«Los salarios en CABA están congelados desde octubre»

10.9.2020

Agustín Lecchi en diálogo con Enfoque Sindical repasó entre otros temas los inicios del SiPreBA, la declaración de servicio público a las telecomunicaciones, el blindaje mediático de Larreta y la propuesta política de Metrodelegados, ATE y UTE.

Hagamos un poco de historia, como surge el SIPREBA, como fue el proceso de conformación y como conviven en unidad las distintas expresiones políticas que lo integran?
El SiPreBA nace el 7 de junio de 2015 tras el abandono total que les trabajadores de prensa de la Ciudad de Buenos Aires sufrimos de parte de la UTPBA, el gremio que si bien no cuenta con ninguna representatividad entre les trabajadores en las empresas pero firma paritarias a la baja año a año. En 2014, tras años de entrega, fraude en los padrones e incluso un abandono a tal punto que no se renovaban las Comisiones Internas y llegaron a despedir delegados por no tener más fueros gremiales, en un plebiscito con una participación enorme tomamos la decisión de fundar el nuevo sindicato. Al plebiscito lo convocaron las comisiones internas de todas las empresas de la ciudad, es decir el sindicato se organizó desde la base.
Si bien SiPreBA es un sindicato joven, íbamos a renovar conducción por primera vez en abril de este año, y la nueva conducción también está compuesta por muchos compañeros y compañeras jóvenes, nos apoyamos en toda la historia de lucha de nuestro gremio que es riquísima, en los referentes que protagonizaron esas peleas ejemplares y de quienes aprendimos a defender nuestro derechos y a organizarnos sindicalmente.
Las expresiones políticas son diversas, con un gran componente de compañeres que se identifican con el peronismo y con la izquierda, pero sobre todo, en todos los casos nos une una enorme consciencia de clase y convicción de que los problemas de les trabajadores los resolvemos les trabajadores. Y para eso la unidad es fundamental.
¿Dónde sitúas ideológicamente a la UTPBA y qué opinas de su accionar gremial, en especial en los últimos años?
La UTPBA desapareció de las empresas periodísticas, de todo conflicto de la clase trabajadora y de cualquier disputa en el ámbito de la comunicación. Durante el macrismo, por ejemplo, no participó de ningún paro general ni de ninguna movilización. Hoy las empresas saben que si resuelven algo con la UTPBA eso no se traduce en una «negociación» o diálogo con les trabajadores y que si no hay contacto con SiPreBA o con las comisiones internas (que son parte fundamental de SiPreBA) no pueden destrabar ningún conflicto, por más que la UTPBA siga firmando la paritaria y con eso avalando el ajuste de los empresarios.
¿Han tenido alguna paritaria reciente? ¿Cómo está el sector en esta situación de crisis sanitaria?
Acaba de firmar una paritaria la nueva conducción de FATPREN que como SiPreBA integramos. Sumado al 9% de enero en lo que lleva del año se consiguió un 27% de recomposición, un bono de 10.000$ en cuotas y en noviembre se reabre la discusión. Además se puso en la mesa de discusión la regulación inmediata del teletrabajo, el aumento de la zona patagónica y las licencias por violencia de género y paternidad. Esa paritaria alcanza a la prensa escrita de muchas provincias del país y si bien no resuelve el atraso salarial enorme que tenemos es un contraste terrible con lo que sucede en la Ciudad de Buenos Aires en donde las cámaras sólo discuten la paritaria con la UTPBA, y desde octubre del año pasado los salarios están congelados.
El ejemplo de la Fatpren sirve muchísimo para que, quienes trabajamos en las empresas de comunicación en la Ciudad de Buenos Aires donde están los medios más importantes del país, hagamos todos los esfuerzos para que SiPreBA discuta los salarios y las condiciones laborales. Que esté SIPreBA va a implicar que estén las y los trabajadores, ya que nosotros tomamos todas las decisiones mediante asambleas y plenarios de delegados. Y hay comisiones internas de SiPreBA en más de quince medios de la Ciudad, canales de TV, diarios, revistas, radios, portales y agencias. Esa es la virtud y la fortaleza de nuestro sindicato.
Y en relación a lo sanitario tenemos a una gran parte de la actividad, casi el 80% realizando teletrabajo, con los problemas que eso conlleva: muchas empresas no se hacen cargo de costear los servicios como internet ni el mobiliario necesario. Hemos elaborado un pliego de demandas para estos casos en donde también incorporamos el derecho a la desconectividad y muchas cuestiones que están en la ley que apoyamos pero aun no entró en vigencia. Si bien la misma ley indica que comenzará a regir 90 días terminado el aislamiento necesitamos que el teletrabajo se regule de manera urgente. Y en los lugares en donde hay trabajo presencial, además de exigir que licencien con todos los derechos y sin afectación salarial a quienes tienen más de sesenta años, o por cuestiones de salud están más expuestos, hemos planteado protocolos que en muchas empresas se cumplen y en donde no, tuvimos conflictos que nos permitieron abrir instancias de diálogo para avanzar en eso.
¿Cómo recibieron el decreto 690/20 que declara como servicio público las Telecomunicaciones y el desarrollo de las tecnológicas de la información entre otros?
