya se fueron a dormir, las fotocopias inundan el asiento del colectivo rumbo al trabajo, encuentran un huequito entre bocado y bocado para ser leídos a la hora del almuerzo.
Sobre una de las mesas de la planta baja de la Facultad de Sociales -donde no hay comedor ni biblioteca-, ella resalta las principales ideas del texto con la mano izquierda y con la otra sostiene a su hijo que se quedó dormido entre papeles, lapiceras y mate.
“Hay que hacerle un monumento al esfuerzo” escribe alguien en el grupo de Facebook de la facultad. “¡Sí! una placa cuando se reciba”, se lee en el comentario de otra persona.

Discursos progresistas, realidad expulsiva

Pero el discurso meritocrático que repitieron hasta el hartazgo quienes son vocerxs del macrismo dándole letra a sus amigos del club “los liberales” (sí, sin x), contrasta con la realidad: 3 de cada 4 que ingresan a la Universidad de Buenos Aires terminan abandonando la cursada (1).
Estos números lejos de explicarse por una supuesta “falta de compromiso” (como nos quieren hacer creer los que consiguieron sus fortunas a costa del esfuerzo de otrxs), se comprenden cuando vemos que la única oferta laboral a la que accedemos lxs jóvenxs es en bares, restaurants, oficinas, call centers o búsqueda de fondos en la calle para ONGs, siempre con horarios rotativos que no encajan con los de la cursada y salarios que lejos están de llegar a la canasta básica familiar que es de $40.373,01 según informó el INDEC durante febrero.
Sol tiene 26 años, milita en la agrupación Pan y Rosas impulsada por el PTS en el Frente de Izquierda Unidad. Estudia Psicología en la UBA, trabaja y tiene una hija de 2 años. Vio por Twitter la foto de esa madre con su hijo e inmediatamente aparecieron en su cabeza los recuerdos de cómo fueron los primeros meses de su embarazo.
“Decidí hacer una materia intensiva en verano, la experiencia de cursar embarazada fue malísima por las condiciones de las aulas, estábamos todos amontonados, faltaban sillas, no había aire, incluso llegó a desmayarse gente y así que otra vez tuve que quedarme en casa, no podía cursar así, era peligroso”, contó. “Todo el primer año desde que nació mi hija fue imposible volver a cursar, no tenía con quién dejarla, menos pagarle a alguien para que lo haga por mí. Hoy sigo haciendo malabares con eso, incluso he ido a entregar parciales domiciliarios o trabajos prácticos con ella, pero no quiero llevarla a cursar conmigo. Lo pensé mucho, y la verdad es que me quedaría preocupada por dejarla en un lugar donde hay mucho ruido, se fuma o incluso le tenes que pedir que esté en silencio, sentada, sin corretear. Y son niñes, tienen que tener su propio espacio para jugar, interactuar. La realidad es que un jardín en la facultad ayudaría a las que tenemos hijos, tanto estudiantes como también docentes y no docentes. En Psico el jardín es un reclamo que viene hace bastantes años, se pide que sea un espacio apto y agradable para les niñes para que podamos continuar con la cursada y que sea gratuito y no esté privatizado para hacer un negocio”, afirmó.
Cuando leemos el relato de Sol o vemos como el movimiento de mujeres visibilizó que recaen con mayor responsabilidad en las mujeres las tareas de cuidado y crianza de lxs hijxs en una sociedad capitalista y patriarcal, nos damos cuenta que las autoridades de la universidad se llevaron a marzo la perspectiva de género.
La marea verde inundó un país entero en plazas, barrios, calles y las principales avenidas de todas las ciudades del país. Esa fuerza es la que está en las escuelas, terciarios, lugares de trabajo y en las universidades, aunque los dinosaurios de la UBA hagan todo para no verla.
El Rector Alberto Barbieri -máxima autoridad de la UBA- y lxs decanxs de las facultades se dividen entre quienes miran para otro lado, y quienes desde posturas feministas y progresistas tampoco cuestionan la estructura desigual que reina en las facultades. El impulso de cátedras y contenidos asociados a los debates de género y diversidad son un paso adelante en la UBA y esto se explica por la irrupción del movimiento de mujeres a nivel internacional, en la agenda política local y también en las universidades. Sin embargo, no puede hacernos perder de vista la vigencia de reclamos históricos de la comunidad educativa como en el caso de las Facultades de Sociales y Filosofía y Letras donde no existe jardín materno parental siendo la facultad de la UBA con más porcentaje de estudiantes que son padres o madres. O el caso de Psicología, donde luego del deterioro del jardín no se realizaron las obras pertinentes y continúa sin funcionar hace años.
Los casos de Filosofía y Ciencias Sociales son gráficos: en la primera, hasta diciembre hubo una decana mujer, Graciela Morgade, que renunció para integrar el ministerio de educación del gobierno de Alberto Fernández. Ella nunca quiso llevar adelante este reclamo que cambiaria de raíz la realidad de las mujeres en su facultad y que además estaba respaldada por la comisión de mujeres, diversidad sexual y de género de la Facultad, la anterior conducción del centro de estudiantes y cientos de docentxs y no docentxs de Puán 480. En el caso del edificio ubicado en el barrio Constitución, la máxima autoridad es Carolina Mera, que comparte el mismo espacio político que las autoridades de Filosofía y Letras, del Frente de Todos. Ella tampoco tiene como proyecto la construcción de un jardín en la sede y si bien este debate está en boca de todxs en su facultad, no le escuchamos ni una declaración al respecto.

