Covid-19 en la villa 21-24: falleció Ramona Collante, otro crimen social

2.6.2020

Ramona Collante, integrante de la Garganta Poderosa, falleció en la villa 21-24. Otra Ramona, otro barrio, el mismo crimen social. Mientras sus vecinos realizaron una conferencia de prensa este lunes.

Este lunes al mediodía, la Red de Mujeres y Disidencias y el Comité de Emergencia de la Villa 21-24 y Zavaleta, realizaron una conferencia de prensa donde denunciaron un nuevo crimen social, la falta de agua en el barrio y la exigencia a que se declare la emergencia alimentaria, habitacional y sanitaria.
Ramona Collante, integrante de la Garganta Poderosa, falleció por Covid-19 y por la desidia estatal, este domingo pasado. La ambulancia tardó dos horas en llegar a la casa de Ramona. Ya hay 304 casos positivos en el barrio y no tienen respuestas acordes a las necesidades, como denunciaron en la conferencia de prensa.
La falta de agua, otra vez el gran problema de los barrios vulnerables, mientras se pasan la pelota entre el Gobierno de la Ciudad y AYSA, la verdad es que las soluciones son escasas.
Ante los reclamos solo AYSA respondió mandando un camión cisterna, que no alcanza para nada, denunciaban las vecinas de la villa 21-24. Al mismo tiempo denuncia que AYSA les tira sachet de agua potable y que en más de una ocasión los mismos se encontraban vencidos.
Como decía una vecina “La presión del agua es muy baja y la contaminación es muy alta”. Esto hace muy difícil el trabajo en los comedores para poder cocinar.
El problema del agua es reiterativo, las respuestas estatales son vagas y pocas, mientras los funcionarios mienten en los medios.
La falta de agua, el problema de hacinamiento, la falta de comida en los comedores son todos problemas estructurales que lo único que hacen es apuntalar el brote del Covid-19 dentro del barrio. Esta realidad que podría haberse solucionado o incluso hoy darles alguna respuesta desde el estado podría haber impedido nuevas muertes. Por eso volvemos a decir quela muerte de Ramona Collado, es otro crimen social.

Denuncia de la Red de Mujeres y Disidencias de la Villa 21-24 y Zavaleta

2.6.2020

La Red de Mujeres y Disidencias Organizadas y el Comité de Emergencia de la Villa 21-24 y Zavaleta de CABA denunciaron en una conferencia de prensa una vez más la crisis sanitaria y alimentaria fuertemente agravada por el Covid 19 y exigieron a Rodríguez Larreta respuestas reales y urgentes.

La acción de los vecinos y vecinas de los barrios populares del sur de la Ciudad de Buenos Aires intenta visibilizar la situación dramática que viven y denunciar a la vez el silencio del Gobierno encabezado por Horacio Rodríguez Larreta ante los reclamos por la falta de agua potable y recursos básicos, en el contexto de la Cuarentena y el recrudecimiento de los contagios en los sectores más vulnerados.
Un dato estremecedor fue que, al inicio de la conferencia de prensa, las organizaciones convocantes informaron que minutos antes había fallecido una vecina del barrio víctima del Covid y de la falta atención por parte de las autoridades.
La referente de la organización territorial Salvador Herrera de la CTAA Capital, Dagna Aiva afirmó: “otra vez tuvimos que salir a la calle y exponernos porque los funcionarios no dan respuestas a esta situación gravísima. Hace meses que venimos trabajando tratando de afrontar las situaciones más difíciles que se dan en nuestros barrios, pero todo es inútil sin agua.”
En la conferencia de prensa brindada en la esquina de Osvaldo Cruz y Luna, en medio de calles inundadas, con aguas servidas, los vecinos denunciaron que hace más de 60 días que, curiosamente, la inicio de la cuarentena, se restringió drásticamente el ya escaso servicio de agua corriente que tenían. Además afirmaron que está prácticamente paralizada una obra del año 2018 que debería aportar buena parte de la solución al barrio. Lo más grave, denunciaron, es que según los análisis que especialistas han realizado en el lugar, el agua que se consume tiene al menos 3 bacterias provenientes de materia fecal. “Por todo esto, exigimos una reunión inmediata con la Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires María Migliore para que dé urgente respuesta a todas nuestras necesidades”.
Entre los reclamos más urgentes de los vecinos y vecinas de la villa 21-24 y Zavaleta, además de la provisión de agua potable, está el pedido de declarar la emergencia alimentaria, habitacional y sanitaria en la Ciudad. Denuncian también la doble precariedad de la vida que implica afrontar la cuarentena en un barrio sin los servicios básicos. También reclaman recursos para los trabajadores y trabajadoras comunitarios y que sean provistos de los insumos necesarios para realizar su tarea junto con una remuneración acorde al servicio esencial que prestan.
Desde la Central Autónoma desde un principio se prestó apoyo y acompaña todas las medidas que llevan adelante los vecinos y vecinas en reclamo de sus derechos, a la vez que se llama la atención de las autoridades para que respondan de manera inmediata las demandas de los vecinos y vecinas. El Secretario General de CTA-A Capital Pablo Spataro expresó: “Insistimos y sostenemos el reclamo urgente de instrumentar políticas que garanticen el acceso al agua. El gobierno de Larreta tiene que construir soluciones a problemas que vienen desde hace mucho tiempo y que si no se hace ahora, costará vidas”.

