Trabajadores de salud mental exigen condiciones de bioseguridad a Larreta

30.3.2020

Trabajadores del Ameghino convocados para asistir a los pasajeros repatriados del extranjero, aislados en hoteles de la ciudad, exigieron condiciones de protección sanitaria acordes y propusieron un protocolo de actuación, que las autoridades desoyeron.

El miércoles 25 de marzo, los profesionales de los Centros de Salud Mental Nº 1 y el N°3 Dr. Arturo Ameghino, recibieron una comunicación de la Dirección de Salud Mental del Gobierno de la Ciudad solicitando la conformación de equipos profesionales para asistir psicológicamente a las personas que se encuentran realizando la cuarentena en hoteles de la ciudad.
Las autoridades del Ministerio de Salud de la Ciudad, los convoca a brindar asistencia telefónica desde el lobby de los hoteles. Recordemos que en los hoteles de la ciudad se encuentras los pasajeros regresados y repatriados del extranjero, con altas posibilidades de contagio, quienes se encuentran aislados, sin ningún testeo ni control sanitario.
En asamblea autoconvocada junto a los directivos del Centro de Salud, dejaron claro su predisposición a brindar servicio “ofrecimos nuestra absoluta disposición y compromiso a trabajar y asistir a aquellas personas que lo necesitasen en el marco de la emergencia sanitaria, ofreciendo alternativas suficientes para poder responder a esta demanda desde nuestro lugar de trabajo, sin necesidad de exponernos a circular”.
Al mismo tiempo ofrecieron el servicio la asistencia presencial en caso de que sea necesario, para lo cual exigieron que sea bajo la estricta protección sanitaria adecuada al caso.
Sin embargo, “no sólo se han negado cada uno de los pedidos –que se amparan en los derechos de los trabajadores y en las disposiciones de bioseguridad expedidas por la OMS y el Ministerio de Salud de la Nación- sino que además se nos solicita que los mismos trabajadores lleven alcohol en gel y un cuaderno para anotar las prestaciones que allí se brinden. Por respuesta, se resolvió una distribución arbitraria de los profesionales para asistir a los huéspedes/internados en los diferentes hoteles a partir del lunes 30/03. No se presentó ningún plan de trabajo, esquema, protocolo, ni recursos suficientes para contener una situación que ellos mismos generaron al obligar a los pasajeros a hospedarse en los hoteles”.
En el Ameghino, sigue el comunicado: “el atropello de parte de las autoridades, la falta de consenso y respuestas adecuadas ante la situación de emergencia sanitaria. La arbitrariedad de enviar a realizar dichas tareas a profesionales que se encuadran dentro de las personas de riesgo, exponiéndonos a nosotros y dejando sin atención a la comunidad que asiste regularmente a nuestra institución”.
Las crisis, como la actual, exhiben las deficiencias de los criterios de empresarios, sus apoderados y funcionarios, para dar respuestas a las necesidades. Los trabajadores, esos que para los que diseñan las gestiones y sus gerentes se encuentran en “las trincheras”, encuentran las respuestas ante los problemas a través de la imaginación, la responsabilidad y la lucha; mientras los funcionarios priorizan el marketing televisivo.
A modo de pregunta para la reflexión: ¿No muestran estas experiencias y crisis, ¿quiénes son los que realmente pueden dirigir las instituciones de salud en la sociedad? Creemos que sí y acá hay un pequeño gran ejemplo: Los trabajadores, en este caso de la salud mental.
A continuación, reproducimos el comunicado:

CENTRO DE SALUD MENTAL N° 3 DR. A. AMEGHINO

El día miércoles 25/3 los profesionales del Centro de Salud Mental N°3 recibimos una comunicación de la Dirección de Salud Mental del Gobierno de la Ciudad (Nº 2020-10253514 GCBA-DGSM) solicitando que debíamos conformar equipos profesionales para trasladarnos a los hoteles de la Ciudad de Buenos Aires que están alojando las personas que han regresado de zonas de riesgo con alta circulación del virus covid-19, para brindar asistencia telefónica desde el lobby del hotel.
Los profesionales en asamblea autoconvocada y con el Director de nuestra institución presente, ofrecimos nuestra absoluta disposición y compromiso a trabajar y asistir a aquellas personas que lo necesitasen en el marco de la emergencia sanitaria, ofreciendo alternativas suficientes para poder responder a esta demanda desde nuestro lugar de trabajo, sin necesidad de exponernos a circular.
Ofrecimos también la posibilidad de asistir de forma presencial en los casos que se evaluasen como absolutamente imprescindible, solicitando para ello, el traslado hacia el hotel y el equipo de protección personal para nuestro cuidado y el de la sociedad toda.
Sin embargo, no sólo se nos ha negado cada uno de los pedidos -amparados en derechos de los trabajadores y en las disposiciones de bioseguridad expedidas por la OMS y el Ministerio de Salud de la Nación- sino que además se nos solicita que llevemos nuestro alcohol en gel y un cuaderno para anotar las prestaciones que allí brindemos.
Nos respondieron arbitrariamente repartiendo a los profesionales a diferentes hoteles para asistir desde el lunes 30/03, sin un esquema de trabajo claro, protocolo, ni recursos suficientes para contener una situación que ellos mismos generaron al obligar a los pasajeros a hospedarse en los hoteles.
Otro efecto de esta solicitud es que los pacientes de nuestro Centro de Salud Mental, que continúan en asistencia por vía telefónica desde el inicio de la cuarentena, organizada por los propios trabajadores, ya que no nos han brindado más recursos como ser líneas telefónicas o acceso a internet, quedarán sin asistencia debido a que tendremos que asistir a otro lugar de trabajo.
Por otro lado, desde el comienzo de la epidemia en nuestro país, el Gobierno de la Ciudad no nos proveyó del material necesario para la higiene y seguridad a los profesionales que seguimos asistiendo con regularidad en la institución, teniendo que conseguirlos por nuestra propia organización, siendo los insumos totalmente insuficientes debido a la dificultad conocida para acceder a los mismos.
Queremos denunciar el atropello de parte de las autoridades, la falta de consenso y respuestas adecuadas ante la situación de emergencia sanitaria. La arbitrariedad de enviar a realizar dichas tareas a profesionales que se encuadran dentro de las personas de riesgo, exponiéndonos a nosotros y dejando sin atención a la comunidad que asiste regularmente a nuestra institución.

Cuarentena de nutrientes: el reclamo al GCBA por las viandas escolares

29.3.2020

Por Natalia Daniel y Joaquín Malamud*

“Esta extraordinaria situación de cuarentena también puso en evidencia que les docentes somos actores fundamentales de la realidad política y social de nuestro país. Desde nuestro trabajo, desde nuestro compromiso cotidiano y desde el vínculo con las familias, tenemos un amplio conocimiento de la realidad y las necesidades que tienen las comunidades.”