Noticias, de ayer

Según el último censo realizado por la Universidad de Buenos Aires en 2011 el 62,7% de los estudiantes trabajan y un 19,8% se encontraba desocupado, pero buscando reinsertarse en el mundo laboral (2).
Lo gratuito de la universidad se pone en cuestión cuando hay que pagar apuntes que no paran de subir de precio, cuando la combinación de colectivo, subte y/o tren es sin boleto educativo gratuito, cuando el costo del transporte público aumentó considerablemente durante el macrismo y el actual ministro de Transporte, Mario Meoni, dijo que “probablemente” vuelvan a aumentarlo en el mes de mayo. Ni hablar del desayuno, almuerzo o merienda que ofrecen empresas privadas dentro de la universidad como única opción, a precios atados a la inflación, porque no hay comedores universitarios financiados por el estado que brinden viandas baratas para toda la comunidad educativa.
Radicales, macristas, peronistas y kirchneristas gobiernan la UBA hace años, sosteniendo un régimen precarizado y antidemocrático. Y tiene sentido, porque son los bloques políticos que en el Congreso y las provincias comparten que hay que pagarle al FMI quitando recursos de los presupuestos para educación, salud, vivienda, trabajo y planes contra la violencia machista. La contracara, problemas estructurales que se profundizan: la ausencia de jardines materno parentales y de la aplicación del protocolo contra la violencia de género en la UBA; de comedores estatales universitarios, las pésimas condiciones de infraestructura, el desfinanciamiento de becas, como también lxs miles de docentes ad honorem y no docentes con sueldos de miseria a lxs cuales quieren sacarles la cláusula gatillo y donde muchos no están en planta permanente.
La Universidad de Buenos Aires no es una isla, dentro de ella rigen las mismas reglas que afuera: que lleguen lxs que puedan.

El 8M por los reclamos de estudiantes, docentes y trabajadorxs de la educación

En poco más de una semana, el movimiento de mujeres y la diversidad sexual se prepara con fuerza para volver a inundar las calles en un nuevo 8 de Marzo internacional de las mujeres, por la aprobación del proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Aborto, por educación sexual y separación de las Iglesias y el Estado. Hay que preparar que los reclamos de la comunidad educativa se escuchen con fuerza junto al de estudiantes, trabajadoras, amas de casa: exigimos construcción de jardines materno parentales en todas las facultades y colegios de la UBA, así como edificios administrativos, con personal capacitado y oferta horaria amplia; por presupuesto ya para la aplicación efectiva del protocolo contra la violencia de género en todas las dependencias; por perspectiva de género en todas las carreras. Hay que exigir a las conducciones de los centros de estudiantes que tomen estos reclamos, que organicen instancias de debate y organización. Pan y Rosas llevará estos reclamos el día lunes 9 que será la movilización por el Día Internacional de la Mujer, y te invitamos a dar esta pelea juntas en cada facultad.
(1) https://www.clarin.com/sociedad/10-estudiantes-reciben-tiempo-universidad_0_B1QH9I7gm.html
(2) http://www.uba.ar/institucional/censos/Estudiantes2011/estudiantes2011.pdf

