En el ojo del huracán

4.5.2020

El gobierno de CABA (Juntos por el Cambio) confirmó al menos 124 casos (en aumento exponencial) de coronavirus solo en villas y barrios humildes. La mayor cantidad de casos se concentran en la Villa 31 de Retiro y la 1-11-14, de Bajo Flores. “Todas las villas tienen al menos un caso confirmado”, sostuvo el ministro porteño de salud. La explosión de casos en los geriátricos paraliza de terror a la población con mayores internados.

En ese gravísimo marco sanitario la TV pública dio a conocer el reclamo del personal del Hospital Fernández (y otros nosocomios como el Hospital Rivadavia), uno de los mayores centros de urgencias del país. En el centro de la distancia social y los aplausos de protesta, la enfermera Zulma Lobay, a su vez directiva de ATE Capital, habló con calidez fuera de cámara: “Donde hay una enfermedad, hay un derecho… Donde esté el trabajador de salud como un Quijote luchando contra la furia de esta pandemia, nos armamos con paz, amor y ternura para ir a la guerra contra un enemigo invisible. Cuando atendemos a un paciente pasan cosas difíciles de explicar: para que no nos roben la alegría ni los virus ni los tiranos, a veces cantamos bajito como un salmo, más bien un himno: ‘Vamos compañeros / La vida espera / Con la Salud / Como bandera’”.
“Estamos trabajando con falta de elementos de protección personal (EPP). Somos culpables si nos enfermamos por ir a trabajar afiebrados. ¡Tenemos un director que trata de ignorantes a los enfermeros!”, sonríe irónicamente. “Dice que hay EPP para médicos y otros para enfermería, como si nos hiciera falta comprobar técnicamente la necesidad de elementos que cumplan con las condiciones de bioseguridad adecuadas después de los ríos de tinta escritos sobre barbijos vencidos. Los trabajadores de salud del Fernández, no solo Enfermería, sufrimos de estrés, pánico, depresión e ira. Todo junto y revuelto, como en el ojo de un huracán”.
Miles de estatales pelean en la primera línea de contención de esta crisis sin precedentes. Lo hacen en tareas de toda índole, esenciales y estratégicas. Sólo como ejemplo, la actividad sanitaria involucra a personas que se desempeñan en muchas disciplinas. Todas y todos son esenciales. Pero no gozan todes del mismo reconocimiento, de los elementos de protección necesarios, ni de iguales o equitativas condiciones de trabajo. Merecen ese reconocimiento porque se juegan la vida.
ATE Capital reclamó por largos meses el cumplimiento de las leyes de seguridad e higiene en el trabajo en los Hospitales de la Ciudad, particularmente con la entrega de EPP (ambos, calzados de seguridad, protecciones faciales, barbijos, etc.) para los y las trabajadoras del sector. Horacio Rodríguez Larreta hizo caso omiso. En el marco de desprotección habida en los hospitales y CeSACs de la Ciudad, se pidió una medida cautelar a los fines de ordenarle al GCBA y Provincia ART que cumplan con el cuidado de la salud no solo a favor de los y las trabajadoras, sino también de la salud pública de la Ciudad. Al fin se consiguió la cautelar, que está pendiente de cumplimiento. Tras tomar conocimiento de la facultad plenipotenciaria con que buscan dotar en la legislatura a Larreta entregándole un ilimitado poder para contratar, despedir, pagar sueldos en cuotas y demás, Daniel el Tanito Catalano expresó con contundencia a quien quisiera escuchar: “Si hay despidos, no hay cuarentena”.

Repudio al accionar del gobierno de la ciudad en la Villa 31

3.5.2020

LA DIGNIDAD Y LA CORRIENTE VILLERA INDEPENDIENTE REPUDIAN EL ACCIONAR DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD EN LA VILLA 31

Miles de familias de la Villa 31 están sin agua desde hace una semana. Los tendidos de AySA, la empresa concesionaria del servicio, apenas llegan a los contornos y las calles principales. Los vecinos del barrio desarrollaron obras para acceder al servicio.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se declaró «incompetente» ante un juzgado para garantizar el servicio de agua y saneamiento, contra el Covid-19 y el dengue.
Es el responsable de la falta de agua de manzanas enteras que desde hace una semana están sin agua, en plena pandemia.
A esto se suman los nuevos casos de Covid-19 en el barrio.
Las organizaciones sociales nos venimos organizando, valiéndonos del trabajo cotidiano en éste y todos los barrios populares, para que lxs vecinxs puedan tener diariamente la vianda social. Asimismo, son las estructuras de promotorxs de salud y género de las organizaciones, construidas durante años de compañerxs se realiza la prevención y aplicación del protocolo ante el Coronavirus.
Mientras, desde el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta continúan sin aislar ni hacer testeos preventivos a quienes tuvieron contacto estrecho con casos positivos. En los casos en que sí se efectuó el traslado y aislamiento, se hizo en condiciones paupérrimas, con niñxs y adultxs durmiendo en el piso, sin recibir agua ni comida durante todo un día.
También, en plena pandemia, continúan reubicando a las familias de bajo puente a las nuevas viviendas, como parte del programa que vienen llevando, disfrazado de urbanización.
Sin embargo, esto pretende poner en valor el barrio para la especulación inmobiliaria sobre sus tierras y no mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, siempre relegadxs en la escala de prioridades de una Ciudad que no gobierna para quienes carecen de los medios económicos para decidir, en primer lugar, si quieren mudarse y en qué condiciones quieren hacerlo.
Desde La Dignidad y la Corriente Villera Independiente denunciamos este accionar por parte del gobierno de Larreta.
Proponemos medidas de prevención, limpieza y desinfección de espacios comunes.
La dotación de unidades móviles a cada CESAC para traslado de sospechosos de Covid-19
Un protocolo específico para contactos estrechos con casos positivos de Covid-19
La creación de un Comité de Emergencia Sanitaria, Social y Económica de barrios populares, que incluya el descacharreo y la desinfección de dengue.