Documento de las organizaciones

Hoy, como siempre y ante cada crisis, somos las compañeras, compañeros y compañeres quienes ponemos el cuerpo en la primera línea, somos quienes paramos la olla, atendemos a les adultes mayores y relevamos a las familias que necesitan asistencia. Al mismo tiempo, nos encargamos a diario de las tareas domésticas y de cuidado sin ningún tipo de contención ni salario.
En esta villa históricamente nos organizamos para luchar por nuestros derechos, por esta razón, la pandemia no nos encontró aislades ni desorganizades. Nos prepararnos a inicios del mes de marzo, multiplicando y entrelazando redes entre vecines y organizaciones. Venimos desde siempre cumpliendo el rol que el Estado y sus funcionaries no cumplen. Somos trabajadores y trabajadoras esenciales y así debemos ser reconocides.
Esta pandemia profundiza las desigualdades históricas que nos atraviesan a quienes vivimos en las villas: el hacinamiento en nuestras viviendas, los trabajos informales, cableado eléctrico inseguro, la falta de urbanización y acceso al agua potable, la contaminación y el poco o malo acceso a servicios de salud. La falta de conectividad libre y gratuita para poder continuar con el ciclo lectivo y la ausencia de dispositivos tecnológicos (notebooks, celulares) hoy vulnera con mayor intensidad nuestro derecho a la educación. En esta misma línea, “las canastas nutritivas” que son entregadas en las escuelas son insuficientes y con escasa calidad nutritiva además de que con cada reparto disminuyen los artículos que llegan a nuestras familias.
A su vez, las situaciones de violencia sobre mujeres, travestis y trans empeoran en este contexto. Muches de nosotres nos encontramos encerrades con nuestros agresores, una vez más, sin respuestas estatales.
Ante esta situación, con 22 casos confirmados de Covid 19 en la villa 21-24; y Zavaleta, con gran parte de su población sin acceso agua potable y segura, exigimos una respuesta urgente del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. Respuesta que se construya con nosotres, no a través de un barrio cercado, ni militarizado. No queremos una atención precaria de la emergencia.
Exigimos:
Declaración de la emergencia alimentaria, habitacional y sanitaria ¡ya! Implementación urgente del impuesto a las grandes fortunas. Atención de salud de primera calidad. Que se implementen protocolos de atención y que en los traslados y lugares de espera de diagnóstico o estadía se respete el aislamiento y se garantice plenamente nuestros derechos. Responsabilidad en la entrega de los resultados. Que se tengan en cuenta espacios de juegos y cuidado para les niñes en espera o tratamiento. Queremos que garanticen en la villa lo mismo que imaginan para sus familias. Esas garantías que otorgan si vivís en Barrio Norte y te trasladan en ambulancia y no como ganado en un colectivo. Que la infraestructura de la ciudad esté a disposición de la emergencia para garantizar atención y lugares de aislamiento digno y seguro. Atención inmediata a todas las trabajadoras de los comedores y merenderos, provisión de insumos básicos y preventivos sanitarios (lavandina, alcohol en gel, barbijos) de manera tal que podamos poner a resguardo y protección nuestras vidas en la asistencia alimentaria diaria. Programas que garanticen el derecho a una alimentación digna y sana, que podamos elegir qué ponemos en nuestras mesas, a quién le compramos. Que se garantice el acceso a la conectividad y las notebooks para cada estudiante. Respuestas ante los casos de dengue que no cesaron y con la falta de agua también se multiplican ya que les vecines juntan agua en baldes para asegurarse de tener si ésta se corta. Fumigación de todo el territorio. Cuidados especiales para la tercera edad, estudios, tratamientos y remedios al alcance para todes. Políticas públicas que den una respuesta concreta a las situaciones de violencia de género. Respuestas integrales para nuestres vecines travestis y trans ante situaciones habitacionales, laborales o de violencia. Vivienda y comida para las personas en situación de calle. Soluciones específicas para vecines con discapacidad. Subsidios habitacionales que nos permitan pagar el alquiler. Que se contemple la emergencia laboral de Muches vecines, quienes vieron interrumpido su trabajo y su paga. Estamos al lado de la cuenca de agua más grande del país y no tenemos agua potable. La que tenemos a mano está contaminada. ¡Exigimos agua potable y corriente en todas las viviendas y espacios de la villa! Que se reconozca con salario y acceso a las leyes laborales las tareas que llevan adelante las compañeras en el territorio. Exigimos a Horacio Rodríguez Larreta que abra una instancia de diálogo y acción con la junta vecinal y las organizaciones sociales para poder arribar a la solución de todas las problemáticas que estamos denunciando, que el trabajo que venimos sosteniendo sea reconocido y respaldado por el Gob. de la Ciudad. No podemos seguir sustituyendo el trabajo estatal y de les funcionaries que eligió el resto de la ciudad, necesitamos un estado presente.
¡Justicia por Ramona! Presente, ahora y siempre
Larreta se lava las manos. Nosotres, sin agua, no podemos.
#LarretaEsResponsable #LarretaHaceteCargo #SinAguaNoPodemosCuidar #JusticiaPorRamona
Firma: Red de Mujeres y Disidencias Organizadas Villa 21-24 y Zavaleta Integrantes del Comité de Emergencias Vecinxs autoconvocadxs