La situación de la alimentación en la escuela, crítica desde hace varios años, no es más que una expresión de las problemáticas que atraviesa la educación pública en la Ciudad de Buenos Aires. El principal problema es que los comedores escolares son espacios privatizados dentro de la escuela pública, por lo que la alimentación escolar se guía bajo criterios empresariales de reducción de costos y maximización de ganancias y no se considera un derecho a garantizar. A pesar de encontrarnos en el distrito más rico del país, la comida entregada no alcanza ni de cerca el valor nutricional necesario para niñes en edad escolar y la calidad es tan baja que ni les funcionaries del gobierno se atreven a probarla en sus visitas a las escuelas.
A su vez, desde hace años las solicitudes de viandas y comedor tienen criterios para completarse y entregarse cada vez más restrictivos, las raciones son disminuidas bajo supuestos criterios de “alimentación saludable”, permanentemente nos encontramos con cambios en el menú que reducen la ya escasa cantidad de carne (como el reemplazo reciente del pastel de papa por pastel de lentejas) y en las pocas semanas de clase que hubo en este año llegaron a haber tres escuelas con casos de intoxicación por comida en mal estado.
Sin embargo, a pesar de todas estas falencias, el alimento que se entrega todos los días en los comedores de las escuelas muchas veces termina siendo la comida principal del día para muches de les alumnes. En algunas escuelas de jornada simple, a pesar de no haber comedor, se entrega un refrigerio que también es significativo para las familias, sobre todo en los barrios más pobres de la Capital. Cuando no hay clases, se entrega al mediodía una vianda para cada familia que consiste en un sándwich con una feta de fiambre y una de queso, y una fruta que muchas veces llega en mal estado.
A partir de la declaración de la cuarentena, el Gobierno anunció el feriado martes 24 de marzo por la noche una “reorganización” en la entrega de viandas que no fue informada a la mayor parte de las familias, y desconocía las realidades de los barrios y la organización existente entre las escuelas y los distritos escolares. Irresponsablemente generaron la aglomeración de gente en sedes de entrega de viandas y por las irregularidades y las modificaciones de información durante las jornadas muchas familias no pudieron acceder a la comida que les correspondía en esos días.
En el Distrito Escolar 15, en el barrio de Villa Urquiza, el alimento fue entregado en la escuela 15 y la leche en la escuela 22, a 15 cuadras de distancia. En muchas escuelas el Gobierno afirma por sus planillas que envía más viandas de las que efectivamente manda, como en la escuela 14 del Distrito Escolar 8, en Parque Chacabuco, donde no llegan las 385 raciones que corresponden.
En el Distrito Escolar 5, ya antes de la cuarentena total el Gobierno empezó a entregar la mitad de las viandas, por lo que las familias que llegaban últimas se quedaban sin nada. A la comunidad de la 11 DE 5, de la Villa 21-24, se le indicó que las viandas se iban a entregar en la escuela 12 pero cuando las familias se acercaron no recibieron nada, porque sin previo aviso se había modificado la sede de entrega a otra escuela fuera del barrio, a varias cuadras de distancia. Una situación parecida vivieron las familias del Normal 8, en San Cristóbal, quienes mandaron una escuela que queda a más de 15 cuadras a buscar un vaso de leche y un paquete de galletitas. Y algo similar le sucedió a la comunidad de la 15 DE 13: debían retirar las viandas en la escuela 12 DE 13, que a las familias de Samoré les queda a 15 cuadras y a las familias de Cildañez les queda a más de veinte.
En el sector 1 de adultes (Constitución, San Telmo, Retiro, Monserrat) se les informó a les estudiantes que tenían que buscar la vianda al mediodía. Cuando llegaron se encontraron con que las viandas recién iban a estar a las 18 hs, y quienes fueron a las 18 hs, nuevamente se encontraron con que no había nada.
En el programa Puentes Escolares, que trabaja con una mayoría de población en situación de calle, hoy más en riesgo que nunca por la exposición tanto al contagio como al hostigamiento policial, la primera semana de suspensión de clases recortaron las viandas a la mitad, luego dejaron de enviar leches a todas las sedes y finalmente hubo cambios en las sedes de entrega durante la jornada por lo que muches estudiantes se quedaron sin alimento.
Desde el concesionario señalaron que a ninguna escuela que cambiaba de dirección le asignaron leches y nunca respondieron al pedido de justificación. Las situaciones relatadas son solo algunas de las muchas que tuvieron lugar estas semanas. Después de hacer oídos sordos durante días, ante la presión e imposibilidad de sostener un sistema tan riesgoso e ineficaz, el Gobierno de la Ciudad tomó la propuesta que veníamos realizando desde las escuelas y los sindicatos de entregar bolsones, anunciando que se realizarán cada diez días y para quienes hayan presentado la solicitud de vianda o comedor.
Esta situación plantea tres problemáticas: por un lado, no queda claro dónde se hará dicha entrega, y cómo se evitará exponer a las familias a las aglomeraciones y caminatas de cuadras a las que se las viene exponiendo; por el otro, muchas solicitudes de vianda o comedor no han podido ser entregadas al entrar en cuarentena; y por último, basándonos en la experiencia, nos permitimos dudar de la calidad y valor nutricional de la comida que se entregará. Sostenemos, entonces, la exigencia de que los bolsones sean para cada alumne matriculade, que se retiren en las escuelas a las que asisten y que cuenten con comida nutritiva, entendiendo que una buena alimentación es condición indispensable para la salud en tiempos de pandemia. La alimentación de nuestres alumnes debe dejar de ser considerada un negocio y ser garantizada de una vez y para siempre como un derecho.
Esta extraordinaria situación de cuarentena también puso en evidencia que les docentes somos actores fundamentales de la realidad política y social de nuestro país. Desde nuestro trabajo, desde nuestro compromiso cotidiano y desde el vínculo con las familias, tenemos un amplio conocimiento de la realidad y las necesidades que tienen las comunidades. Es por eso que queremos ser escuchades y tenides en cuenta para pensar la mejor manera de llegar a los barrios. Como lo hacemos día a día en el aula, también hoy, en este contexto, queremos hacer nuestro aporte a la construcción de infancias y juventudes dignas.
*Docentes Caba, integrantes lista Lista Granate en UTE. Por decisión de los autores el artículo utiliza el lenguaje inclusivo.

Trabajar en cuarentena

29.3.2020

Trabajadoras de recolección de basura denuncian que el gobierno porteño no les brinda elementos de trabajo.