Es muy importante por varios motivos. El primero porque impacta en los bolsillos de toda la población al congelar tarifas. Pero además es importante porque retoma aspectos de la ley argentina digital con la que el macrismo había arrasado, plantea las telecomunicaciones como servicio público esencial y vuelve a mostrar que el debate sobre la comunicación, para nosotros un derecho humano, es un debate vigente y necesario. Para algunos es un debate tabú porque afecta intereses importantes, particularmente de los medios, que de hecho junto a los empresarios de AEA, la asociación empresaria argentina que lidera Clarín, ya salieron a cuestionar el decreto. Es paradójico porque los medios viven gracias al Estado ya sea a través de la pauta como ahora de los ATP, pero después son los primeros en poner el grito en el cielo si el Estado regula. El Estado tiene que regular mucho más aún porque el mapa de medios es injusto, porque además es injusta la ayuda estatal a los grandes medios comerciales en relación a la que perciben los medios comunitarios y autogestivos que tienen un rol social fundamental. Esto hay que discutirlo, el estado tiene que intervenir y les trabajadores tenemos que tener un lugar. En ese sentido el espíritu del decreto 690 genera mejores condiciones para esa discusión.
Se abrió un debate acerca de la reducción de la jornada laboral. Uds son parte de los sindicatos que acompañan está iniciativa, ¿Qué podes detallar de la propuesta? ¿Por qué considerás que es un buen momento para plantearla?
El Estatuto del Periodista y nuestros convenios colectivos consagran las seis horas. Pero lo cierto es que nuestros compañeres trabajan muchas más horas porque los salarios son tan bajos que nadie tiene un sólo empleo. Para tener un buen sueldo o nos matamos haciendo horas extras o tenemos varios trabajos, que no nos permiten ejercer el periodismo como se debería. No son un capricho las seis horas en prensa sino que tiene que ver con cómo se produce la noticia y cómo se cuenta, más allá del formato.
Pero esta propuesta de varios gremios y organizaciones es muy importante más allá de la situación puntual de nuestra actividad: los efectos de la crisis que genera la pandemia van a ser enormes, y en todo el mundo se discutirá quién paga esa crisis. No alcanza sólo con discutir paritarias, salario y las cuestiones urgentes que sin dudas son muy importantes. Ni en prensa ni en ningún sector. Iniciativas como éstas son imprescindibles para instalar una agenda propia y no la de los empresarios que van a insistir con las viejas recetas que no llevan a ningún lado o que sólo traen más desocupación y miseria, como vimos los últimos cuatro años, en donde sus caballitos de batalla son la reforma laboral para flexibilizar las condiciones de trabajo, o sea más precarización y explotación. Trabajar menos para trabajar todos: mejorar las condiciones de trabajo y los ingresos de las grandes mayorías de la población es la única manera de enfrentar los efectos de la crisis, lógicamente será una disputa con los sectores que no quieren ganar menos.
Por otro lado necesitamos también tener trabajos que nos permitan realizarnos y desarrollarnos más allá del trabajo, no vivir absolutamente enajenados y atados a nuestro empleo, poder estudiar, formarnos, distraernos, tener tiempo para otras actividades sociales y recreativas. Por eso este planteo de la reducción de la jornada laboral impacta en todos los aspectos de la clase trabajadora.
¿Como ves la situación económica y social en la ciudad de Bs As, siendo éste de los distritos más ricos del país?
La ciudad de Buenos Aires es uno de los distritos más ricos del país pero no puso un peso para salir de la crisis. La campaña de la CTA de la Ciudad en donde se planteó la necesidad de un IFE y un ATP porteño me parece muy interesante.
¿Por qué ante esta situación, Larreta mantiene un blindaje mediático y político sin precedentes?
Posiblemente una de las razones sea la pauta, porque muchos medios se sostienen con pauta y la ciudad al ser uno de los distritos con más capacidad, invierte mucho en pauta. Y de esto tampoco se habla. Nosotros necesitamos fortalecer sindicatos que puedan dar estos debates también. No es cierto que Larreta sea moderado o dialoguista, sus políticas sociales, laborales y económicas son las mismas que las que llevó adelante Macri los últimos cuatro años.
Los Metrodelegados, junto a ATE y UTE están avanzando en una propuesta político sindical para ganar la ciudad, ¿Como ves la iniciativa? Se sienten convocados? ¿Están pensando en integrarse?
Hay diferentes ámbitos y espacios. Los tres sindicatos que mencionaste sin dudas para nosotros son referencias porque son sindicatos con un gran recorrido y desarrollo y con quienes siempre nos hemos encontrado en la lucha, que nos han acompañado en los conflictos más importantes que tuvimos que atravesar, como en Télam o en Clarín. Siempre sabemos que podemos contar con ellos porque se solidarizaron con nosotros de manera desinteresada cada vez que lo necesitamos. En el movimiento obrero nosotros tenemos la certeza de que así como a Macri se lo enfrentó con una enorme unidad en las calles, los paros y las movilizaciones, que incluía sindicatos de CGT y de CTA, también en la pospandemia vamos a necesitar esa unidad. En SiPreBA nuestro marco de alianzas es súper amplio pero en primer lugar están los sindicatos de prensa de todo el país con quienes construimos la Fatpren, que es una Federación que está estructurada en la CGT, donde nos apoyamos sobre todo en el Frente Sindical y en gremios de la Corriente.
Con respecto a la Ciudad, no hablamos de participar en un espacio político como sindicato pero sí algunos de nosotros a título personal y vamos a acompañar esta iniciativa que vos mencionas. Personalmente creo que es muy importante que se construyan fuerzas que estén encabezadas por referentes sindicales y sociales, con lo cual es muy importante este espacio que se está construyendo y seguramente muchos de quienes somos parte de SiPreBA estaremos ahí acompañando.