Villa 31: Ya son 83 las personas infectadas con COVID-19

2.5.2020

Muchos vecinos y vecinas continúan sin agua, al igual que sucede en otros barrios populares. En cinco días la curva del coronavirus creció un 1900% en el barrio.

El referente de la Garganta Poderosa, Nacho Levy, difundió un texto de su autoría denunciando la responsabilidad del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en la situación sanitaria crítica que atraviesa la Villa 31, también conocida como barrio Carlos Mugica. El referente social denunció que en una semana los casos se multiplicaron de 3 a 57. El último dato que se conoce es que ahora son 83 los casos confirmados.
Además, al igual que otros barrios populares de la Ciudad, como la Villa 1.11.14 y la Villa 21.24, el barrio sufre hace al menos una semana la falta de acceso agua potable.
Compartimos el posteo de La Garganta Poderosa:
Urgente / #83positivosEnLa31
¡DEJEN DE LAVARSE LAS MANOS!
Recién, a las 19:52, tras ocultarnos la información todo el día,
a minutos del finde, nos confirman 26 casos más en la 31.
Y ahora son 83 los positivos sólo en el Barrio Mugica.
Que no tiene respuestas, ni visibilidad, ¡ni agua!
Desde el sábado, cuando tenía 3 casos…
¿Qué hacemos?
¿Nos seguimos haciendo los boludos?
¿Miramos para otro lado atrás de la careta?
¿O esperamos un muerto, para llamar a Larreta?
#LarretaEsResponsable
#La31sigueSinAgua
#AySAnoDiceNada
#AislamientoViableYA
#YelPeriodismoDóndeEstá

Desde el lunes será obligatorio usar tapabocas en la calle en la Ciudad de Buenos Aires

2.5.2020

El gobierno de Horacio Larreta dispuso que será obligatorio el uso de tapabocas en la calle, ampliando así la norma que lo exigía para entrar a comercios y transporte público. Siguen sin dar una respuesta a la falta de insumos en hospitales y la situación de las villas.

A partir de este lunes será obligatorio el uso del tapabocas para circular y permanecer en cualquier espacio público en toda la Ciudad de Buenos Aires. Así lo dispuso el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.
Hasta el momento, los barbijos caseros eran obligatorios para ingresar o permanecer en locales comerciales, en dependencias de atención al público sean públicas o privadas y en medios de transporte público.
Como tapabocas se considera a cualquier elemento que pueda cubrir boca, nariz y mentón, de fabricación casera con pañuelos y telas.
Ante el crecimiento de casos y el aumento de la circulación pública de personas, las autoridades sanitarias locales decidieron extender el uso del tapabocas. Para ello explican que su uso es necesario porque el virus tiene una alta capacidad de transmisibilidad y está presente aún en personas que se han contagiado pero no presentan síntomas. De acuerdo a las estadísticas que presentan, dos de cada tres personas no presentan síntomas o tienen síntomas leves y el tapabocas disminuye la posibilidad de contagio.
La resolución oficial entrará en vigencia a las 0 horas del lunes 4 y desde ese momento será efectiva la fiscalización y denuncias a la línea 147, que hoy está en manos de empresas tercerizadas que no cumplen con derechos laborales ni de seguridad en el trabajo.
Este jueves, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, pidió a los ciudadanos que tengan “responsabilidad individual” para afrontar la emergencia sanitaria porque “el aumento de casos va a llegar y el objetivo es reducir el impacto”.
“Necesitamos que nos sigan acompañando en el uso de barbijos, el aseo, distanciamiento social y salir lo mínimo indispensable y apelamos a la responsabilidad individual”, dijo Larreta en conferencia de prensa.
A pesar de intentar mostrar preocupación por el avance del coronavirus, el gobierno de Larreta dejó en claro que poco le interesa la salud de los habitantes. Además del traspié por buscar restringir la salida de los mayores de 70 años, se develaron los negociados por sobreprecios en compras de barbijos a $ 3.000 cada uno y encima vencidos.
Mientras tanto, el presupuesto para salud ha sido duramente recortado. Con trabajadores de la salud que denuncian el desfinanciamiento, la falta de insumos básicos y su mala calidad en al menos 28 hospitales.
Al mismo tiempo, la población de las villas es la más vulnerable producto del hacinamiento y las malas condiciones de vida, con faltantes de luz y de agua, insumos básicos para la prevención. Allí la pandemia avanza aceleradamente, un 10% de los contagiados de la Ciudad se encuentran en villas y asentamientos.
Para ellos, el gobierno de Larreta no propone ninguna solución ni plan integral y se declaró “incompetente” para solucionar esta situación, al rechazar un amparo colectivo presentado por organizaciones sociales, sindicales y académicas que trabajan en estos barrios.