Línea D interrumpida por tres casos positivos de Covid-19

1.6.2020

Este lunes se dio a conocer la noticia de tres resultados positivos a trabajadores de tráfico de esa línea. El servicio está interrumpido por activación del protocolo por parte de trabajadoras y trabajadores que se encuentran en asamblea.

La paralización del servicio que une Catedral con Congreso de Tucumán se inició a las 15:00 y aún continúa interrumpido. Después de algunos días de incertidumbre debido a varios casos sospechosos y a la espera de los resultados de los test que ya se habían realizado, hoy llegó la confirmación de los resultados positivos para Covid-19 de tres trabajadores. Por tal motivo, trabajadoras y trabajadores del sector se encuentran aislados.
En este momento, delegados del sindicato del subte (AGTSyP) del sector junto a trabajadoras y trabajadores se encuentran en asamblea virtual debido a la preocupante situación que atraviesan ellas, ellos y sus compañeros. Allí además definirán los pasos a seguir, ya que como es de público conocimiento los servicios de transporte son focos de contagio del virus, sobre todo en algunos sectores como tráfico donde se comparten a diario las instalaciones. Y trabajadoras y trabajadores vienen demostrando ser ellos mismos quienes más se preocupan por su salud, las de sus familias y las del público usuario. Mientras Metrovías solo se dedica a amasar fortunas.

Falleció trabajador de juegotecas porteñas: “Hoy no se juega. Disculpen las molestias, estamos de duelo”

31.5.2020

Nadia Gauna y Andrea Jira

Nuevamente el COVID19, y la precarización a la que nos someten nos arrebata a otro compañero. Esta vez un joven trabajador del Programa Juegotecas Barriales del GCBA.

