CABA: continúa la alerta por tormentas fuertes y granizo

13.3.2024

Después de una jornada complicada por el temporal que azotó a buena parte del país, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) renovó este miércoles las alertas por tormentas fuertes, granizo y ráfagas de viento para la Ciudad de Buenos Aires, el Conurbano, el norte bonaerense, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba.

El SMN advirtió este miércoles que la zona del AMBA “se verá afectada por lluvias y tormentas, algunas localmente fuertes o severas”. Y alertó que las tormentas que se esperan durante todo el día estarán “acompañadas por fuerte actividad eléctrica, caída de granizo, ráfagas intensas, y fundamentalmente abundante caída de agua en cortos períodos”. Se esperan valores de precipitación acumulada entre 70 y 100 mm, pudiendo ser superados en forma puntual.

Las fuertes tormentas que se desataron el martes por la madrugada dejaron importantes consecuencias en la Ciudad de Buenos Aires, el GBA y parte del territorio bonaerense, pero los barrios populares de la Ciudad se vieron particularmente afectados debido a los problemas estructurales de tipo sanitario que forman parte de la vida cotidiana de los vecinos que allí viven.

“Acá la gente está desesperada, se les inundó todo. Las cañerías está tapadas y el agua llega hasta el segundo piso de las casas”, advirtió María Elena, vecina de la Villa 21-24 Zavaleta, ubicada en el barrio de Barracas.

Poco antes de las 6 de la mañana comenzaron las lluvias y las intensas ráfagas de viento que dejaron decenas de calles anegadas, voladuras de techos y caídas de árboles. En la Ciudad Autónoma los barrios que más sufrieron la alerta naranja que emitió el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) por tormentas fuertes, granizo y actividad eléctrica, fueron Pompeya, Barracas, Villa Lugano, Villa Soldati, Palermo y Belgrano.

“Antes llovía pero enseguida se iba el agua, ahora queda estancada y no tiene salida, se va para adentro de las casas. En mi casa estuvimos toda la mañana con mi marido y mi hijo sacando el agua, rezando porque no siguiera entrando. Y así como estuve yo hay gente que está mucho peor”, contó María Elena y agregó: “Estamos muy desprotegidos Y ahora con estas lluvias que están viniendo cada vez más seguido no sé qué va a pasar. Nosotros reclamamos y reclamamos pero no nos dan respuesta. Y acá está la consecuencia, hoy se inundó totalmente el barrio, estamos en una situación muy difícil y todos salimos a pedir socorro a la UGIS (Unidad de Gestión de Intervención Social), pero nadie se acercó”.

Cada tormenta implica la pérdida de pertenencias, el anegamiento de las calles, personas que quedan atrapadas en sus casas, y muchos otros posibles riesgos relacionados a la falta de conexiones adecuadas de la luz.

“Es desesperante, prácticamente el 70% de Barracas quedó bajo el agua y muchísimas personas perdieron todo lo que tenían adentro”, alertó Agustín, vecino también de Barracas. “En las casas llegó a entrar desde 50 cm hasta un metro de agua, y es un peligro porque en muchos lugares no cortaron la luz. Lo más triste es que no tenemos la ayuda de nadie, no aparece ninguna autoridad”, siguió.

“Esto no es la primera vez que pasa, cada vez que llueve de esta forma sucede lo mismo acá en el barrio. Es triste ver a la gente en esta situación, con la desesperación de haber perdido todo lo que con mucho sacrificio consiguió. Y todo esto empeora con la situación de hambruna en las que estamos, que nos está haciendo pasar el Gobierno”, manifestó.

Desde el Barrio Padre Mugica, también conocido como Barrio 31, llegaron de igual modo testimonios de vecinos angustiados por las inundaciones. Eduardo, histórico vecino del barrio, detalló a Página 12 que varios sectores del barrio se inundaron, incluidas las calles principales, y que “las cloacas no podían descargar y se taparon por la acumulación de basura”.

Los videos grabados por los vecinos mostraban las calles principales inundadas, con agua que llegaba hasta las pantorrillas. A través de X varios usuarios fueron publicando fotos y videos de los lugares en los que viven mostrando lo colmados de agua que estaban.

“Aquí en Soldati la inundación dejo un caos total”, dijo Lidia, vecina del barrio. “Todas las calles quedaron llenas de agua y fue imposible de cruzar. Las redes fluviales están tapadas totalmente por falta de mantenimiento y los vecinos están muy afectados porque mucho de ellos perdieron las cosas que tenían en sus casas. ¿Quién se hace cargo?”, lamentó Lidia.

El acceso al agua segura, al saneamiento y a la prevención de inundaciones para barrios populares, asentamientos y villas no se encuentra garantizada y en días de tormentas como la de hoy queda expuesta la desigualdad con los otros barrios de la ciudad que sí cuentan con las herramientas.

Mariano, vecino de la Villa 20, ubicada en el barrio de Villa Lugano, cuenta que el barrio lleva ya ocho años, desde enero del 2017, intervenido por el Gobierno en un proceso de reorganización que comprende la hechura de viviendas nuevas, casi 1700 departamentos. “Eso implica la apertura de calles y la dotación de infraestructura, para lo cual Gobierno contrató a un grupo de empresas que dejaron las obras a mitad de camino”, sostuvo y agregó: “En medio de eso tuvimos varias crisis, en particular ahora la del Gobierno Nacional que corta los recursos para que continúen las obras y por eso tormentas como la de hoy, si bien afecto a muchos lugares, en la Villa 20 es el lugar donde más estragos hizo”.