Denuncian el drama de la Villa 31: Cada vez más familias contagiadas con el Covid-19 y hace 5 días que no hay agua

30.4.2020

Desde la organización Garganta Poderosa nos hacen llegar esta nota, que en realidad es un grito de desesperación por lo que está ocurriendo en los barrios más humildes y villas de la Capital y el Gran Buenos Aires.

CUATRO CASOS MÁS EN LA VILLA 31,
QUE SIGUE SIN AGUA, ¡5 DÍAS SIN AGUA!

Ahora, mientras miles de argentinos eligen qué película mirar en Netflix, mientras la televisión debate sus propias generalizaciones, mientras solemnes intelectuales siguen embebiendo teoría, mientras jueces y procuradores juegan a la politiquería, mientras funcionarios «del palo» miran para otro lado, mientras la indiferencia se hace pandemia, mientras operan sin barbijo los operadores del cinismo, ahora mismo, en la Villa 31, hay otros 50.000 seres humanos que NO TIENEN AGUA HACE 5 DÍAS, como si todo el universo de los medios, la política, la Justicia y la ciudadanía no se hubiera enterado todavía. Ya circularon los videos, ya circularon las fotos, ya circularon los testimonios, ya circularon los positivos, pero no pasa nada, ¡nada de nada! Vecinas y vecinos desesperados, llorando, rogando, implorando que por favor hagamos algo, que por favor gritemos fuerte, que por favor rompamos todo, ¡que por favor algo!
«Lo que pasa es que», ¡no pasa nada! AySA es la empresa prestataria de servicios de agua y saneamiento más grande de América Latina, pero sus tendidos abordan a las villas como si fueran un PH, o sea, su abastecimiento sólo llega hasta los contornos de los barrios informales y algunas de sus arterias principales, en el mejor de los casos. Así fue siempre. Al interior, todas las conexiones han sido desarrolladas por autogestión de la propia comunidad o por obras del Gobierno de la Ciudad, que también las paga con dineros públicos, pero las construye sobre «la informalidad». Sin calles, ni catastros, los mapas de AySA ven a los territorios villeros como cuadrados verdes, como si fueran espacios públicos. Y por eso, desde siempre, la lucha por la «integración urbana» requería romper la frontera del adentro y el afuera, proyectando la obra desde una inevitable articulación entre la empresa proveedora y la gestión porteña. Así se cultivó la resolución Apla 26/17, para que AySA pudiera intervenir ocasionalmente, pero el agua se corta de manera frecuente. ¿Y entonces? Y entonces, como hace 13 años vienen privilegiando el marketing y diciéndole «urbanización» a la llegada del McDonalds, ahora no tenemos cómo carajo resolver la falta de agua. Y sí, AySA puede haber tenido un problema en alguna planta, pero sigue siendo una «empresa prestataria» y el titular sigue siendo el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, responsable absoluto de garantizar el acceso al agua como derecho constitucional, en cualquier contexto y mucho más en plena cuarentena, mientras todo el arco científico y sus propios voceros mediáticos promocionan insólitamente medidas que ninguna familia de la Villa 31 puede tomar.
Ahora mismo, mientras continúan los desalojos que las autoridades habilitan sin hablar, mientras aumentan los alquileres que no regula ninguna entidad estatal, mientras evitan aislar a contactos estrechos porque no tienen camas para pobres, mientras siguen inyectando enfermedades hídricas en las venas del barrio, mientras ocultan la verdadera dimensión de la circulación, mientras tiemblan los vecinos entre la espada del coronavirus y la pared de la vivienda que temen perder, esos 50.000 seres humanos no tienen descanso, ni paz, ¡nos acaban de confirmar 4 casos más! Que también se contagiaron en el aglomeramiento de una casa superpoblada de gente, que ningún agente oficial pasó a registrar, porque los viejos del Geriátrico Que No Pueden Pagar, ¡para qué quieren respirar!
Tranqui, ¡no pasa nada! Sólo hay una nueva familia entera contagiada, que ahora está internada en el mismo hospital donde ayer a la tarde internaron a otra familia completa, mientras el barrio pierde la cuenta, porque los niveles de hacinamiento son inmensamente mayores a los de cualquier residencia o cualquier hospital. Ahora, ¿qué pasaría si alguna residencia o algún hospital denunciara que hace 5 días no tiene agua? ¿No gritaría fuerte toda esa prensa amarilla? ¿No se volvería a indignar?
Por suerte, se trata de una villa, lo podemos tolerar.

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