Capacitadores docentes en CABA precarizados

26.2.2020

Nucleados en el Colectivo de Capacitadorxs de Formación Situada de la Ciudad de Buenos Aires, iniciaron el año en conflicto. La mayoría trabaja bajo contrato de locación de servicio, que implica no cobrar aguinaldo ni vacaciones, y aún no firmó el contrato correspondiente a 2020 a pesar de que las jornadas de capacitación ya comenzaron. A su vez, el aumento prometido a fines del año pasado por las autoridades no se cumplió por lo que les ofrecen prácticamente el mismo salario de hace 15 meses.

“¿Te operarías con unx cirujanx que no se actualiza hace años? ¿Te subirías a un colectivo conducido por unx voluntarix? En CABA están impidiendo que lxs docentes de tus hijxs se capaciten, amenazando con dejar la formación docente situada a cargo de personal no especializado”, así comienza el comunicado que el Colectivo de Capacitadorxs de Formación Situada difundió para visibilizar el conflicto con que iniciaron el 2020.
Los capacitadores van a las escuelas a trabajar con los maestros y maestras las planificaciones y organización de los contenidos que se darán durante el año, se reúnen también con directivos y supervisores. El área tuvo una gran transformación en 2017 a partir de la creación, por parte del Ministerio de Educación de Nación, de la Formación Situada, ampliando los equipos de trabajo, y abarcando a más escuelas y distritos. Por ejemplo, en el caso de Ciencias Sociales se pasó de 10 u 11 capacitadores a los actuales 30.
A su vez, en estos tres años los capacitadores escribieron cuadernillos con propuestas de enseñanza que los maestros llevan adelante en las aulas y realizaron jornadas de capacitación distritales. Es decir, incrementaron su trabajo de campo y la producción de materiales y propuestas de enseñanza escrita para que los maestros trabajen con los estudiantes. “Hay mucho intercambio sobre cada contexto y cómo esas propuestas se pueden llevar a cabo, no es que es una propuesta técnica que sí o sí se tiene que hacer, sino que siempre entra en diálogo con las prácticas situadas y concretas de los distintos distritos”, explican desde el Colectivo.
“Las capacitaciones situadas son un dispositivo de formación docente sin precedentes en la ciudad que logró reunir en el trabajo pedagógico al conjunto de la docencia para reflexionar y enriquecer las prácticas de aula cumpliendo así con el derecho de lxs maestrxs de ser capacitadxs y de nuestrxs estudiantes de recibir educación pública de calidad”, detallan a su vez en el comunicado difundido.
Sin embargo, los contratos de los capacitadores son en muchos casos por horas cátedra, es decir que cobran como profesores de nivel superior pero, a pesar de la importancia de la tarea desarrollada y tal como sucede en diversos ámbitos estatales, son contratos que deben ir renovándose todos los años. A su vez, cuando se instala la Formación Situada, la gestión dispone que una parte del equipo de capacitadores, especialmente quienes ingresaban, tenga contratos de locación es decir que facturen como monotributistas, sin cobrar aguinaldo, ni vacaciones. En todos los casos, la renovación del contrato continúa siendo anual, dando cuenta de la precariedad del tipo de contratación ya que todos los años se debe renovar, y arbitrariamente las autoridades pueden resolver no hacerlo.

