“Larreta hacete cargo”

19.6.2020

Bajo la consigna “Larreta hacete cargo”, la Federación Nacional Territorial de Capital (FeNaT-CTAA Capital), junto a Somos Barrios de Pie, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y la Federación de Organizaciones de Base (FOB) realizaron este jueves una Jornada de Ollas en las villas y barrios populares porteños para reclamar que el trabajo que realizan cotidianamente sea reconocido y considerado esencial. Las jornadas se repetirán todos los jueves hasta que sus exigencias sean escuchadas.

Reproducimos nota de la Agencia ACTA-CTA:
La FeNaT-CTAA Capital participó de la jornada armando más de un centenar de ollas populares distribuídas en toda la Ciudad de Buenos Aires. Al respecto, Pablo Spataro, secretario General de la Central porteña, expresó: “Esta jornada es fundamentalmente para hacer visible el trabajo comprometido de miles en esta Ciudad que el Estado intenta invisibilizar y desconocer en su caracter de trabajadores y trabajadoras. Son compañeros y compañeras que desarrollan tareas en espacios comunitarios, atendiendo comedores y merenderos, realizando trabajos de cuidados de distinto tipo, ejerciendo el rol de promotores y promotoras en materia de atención a la Violencia de Género y de la Salud, entre otros tantos aspectos de la vida comunitaria que abordan a diario. Necesitamos que todo ese trabajo y esa entrega se reconozca salarialmente.»
La emergencia sanitaria y la profunda crisis económica y social se recrudece y golpea con mayor fuerza en las villas de emergencia y barrios populares de la Ciudad. En este contexto, los problemas estructurales históricos quedan al descubierto y la vulneración de los derechos más básicos de los sectores populares es moneda corriente. ¿Cómo se explica, que si las villas son el 10% de la población de la Ciudad, representan 1 de cada 2 casos de Covid-19? Más de 6 mil casos después, y lamentando el fallecimiento de numerosxs referentes sociales, el Gobierno de la Ciudad los sigue tratando como ciudadanxs de segunda.
No es novedad el crecimiento exponencial de casos y la expansión de la pandemia en cada uno de los barrios, como tampoco es novedad que los comedores y merenderos que día a día levantan las organizaciones populares están desbordados. Y ello no es casualidad. Es parte de un modelo de Ciudad estructuralmente desigual, en donde desde hace 13 años gobernó el macrismo; de un modelo de Ciudad que siendo la más rica del país día a día crece la pobreza, la desocupación y el hambre; de un modelo de Ciudad en donde los negociados inmobiliarios y el enriquecimiento de unos pocos significa que hoy la mayoría de nuestras villas no están urbanizadas y que lxs trabajadorxs tengan cada vez menos ingresos.
Desde una de las 100 ollas que organizó la FeNaT-CTAA Capital, Amalia Aima, secretaria de Acción Social de la CTAA Capital y referente del Movimiento de Villas y Barrios Germán Abdala, al ser consultada sobre por qué salen con las ollas a la calle contestó: “Porque somos las primeras en exponernos para dar de comer o merendar a nuestro barrio por amor, porque no tenemos horario, porque en cada comedor damos todo, porque a pesar de que muchos de afuera del barrio nos discriminan, nosotros jamás discriminamos. Salimos a la calle porque es necesario que nuestra voz sea escuchada: la pandemia es hoy, puede quedarse o irse mañana, pero el hambre sigue y la desocupación también. Siempre luchamos por pequeños derechos, cosas que para muchos son naturales, pero para nosotros no existen. Siempre fuimos invisibles en esta sociedad de la alta alcurnia, pero eso tiene que cambiar”.
Por su parte, María Eva Koutsovitis, del Frente de Organizaciones Salvador Herrera – CTAA Capital, agregó: “Las trabajadoras comunitarias somos esenciales para garantizar las tareas de cuidado en nuestras comunidades: la asistencia alimentaria, la asistencia sanitaria, el cuidado de nuestra infancia, de nuestras madres y padres, de nuestro ambiente. Somos quienes venimos en la primera línea gestionando la pandemia sin que nuestro trabajo sea jerarquizado y reconocido económicamente. Somos nosotras las que exigimos garantizar el derecho al agua potable para poder alcanzar nuestra autonomía. Somos nosotras quienes exigimos políticas públicas que garanticen los derechos en igualdad de condiciones. Somos nosotras, las esenciales, las que le decimos no a este modelo de Ciudad que hace más de una década solo concentra el poder y la riqueza precarizando el conjunto de las políticas urbanas”.
Desde las 500 ollas distribuidas por el total de las organizaciones en todo el territorio de la Ciudad de Buenos Aires se exigió también un Fondo de Emergencia urgente, con fondos públicos aportados por los sectores más ricos de la Ciudad, para reconocer el trabajo no pago de miles de compañeras, para realizar las obras que les permitan acceder al agua potable y para re-urbanizar las Villas.
A su turno y desde otra de las ollas, Mercedes Duarte, de Villa 31, del Comedor Feminismo al Palo, organización Somos Fuego y Promotora contra la Violencia de Género de la casa Ñanderoga, expresó: “lo que queremos es visibilizar el trabajo de las promotoras de salud y de género y pedimos un salario digno para todas nosotras”.
Desde hoy y hasta que el reclamo sea escuchado, se seguirán realizando ollas populares todos los jueves al mediodía en más de 20 villas y barrios populares porteños.