Alberto Fernández financiará el aumento a la Policía bajando la coparticipación de CABA

9.9.2020

El presidente anunció que por decreto reducirá los fondos de coparticipación de CABA, alrededor de 1 %. Será para financiar las subas salariales a la Policía bonaerense. Desde la Ciudad podrían presentar un reclamo ante la Corte Suprema.

En conferencia de prensa y rodeado por funcionarios, por el Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y los intendentes del conurbano, Alberto Fernández confirmó que cederá a las exigencias monetarias de la policía.
El presidente Alberto Fernández anunció la creación de un fondo de fortalecimiento financiero para la provincia de Buenos Aires.
“Aspiramos a que con ese fondo podamos recomponer la escala salarial de las fuerzas de seguridad en la provincia de Buenos Aires”, aseguró Fernández, y sentenció: “Ahora debemos atender la suerte de los bonaerenses y parte de sus necesidades es tener garantizada la seguridad.”
De acuerdo con lo comunicado por el mandatario los recursos saldrían de un recorte de 1 punto porcentual en el porcentaje de coparticipación que recibe la Ciudad de Buenos Aires, actualmente de 3,5 %. Esta reducción que rondaría los $ 35 mil millones, se destinaría a financiar las subas salariales exigidas por la policía bonaerense, tras días de amotinamiento.
Restará esperar a la publicación del decreto en el Boletín Oficial para saber la letra chica de la medida y sus alcances.
Esta decisión anunciada por Alberto Fernández eliminaría una parte de la suba de los fondos que Nación le cedió a la Ciudad en 2016, durante la presidencia de Mauricio Macri. En aquel momento Macri aumentó por decretó de 1,4 a 3,75% el porcentaje de coparticipación para la Ciudad de Buenos Aires justificados por el traspaso de la policía. Al tratarse de fondos que la Nación envía directamente a la Ciudad, no hace falta modificar la Ley de Coparticipación Federal.
Aunque algunas versiones dicen que Larreta estaba al tanto de la decisión, no se descarta que el Jefe de Gobierno porteño, intente realizar un reclamo ante la Corte Suprema de Justicia por la medida presidencial.

Con tres compañeros fallecidos, enfermeros del Durand avisan que están agotados y que falta personal en las terapias

7.9.2020

Agotados y apremiados por una demanda creciente, con lugares de descanso improvisados, vestuarios mal ventilados y un «sentimiento de angustia permanente», los enfermeros del hospital de Agudos Carlos Durand contaron que no hay personal para cubrir la demanda que requieren las 48 camas de terapia intensiva. Tampoco pudieron despedir a tres compañeros fallecidos por coronavirus.

