Coronavirus y barrios populares

11.5.2020

Organizaciones de la Ciudad de Buenos Aires advierten que donde faltan el agua potable y los protocolos adecuados se continúan multiplicando exponencialmente los contagios. En este sentido, afirman que la curva no solo no se aplana, sino que la desigualdad se amplifica.

Desde el gobierno porteño informaron con relación al Coronavirus Covid-19 en los Barrios Populares (villas y asentamientos) de la Ciudad, al 9 de mayo, que:
1. Hay casos confirmados en 14 Barrios Populares porteños.
2. El 9 de mayo en la ciudad hubo 108 casos positivos confirmados, 49 de ellos corresponden a los Barrios Populares (45,3%).
3. Los casos confirmados en el Barrio Carlos Mugica (Ex Villa 31-31bis) aumentaron el 160% en 5 días, pasando de 107 (2/7) a 280 casos (7/5).
4. El primer caso en el Barrio Carlos Mugica se confirmó el 21 de abril. En 17 días llegó a 280 casos.
5. En las dos últimas semanas en el barrio de Retiro (donde se encuentra el Barrio Carlos Mugica) la cantidad de casos confirmados aumentó un 1.992%. En la Ciudad, para el mismo período, el aumento fue de 88%.

Desde la Cátedra de Ingeniería Comunitaria, el Observatorio del Derecho a la Ciudad, la CTA Capital, el Frente Territorial Salvador Herrera, y el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas afirmaron que a partir del 24 de abril, y durante los siguientes 15 días, la falta de agua en el Barrio Carlos Mugica se generalizaba impidiendo a sus habitantes llevar a cabo las acciones básicas para afrontar la pandemia: el lavado frecuente de manos.
Agregaron que fuera de tiempo, el gobierno porteño impuso un improvisado protocolo donde los criterios de testeos no son claros, sin mecanismos de protección de les niñes en caso de que alguno de sus padres tenga que ser internado, sin dispositivos para las situaciones de violencia de género y con demoras interminables en pabellones de hospitales donde los/as habitantes del barrio con lo puesto fueron trasladados en micros sin asistencia sanitaria ni alimentaria para esperar los resultados del testeo.
Desde un colectivo de asambleas y organizaciones se elaboró un documento de recomendaciones para un Protocolo Especial de Actuación frente al coronavirus en villas y asentamientos.
En el marco de una causa de amparo colectivo presentada por estas organizaciones, junto a referentas y referentes de Barrios Populares (Villa 21-24, Barrio Inta, Barrio Scapino, Barrio Cildañez, La Villa 15 – Oculta -, Villa 20), el 5 de mayo la Justicia ordenó al Ejecutivo porteño garantizar agua potable a los 400 mil habitantes que viven en las villas de la Ciudad. Previamente, el gobierno había dicho ante la justicia que el tema era responsabilidad de AYSA.
“Estamos a la espera de que el GCBA cumpla la sentencia judicial y elabore el Plan de Contingencia con acuerdo de las comunidades como lo ordena el fallo en un plazo que vence el día miércoles. Sin agua potable y sin protocolos adecuados adaptados a la realidad del barrio, este era el único resultado posible”, expresaron las organizaciones.

¿Militarización y detenciones como estrategia para enfrentar la pandemia en CABA?

11.5.2020

Se conocieron los escandalosos datos del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño durante la cuarentena obligatoria. Desde el 20 de marzo hasta hoy, 11 de mayo, suman 18.710 entre detenidos y demorados por violar el aislamiento. Mientras la salud está en crisis, las fuerzas represivas inundan la Ciudad.

En la Ciudad de Buenos Aires la tendencia al fortalecimiento policial como plan de acción se demuestra a través de los números que se dieron a conocer, y que hablan por si solos: de 18.710 personas, 1226 fueron detenidas y 17.484 demoradas, notificadas o trasladadas a sus domicilios.
En los operativos realizados en la calle, fueron secuestrados hasta esta mañana 276 vehículos, que según el informe eran conducidos por personas que no tenían permiso para circular. Y había a lo largo y ancho de los barrios porteños, 394 controles policiales, de los cuales 111 estaban ubicados en accesos a la Ciudad y 283 eran móviles y estaban divididos en tres turnos.
Además el gobierno porteño lanzó una campaña para denunciar por incumplimientos a través del número 147 y de esa manera reforzar la lógica de la “responsabilidad individual” como principales medidas. En total, hubo 21.337 llamados “para denunciar situaciones de incumplimiento del aislamiento obligatorio”, según informaron las fuentes. En la segunda fase de la cuarentena, cuando el 15 de abril se declaró obligatorio el uso de tapabocas en comercios y medios de transporte (medida que al igual que el aislamiento recae sobre la responsabilidad individual de cada persona), hubo 646 denuncias telefónicas. Las multas ascienden a 285.