Esta nota está escrita entre lágrimas y profunda bronca.
Le decíamos “shampoo”, se llamaba Víctor tenía 32 años y vivía en la villa 31 con su compañera, sus 4 hijos e hijas, y otros familiares.
Era un tipo muy querido por sus compañeros y compañeras de trabajo, por sus amigos y amigas, y por las familias de la juegoteca. Lo conocimos en Puerto Pibes, hicimos juntos el curso de líderes recreativos comunitarios, compartimos campamentos, juegos, amistad. Luego un grupo de esos líderes comunitarios, nosotras incluidas comenzábamos a trabajar, allá por el 2007 en “cartoneritos”, un programa de asistencia integral para hijas e hijos de los recicladores urbanos. Y por último compartimos trabajar en el mismo programa, Juegotecas Barriales, espacios de juegos donde los niños, niñas y adolescentes de los barrios vienen a jugar.
Shampoo era de la 31, esa misma villa donde hace pocos días murió Ramona.
También era parte de esos tantos trabajadores estatales, que, bajo el gobierno de Larreta, trabajó cubriendo el dispositivo hogares, sin los elementos de seguridad esenciales.
Un sector esencial, que también se caracteriza por no tener todos los elementos que se requieren para llevar adelante la tarea. Con falta de personal, con problemas edilicios, con escasos elementos de seguridad e higiene. Tal es así, que las y los trabajadores del Programa Juegotecas Barriales tienen que llevarse sus barbijos, y utilizando en muchos casos el transporte público.
Tampoco hay protocolos claros para actuar, pero esto no solo ocurre en los hogares, también pasa lo mismo en los paradores, donde ya dieron positivo por Covid-19 varios trabajadores, sumando también, la falta de capacitación para las nuevas tareas que asignan.
El Covid 19 no se ve, hasta puede no tener síntomas, lo que si vemos es la precariedad de la vida en las villas, lo vemos en la falta el agua, en la falta suministros de higiene y en las familias que viven hacinadas. También vemos como el Estado no garantiza ninguno de estos elementos, pero a cambio militariza los barrios. Las familias pasan hambre y el gobierno de la ciudad no cumple con el fallo judicial que presentara el Frente de Izquierda junto a docentes y familias para que las canastas alimenticias sean nutritivas y que alcancen.
Todos los días escuchamos más números de muertes injustas, hoy nos toca de cerca y nos duele más. No vamos a naturalizar la muerte de un amigo y compañero.
Nos cansamos de escuchar conferencias de prensa donde Alberto Fernández, Larreta y Kicillof, mostrándose en unidad, nos cuentan cómo trabajan para disminuir la curva y repiten una y otra vez que lo primero es la vida de las personas.
Pero los que trabajamos en los sectores esenciales y vivimos en los “barrios vulnerables” como les gusta decir, sabemos que es un discurso armado y guionado, que sale por televisión y no puede estar más lejos de la realidad. Con orgullo nos dicen que las Fuerzas Armadas utilizaron contenedores de la minera Barrik Gold que contamina con cianuro, para usarlos como centro de aislamiento ¿Como no llenarse de bronca? tenemos que escuchar que nos digan en la cara, que ellos ya sabían que esto iba a pasar. Nosotras nos preguntamos entonces, ¿por qué no hicieron nada?
Necesitamos que los sindicatos, tanto ATE como SUTECBA se pongan a la cabeza de estos reclamos. Son estos en las manos de los trabajadores quienes pueden cumplir un rol fundamental y necesario.
Tenemos claro que todos los gobiernos desprecian la vida de las y los trabajadores, como la de los miles de familias que viven en las villas y barrios populares de cuidad y provincia.
Desde esta bronca, apretando los dientes y secando nos las lágrimas, queremos gritar bien fuerte que nuestras vidas valen más que sus ganancias.

Gentrificación y crimen social en la Ciudad de Buenos Aires

31.5.2020

Por Federico Puy

Las víctimas fatales y la expansión del COVID 19 en un territorio que está separado apenas por unos metros de los grandes hoteles de Retiro, es el capítulo más dramático de una situación general donde el hacinamiento y la pobreza conviven con enormes dificultades para acceder a servicios básicos como el agua.