«Estamos exhaustos, a esta altura hay una angustia permanente en los compañeros de trabajo, estamos siempre al límite», aseguró durante una recorrida realizada por Télam Gastón Kalniker, uno de los enfermeros del Durand, donde más de 300 trabajadores se infectaron con Covid-19 y murieron tres enfermeros.
El profesional de 28 años pidió «tomar conciencia» de lo que ocurre en los centros de salud en la pandemia y criticó la apertura de bares y restaurantes dispuesta por el Gobierno porteño, como parte de la flexibilización del aislamiento social.
«No damos más y estamos en la primera línea; sabés que no te podés permitir un error y la presión te genera un cansancio extra. Puedo entender el fastidio de todos, pero no puedo comprender cómo desde el Gobierno se fomentan ese tipo de encuentros, se abren bares, peatonales y se promueven marchas», enfatizó.
Kalniker cree que «es momento de ser solidarios» porque «el número de camas es finito, hay que pensar en el otro, nadie se salva sólo, acá te cuidas y cuidas al otro».
En el Hospital Durand hay 48 camas de terapia intensiva pero «no pueden ocuparse todas porque faltan enfermeros», dijo por su parte Luis Ortiz, enfermero y delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), quien explicó que «algunos no están porque tienen licencia por pertenecer a grupos de riesgo y otros porque están enfermos».
Los pacientes internados en terapia intensiva con Covid-19 son inducidos al coma a través de fármacos para poder entubarlos y necesitan ser rotados entre dos y tres veces por día para buscar un mejor funcionamiento de las áreas pulmonares. Se trata de maniobras que requieren la atención de entre 4 y 6 trabajadores.
Los profesionales indicaron que estas prácticas sumadas al constante monitoreo de las funciones vitales de cada paciente y la administración de medicamentos demanda atención constante, minuciosa y genera sobre los trabajadores de la salud «una presión extra» cuando también hay que lidiar con la falta de insumos y la precarias condiciones laborales.
Lejos de los corredores amplios, impolutos y luminosos que algunas series televisivas extranjeras nos dejan como imagen de lo que es una terapia, en el hospital Durand se instalaron casilleros para guardar elementos personales en los pasillos, «que deberían estar en un vestuario y se re acondicionó un baño chiquito para poder cambiarse», remarcó Kalniker.
«Nos fuimos adaptando como pudimos, pero la verdad es que los trabajadores nos pusimos el hospital al hombro, la burocracia del Gobierno de la Ciudad hizo que hoy a seis meses (de que se registre el primer caso de Covid-19 en el país) sigamos pidiendo puertas o separaciones en las terapias», insistió.
Los plásticos que separan las camas de la terapia 1 (en el hospital hay tres terapias) los conseguimos los trabajadores a través de una donación», contó el enfermero, mientras un compañero suyo que abandonaba la sala se sentaba, exhausto, sobre unas cajas apiladas que servían como lugar de descanso. «No tenemos ni sillas para sentarnos», describió el enfermero.
La entrega de los insumos de protección personal (EPP) «se fue regularizando y hoy, más allá de algún faltante puntual, los elementos llegan, pero eso es todo; hay una regulación que establece cómo deben ser los vestuarios y los de acá no cumplen con esas condiciones», aseguró el trabajador.
«Nos ponen lockers en los pasillos, habilitaron antiguos lugares que se usaban para guardar cosas, que son lugares chiquitos, sin ventilación, en donde dejamos también nuestras pertenencias amontonadas y en días de lluvia dejamos secar la ropa ahí, colgada de una soga improvisada», relató sobre la rutina en el hospital de Caballito.
Al describir el estado de ánimo de los trabajadores, Kalniker sostuvo que «estamos agotados físicamente y en lo psicológico predomina el sentimiento de angustia entre nosotros; aunque intentamos distraernos, pero nos enfrentamos todos los días a la enfermedad y a la muerte, no es nada fácil».
«Le ponemos el hombro, pero somos ninguneados por el Gobierno de la Ciudad que ni siquiera nos reconoce como profesionales, estamos dentro de lo que denominan ´Escalafón general´ y eso implica un menor salario pero también un ninguneo a nuestras tareas y a nuestra formación universitaria», se quejó.
La pandemia de coronavirus dejó en evidencia graves problemas estructurales en el sistema de salud público porteño, según Ortiz, quien recordó que además de la terapia intensiva hay salas para «pacientes Covid moderados, que requieren seguimiento y atención pero no están en estado crítico».
En estas salas «no hay toallas, ni fundas, por lo que son los familiares de los pacientes los que tienen que traerles desde sus casas, algunos hasta estufas les hacen llegar porque tampoco hay calefacción. Hay servicios que no cuentan ni con agua caliente«, precisó el enfermero que se reincorporó recientemente a sus tareas después de haber contraído coronavirus.