Éxito precarizado y atrasado

A fines del año pasado, las autoridades porteñas resolvieron ampliar a cuatro años más el dispositivo de formación situada ante el éxito y la muy buena recepción entre los y las docentes. Además, prometieron a los capacitadores que tienen contratos de locación que su hora cátedra iba a tener un incremento del 50%. Es decir que los capacitadores finalizaron 2019 con el contrato sin firmar y con la promesa de que con la renovación iban a tener un salario un 50% más elevado.
Sin embargo, esto no ocurrió. Ningún capacitador, e incluso muchos coordinadores, habían firmado el contrato al momento de empezar la Formación Situada a mediados de febrero. Vale aclarar que el dispositivo incluye en ese mes jornadas intensivas antes de que las y los docentes empiecen las clases. En este marco, se abordan las particularidades de la enseñanza de cada área, se presentan las propuestas para el año, se discute la planificación anual, se hace toda una tarea previa a que empiecen las clases con la intención de que lo que se trabaje allí se vuelque después en la organización de la enseñanza de cada área en las escuelas. Además, los capacitadores ya habían iniciado sus funciones en enero con la preparación de los materiales para estas jornadas. Todo esto sin recibir el llamado para firmar el contrato para 2020: “Cuando se acercaba la fecha del momento de trabajar con los maestros y maestras todos estábamos sin contrato firmado; con lo cual a la situación de precariedad e inestabilidad se agregaba que estábamos trabajando sin ningún tipo de cobertura mínima de un contrato con nuestro empleador. Recordando otro punto clave del conflicto que es que nos íbamos enterando que el monto que iban a recibir los contratos de locación de la mayoría de los capacitadores no era el prometido a fines de 2019, sino que estaban viniendo con salarios de hace 15 meses atrás”, indicaron desde el Colectivo.
Frente a la protesta de los capacitadores, los argumentos de las autoridades porteñas fue que Nación no les había girado el dinero, que entendían el reclamo pero que no podían pagar lo que ellos mismos habían prometido. A esto se sumaba que nadie había firmado el contrato y que a uno de los capacitadores directamente se le había negado la recontratación sin darle motivo o explicación alguna.

Organización y lucha

A partir de todas estas irregularidades e incumplimientos, los capacitadores comenzaron a organizarse como colectivo de trabajadores. Afirman que si bien cuentan con el apoyo, asesoramiento y presencia de dos de los sindicatos más grandes de docentes porteños como UTE y Ademys, que están siempre en sus asambleas y difunden el conflicto, en realidad su autorganización tiene que ver con la particularidad de su trabajo, ya que en general cada equipo, Ciencias Sociales, Matemática, Prácticas del Lenguaje, Conocimiento del Mundo, etcétera, trabaja de manera autónoma en distintos distritos, por lo que en general no se conocen entre sí. En este sentido, el primer paso de la organización fue justamente conocerse.
A su vez, el Colectivo ya realizó varias asambleas y pedidos de reuniones con el director de Escuelas de Maestros, Oscar Ghillione, pero el funcionario no los recibió antes del inicio de la formación situada, aunque sí lo hizo con los coordinadores a quienes les repitió el mismo argumento respecto a que no había dinero para pagar lo que habían prometido.
Frente a la falta de respuesta, el Colectivo decidió en asamblea tomar determinadas medidas con el objetivo de visibilizar el reclamo, como ir a las actividades de la formación situada y trabajar durante un tiempo el contenido pedagógico, pero también hacer asambleas con los propios maestros y maestras que estaban yendo a la capacitación.
Tras el primer día de esta acción, las autoridades convocaron a los coordinadores y coordinadoras a una reunión en la que los amenazaron con que si seguían este tipo de medidas se cerraría el dispositivo o los capacitadores serían reemplazados por personal ajeno al dispositivo.
Luego accedieron finalmente a reunirse con los representantes del Colectivo de trabajadores y trabajadoras. Gillione recién los recibió el pasado jueves 20 de febrero a última hora de la tarde y repitió los mismos argumentos: “Entienden nuestro reclamo pero no ponen nada por escrito, lo que nos permitiría garantizar ciertas condiciones, prometen que cuando en abril se cierre la paritaria ahí habría un incremento, pero siempre partiendo del monto de diciembre de 2018. El conflicto sigue abierto porque no hemos tenido respuesta, lo único que tenemos es la promesa de una nueva reunión la semana que viene y ahí veremos qué sucede”, detallaron desde el Colectivo a Red Eco.
Las clases están por comenzar, las jornadas intensivas entre capacitadores y docentes previas a la llegada de los estudiantes a las aulas están finalizando, pero quienes se encargan de orientar, planificar y organizar el ciclo lectivo junto a los maestros y maestras no solo continúan en condiciones precarias de contratación sino que muchos no han firmado la renovación y prácticamente ninguno recibirá el incremento salarial comprometido, manteniendo un sueldo similar al de hace 15 meses, con más del 50% de inflación sobre sus bolsillos.
Tal como señalaron desde el Colectivo de Capacitadorxs de Formación Situada en su comunicado: “Bajo estas condiciones, peligra tanto la continuidad del dispositivo como la calidad de la propuesta. Los equipos que tenemos a cargo este conjunto de tareas tenemos una amplia trayectoria en la reflexión sobre cuestiones disciplinares y didácticas y un profundo compromiso con el mejoramiento de la educación pública. El sostenimiento de esta capacitación depende de que se garanticen condiciones salariales y contractuales dignas. Sin capacitadorxs no hay situada. Por el derecho de enseñar y aprender en condiciones dignas”.