En Ciudad de Buenos Aires, las cuadrillas de recolección de basura de la cooperativa del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) sostienen su trabajo en las villas 1-11-14 y 31, garantizando condiciones de higiene y limpieza a la comunidad, además de mantener abiertos los comedores comunitarios tal como lo estipula el protocolo de la cuarentena. El gobierno porteño no les ha dado los suficientes elementos de trabajo, como guantes o alcohol en gel para su protección.
En la zona sur de la ciudad de Buenos Aires, en el bajo Flores, el barrio Padre Riccardelli, villa 1-11-14 se calcula que viven entre 65 y 70 mil personas y en condiciones precarias. En las últimas semanas previas a la cuarentena por coronavirus se detectó un brote de dengue, sarampión y tuberculosis.
En ese barrio se sostiene un merendero y espacio de niñez del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) que a pesar de la situación, sus cuadrillas salen a trabajar para mantener las condiciones de higiene y limpieza para toda la comunidad.
Delia, trabajadora integrante del FOL, nos relata “nosotras, las integrantes de la cooperativa, estamos trabajando en la cuadrilla desde la manzana 1 a la manzana 9, pasando por el frente de la cancha de San Lorenzo. Trabajamos con guantes, con barbijos que nosotras mismas los hemos costurado, porque el gobierno no nos ha dado nada.”
“Para el lunes ya no tenemos alcohol en gel, por ejemplo y nosotras nos cuidamos mucho de no tocar la basura, salimos y nos tenemos que arreglar con lo que hay”, denuncia Delia.
La denuncia de la falta de suministro de artículos de higiene y limpieza, alcohol en gel y repelente no es solo propiedad de ese barrio.
Mientras, en otro lado de la ciudad, en la villa 31, barrio Padre Mugica, otra cuadrilla del FOL sigue su trabajo de limpiar las calles y recolectar la basura. En esa cuadrilla, Irma, otra trabajadora del FOL, nos comenta como mantienen su trabajo en esta época de pandemia.
“Somos una cuadrilla de recolección, donde trabajamos todas compañeras. Hacemos el trabajo de recolectar residuos, de juntar la basura de la calle de las y los vecinos y nos encontramos con esta situación de que tenemos que trabajar en esta cuarentena, tenemos que salir a trabajar y mantener el lugar, el barrio limpio”.
Al relatar como lo viven las trabajadoras, Irma comenta “obviamente nos exponemos al salir a trabajar en este contexto, pero tenemos los cuidados necesarios y la verdad es que recibimos más de la organización que del propio gobierno para poder trabajar y cumplir con nuestra tarea.”
“Si bien pedimos todo los elementos para nosotras poder cuidarnos y para poder trabajar tranquila, estamos consiguiendo los materiales con el propio FOL, al comprar los guantes y hacer los barbijos”, prosigue Irma.
Aun en este marco, de cuarentena y aislamiento, además de trabajar y cumplir su tarea comunitaria, también construyen en el barrio, con las vecinas y los vecinos, forjando la conciencia y brindando la solidaridad que les nace.
“Hoy nos toca a nosotras salir a trabajar y hacer nuestro trabajo y decirles a las y los vecinos que nos tenemos que cuidar entre todos. Nosotras también tenemos hijos y tendríamos que estar en nuestras casas haciendo la cuarentena, como todos, pero estamos cumpliendo un trabajo, un deber que es importante por el tema de la salud. Estamos tratando de concientizar a las y los vecinos de que nos ayuden, que nos den una mano. Es día a día el trabajo en conjunto”, concluye Irma.
Para más información de los comedores y merenderos visitar la página de Facebook FOL Capital
A continuación reproducimos el video que realizó el periodista Guido Molteni sobre la cuadrilla de limpieza del barrio Carlos Mugica, donde refleja el trabajo de las cooperativistas del FOL
MUJERES de la villa 31: el trabajo invisibilizado de las PIQUETERAS, desde adentro

El ajuste de Larreta en la alimentación de la niñez

29.3.2020

Por Agustín Bontempo

El modelo de educación de Rodríguez Larreta expone cada vez más sus límites al profundizar la problemática de los comedores escolares. Entrevista con Natalia Daniel y Alejandra Giusti de la lista Granate de UTE.

El modelo de educación Pro es ya conocido. Desde los años de gestión de Mauricio Macri que los presupuestos se acotan, se estigmatiza a trabajadores y trabajadoras docentes y no docentes. Una perspectiva que asume total claridad con aquella frase en 2017 del entonces presidente: “Una terrible inequidad, de aquel que puede ir a la escuela privada versus aquel que tiene que caer en la escuela pública”.
La gestión de Horacio Rodríguez Larreta vino a continuar y profundizar varios puntos de esta situación. El 2020 arrancó con los reclamos salariales y por condiciones de trabajo de capacitadores y capacitadoras docentes pero veníamos de años de conflictos. Las falta de decenas de miles de vacantes para las y los niños que se repite, el intento de cierre de los institutos de formación para poder avanzar en la UNICABA, una medida que ajustaba a la educación, denigraba la formación y favorecía los negociados inmobiliarios pero pudo contenerse con la organización del las y los trabajadores del sector.
Todo esto venía a sumarse a la ya conocida deficiencia en materia de infraestructura que se evidencia ante cada lluvia, especialmente en las escuelas del sur de la Ciudad. Y esto no debe sorprender: la gestión de Soledad Acuña al frente del Ministerio de Educación de CABA redujo el presupuesto en mantenimiento en un %20 y en infraestructura en un %5. Esta reducción se enmarca en una crisis más general que se representa en el ajuste en todo el sistema educativo. Entre 2006 y 2019 el Pro redujo el presupuesto en educación en un %9. Los resultados están a la vista.
Ante este escenario general y con la propagación de la pandemia del coronavirus, era factible que en la ciudad donde los comedores escolares cumplen una función esencial especialmente en las familias con mayores dificultades económicas, sería adversa. Al respecto, hablamos con Natalia Daniel y Alejandra Giusti, integrantes de la lista Granate en la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).