Vigilar y castigar

Podemos ver que desde que comenzó la medida de aislamiento seguro, social y obligatorio como principal medida para hacer frente a la pandemia mundial de Covid-19, todos los gobiernos fortalecieron sus aparatos represivos para tratar de sostener la cuarentena. La campaña lanzada desde el Gobierno Nacional, los Gobiernos provinciales y el de la Ciudad de “Quedate en casa”, se sostuvo principalmente a través del rol que jugaron los principales medios mostrando operativos policiales y repitiendo hasta el hartazgo casos particulares como el del surfer, un joven adinerado que parecía que había bajado de la estratósfera.
Cuando en realidad la situación requiere de inversiones en el área de salud: entrega de elementos de protección personal como barbijos, alcohol en gel o guantes a trabajadores de la salud y aquellos denominados “esenciales”; hospitales en condiciones y con camas disponibles; y testeos masivos, en cambio la solución del gobierno porteño fue en sintonía con el resto: más policías en las calles, por ende, mayor control social. Además, de esta manera se eximen a los responsables de que la crisis se profundice: no solo se busca ocultar la falta de respuestas de los gobiernos, sino su responsabilidad junto con la de los grandes empresarios que buscan seguir ganando a costa de nuestras vidas, incluso en épocas como esta.
Sin embargo, la realidad habla por sí misma. Las denuncias del personal de salud que trabaja en condiciones deplorables y tiene uno de los primeros puestos en el triste ranking del porcentaje de trabajadoras y trabajadores de la salud contagiados a nivel mundial. Y numerosas denuncias de detenciones arbitrarias a lo largo de toda la Ciudad y el resto del país, por parte de las fuerzas represivas sobre todo a jóvenes trabajadores precarizados. Los empleos informales crecieron exponencialmente durante los últimos años, siendo además los más castigados en una situación de pandemia como esta.
Mientras veíamos como a los jóvenes en los barrios humildes los hacían hacer sentadillas o son sometidos a torturas, un empresario pasaba a su empleada doméstica adentro del baúl de su auto sin mucha repercusión. En las villas, donde los casos positivos aumentan exponencialmente debido a las condiciones deplorables de hacinamiento y falta de servicios esenciales como el agua, la solución durante los primeros días también fue el refuerzo del control policial. Recién en la última semana que salió a la luz el escándalo de la situación que viven en barrios como la Villa 31 o la 1-11-14, comenzaron a hacer algunos tests a quienes presentan síntomas.
En CABA, se denuncia un caso de violencia institucional diario, según el Ministerio de Defensa Público porteño. Esto no es casual, sino que es parte de un plan para que la crisis actual, y la que se venga, la sigamos pagando los de abajo. Ese es el motivo por el que necesitan invertir en policía, para que pase el ajuste que siguen aplicando sobre nuestros hombros.

COVID19: La situación de la Villa 31 desde una perspectiva feminista y popular

10.5.2020

Por Josefina Figueroa

En la última semana los contagios de coronavirus en la Villa 31 crecieron hasta alcanzar los 280 casos y sus habitantes denunciaron la falta de agua. Servicio que no sólo es una herramienta fundamental para prevención del virus sino que afecta directamente la actividad de los comedores. Esta actividad social está organizada y sostenida mayoritariamente por mujeres y diversidades. Es por ello que en coordinación con la Asamblea Feminista del barrio*, recopilamos declaraciones y denuncias de militantes de diferentes organizaciones sociales sobre cómo están frente a esta situación.

Desidia Estatal

Tras el fallecimiento de la primera persona por coronavirus y luego de múltiples denuncias de organizaciones sociales del barrio, el gobierno de la Ciudad motorizó por primera vez en la cuarentena un protocolo de medición de contagios a la población de la Villa.
Felicidad Salinas, militante de Barrios de Pie y coordinadora del área de Géneros en CABA, expresó que lo que está pasando en el barrio “es una vergüenza” y que la están pasando muy mal con la llegada del frío y la falta de agua. “Sobre todo las mujeres que sostenemos las familias y comedores”, aseguró.
En este mismo sentido, Janet Mendieta que trabaja en el comedor Feminismo al Palo dijo que “hace un montón que veníamos reclamando un protocolo especial” porque sabían de los peligros que acarreaban por sus condiciones de vida. “Estamos hacinados y hay un montón de menores de edad por familia”, expresó con preocupación.
Luz Muriel Burgos, integrante de la casa popular Las Mirabal, agregó: “Me duele mucho que en su momento no se haya hecho nada. Me da mucha impotencia la desidia del Estado y es muy desesperante ver que suben los contagios. Me da por pensar que quieren que se mueran todas las personas de la villa”.