Aysa da explicaciones contradictorias por el “mal olor y sabor” del agua

6.9.2020

Los habitantes de la Ciudad denuncian el fuerte olor y feo gusto del agua. Las autoridades de Aysa dicen que es potable pero radicaron una denuncia en la Fiscalía por si estuviera contaminado el río.

En la Ciudad de Buenos Aires y alrededores, desde anoche que los usuarios volvieron a manifestarse en las redes sociales sobre que el agua ni era insípida, ni incolora. Por el contrario, sale de las canillas tiene color verdoso, desagradable y con un fuerte mal olor.
Desde Agua y Saneamientos Argentinos (Aysa) aseguraron que no afecta la potabilización y que el consumo de la misma es seguro. “Desde la Planta San Martín (se detectaron variaciones en el Río de La Plata. Esto es lo que hace que se produzcan cambios en el olor y el sabor”, dijeron desde la empresa estatal que dirige Malena Galmarini.
Agregaron que “esta semana hubo días de sudestada, como el jueves”. Después remarcaron: “Queremos llevar tranquilidad de que el proceso de potabilización no se vio afectado y que el consumo del agua de las canillas es segura”.
Sin embargo, aun cuando aseguraron que el agua es potable, las autoridades de AySA radicaron la denuncia a la Fiscalía Federal de Ambiente para que se investigue si hay contaminación industrial o si los cambios se deben a un fenómeno natural.

El Gobierno nacional habilita con límites la apertura de la cuarentena de Larreta

3.9.2020

Este lunes se habilitó en la Ciudad de Buenos Aires que bares y restaurantes puedan atender al público con mesas al aire libre. Este jueves el Gobierno nacional aprobó esta apertura pero limitando a que sea solo en las veredas, y no en patios, terrazas y jardines.

Santiago Cafiero, Jefe de Gabinete, y Ginés González García, Ministro de Salud aprobaron la apertura de bares y restaurantes que decidió el Gobierno porteño, pero limitando la actividad exclusivamente a veredas, calzadas u otros sectores del espacio público. Por ende quedan excluidos los patios, terrazas y jardines que estén en el interior del establecimiento.
El Gobierno de la Ciudad habilitó que los bares y restaurantes pudieran abrir la actividad de atención en mesas al espacio libre el pasado lunes. Aunque el Gobierno de Alberto Fernández criticó esta decisión públicamente, hoy salió en el Boletín Oficial que el Poder Ejecutivo habilitó esta apertura pero con los limites mencionados.
También se planteó un protocolo para que se desarrolle la actividad donde se debe controlar la temperatura de todo el personal al ingreso del local; se debe desinfectar las mesas antes y después de atender al público; se tiene que mantener una distancia social de 1.5 metros con el cliente, etcétera.
También en el protocolo se señala que el tapaboca es obligatorio en el establecimiento, y solo se podrá ser quitado para consumir los productos. Debe estar a disposición del público alcohol en gel o desinfectante en los accesos.
Otro punto es que la atención en mesas debe ser con reserva anticipada para poder planificar la cantidad de comensales previendo un tiempo prudente y que no se acumule ni circule mucha gente por el establecimiento.
Desde el Gobierno porteño se esperaba la habilitación también de los espacios interiores al aire libre como terrazas y patios, pero no descartó que esto se termine autorizando en las próximas semanas ya que se sigue en conversaciones con el Gobierno nacional.
Esta última semana en varios medios de comunicación funcionarios de Nación, e incluso el propio presidente, criticaron la decisión de la apertura de los bares y restaurantes. Ya vimos que el discurso de las últimas semanas fue poner el foco en la responsabilidad individual. Finalmente se termina aprobando la apertura de los locales gastronómicos y los límites que se definieron no afectan demasiado la circulación de las personas
Mientras siguen creciendo los casos de contagiados, sobre todo en los lugares de trabajo donde no se cumplen todos los protocolos ni se cuenta con los elementos de protección personal. Estos trabajadores no pueden decidir si circulan o no, sino que están obligados a asistir para mantener sus ingresos, aun en muchos casos que se encuentran dentro del grupo de riesgo de este virus.

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