Denuncian torturas en la comisaría 7ª de Once

24.2.2020

Por Claudio Siniscalco

El titular del Sindicato de Vendedores Libres, Omar Guaraz, denunció que en la comisaría 7 de Once están torturando a vendedores ambulantes. “La policía lo detuvo, lo golpeó, y le quemaron los dedos con la plancha“, relató la tortura a uno de los vendedores. Además aseguró que “los apremios ilegales y las torturas en comisaría son algo sistemático”.

“Tuvimos conocimiento por medio de unas compañeras vendedoras, las cuales nos relataron este suceso que sucedió hace un poco más de un mes. Es habitual las detenciones, la represión es muy dura sobre todo contra los migrantes, contra el colectivo senegalés. Las torturas en comisarías a vendedores son moneda corriente, estamos hablando de la comisaría séptima que está en Once en la calle Lavalle a metros de Pueyrredón“, afirmó Guaraz.
Además, el titular del sindicato de vendedores libres se refirió al episodio que tomó público conocimiento: “Este compañero sale a defender a una compañera y es en ese momento en que la policía lo detiene, lo golpea. Una vez adentro le quemaron los dedos con la plancha. Subimos la foto porque los apremios ilegales y las torturas en comisaría son algo sistemático“.
“Nos hemos juntado con los legisladores para contarles la situación de los vendedores, entre ellas las torturas en las comisarías. Fuimos con una comisión de todo los bloques a excepción de Cambiemos que no fueron. Tuvimos una charla con los comisarios donde ellos negaban estos hechos, decían que cumplían sus funciones, que tenían órdenes por parte del gobierno de la Ciudad de no dejar a ningún vendedor. Negaban sobre todo las detenciones ilegales. Recordemos que en el último año nosotros hemos tenido, sólo en Flores y en Once, más de 1200 vendedores detenidos. Todo se da en una lógica para detener a los vendedores e imputarlos falsamente“, explicó Guaraz.
Asimismo, el titular del sindicato, concluyó: “Esto es un claro acto mafioso, ellos saben perfectamente que la gran mayoría de los vendedores tienen miedo y saben también que las huellas de las torturas y los relatos los van a contar entre vendedores para que el miedo se instale”.

La Policía de la Ciudad detuvo a vendedor ambulante y le quemó las manos con una plancha

21.2.2020

Efectivos de la Comisaría Séptima del barrio porteño de Once apresaron a un vendedor que intentó defender a una compañera tras una represión y secuestro de mercaderías. El sindicato de Vendedores Libres denuncia que las torturas en comisarías a los ambulantes son moneda corriente.