Antes de la situación de la pandemia, ¿los comedores en qué situación estaban?

La crítica situación de los comedores escolares y de las viandas entregadas en las escuelas data de hace muchos años. La declaración de cuarentena ha dejado expuestas muchas de las irregularidades y deficiencias arrastradas a lo largo del tiempo mientras nuevas problemáticas se agregan al cuadro general, ante decisiones irresponsables y falta de escucha por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Partimos de un problema: el comedor escolar es un espacio privatizado dentro de la escuela pública. Esto significa que la alimentación en las escuelas se desarrolla bajo criterios empresariales de reducción de costos y maximización de ganancias, en vez de guiarse bajo la idea de derecho garantizado por el Estado. Las empresas concesionarias de comedores escolares tienen escaso o nulo control por parte del Estado y especulan sus ingresos con la malnutrición de les niñes en las escuelas.

¿Qué gestiones o reclamos vienen llevando desde su espacio para que el gobierno revise la situación?

Hace ya tiempo venimos denunciando que en el distrito más rico del país, la Ciudad de Buenos Aires, la comida entregada en la escuela (tanto la de comedor de las jornadas completas como las viandas de jornada simple) no alcanza ni de cerca el valor nutricional necesario para niñes en edad escolar. La calidad de la comida es tan baja que les mismes funcionaries del gobierno se han negado públicamente a probarla en sus visitas a las escuelas.
Las situaciones irregulares, denunciadas por los sindicatos en cada mesa de negociación con el gobierno, se repiten año tras año. En el 2017 el Gobierno de la Ciudad modificó el medio de acceso a las viandas, estableciendo un formulario on-line que cada familia debe bajar de internet, imprimir, completar y llevar al Distrito Escolar. Esta modalidad restrictiva y confusa hizo que se presentaran menos formularios de viandas no por falta de necesidad sino por imposibilidad de solicitarla. En 2018 se implementó el programa “Alimentación Saludable” que implicó la reducción de las raciones, la eliminación del pan (con el que lamentablemente muchas veces les niñes se llenaban ante la escasa comida del plato) y la especulación de cantidad de comida en función del ausentismo, enviando en promedio un 20% menos de raciones, a partir del supuesto de que esa cantidad de niñes falta a la escuela diariamente. Durante el 2019 modificaron el menú nuevamente, reduciendo aún más las cantidades de carne (reemplazando, por ejemplo, el pastel de papa y carne por pastel de lentejas). Y en el 2020, aún con las pocas semanas de clase que hubo, llegaron a haber tres escuelas con varios casos de intoxicación por comida en mal estado.

¿La situación se profundizó en esta coyuntura?

A pesar de todas estas falencias denunciadas, la comida que se da en la escuela sigue siendo, muchas veces, indispensable para las familias de los barrios populares de la Ciudad. Es por eso que la política adoptada por el Gobierno durante los últimos días para la continuidad de la entrega de comida escolar generó una situación crítica. A partir de la declaración de la cuarentena se determinó la entrega de viandas (es decir, un sanguche con una feta de queso y una feta de fiambre, más una fruta que muchas veces viene en mal estado) en todas las escuelas, sean de jornada simple o de jornada completa. A esto se suma la escasez de viandas debido a que, con la interrupción de las actividades escolares, muchas planillas para su solicitud no fueron entregadas por las familias.
Pero lo peor vino cuando, desconociendo las realidades de los barrios y la organización existente entre escuelas y distritos, el Gobierno propuso una “reorganización”, modificando y nucleando las sedes de entrega de alimentos en un solo edificio escolar para comunidades de dos o tres escuelas. No sólo generaron así la aglomeración de gente en las sedes de entrega, sino que supusieron que las familias podían trasladarse hasta veinte cuadras, exponiendo su salud y sorteando el creciente control policial.
Durante los días miércoles 25 y jueves 26 de marzo las situaciones conflictivas se repitieron en distintos puntos de la Capital Federal: en la villa 21, donde el hostigamiento policial se ha recrudecido, las familias tienen que trasladarse fuera del barrio, a más de quince cuadras. La comunidad del Esnaola de Saavedra debe buscar sus viandas a treinta cuadras de distancia, en Villa Urquiza. También hubo cambios de horarios y sedes de entrega durante el transcurso de la jornada, generando que muchas familias no reciban la comida, y en algunos lugares las leches fueron a un lugar y los sanguches a otro.

¿Qué medidas vienen adoptando desde su organización gremial?

