Larreta le da más peso a los fondos para seguridad que a salud y vivienda

5.12.2019

Por Guadalupe Bravo

A continuación algunas de las claves de la Ley de Leyes de la Ciudad que se votó este jueves en una maratónica y escandalosa sesión. La propuesta del larretismo incluye perspectivas económicas de ficción, más fondos para Seguridad y ABL que subirá mensualmente según la inflación.

A pocos días del 10D que marcará el fin de la transición y del gobierno nacional macrista, en la Ciudad de Bueno Aires no hay recambio, el Larretismo renovó mandato. Este jueves en una sesión escandalosa y maratónica, se aprobó el Presupuesto para 2020, con los votos oficialistas y de aliados, y la negativa de los legisladores del FIT.
En una semana signada por la el triunfo de los médicos residentes y concurrentes que enfrentan la avanzada del gobierno porteño contra sus precarias condiciones laborales, se votará un presupuesto público cada vez más orientada a los Servicios de Defensa y Seguridad, que constituyen la segunda partida con mayor peso superando a lo que se destina a Salud y Promoción y Asistencia Social.
El presupuesto para el año 2020 está basado en supuestos macroeconómicos de ficción: inflación anual promedio de 34 %, un dólar a $ 67 y crecimiento del PBG del 1 %. Fue Marco Lavagna, futuro director del Indec quien sostuvo que la inflación el próximo año se ubicará entre 35% y 40%. Además distintas mediciones estiman para 2020 una caída de la economía entre 1,3% (FMI) y 1,7% (consultoras); siendo el dólar es probablemente la variable más imprevisible en Argentina, aunque si se mantiene el “cepo” podría continuar la pax cambiaria.
El proyecto de Ley de Presupuesto para el año entrante establece que el Gasto Total ascenderá a $ 480.832 millones (+46,5 % de aumento nominal), de los cuales $399.378 millones corresponden a Gastos corrientes y $ 81.454 millones a Gastos de capital.
En una primer mirada, al contemplar las variaciones absolutas (sin tener en cuenta el efecto inflacionario) en las partidas por función se observa que Salud, Trabajo, Educación, Seguridad y Defensa, Turismo, y Deuda Pública (crece casi en igual cuantía que el gasto total) son las que registran mayores incrementos. Por el contrario, Vivienda y Urbanismo cae en términos absolutos (-9,9%), partida destinada, entre otras cuestiones, al mejoramiento urbano de las villas.
Sin embargo, para poder evaluar el peso en concreto de estas variaciones es preciso diferenciar su participación en el gasto total y las variaciones reales.

Blindar la Ciudad: seguridad uno de los gastos con mayor peso

Uno de los puntos a remarcar en la distribución del gasto público propuesto para el 2020 es el avance de los fondos para Servicios de Defensa y Seguridad, que constituyen la segunda partida más importante con una participación de 15,8% (sube 1,2 puntos porcentuales en relación a 2018), superando lo destinado a Salud (15,6%), Promoción y Asistencia Social (9,2%), y por lejos a Vivienda y urbanismo (2,3 %), entre otras funciones.
Al respecto el ministro de Hacienda de la Ciudad, Martín Mura sostuvo en la presentación del Presupuesto que: “…para el 2020, la Ciudad destinará un 45% más de presupuesto para el Plan de Seguridad Integral, con obras destinadas a la construcción de nuevas comisarías y a la mejora en los equipamientos de la Policía de la Ciudad.”
Por su parte, deuda pública de la Ciudad fue aumentando su peso en el presupuesto hasta llevarse el 8 %, tanto en 2019 como en 2020.
A pesar de que la partida destinada a Educación tiene la mayor participación (19,2 %), los fondos siguen siendo insuficientes, los fondos destinados a infraestructura escolar siguen siendo insuficientes y la construcción de jardines maternales sigue siendo una mentira, el problema por el faltante de vacantes en las escuelas públicas sigue vigente.

El ABL se ajusta mensualmente por inflación ¿y tú salario?

Las cuentas públicas de la Ciudad reflejadas en el presupuesto parecen a simple vista estar bastante equilibradas. Los ingresos en general cubren los gastos. Pero no todo es lo que parece, el larretismo aprovechó la confección del presupuesto para introducir una modificación en el ABL, impuesto municipal que representa una fuente de ingresos de relevancia para la Ciudad.
En un contexto de constante encarecimiento del costo de vida, el gobierno porteño propone una modificación en la metodología para medir la tasa de ajuste del ABL que implica subas o actualizaciones mensuales y según la inflación (IPCBA elaborado por las estadísticas porteñas) correspondiente a cinco meses anteriores. En enero de 2020 el incremento del ABL será de 3,4 %, que fue la inflación del mes de agosto de 2019.
Mientras este cambio impactará aumentando el costo de vida de los porteños, los salarios no aumentan mensualmente, ni por asomo.
Un ejemplo es lo que sucede en con los estatales de la Ciudad, la masa para remuneraciones aumenta en el presupuesto 2020 un 47,8% en términos absolutos. Para medir el efecto real o la variación del poder de compra, frente a la suba de precios que es indefinida, tomamos tres
proyecciones distintas de inflación hacia el año que viene: 1) el 34 % del proyecto Presupuesto Nacional 2020; 2) escenario intermedio de 40 %, y 3) el 43,1 % de inflación promedio que propone el mensaje de Presupuesto CABA 2020.
En el primer escenario, la masa destinada a remuneraciones aumenta en términos reales 10,3%, en el segundo 5,6% y en el tercero 3,3%. Pero esta situación sólo se resultaría en el caso de que se cumplan las proyecciones de inflación, las cuales fallaron todos los últimos años. Aun en el mejor de los casos que se cumplieran con las proyecciones de inflación, el salario no recuperaría lo perdido en los últimos cuatro años. En los últimos 4 años los trabajadores perdieron cerca de un 20 % de poder de compra.
Lo contrario sucede con los pagos de la deuda pública que crecen casi lo mismo que el total del gasto público en términos absolutos, pero en mayor proporción que la inflación estimada para el año próximo, por lo cual en términos reales se paga cada vez más de deuda aunque la participación en el total del presupuesto se mantenga en 8%, como se mencionó antes.
Tampoco hay que perder de vista que la venta de terrenos públicos como Tiro Federal-para hacer negociados- han sido una gran fuente de ingresos.
La administración de Larreta esta puesta a favor de los empresarios, de los pulpos inmobiliarios y del capital financiero concentrado en la city porteña. Una fuente de ingresos que invierta las prioridades podría ser grabar con impuestos extraordinarios al gran capital financiero e inmobiliario. Estos impuestos podrían financiar obras esenciales para los sectores más vulnerables, en vez de hacerlo a través de un alto endeudamiento.

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