Larreta pretende que docentes y estudiantes vuelvan a las aulas en plena ola contagios y muertes por Covid-19

19.8.2020

Por Florencia Palombo

El pasado viernes 14 de agosto se realizó una nueva conferencia de prensa oficial, que tuvo por objetivo dar cuenta de la situación epidemiológica a nivel nacional. Allí el Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta realizó una serie de anuncios vinculados a la educación. En ese sentido, remarcó que habían elaborado una propuesta de protocolo de regreso a las aulas para principios de septiembre, que incluía un acuerdo entre el ministro de Educación nacional Nicolás Trotta y su par de la Ciudad, Soledad Acuña, para que niños, niñas y adolescentes que no hubieran tenido conectividad en este tiempo retornaran a las escuelas en forma presencial.

Un “borrador” que esconde una decisión política

Días anteriores se había filtrado un borrador que anticipaba estos anuncios de Larreta. En el mismo, el GCBA sostenía que esta “vuelta” involucraría a los y las niñas que, por problemas vinculados a la conectividad o carencias varias, no estarían teniendo contacto con sus docentes. Según fuentes del propio gobierno, el 90% de los y las estudiantes tiene comunicación con sus escuelas, mientras que un 10% no tuvo contacto alguno. Se priorizaría, entonces (y en una primera etapa), el regreso de estos últimos estudiantes, que representan 3.500 del nivel secundario y 1.700 del nivel primario, de un total de 250.000 de estudiantes en toda la Ciudad. En una segunda fase, se incorporarían los estudiantes de los últimos años de cada nivel. A su vez, las instituciones educativas abrirían sus puertas para transformarse en “gabinetes tecnológicos” donde los y las estudiantes pudieran conectarse y seguir cursando sus estudios.
Pero es necesario destacar que fue el mismo GCBA fue el que, en 2016, recortó la conectividad en los barrios y canceló la entrega de netbook a miles de docentes y a todo el primer ciclo del nivel primario. El cuerpo de delegados de Intec – organismo dependiente de la cartera educativa porteña que se propone la innovación pedagógica a través del desarrollo y la implementación de TIC en las escuelas porteñas – es quien denuncia abiertamente esta situación, de la mano del conjunto de la docencia que trabaja, sobre todo, en los barrios más vulnerados de la Ciudad.
Esto quiere decir que el mismo gobierno que no garantiza que todos los estudiantes tengan sus computadoras y/o tampoco servicio de internet gratuito, es el que pretende propiciar el retorno de docentes y estudiantes a las escuelas y la reapertura de las mismas, en pleno pico de contagios y muertes por la pandemia.

Rechazos y pronunciamientos

Docentes y comunidad educativa vienen denunciando desde el comienzo de la cuarentena que hay una enorme cantidad de estudiantes que no estaban pudiendo conectarse por no disponer de wifi o los dispositivos electrónicos necesarios. Se han realizado, inclusive, presentaciones legales y los fallos exigieron al GCBA que garantice internet en las barriadas. Nunca cumplieron con esta demanda.
Si la famosa “continuidad pedagógica” se ha podido sostener en la mayoría de los casos, ha sido porque las y los docentes de la Ciudad han puesto a su disposición hasta el teléfono celular para comunicarse con las familias y han adaptado todas las propuestas pedagógicas a los medios con los que contaban.
Los anuncios de Larreta generaron una bronca generalizada entre la docencia. Esta bronca no sólo se expresó en contra de la vuelta a las aulas en esta particular situación epidemiológica, sino también contra un gobierno que ahora pone de excusa un problema de conectividad que nunca intentó resolver para forzar un regreso a las escuelas, presionado por la industria y las cámaras del comercio.
Los sindicatos con mayor representatividad en la Ciudad (Ademys y UTE) se han pronunciado en contra del regreso a las aulas en este cuadro. Producto de la presión docente, también tuvo que desmarcarse el propio ministro Trotta, cambiando la versión del Jefe de Gobierno porteño, siendo incluso que los anuncios de Larreta fueron en presencia del mismo Alberto Fernández. Al respecto, el ministro de educación nacional dijo que no es momento para “exponer a nuestros docentes y a nuestros alumnos a clases presenciales”, teniendo en cuenta la realidad epidemiológica en la Ciudad (15/08).
Por su parte, la CTERA también salió a responder. En un comunicado del mismo 14 de agosto, caracteriza de “inconsulta” la medida del GCBA y dice rechazar “enérgicamente” el planteo de regreso a las aulas en la Ciudad. Nada dice de que el gobierno nacional apañó esta medida, en un principio.
A su vez, el sindicato nacional docente hizo referencia al acuerdo del 4 de junio entre Trotta, los ministros de educación de las 24 jurisdicciones y los cinco sindicatos con representación nacional. Dicho acuerdo se trató un acuerdo paritario que fijó, entre otras cosas, un “incentivo” de $4.800 (en cuatro cuotas), congelando el salario docente, y estipuló una serie condiciones de salubridad e higiene que deberían garantizarse antes de volver a las aulas.
Sin mandato de la docencia acordaron este protocolo, totalmente desconectado de la realidad educativa y de la situación salarial de los docentes. En CABA, un maestro de grado no llega a cobrar $33.000 por cargo. Docentes y estudiantes tenemos que rechazar estos protocolos inconsultos e improvisados, en defensa de la vida y la educación.

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