En el Barrio Carlos Múgica (Villa 31) habitan aproximadamente 60.000 personas. Entre ellos, muchos de los trabajadores que hoy se consideran esenciales para que funcione la ciudad: los tercerizados de las aerolíneas, gastronómicos, comercio y la lista sigue. También vive gran parte del personal de limpieza de los hospitales, muchas enfermeras como Lesly, vecina del bajo autopista a la que, al inicio de la cuarentena le ofrecieron trabajo en los hoteles donde alojaban a los repatriados; a ella le ofrecieron un “sueldo” de 15.000 pesos para estar 24 horas a su cuidado. Trabajadores no registrados, cuentapropistas, pero también jóvenes de las apps y tantos otros, como los de la construcción, que levantan los cientos de edificios a los que después no pueden acceder. Más del 50 % de los habitantes de la 31 son jóvenes precarios.
La pandemia saltó sobre el gobierno porteño con las problemáticas de siempre en las zonas vulnerables y en medio de un operativo de reasentamiento de 1.000 familias en la 31. Asistimos hasce unos días al crimen social de Ramona (militante de la organización la Garganta Poderosa), y todo el foco sobre la aparición de casos de COVID 19 en los barrios populares puso a la orden del día una discusión estructural en la Ciudad de Buenos Aires ¿El aislamiento es igual para todos?
Desde que comenzó el proceso de “urbanización” del Barrio Carlos Mugica en 2018, 364 familias se mudaron a los 25 edificios de tres pisos que construyó Larreta con un préstamo del Banco Mundial y fondos provenientes de la venta de terrenos del Tiro Federal [1]. Los frágiles edificios de tres pisos no tienen agua, no tienen gas y no tienen cloacas. Pero según los funcionarios, los habitantes no valoran el “cemento alisado” (sic) [2]. Pero como vimos, en poco tiempo instalaron una sede del Banco Santander y un MacDonald’s en los ingresos del barrio, una zona estratégica para la logística portuaria y la especulación del suelo.
¿Esto es la urbanización tan mentada? Para colmo, tanto el Banco Santander y el McDonald’s no están pagando servicios y deben tener sus “escrituras” en regla. Ambas sedes tuvieron agua, luz y durante la pandemia; significa que tienen su propia conexión. El barrio no.

¿Por qué vale tanto la zona de Retiro?

Esta situación particular es más bien un plan general que viene hace muchos años de “gentrificación”, que es la transformación de espacios urbanos, impulsada por la especulación inmobiliaria y la inversión privada, que convierte barrios y zonas populares en productos atractivos. Por lo general, la inversión privada se combina con iniciativas de gobiernos locales y regionales para mejorar accesos de transporte, generar condiciones para la instalación de negocios y actividades destinadas a sectores medios y altos. Estos procesos resultan en la suba de los alquileres de viviendas y locales (por el aumento del precio del metro cuadrado, el objetivo de empresas inmobiliarias), el aumento del costo de vida en general y la expulsión de familias de clase media baja y trabajadoras, así como el cierre de pequeños comercios locales. Este proceso implica el desplazamiento de la población original de un área por presión del mercado: se mejora la infraestructura en el mejor de los casos, o se “inventa” un nuevo barrio (distritos de arte, de diseño, de gastronomía, etc.), o se desarrolla comercialmente una zona más o menos espontáneamente.
Es que para los capitalistas, los terrenos y suelo de estas grandes ciudades son usadas para sus ganancias. En general, la política del capitalismo, como estudia el geógrafo marxista David Harvey [3], se ve afectada por la perpetua necesidad de encontrar campos rentables para la producción y absorción de un excedente de capital. Para esto, la urbanización desempeña un papel particularmente activo (junto con otros fenómenos) en la absorción del producto excedente que los capitalistas producen continuamente en su búsqueda de plusvalor. Según Harvey,