En estos días desde las escuelas nos organizamos entre les docentes y las cooperadoras para avisarles a las familias por todos los medios posibles los lugares de entrega de viandas y para denunciar la situación actual. También, ante la inminente posibilidad de que la cuarentena se extienda, demandamos que se realice una reorganización íntegra del sistema de entrega de alimentos, en la que se garantice comida de calidad nutricional y la menor circulación y aglomeración de gente posible. En este sentido, propusimos que el gobierno asegure la entrega de bolsones de comida con alimentos diversos, saludables y nutritivos en las mismas escuelas a las que asisten les alumnes todos los días para todas las familias que lo soliciten.
Finalmente, después de hacer oídos sordos durante días, por la presión y ante la imposibilidad de sostener un sistema tan riesgoso como ineficaz, el Gobierno de la Ciudad tomó la propuesta de la entrega de bolsones, anunciando que se realizarán cada diez días. Sin embargo, no sólo surge la problemática de que aún no queda claro dónde se hará dicha entrega, sino que el anuncio indica que recibirán bolsón les alumnes que hayan presentado la solicitud de vianda o comedor, cuando sabemos que muchas solicitudes no han podido ser entregadas al entrar en cuarentena. Por otro lado, basándonos en la experiencia nos permitimos dudar de la calidad y valor nutricional de la comida que se entregará. Es por eso que sostenemos la exigencia de que los bolsones sean para cada alumne matriculade, que se retiren en las escuelas a las que asisten y que cuenten con comida nutritiva, entendiendo que en tiempos de pandemia, una buena alimentación es condición indispensable para la salud.

¿Cómo se enmarca esta situación en un plano más general de la educación en Ciudad?

El extraordinario proceso que estamos viviendo en la actualidad visibilizó una de las tantas problemáticas en las que se encuentra la educación pública. A partir de lo ocurrido esperamos y exigimos que la alimentación de nuestres alumnes deje de ser considerada un negocio y sea garantizada de una vez y para siempre como un derecho. Además esta situación de cuarentena puso en evidencia que les docentes somos actores fundamentales de la realidad política y social de nuestro país, y desde nuestro trabajo, desde nuestro compromiso cotidiano y desde el vínculo con la familias conocemos mejor que ninguna esfera estatal la realidad y las necesidades que tienen las comunidades. Sabemos que en los barrios populares es donde más se hace sentir la adversidad económica, habiendo una gran mayoría de familias sostenidas por trabajadores y trabajadoras de la economía popular, con empleos no registrados que en este momento no disponen de ingresos fijos. Es por eso que les docentes queremos ser escuchades y tenides en cuenta para pensar la mejor manera de llegar a los barrios. Como lo hacemos día a día en el aula, también hoy, ante esta situación queremos hacer nuestro aporte a la construcción de infancias y juventudes dignas.

El coronavirus obliga a dar respuestas urgentes a la crisis habitacional

26.3.2020

Sólo en la Ciudad, 7.251 personas viven en la calle, un 40% de los habitantes son inquilinos y hay más de 340.000 viviendas deshabitadas. Los vulnerables no tienen cómo enfrentar la pandemia y “resulta imprescindible una política de viviendas sociales”, afirma María Eva Koutsovitis, del IPyPP.

“El paradigma de los paradores y de los subsidios habitacionales se pensaron en la Ciudad hace, por lo menos, más de 20 años. En ese período vivimos, como mínimo, cuatro graves crisis económicas, sociales o sanitarias. Si no nos planteamos nuevos desafíos y nuevos marcos de actuación, ciudadanos y ciudadanas porteñas seguirán muriendo en la calle”, afirma María Eva Koutsovitis investigadora del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP).
Junto a Jonatan Baldiviezo, presidente del Observatorio por el Derecho a la Ciudad, elaboraron un informe sobre la creciente crisis habitacional de la Ciudad de Buenos Aires, hoy expuesta aún más con la emergencia sanitaria por el COVID-19.
De acuerdo al estudio, la crisis económica y social de 2001 intensificó las necesidades habitacionales de la población porteña. Los indicadores relacionados con el derecho a la vivienda digna tuvieron un comportamiento lineal negativo hasta el presente, dejando así a los sectores de más bajos recursos en la Ciudad de Buenos Aires mucho más vulnerables frente a esta pandemia.
• Se duplicó la cantidad de familias inquilinas, llegando a casi un 40%
• Se cuadruplicó la cantidad de personas que habitan en las villas (barrios populares según Ley N° 27.453). Son 400 mil personas que viven sin acceso formal y seguro a servicios públicos básicos y con niveles de hacinamiento generalizado.
• En el año 2011, en una audiencia pública convocada por la Corte Suprema, María Eugenia Vidal, en representación del GCBA, informó que había alrededor de 4.500 beneficiarios activos cobrando el subsidio habitacional para personas en situación de calle. A noviembre de 2019 esa cifra alcanzó los 10.615 subsidios.
• En la evolución histórica de las viviendas ociosas de la ciudad, según los censos nacionales se observa que en 1991 existían 31.559 viviendas deshabitadas, mientras que en el año 2001 el aumento fue significativo alcanzando las 126.956 viviendas deshabitadas. En 2010 se registraron 340.000 viviendas deshabitadas. Es probable que esa categoría englobe también oficinas, consultorios, etcétera, pero si nos atenemos a los porcentajes, al 2010 se decuplicó desde el 1991, y casi se triplicó desde el 2001.