Amenaza de cierre del único hogar público para adolescentes madres

19.6.2020

Por Laura Litvinoff

La semana pasada el Gobierno de la Ciudad intentó cerrar el único hogar convivencial para adolescentes madres que llegaron allí derivadas por causas relacionadas a la violencia de género. La presión social por redes logró modificar esa primera iniciativa y ahora se habla de mudarlo a un lugar que no cumple con las condiciones básicas de seguridad. El Hogar Eva Duarte no es un lugar de paso, es una oportunidad para chicas de hasta 18 en situación de alta vulnerabilidad social.

“Me enteré que quieren desalojar el Hogar, Vivi… es nuestra casa, ¿cómo puede ser?” Le dijo Lil Busto, una de las tantas egresadas del Hogar Eva Duarte, a Viviana Aguirre, estudiante de psicopedagogía y trabajadora de esa institución hace ya más de cuatro años. Y esa pregunta fue tanto una zozobra como la constatación de que el Hogar es eso, una casa y una oportunidad, como dice Vivi, “de poder construir algo por fuera del círculo de la violencia. Y justamente por eso el desalojo es muy grave, porque es un espacio que a las pibas les brinda la posibilidad de un futuro mejor».
El Hogar de Mujeres y Disidencias Eva Duarte fue creado en 1991, depende económicamente de la Dirección General de la Mujer del Gobierno de la Ciudad y es la única unidad convivencial para adolescentes y sus hijes que sufren o sufrieron alguna situación de violencia de género y que no cuentan con un alojamiento seguro, ni redes sociales de contención. La semana pasada, la Subsecretaría de Fortalecimiento Personal, Familiar y Comunitario, se comunicó con las coordinadoras del Hogar, para anunciar la “mudanza” de la institución por supuestas cuestiones de seguridad sanitaria.
“El motivo que informan es que no podemos seguir donde estamos, que es dentro del edificio del Hogar San Martín, porque en otra ala del lugar también funciona un hogar con personas de la tercera edad y eso podría ponerlas en riesgo. Pero la realidad es que las poblaciones de los dos hogares no tienen contacto alguno, por eso creemos que todo esto es una excusa para desarmar el programa y desalojarnos”, denuncia Viviana.
“Como todas sabemos, a las mujeres nos cuesta un montón poder visibilizar la violencia que padecemos, y estos espacios lo que hacen justamente es mostrarle a las jóvenes alternativas diferentes para poder vivir y desarrollar la vida adulta y, a sus hijes, la posibilidad de tener una formación psicopedagógica diferente, adquirir otros hábitos y empezar a pensar que la vida no tiene porqué ser dura, que puede ser diferente”, explica Viviana.
Como el hogar es convivencial y no transicional, una vez que las jóvenes ingresan, a partir de los 14 años, pueden quedarse a vivir allí hasta los 18: “Básicamente esa es la principal diferencia con otros lugares transitorios o paradores en donde las chicas suelen pasar unos meses hasta que luego son derivadas a lugares como el Eva”, explica Florencia Álvarez, psicóloga social del Hogar y delegada de ATE.
A su vez, al ser un refugio de puertas abiertas, las jóvenes pueden ir al colegio, llevar a les niñes al jardín, o hacer la actividad que deseen; así como también pueden elegir si quieren quedarse viviendo allí o dejar de hacerlo.
“Trabajamos con una pedagogía de la ternura como una respuesta ética y política que va en contraposición con la crueldad y el desamparo que las pibas han recibido, en la mayoría de los casos desde su familia, y también por parte del Estado. Por eso decimos que el Hogar es mucho más que un techo o una comida: es un espacio en donde ellas pueden construir su identidad, configurar sus subjetividades, y ser alojadas en el más amplio sentido de la palabra”, cuenta Florencia.