El titular del sindicato Vendedores Libres Omar Guaraz relató cómo un vendedor ambulante fue detenido y torturado por efectivos de la Comisaría Séptima de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, ubicada en la calle Lavalle a metros de Avenida Pueyrredón en el barrio porteño de Once.
El titular de Vendedores Libres explicó: “Este compañero sale a defender una compañera mujer y en ese momento la Policía lo detiene, lo golpea y una vez adentro le queman los dedos con la plancha. Tuvimos conocimiento por medio de unas compañeras vendedoras, las cuales nos relataron este suceso que sucedió hace un poco más de un mes”.
Guaraz denunció que son habituales las detenciones. “La represión es muy dura sobretodo contra los migrantes, contra el colectivo senegalés. Las torturas en comisarías a vendedores son moneda corriente, estamos hablando de la Comisaría Séptima que está en Once en la calle Lavalle a metros de Pueyrredón. Recordemos que en el último año nosotros hemos tenido, sólo en Flores y en Once, más de 1.200 vendedores detenidos. Todo se da en una lógica para detener a los vendedores e imputarlos falsamente”.
“Semejante brutalidad no es una excepción, si no que este accionar de la Policía de la Ciudad se repite contra los vendedores ambulantes que todos los días buscan la manera de ganarse la vida”, agregó.
Guaraz aseguró que existe un plan sistemático del jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, para que la Policía se dedique a “perseguir, detener en forma ilegal, golpear y hasta torturar, para amedrentar y disciplinar a trabajadores informales”. Además explicó que la Relatoría de la ONU pudo presenciar un operativo contra inmigrantes senegaleses y que a raíz de ello emitió un comunicado crítico donde denuncia este tipo de situaciones en la ciudad de Buenos Aires.
Alejandrina Barry repudió el accionar de la Policía de la Ciudad y se solidarizó con las víctimas “Una brutalidad, un hecho gravísimo que no puede quedar impune. La represión a los vendedores ambulantes y a los más humildes, es una realidad cotidiana en esta Ciudad” publicó en su cuenta de Facebook y advirtió “Con Myriam Bregman desde la Comisión contra la Violencia Institucional, lo denunciamos constantemente. No son policías sueltos, es una política para expulsar a los más humildes de la Ciudad con estos métodos aberrantes. Todo nuestro repudio” .
El Gobierno de Larreta tiene una larga lista de represiones en su haber. Pero no es el único. En enero de 2017 la entonces Policía Metropolitana desmanteló más de dos mil puestos ambulantes en el barrio de Once con un despliegue desproporcionado de carros hidrantes y de asalto a los que se sumaron también efectivos de infantería.
En 2018 comenzó con un fuerte operativo de la Policía de la Ciudad desplegado en el barrio porteño de Liniers donde desalojaron alrededor de 500 puestos de vendedores ambulantes.
En abril de 2019 la policía Metropolitana, llevó adelante un operativo contra vendedores ambulantes de Once, muchos de ellos y ellas inmigrantes senegaleses que trabajan en las peores condiciones. Frente a la resistencia generalizada ante el operativo, reprimieron con gases lacrimógenos a un centenar de personas que se encontraban sobre la Avenida Pueyrredón. Lo más repudiable fue que uno de los policías le tiró gas pimienta a un chico de 12 años que estaba junto a su mamá en el lugar.

Artesanías originarias de la línea sur rionegrina en la estación Congreso

20.2.2020

La senadora Silvina García Larraburu promovió la realización de una muestra de artesanías rurales elaboradas por mujeres indígenas de la línea sur rionegrina, en la vitrina de la estación Congreso del subte A en la capital del país.

Gente de Sumuncura es una cooperativa de trabajo que nuclea 100 mujeres tejedoras de pueblos originarios pertenecientes a las localidades de Sierra Colorada, Ramos Mexía y Los Menucos.
“Desde hace más de 20 años, estas trabajadoras incansables, se han capacitado en diferentes técnicas de tejido con el objetivo de reivindicar y conservar la tradición mapuche. Además han aprendido sobre cooperativas y desarrollo productivo, se han organizado y contribuyen activamente a la economía familiar”, señaló la parlamentaria.
El Intendente de Sierra Colorada, Fabián Pilquinao, visitó la muestra y dijo: “Quiero agradecerle a la senadora García Larraburu por su compromiso y reivindicar la puesta en valor de nuestras artesanas en este lugar tan estratégico de la Ciudad de Buenos Aires. La gente que pasa por el subte puede ver esa mano de obra, de mucho esfuerzo y sacrificio, y nuestra cultura expresada en el trabajo”.
También estuvo presente, el legislador provincial Alejandro Marinao quien celebró la apertura de la muestra y agradeció a la parlamentaria por su constante compromiso con el pueblo rionegrino.
Sandra Martínez, síndica de la Cooperativa e integrante originaria expresó: “Para nosotras es muy valiosa esta oportunidad de mostrar lo que hacemos. Gracias Silvina por tu apoyo y acompañamiento”.
“Deseo invitar a toda la comunidad a esta hermosa muestra, tan representativa de la cultura local. Este espacio resulta ideal para transmitir un poco del gran trabajo que realizan estas mujeres. Ellas, con sus manos, transforman la materia prima en verdaderas obras de arte, son un ejemplo de superación y un orgullo rionegrino”, finalizó García Larraburu.

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