Situación de calle

Según la Dirección General de Estadística y Censos de CABA, las personas en situación de calle incrementaron de 705 en el 2000, a 2016 en el año 2019 (870 en paradores y 1146 en la calle. El 77% hace más de un año que vive en la calle, y el 15% son personas mayores de 59 años.
En 2019, el segundo Censo Popular de Personas en Situación de Calle, que llevan adelante organizaciones sociales y voluntarias/os -porque desde el gobierno no se realizan relevamientos anuales-, desnudó una realidad que ante los ojos de los que saben ver ya era notoria: 7.251 personas viven en la calle. El número que oficialmente difundió la Ciudad fue de 1.146.
El 19 de marzo pasado, el DNU 297/2020 dispuso el aislamiento social, preventivo y obligatorio para todas las personas. “Este mandato presidencial resulta imposible de cumplir para las familias que viven en la calle. Esta medida sanitaria de prevención y las otras de cuidado personal deberían impeler al GCBA, ahora más que nunca, a adoptar medidas que garanticen el acceso a una vivienda digna y adecuada para estas familias”, resalta Koutsovitis.
Desde 2006, las dos políticas principales del gobierno de la Ciudad fueron los paradores y los subsidios habitacionales.

Paradores

Las personas que usen estos paradores o Centros de Inclusión Social deben seguir siendo consideradas en situación de calle, ya que en algunos se viven desalojos diarios (se deben retirar a un horario por la mañana y deben volver a ingresar por la tarde) y no pueden tener gran cantidad de pertenencias por el espacio. Además, separan a familias, no hay intimidad y se encuentran hacinadas. En un contexto así resulta imposible desarrollar un proyecto de vida.
En este escenario de crisis sanitaria, tampoco son lugares propicios para incorporar medidas de aislamiento o distanciamiento social. La convivencia de 150 personas o más en espacios reducidos genera un foco de riesgo de contagio significativo.
“Los paradores deberían existir para situaciones de extrema emergencia en las que se garantice un techo a familias por uno o dos días (inundaciones, incendios), pero constituye una violación de derechos humanos que sean usados en forma permanente como una solución habitacional. La Ley N° 3.706 es clara en esto”, agregó Baldiviezo.
Sin embargo, el GCBA volvió a apostar a los paradores frente a esta crisis. Ante esta situación, las y los trabajadores del programa Buenos Aires Presente (BAP) emitieron un comunicado donde informan que:
• Los pocos dispositivos habilitados no cuentan ya con vacantes para nuevos ingresos.
• Frente a la condición crítica alimentaria de las personas en situación de calle, el programa responde solamente con sándwiches.
• En relación con la higiene personal, las personas en calle están recibiendo jabón blanco cortado en pedacitos muy pequeños sabiendo que no cuentan con agua para poder activarlo y que no se les está proveyendo repelentes ni alcohol en gel.
• No se está atendiendo de manera suficiente a los adultos mayores por haber quedado desmantelado una semana antes el área del programa que los asistía en forma específica.
• En los pocos casos en los que se los aloja, constituye requisito previo llevarlos a hospitales generales para evaluaciones de salud, con el riesgo sanitario que ello implica para las personas y profesionales involucrados sin las condiciones mínimas de bioseguridad.
• Las únicas medidas específicas para este grupo de riesgo consisten en la apertura de un parador en la calle Uspallata N° 831 y una convocatoria de voluntarios para realizar tareas de asistencia.
“Resulta imprescindible que la Ciudad cuente con una política de viviendas sociales. Es decir, de viviendas de propiedad de la Ciudad y que, bajo su administración, sean entregadas a estos grupos vulneralizados, a través de alquileres con precios sociales o en forma gratuita con comodatos. Hasta que esta política esté operativa, bajo la crisis generada por el Covid-19 se debería implementar una política de alquiler de hoteles habilitados y en buenas condiciones, que están sin demanda por el freno al turismo”, sostuvo el presidente del Observatorio por el Derecho a la Ciudad.
La política mencionada por Baldiviezo fue implementada en la Ciudad de Córdoba, donde 200 personas en situación de calle fueron alojadas en hoteles y pensiones para realizar la cuarentena obligatoria.

Paradores del GCBA de ingreso directo

Parador Retiro (para hombres)
• Gendarmería Nacional 522.
• 4893-2182 / 1940.
• Atención las 24 horas los 365 días del año.
Parador Beppo Ghezzi (para hombres)
• Masantonio 2970.
• 4911-4966.
• Atención las 24 horas los 365 días del año.
Parador Azucena Villaflor (para mujeres solas y con hijos menores de edad)
• Piedras 1583.
• 4362-4478.
• Atención las 24 horas los 365 días del año.