Hasta la semana pasada, el plan del Gobierno de la Ciudad era cerrar el espacio y distribuir al personal y a las jóvenes que ahora se encuentran allí en otros dispositivos que también pertenecen a la Dirección de la Mujer, lo que hubiera generado que esas otras instituciones, muchas hoy ya colapsadas por la pandemia, se terminen de llenar y no tengan más plazas para otras personas que también los necesitan.
Pero la lucha que durante toda la semana llevó adelante el colectivo de trabajadoras del Hogar tuvo eco a nivel social y ese plan inicial finalmente quedó descartado. Sin embargo, la mudanza sigue en pie porque ahora lo que la Subsecretaría está intentando hacer es que el Hogar vuelva al predio en donde funcionaba hasta 2009, cuando tuvo que ser desalojado por peligro de derrumbe.
“Estamos muy preocupadas porque lo último que nos dijeron es que vamos a tener que volver al predio de Belgrano, de donde tuvimos que mudarnos porque estaba en pésimas condiciones y los techos se caían a pedazos. El lugar en donde estamos ahora si bien no es ideal, al menos cuenta con las condiciones básicas de cuidado y de seguridad, algo que, además, hemos logrado nosotras gracias a la lucha permanente de todas las trabajadoras”, cuenta Daniela Keclach, psicóloga del Hogar.
Esta unidad convivencial, ubicada en La Paternal, cuenta con capacidad para diez adolescentes y diez niñes, y actualmente tiene siete adolescentes registradas con sus hijes, pero viviendo en el Hogar hay solamente dos, ambas con sus bebés.
–¿A qué se debe esto?
–Al ser un lugar de puertas abiertas, cuando empezó la cuarentena varias jóvenes decidieron transitar una parte del aislamiento en la casa de sus familiares, y ahí fue cuando empezó todo el conflicto, porque cuando ellas quisieron volver no pudieron. Desde el día 15 de la cuarentena hasta hoy nosotras estamos pidiendo el reingreso, pero desde la Subsecretaría no nos están permitiendo los ingresos ni reingresos de nadie, el espacio quedó totalmente aislado y muchas de las pibas que quedaron en los barrios están conviviendo con sus agresores o están expuestas al virus. Nosotras entendemos que, con este tipo de acciones, el Gobierno está haciendo todo lo posible para concretar desalojo –se alarma Viviana.
Además del traslado, la mayoría de las trabajadoras de los espacios que dependen de la Dirección General de la Mujer también tienen que lidiar con las condiciones laborales con las que fueron contratadas. Nadia Polanco, delegada general de la Junta Interna ATE Promoción Social, dice: “Tenemos un montón de compañeras bajo modalidades fraudulentas de contratación: monotributo, contratos tercerizados a través de la UBA y, en muchos de los dispositivos de cuidado convivenciales como los Hogares y los CIM (Centros Integrales de la Mujer), en este momento las compañeras ni siquiera cuentan con ART”.
“Al mismo tiempo que se van vaciando de recursos materiales y humanos nuestros espacios, también se van cerrando programas por falta de personal. En tanto se dan ‘de baja’ los contratos, estos puestos de trabajo quedan vacíos y no se reponen, de modo que las compañeras sostienen guardias entre dos para asistir a más de 40 personas. Por eso nos resulta muy costoso realizar nuestras tareas y disponer del tiempo necesario para que estas mujeres puedan tener un acompañamiento amoroso y de calidad”, concluye Florencia.

