Residentes y concurrentes de hospitales porteños desmienten las cifras de Quirós y Larreta
24.7.2020
En un nuevo relevamiento, la Asamblea demuestra que hay 270 camas de Unidad de Terapia Intensiva y no 450, como sostiene el Gobierno de la Ciudad. Además, hay sólo un profesional médico cada 30 pacientes, falta de capacitación y de protocolos, que aceleran y profundizan el colapso del sistema de salud.
En el segundo relevamiento sobre 17 hospitales de la Ciudad, la Asamblea de Residentes y Concurrentes porteños demuestra que en la tierra de Larreta y compañía, el desborde del sistema público de salud es inminente y que no se cuenta con 450 camas en UTI (Unidad de Terapia Intensiva) sino con 270. Además, dichas camas sólo cuentan con algunos respiradores y no con toda la aparatología necesaria para atender correctamente, como monitores de control, bombas de infusión continua y el adecuado personal capacitado.
Las otras camas destinadas a pacientes Covid que no están en UTI, llegan a una ocupación del 87% (992 ocupadas sobre un total de 1139). Muchas de ellas están ubicadas en las guardias o en salas improvisadas, en varias ocasiones sólo separadas por un nylon.
El relevamiento agrega que más de la mitad de la guardia UTI está a cargo de residentes, profesionales en formación y capacitación, cuando en realidad no es más que la cara de la precarización laboral en salud, mediante jornadas extensas de trabajo y un sueldo menor al personal de planta; y que el 66% de dichos residentes no cobra por las guardias realizadas.
En relación a la implementación de nuevos protocolos, sólo se aplicaron en el 7,7% de los hospitales. El 53,8% de las entrevistas, arroja que no hubo mejoría en los espacios de descanso. Un dato alarmante: el 41,7% de los hospitales no cuenta con incorporación de personal para hacer frente a la pandemia, lo que genera mayor sobrecarga laboral y exposición al contagio para quienes desempeñan sus tareas. Por otro lado, en el 50% de los hospitales donde sí se incorporó personal, el mismo es de manera transitoria, lo que avala los contratos precarios por un tiempo determinado y no garantiza el pase a planta permanente.
Desde el inicio de la pandemia, las medidas adoptadas por el Gobierno de la Ciudad, como así también el gobierno de la Provincia de Buenos Aires (el AMBA es el área con mayores contagios del país) y el gobierno nacional, consistieron en aislar a la población para “ganar tiempo”, pero desde fines de marzo hasta la actualidad, el acondicionamiento de los hospitales a lo largo y a lo ancho del país es insuficiente, están desbordados, se multiplica el contagio entre trabajadores de salud y ya son más de 20 los fallecidos.
Además, en noticias recientes se escuchó decir al ministro de salud Ginés González García que los contagios aumentan por “la indisciplina social”, adjudicando la responsabilidad individual, pero sin hacer mención a los miles de trabajadores que, presionados por las empresas y las fábricas, sí o sí tienen que concurrir a los lugares de trabajo, enormes focos de contagio. A esto se agrega que la modalidad de aislar sin testear a los contactos estrechos, aún no alcanza para conocer la información epidemiológica de manera certera, en cuanto a la cantidad de casos y sectores de población con mayor exposición al virus.
A la fecha, Argentina cuenta con más de 150.000 casos y en las últimas 24 horas los contagios se dispararon a 5439. La cifra de muertes asciende a 2702. En el pico de la pandemia, es imperante imponer la agenda de la salud a la altura de la crisis sanitaria, mediante la implementación de protocolos, insumos de calidad para poder atender, testeos masivos entre trabajadores esenciales y la creación de comisiones de higiene y seguridad, llevadas adelante por los mismos trabajadores de la salud. Como también la unificación del sistema de salud privado con el público y que todos los recursos estén destinados a las necesidades de la población.