La absorción del excedente mediante la transformación urbana tiene empero un aspecto aún más tenebroso: ha supuesto repetidas rachas de reestructuración urbana mediante una “destrucción creativa” que casi siempre tiene una dimensión de clase, ya que suelen ser los más pobres y menos privilegiados, los marginados del poder político, los que más sufren en esos procesos. Para hacer surgir la nueva geografía urbana del derrumbe de la antigua, se requiere siempre violencia [4].
En concreto, este fenómeno aquí se expresa en la proximidad de grandes concentraciones que van desde la terminal de trenes y ómnibus de Retiro, el aeropuerto, el puerto y hacia la zona Sur, por solo dar un ejemplo; muestra por un lado el potencial de la concentración de la clase trabajadora en una zona determinada y por el otro, las zonas de concentración del capital en sus respectivas expresiones. La zona de Retiro, con la proximidad a un núcleo importante del transporte que va desde diferentes líneas de colectivo, la terminal de ómnibus de larga distancia, subte y trenes, va determinando su importancia para los negocios. Además, son terrenos muy importantes para el transporte de mercaderías y la logística, y su proximidad a un centro financiero puede dar lugar a un provecho directo o también indirecto, arrendando el terreno a una cadena hotelera que lo utiliza para sus propios propósitos.
Si lo vemos con otros ojos, el Paseo del Bajo es también una muestra de esto. Una obra que costó un total de US$ 700 millones, de los cuales 340 fueron financiados por la Corporación Andina de Fomento (CAF), que conecta las autopistas Illia y Buenos Aires-La Plata a lo largo de siete kilómetros pasando por Retiro y la villa 31. Esta autopista tiene como fin acelerar el tiempo de salida de las mercaderías desde el puerto, para llegar más rápido a las fábricas del primer cordón de la Provincia de Buenos Aires con el método “just in time”. Y no asombra para nada que esta obra se pagó, entre otros negociados, con la venta de un grupo de terrenos que están dentro de la villa 31 [5]. O también, y desde otro ángulo, el reflote del proyecto “Puerto Madero 2” para extender Puerto Madero, el barrio más caro y ocioso de la Ciudad. El plan comenzó con la construcción de Catalinas I y II, el antepuerto y el Paseo del Bajo que ya mencionamos, y se completará con el traslado del Puerto de Buenos Aires a terrenos ganados al río para liberar las terminales actuales y habilitar negocios inmobiliarios, comerciales y turísticos, junto con poblar a la vera del Río desde la Isla Demarchi hasta el partido de Vicente López con torres de 50 pisos [6].
Dos caras de una misma moneda, transporte y logística en las grandes ciudades, permiten reconocer que las contradicciones del capital son tales que, mientras intenta expulsar de las grandes urbes a los explotados y dividirlos, sin embargo ha alcanzado el momento de mayor concentración espacial de la clase obrera, los pobres y oprimidos en la historia de la humanidad en nodos urbanos donde confluyen trabajadores registrados, subcontratados, precarios y desdempleados, de distintas zonas periurbanas, lo que vuelve al transporte público en un eslabón esencial para la producción –como se ve ahora con la crisis saitaria– y que potencialmente es también un eslabón débil en caso de acciones de lucha. En ese marco, por ejemplo, transformaron al transporte urbano en una necesidad determinante para acceder a lo más básico –a un trabajo, a educación o la salud–, y a las familias trabajadoras en rehenes de los costos –en tiempo de vida y en dinero– y a ser parte del proceso de la producción del gran capital.