Otro caso de gatillo fácil de la gendarmería en el Bajo Flores

18.6.2020

En la tarde de ayer Facundo Escalso, de 19 años, recibió una bala de la gendarmería, en lo que según fuentes policiales fue un robo. Él era vecino del Barrio Rivadavia, del Bajo Flores. El Comité de Crisis del Bajo Flores, donde se nuclean distintos actores sociales del barrio ante la pandemia, detalla la situación.

“En medio de discusión entre vecinos, apareció la gendarmería, entre corridas y confusiones lo fusilaron de 4 tiros, 2 por la espalda y 2 en los brazos. Se estuvo esperando más de una hora a la ambulancia SAME, sin permitir que la madre y los vecinos le realicen primeros auxilios, ya que estaba vivo. Al llegar la ambulancia y llevárselo, no dejaron que la madre los acompañe, agrediéndola físicamente, llegando al Hospital Piñero”.
Una vez en el piso lo rodearon con una fila de gendarmes que no dejaban pasar a nadie hasta que llegara la ambulancia. “Lo dejaron morir en el piso”, dijo Lucas un vecino del Bajo Flores.
La causa fue a parar al Juzgado Criminal y Correccional 55, a cargo de la jueza Alejandra Allaud donde se abrió una causa penal por “averiguación de causal de muerte”, ya que los datos aportados por la fuerza implicada son dudosos.

Bregman: “El Jefe de Gabinete de Larreta mintió sobre las tareas que cumplen ex miembros de la AFI”

18.6.2020

Ante el escándalo de espionaje que involucra a policías de la Ciudad, este viernes distintos bloques de la oposición convocan a una sesión especial al Jefe de Gabinete Felipe Miguel para ser interpelado

Ante el escándalo de espionaje que ha salido a la luz y que involucra a policías de la Ciudad, en el día de mañana distintos bloques de la oposición convocan a una sesión especial a las 10.30 hs para que el Jefe de Gabinete Felipe Miguel, se presente para ser interpelado al respecto.
La diputada Myriam Bregman del PTS en el Frente de Izquierda, destacó que “Miguel debe explicar por qué mintió en noviembre del año pasado cuando en esta Legislatura afirmó que esos policías que habían pasado a la AFI solo realizaban simples tareas de custodia. Desde nuestras bancas del Frente de Izquierda le pedimos al gobierno de Larreta que informe cuántos policías de CABA provenían de la dictadura. Respondieron que son 282 agentes; entre ellos el Comisionado Mayor de Investigación Informática Rodrigo Simón, que estuvo en la Federal durante la dictadura, pasó por todos los gobiernos constitucionales y ahora se descubre que espiaba para Macri en nombre de la policía de la Ciudad, constituyendo su propia historia un ejemplo de cómo se han reciclado los represores en este país”.
Para finalizar, Bregman afirmó que “nuestro partido y nuestros compañeros han sido víctimas de esta práctica ilegal, por eso tenemos mucho para preguntar mañana”. Sabemos que no es la primera vez que esto pasa pero no por eso vamos a minimizar lo que ya es un escándalo de proporciones, si se analizan de conjunto todas las causas que se han iniciado por este espionaje, se demuestra que el gobierno de Mauricio Macri incurrió en una práctica sistemática y muy aceitada de la cual el propio presidente no podía estar exento. Por eso este viernes 19 estaremos en el recinto esperando al Ministro”.