La verdadera pandemia

A pesar de que la mayoría de los medios no lo visibilizan como tal, a evaluar por los números, el coronavirus puede considerarse una pandemia dentro de otra que nos acecha hace años y se llama violencia por motivos de género. El no cese de femicidios y transfemicidios durante el aislamiento social preventivo y obligatorio, puso en evidencia que el hogar es un lugar donde la violencia patriarcal se despliega en sus niveles más extremos y continúa matando.
Sobre este punto, Miryam Duarte, promotora contra la violencia de género en el espacio “Ñande Roga” y trabajadora de un comedor de CTA Capital destacó que “en esta pandemia estos dos trabajos son fundamentales. Prestar una oreja para escuchar a una compañera que está atravesando una situación de violencia es tan importante como garantizar un plato de comida. Principalmente en los barrios vulnerables donde falta el Estado y somos las compañeras de organizaciones sociales las que estamos peleando la situación colectivamente”.
Asimismo Felicidad Salinas que es militante de Barrios de Pie afirmó que “están muy expuestas porque la violencia de género avanza acá también y no hay contención. Sobre todo si sos inmigrante”.

La falta de agua y sus múltiples consecuencias

Los vecinos y vecinas de “la 31” denunciaron que hace tiempo tienen problemas con el agua pero que en las últimas semanas esa situación se agravó. En declaraciones con los medios, el vice jefe de gobierno Diego Santilli aseguró que se trataría de un problema de la empresa AYSA y que estaba en vías de solucionarse. Como si con ello fuera suficiente en una situación de emergencia sanitaria, económica y humana.
Miriam Suárez de Barrios de Pie expresó que la falta de agua es muy grave y que no reciben una solución. “Nos dicen que tenemos que hablar con Aysa. Hoy volvió el agua pero sale sucia. No nos podemos higienizar bien”, aseguró. Además y fundamentalmente explicó las dificultades que provoca para la ayuda social porque “quienes tenemos comedores no podemos cocinar para toda la gente sin agua. Además la verdura no se puede lavar bien”.
En la misma línea, Janet Mendieta que trabaja en el comedor Feminismo al Palo, expuso las contradicciones en el hecho de que “el Estado nos pide que te laves las manos pero no nos da respuestas”. También explicó: “A veces el agua vuelve de a ratos a la madrugada pero no tenemos presión. Los comedores están desbordados porque la situación económica tampoco es buena”.
No obstante, Camila Ramos que pertenece a la CTA Capital y vive en el sector Bajo Autopista de la Villa 31, confirmó que en el barrio tienen “más casos de dengue que de coronavirus. También aseguró que les están dando agua para cuestiones del hogar pero que “no es para tomar porque hay que hervirla y hay vecinos que no pueden comprar agua. La secretaría se está manejando muy mal. No da privilegios a las mujeres embarazadas ni discapacitadas”.

* La Asamblea se conformó a partir de un femicidio en el barrio y la necesidad de gestar un espacio de contención. Hoy la conforman casi quince organizaciones de diferentes partidos políticos. Ante la pandemia están funcionando como un espacio de circulación de información y sostén emocional.

Se suman nuevas actividades en la Ciudad, pero sigue la desidia en barrios vulnerables y geriátricos

10.5.2020

En conferencia de prensa Larreta anunció nuevas aperturas de comercios de cercanía y habilitó el paseo para los chicos, apostando a la responsabilidad ciudadana. Mientras tanto, no anunció medidas de emergencia para paliar el salto de contagios en barrios vulnerables y geriátricos.