El Banco Mundial y una ciudad de los grandes negocios

Como vimos, para el proceso de urbanización, el Banco Mundial “prestó” dinero al gobierno de la ciudad. La función del Banco Mundial (u otros organismos de créditos internacionales), según David Harvey, es la una política de favorecer abiertamente al capital especulativo por encima del pueblo. También explica que entre otros mecanismos, los capitalistas necesitan de los poderes de los promotores respaldados por el capital financiero y empresarial, y un aparato estatal con rentabilidad de negociante, junto al financiamiento a través de toma de deuda,
Un organismo que por su creación y propios intereses nunca cuestiona la idea de que a una ciudad le puede ir bien (en términos de acumulación de capital) aunque a su población (aparte de un sector privilegiado) y al medio ambiente les vaya mal [7].
Para muestra de esto, en la Ciudad de Buenos Aires, hace menos de un mes, Larreta volvió a tomar deuda, y por si quedaban dudas, la normativa no especifica el destino de este nuevo endeudamiento por US$ 150 millones, junto a la creación de bonos públicos para pagar 9.000 millones de pesos a proveedores. Todos los bloques, desde el oficialismo, pasando por el PS, Evolución, Consenso Federal y hasta el bloque completo del Frente de Todos, votaron afirmativamente, a excepción del Frente de Izquierda. Pero lo que está en juego es mucho: los terrenos, el suelo, el metro cuadrado del Barrio Carlos Mugica, se quieren vender para pagar deuda contraida por la ciudad con organismos internacionales de crédito y encarar multimillonarios negocios capitalistas. Mientras el contagio del virus se extendía, ya se anunció que el Banco Interamericano de Desarrollo tendrá una concesión en una parcela de la Villa 31 por 100 años , para la construcción de su sede en un “edificio-puente” que uniría la villa con el barrio de Recoleta. ¿Casualidad?
Hace muchos años que se habla de los grandes negociados para la especulación inmobiliaria. El macrismo, desde la asunción de Mauricio como Jefe de Gobierno hasta el segundo mandato en curso de Horacio Rodriguez Larreta, ataron a la Ciudad a una disciplina presupuestaria junto a la liberalización del mercado del suelo y de la vivienda, y crearon un gran negocio con la especulación inmobiliaria y la recalificación del suelo urbano, para los usos que generan la tasa de ganancia financiera más alta.
Pero no pudo hacerlo solo: contó para votaciones en la Legislatura de ventas de terrenos y negocios inmobiliarios, con aquellos que hoy son parte del gobierno nacional del Frente de Todos de Alberto Fernández. No por nada a esa época se la llamó, periodísticamente, como la del Pacto PRO-K, ocurrido en el 2012, y pasó a la historia como una política histórica del peronismo en la Ciudad de “toma y daca” para negociar leyes por cargos políticos y grandes negocios inmobiliarios.
Demos tan solo algunos ejemplos: venta de terrenos lindantes al ferrocarril Sarmiento en los barrios de Caballito, Palermo y Liniers, para entregar a “emprendedores” privados y hacer torres; la autorización para la venta en subasta pública del Edificio del Plata en US$ 80 millones para financiar la construcción del Centro Cívico; polo artístico en la Boca y Barracas llamado “Distrito de las Artes”; Centro Cívico en los terrenos del sur de la ciudad –donde los beneficios se estiman en más de US$ 200 millones para las constructoras Teximco, EMA S.A. y Dal Construcciones–;cesión de 37 hectáreas del Parque Roca para la construcción de un playón de carga y descarga por 30 años a la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Carga, entre otros proyectos.
Más adelante, estos negociados continuaron sin tanto escándalo y con el peronismo aportando tan solo los votos necesarios, con la concesión de un predio lindero al Parque Thays para construir el Centro de Exposiciones y Convenciones de la Ciudad de Buenos Aires y la concesión de la Plaza Houssay. Luego, con la craeción de la Agencia de Bienes, el PRO logró una de sus mayores conquistas para su plan privatista. A través de esta Agencia, que se suma a la Corporación Puerto Madero y a la Corporación Buenos Aires Sur, todos los terrenos propiedad de la Ciudad de Buenos Aires estarán bajo la órbita de estas tres corporaciones para ser vendidos a los pulpos privados [8].