Subsidios

El gobierno de la Ciudad, luego del cumplimiento de requisitos y condiciones, otorga una prestación económica mensual a las familias beneficiarias para que alquile una vivienda por un plazo de doce meses.
Si bien el monto de la prestación fue variando en los últimos 15, siempre fue inferior a los precios del mercado, provocando que las familias terminen alquilando piezas de hoteles en malas condiciones, o viviendo hacinadas en los Barrios Populares sin servicios públicos regularizados o formalizados, y en espacios diminutos.
Actualmente el monto máximo otorgado es de $8.000, que arroja a las familias al mercado inmobiliario a negociar con propietarios en una situación de extrema debilidad. “¿Cómo es posible que permitamos como sociedad que una familia en situación de calle se enfrente sola al mercado inmobiliario de la Ciudad, uno de los más salvajes y desregulados del mundo, sabiendo lo difícil que es -incluso para una familia de clase media- acceder a un alquiler formal cumpliendo con las garantías, depósitos, expensas?, se preguntó Koutsovitis.
Y finalizó: “El Corona Virus Covid-19 nos debe interpelar a adoptar soluciones diferentes a las implementadas con anterioridad, más aun sabiendo que las ya implementadas no funcionaron. Es una época para repensar la Ciudad en todas sus dimensiones urbanas, y para buscar soluciones radicales. No estaremos a la altura de la situación si las medidas que se anuncian son sólo para demostrar que se hace algo, cuando se está sabiendo que esa política es inconducente o insuficiente”.

Paradores en la Ciudad (Información proporcionada por el GCBA el 20 de noviembre de 2019)
DISPOSITIVO BENEFICIARIOS/AS PLAZAS DIRECCIÓN
Dispositivos Propios del GCBA
Centro de Inclusión Social Retiro Hombres solos 180 Av. Gendarmería Nacional N° 522
Centro de Inclusión Social Bepo Ghezzi Hombres solos 75 H. Masantonio N° 2.970
Centro de Inclusión Social Azucena Villaflor Mujeres solas con niños 92 Piedras N° 1.583
Centro de Inclusión Social Costanera Sur Grupo familiares 140 Av. España N° 2.265
Sub Total 487

Dispositivos de ONGs
que tienen convenios con el GCBA
Parador San José de Flores Hombres solos 50 Falcón N° 2.453
Hogar San Cayetano Hombres solos 20 Cuzco N° 220
Hogar Monseñor Albisetti Hombres solos 24 Juncal N° 876
Hogar Santa María Madre del Pueblo Hombres, mujeres, niños 60 Av. Perito Moreno y Av Cruz (Villa 1-11-14)
Hogar San Francisco de Asís Hombres solos 140 Guaraní N° 272
Hogar San Martín de Porres Hombres solos 150 Guaraní N° 272
Hogar Año Santo Hombres solos 120 Guaraní N° 272
Hogar Niño Jesús Mujeres con hijos 22 Av. Corrientes N° 6.104
Hogar Renacer Hombres Hombres solos 82 Saráchaga N° 5.564
Hogar El Amparo Mujeres solas 40 Pje. O´Brien N° 1.264
Hogar Betania Mujeres solas 50 Pje. O´Brien N° 1.342
Hogar Amparo Maternal Mujeres con hijos 70 Ernesto Bavio N° 2.816
Centro Frida Mujeres con hijos 45 15 de Noviembre N° 2.315/17
Centro Monteagudo Hombres solos 118 Monteagudo N° 435
Casa Animí Casa Trans 10 Del Barco Centenera N° 1.967
Hogar Posada Loyola de Convalecientes Hombres y mujeres 7 Alsina N° 2.311 (Florida, Provincia de buenos Aires)
Hogar Refugio de María Mujeres solas 15 Av. Independencia N° 1.150
Hogar Isauro Arancibia Hombres, mujeres y niños 18 Prudan N° 1.150
Hogar Puente I Mujeres con hijos 100 Gral. José G. Artigas N° 691
Siempre es Hoy Hombres solos 100 Av. Fernández de la Cruz N° 3.262
Hogar ASAC Hombres solos 6 Teniente Gral. J.D. Perón 3.988
Hogar Kaupé Mujeres solas discapacitadas 30 Montes de Oca N° 6.820 (Carapachay, Provincia de Buenos Aires)
Hogar Naón Hombres discapacitados 17 Naón N° 3.200
Hogar Hodif – Campana Hombres y mujeres discapacitados 55 Campana N° 777
Hogar Hodif Lobos Mujeres discapacitadas 25 Calle 124 N° 1.350 (Lobos, Provincia de Buenos Aires)
Hogar Renacer Madres Mujeres con hijos discapacitados 50 Hipólito Yrigoyen N° 1.924
Sub Total 1.424
Total 1.911

Usted es el visitante N°