En la mañana del sábado, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dio a conocer el plan de flexibilización de la cuarentena que presentará al presidente de la Nación el lunes. Se sigue poniendo la principal responsabilidad sobre el ciudadano, mientras no se presenta ningún plan de Gobierno. Al mismo tiempo no se dio a conocer ningún plan gubernamental serio ante el gran problema que explotó esta semana, el salto de contagios en barrios vulnerables y geriátricos.
En dicha conferencia, mientras se mantienen las mismas tareas esenciales, se anunció que nuevos comercios barriales serán habilitados de forma gradual e insistió que el centro del cuidado recae sobre la responsabilidad individual, sin ninguna mención de cuál es el plan desde el Estado. El horario establecido será de 11 a 21 hs y se ingresará a los mismos de acuerdo con la terminación del DNI en número par o impar.
Al mismo tiempo se permitirá el paseo para menores de 16 años acompañados por adultos responsables, durante una hora, en un radio de 500 metros de sus hogares y también las salidas se regularán según la terminación de sus documentos.
Para conocer los detalles de las nuevas actividades habilitadas para funcionar y las modalidades de apertura, se pueden visitar la página del Gobierno de la Ciudad, mientras se irán dando a conocer públicamente en los próximos días.
Los despidos, suspensiones, rebajas salariales y el aumento de la pobreza siguen siendo temas ocultos en las conferencias de prensa del Jefe de Gobierno porteño. Incluso los temas acuciantes que explotaron esta semana, no merecieron ni una mención en la misma.
Luego de una semana de un sinnúmero de denuncias de la falta de protocolos, falta de agua y del salto de contagios en los hacinados barrios populares de la Ciudad, donde viven miles de personas, no fueron tema central de la Conferencia, donde el Gobierno tiene una clara responsabilidad. Unas 400.000 personas viven en villas y asentamientos, que no escucharon ninguna respuesta a sus necesidades en medio de la pandemia.
Tampoco fue mencionado el otro gran problema de la Ciudad, los peligros de contagios en las 500 instituciones para adultos mayores, donde semana a semana se descubren nuevos casos de Covid-19 sobre la población de riesgo.
El otro ausente en la Conferencia fue la realidad de la salud pública y privada, otra responsabilidad del Estado. Mientras a diario se multiplican las denuncias de las y los trabajadores de la salud por falta de insumos y protección sanitaria.
En definitiva, el Estado sigue apostando centralmente a la responsabilidad individual en el freno del contagio. Mientras luego de más de 40 días de cuarentena siguen faltando medidas acordes para abordar los problemas sanitarios y sociales que atraviesa el pueblo trabajador.

Ataques a la Casa Teresa Israel y al Normal Nº 7 de Almagro

10.5.2020

Los frentes del colegio Normal Nº 7 y de La Casa de Teresa, ubicados en el barrio porteño de Almagro, amanecieron este sábado 9 de mayo con los murales en homenaje a Teresa Israel y otrxs desaparecidxs cubiertos de grafitis fascistas.

Reproducimos repudio difundido por Correpi:
Teresa Alicia Israel, militante del Partido Comunista, creció y vivió en el barrio de Almagro de la ciudad de Buenos Aires. Se recibió de maestra en el Normal 7, en Corrientes y Sarmiento, y luego de abogada en la UBA. Se incorporó a la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y fue una decidida defensora de presxs políticxs antes y durante la última dictadura cívico-militar eclesiástica, lo que le valió amenazas, ataques y persecuciones, que culminaron con su secuestro la madrugada del 8 de marzo de 1977 –sí, el Día Internacional de la Mujer- en el domicilio familiar de la calle Campichuelo.
Su mamá, Clara Berestezki de Israel, no cesó de buscarla y reivindicar su compromiso militante un instante del resto de su vida. Declaró como testigo en el Juicio a las Juntas, donde quedó establecido que Teresa estuvo en cautiverio en el Centro Clandestino de Detención El Atlético, en Cochabamba e Ingeniero Huergo. Clarita fue nuestra amiga incondicional en los tiempos de conformación de CORREPI como organización antirrepresiva, y el centro cultural de Acuña de Figueroa y Humahuaca, La Casa de Teresa, fue de los primeros espacios que abrieron sus puertas para ayudarnos a difundir la lucha contra las detenciones arbitrarias, el gatillo fácil y la tortura en democracia. Hoy compartimos varios espacios de coordinación permanente con Mirta Israel, hermana de Teresa, referente de Pañuelos en Rebeldía y del Sindicato de Actorxs.
Por eso sentimos la aparición, esta mañana, de esas pintadas fascistas en la Casa de Teresa y en el frente de su colegio, sobre los murales que recuerdan a Teresa, como un ataque sobre una de las nuestras.
La reivindicación del genocida Videla sobre la imagen y el nombre de Teresa da cuenta de que, a pesar del tiempo transcurrido desde el fin de la dictadura, la peor derecha reaccionaria está allí agazapada y actúa con total impunidad incluso en estos tiempos de saturación policial en las calles al amparo de la situación de excepción impuesta por la pandemia.
Repudiamos el ataque y responsabilizamos al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y a su policía, que como bien saben lxs vecinxs de Almagro patrulla permanentemente esas calles.
Teresa Israel y lxs 30.000 ¡Presentes!

Usted es el visitante N°