Por una salida de las y los trabajadores

De conjunto, la Ciudad de Buenos Aires es una fortaleza del gran capital, pero a su vez una gran concentración obrera. Es la sede de las instituciones del Estado, del poder político y también del comando de la economía, las oficinas centrales de las grandes empresas y las sedes más importantes de los bancos públicos y privados. La interrupción del funcionamiento normal de estas contribuye a desorganizar la economía de una manera mucho más amplia que la de la Ciudad. La Capital, además, no se puede pensar –por la población que entra a trabajar y por su economía– de manera separada al GBA. Más de 2.000.000 personas cruzan a diario para trabajar y provienen del Gran Buenos Aires. Lo vemos hoy claramente con los análisis sobre la flexibilización o no de la cuarentena respecto al AMBA (Área Metropolitana) donde la prohibición de circulación es una de las claves del confinamiento.
La situación actual es totalmente crítica y puede escalar. Se necesita en forma urgente construir una alianza desde la clase obrera ocupada y desocupada, junto a la juventud, el movimiento de mujeres y las organizaciones sociales, con los sindicatos en primera línea paralizando la Ciudad ante cada hecho ante cada crimen social, para parar esta embestida, están asesinando a trabajadores y trabajadoras.
Hay salida a esta crisis social y no es confiando en los distintos gobiernos, que mientras hacen demagogia en los medios y las redes sociales, se disputan las tierras más codiciadas de la ciudad, sino confiando en la propia fuerza de los trabajadores y trabajadoras del barrio, convocando a la más amplia movilización, respetando todas las medidas de distanciamiento social y sanitarias de protección personal, en coordinación con otros trabajadores y familias de las villas y asentamientos de CABA, exigiendo y peleando en los sindicatos y organizaciones de trabajadores y trabajadoras porque tomen estas demandas, siendo que viven allí miles de trabajadores, como sucede en el caso de los aeronáuticos.
Como veremos, en la ciudad, las consecuencias de este proceso de urbanización para la economía global y para la absorción de capital excedente han sido y son enormes. Las formas que acogen las ciudades van de la mano del desarrollo y las necesidades de la propia producción capitalista. Como parece probable, y ante una crisis histórica como la que estamos viviendo, las dificultades fiscales de la actual coyuntura aumentan, y la fase hasta ahora exitosa, neoliberal, posmodernista y consumista de absorción capitalista del excedente mediante la urbanización, entra en total contradicción. Solo cuando se entienda que quienes construyen y mantienen la vida urbana tienen un derecho primordial a lo que han producido, y que una de sus reivindicaciones es el derecho inalienable a adecuar la ciudad a sus necesidades, llegaremos a una política de lo urbano que tenga sentido comunitario.
Partimos de la necesidad urgente de un plan integral de viviendas que dé respuesta a los distintos sectores de la clase trabajadora. No hay una salida posible a este problema sistémico si no se ataca la concentración de la propiedad privada en manos de los grandes pulpos inmobiliarios y desarrolladores. Por eso, no alcanza con un impuesto a las viviendas ociosas que se encuentran deshabitadas producto de la especulación inmobiliaria –como, por ejemplo, gran parte de Puerto Madero-: es preciso expropiar dichos inmuebles sin pago para resolver lo más urgente declarando la Emergencia Habitacional que incluya la prohibición de los desalojos, así como la creación de una inmobiliaria social con control de les trabajadores y habitantes, que cuente con un registro y banco de inmuebles disponibles para administrar el acceso a los inmuebles expropiados. Para esto se debe hacer público el registro de propiedad de los inmuebles. La urbanización real de las villas y asentamientos, con participación de sus propios habitantes, como reclaman las distintas coordinadoras por vivienda. Poner en pie organismos de autoorganización comunales o barriales que nucleen y releven la demanda habitacional de forma territorial.
Estas demandas no son solo urgentes sino realizables. No podemos seguir financiando la fuga de capitales que habilitó la contracción de deuda cuando lo que está en juego son las vidas de millones. Una reforma urbana integral, para terminar con el hacinamiento y la falta de vivienda que hoy agobia a las tres millones y medio de familias que se encuentran en emergencia habitacional, y donde casi un millón de las mismas habitan en alguna de las 4.300 villas y asentamientos que hay en nuestro país. En la ciudad la clase obrera tiene poderosos sindicatos que controlan posiciones y zonas estratégicas del gran capital, desde los bancos y sus finanzas, pasando por escuelas y hospitales, hasta el transporte y las comunicaciones. Es necesaria y urgente su pronta intervención.

NOTAS AL PIE

[1] El plan para relocalizar a las más de 600 familias que quedan tenía como fecha límite noviembre, pero se adelantó primero para agosto y ahora para fines de junio, lo cual obliga a una velocidad récord en plena pandemia. Estas semanas, sin ir más lejos, el operativo incluye la mudanza de 77 familias. El Covid 19 incentivó a algunos vecinos que tenían dudas a apurar su mudanza. De acuerdo a la ley de reurbanización 6129 aprobada en la Legislatura, 364 familias fueron mudadas del Bajo Autopista de la Ilia hasta las viviendas nuevas en las cercanías del Ministerio de Educación, en un proceso largo en el que muchos habitantes tenían reparos y se quejaban de no haber sido consultados.

[2] “Las trampas de la urbanización de la villa 31”, informe especial, Página/12, por Luci Cavallero y Verónica Gago.

[3] Harvey, David, Ciudades rebeldes. Del derecho de la ciudad a la revolución urbana, Madrid, Ediciones Akal, 2013.

[4] Ibídem, p. 36.

[5] Esta obra contó con innumerables denuncias por un proceso licitatorio que fue defectuoso e irregular en favor de IECSA, la empresa del primo de Mauricio Macri, Angelo Calcaterra, para adjudicarle los tramos más caros de la construcción del Paseo del Bajo.

[6] Lo cierto es que la modificación en los pliegos de licitación a último momento fue lograda en sintonía con la designación en su momento de Nicolás Caputo como cónsul en Singapur. La multinacional PSA Singapure es una de los posibles licitatarios del puerto, como así la monopólica APM terminal Maersk del grupo AP Moller de origen danés.

[7] Harvey, ob. cit., p. 53.

[8] Exp. 2485-J-2015: votan a favor Taiana, Muiños, Pokoik y Cerruti.

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