Ollas populares en Villas y barrios de la CABA

17.6.2020

La realizarán organizaciones sociales desde este jueves 18 de junio, todos los jueves a partir de las 11, en más de 20 villas y barrios populares porteños para exigir que las tareas que llevan adelante en este contexto de emergencia sanitaria y profunda crisis económica y social son esenciales y deben ser reconocidas.

Las organizaciones advierten que en el actual contexto los problemas estructurales históricos quedan al descubierto y la vulneración de los derechos más básicos de los sectores populares es moneda corriente: “¿Cómo se explica, que si las villas somos el 10% de la población de la Ciudad, representemos 1 de cada 2 casos de Covid-19? Más de 6000 casos después, y lamentando el fallecimiento de numeroxs referentes sociales, el Gobierno de la Ciudad nos sigue tratando como ciudadanxs de segunda. No es novedad el crecimiento exponencial de casos y la expansión de la pandemia en cada uno de los barrios, como tampoco es novedad que los comedores y merenderos que día a día levantamos las organizaciones populares estemos desbordadas. Y ello no es casualidad. Es parte de un modelo de Ciudad estructuralmente desigual, en donde hace 13 años gobernó el macrismo, de un modelo de Ciudad que siendo la más rica del país día a día crece la pobreza, la desocupación y el hambre, de un modelo de Ciudad en donde los negociados inmobiliarios y el enriquecimiento de unos pocos significa que hoy la mayoría de nuestras villas no están urbanizadas y que lxs trabajadorxs tengamos cada vez menos ingresos”, afirmaron.
En este sentido afirman que son las organizaciones sociales la que sostienen , a través del trabajo de las Promotoras de Salud, la detección de posibles casos de Covid-19; son quienes garantizan los alimentos y elementos de limpieza e higiene para las familias aisladas, además de las tareas de difusión y prevención; son quienes a través del trabajo de las Promotoras de Género las que acompañan a cada compañera y a cada vecina antes las situaciones de violencia machista que se recrudece en contexto de aislamiento por verse obligadas a vivir encerradas con los agresores; son quienes a través del trabajo diario de las compañeras en los comedores y merenderos populares trabajan y se rompen el lomo para que a nadie le falte un plato de comida: “(Somos) quienes estamos todos los días, quienes estiramos la olla para poder llegar a más vecinos y vecinas que diariamente peregrinan por un plato de comida”.
“Somos a quienes durante años pretendieron invisibilizar, a quienes durante años se estigmatizó, y somos hoy quienes estamos trabajando y militando sin descanso para que la situación no sea peor de lo que actualmente es. Por eso, exigimos un Fondo de Emergencia urgente, con fondos públicos aportados por los sectores más ricos de la Ciudad, para reconocer el trabajo no pago de miles de compañeras, para realizar las obras que nos permitan acceder al agua potable, para re-urbanizar las Villas. Porque si algo sabemos es que el virus no distingue entre ricos y pobres pero la desidia del Estado sí”, exigen las organizaciones.
Ante esta situación, a partir del 18 de junio y hasta que el reclamo sea escuchado, realizarán ollas populares todos los jueves en más de 20 villas y barrios populares porteños, como Villa 31-31 Bis; Villa 1-11-14; Villa 21-24, Ciudad Oculta; Villa 20; Villa Soldati; La Boca; Constitución, San Telmo; Playón de Fraga, entre otros.

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