“La lluvia sacó a relucir lamentablemente la falta de la obra. Ahora el trabajo está en un 50% o menos, en muy pocas casas se hicieron las conexiones de agua por la red de Aysa. Un montón de familias, comedores comunitarios como “Los Patitos” o el comedor de la agrupación Darío Santillan, centros de salud, todos quedaron muy afectados por lo que fue la lluvia”, completó.

Palermo: robaron 125 computadoras de la escuela Lengüitas

12.3.2024

Los robos en escuelas porteñas son una constante. El domingo último por la noche, un grupo de desconocidos violentó los accesos de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía Esther Broquen de Spangenberg, conocida como “Lengüitas”, en el barrio de Palermo, para llevarse 125 computadoras.

Fuentes oficiales indicaron que personal de la Comisaría 1-A de la Policía de la Ciudad demoró hoy por la madrugada a dos menores, a quienes les descubrió en su poder cajas con 20 netbooks que tenían la etiqueta de la tradicional escuela de Palermo. A los chicos, cuyas edades no fueron reveladas, se les inició una causa por averiguación de ilícito en el Juzgado de Menores Nº 6, cuyo titular es el juez Carlos Cociancich.

El robo fue descubierto después de que la casera de la escuela encontrara las puertas abiertas y computadoras tiradas en el piso. En la investigación intervino la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 43, a cargo de Silvana Russi, quien dispuso la presencia de la División Rastros de la Policía porteña y de la División Investigaciones Comunales Nº14 de la fuerza de seguridad.

Según el comunicado enviado por las autoridades del colegio a los padres, los delincuentes además abrieron lockers y se llevaron pertenencias de las y los alumnos. “Estimadas familias, lamentamos que la primera comunicación oficial del año sea para comentarles sobre un hecho lamentable y grave”, fue la primera frase del mensaje de la escuela.

Por su parte, desde la Cooperadora del colegio confirmaron el robo de las notebooks. También, confirmaron que los ladrones violentaron la librería escolar, de donde se llevaron otra CPU.

“El robo del que fue víctima nuestra institución dejó, hasta ahora, la pérdida de 125 notebooks que se encontraban en un aula que resultó forzada, las puntas de cobre de mangueras de emergencia y accedieron al salón de fútbol, donde aún no sabemos qué materiales faltan. Además de los lockers de los y las estudiantes que fueron forzados y que aún no sabemos cuáles fueron las pérdidas totales”, dice parte de la comunicación de la Cooperadora a las familias.

A mediados del mes pasado, la Escuela Nº 9 Coronel Genaro Berón de Astrada, ubicada en el barrio de Palermo, fue nuevamente víctima de un robo: fue la cuarta vez que la asaltaron en un año y medio. En esta oportunidad, un grupo de delincuentes ingresó por la fuerza al establecimiento el pasado martes y sustrajo 200 netbooks pertenecientes al Plan Sarmiento.

Los dispositivos, que se encontraban resguardados en el denominado “aula segura”, un espacio equipado con alarmas, cerraduras y cámaras, fueron el blanco del robo. Según explicó la vicedirectora del colegio a los efectivos de la Policía de la Ciudad, las puertas de la sala fueron forzadas por los ladrones, quienes lograron evadir el sistema de seguridad.

El caso está investigado por la Fiscalía en lo Criminal y Correccional N° 56, a cargo de Edgardo Orfila, quien dio intervención a la División Robos y Hurtos de la fuerza porteña. El alerta sobre el robo fue dado mediante una llamada al 911, lo que movilizó al personal de la Comisaría Vecinal 14 A hacia el lugar de los hechos.

La situación preocupa a padres, alumnos y docentes. No fue la primera vez que la institución sufrió un asalto de este tipo: tanto en noviembre del año pasado como en noviembre de 2022, la escuela también fue víctima de diversos robos.

Según indicaron fuentes policiales, en esta ocasión, los delincuentes habrían ingresado al establecimiento aprovechando un ventilete sin protección ubicado en el comedor. Posteriormente, se dirigieron hacia el aula segura donde perpetraron el robo de las computadoras, así como también cámaras de seguridad y alarmas.

CABA: avanza el dengue, la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti

11.3.2024

El brote de dengue que atraviesa el país se siente en los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires con colas que comienzan temprano en la mañana y se extienden durante toda la tarde. Los pacientes se juntan alrededor de las unidades febriles que realizan testeos para detectar el virus con la esperanza de descartar la enfermedad, pese a los síntomas con los que se acercan a los centros de salud. En las filas, conformadas en general por familias, se escuchan quejas por las fumigaciones que consideran insuficientes, en particular en los barrios de la Comuna 15 y del sur de la Ciudad, que registran las tasas de contagio más altas.

Una larga cinta de peligro arranca atada a un costado del edificio de guardia del Hospital Tornú. Se extiende, dobla en la esquina del mismo edificio y finaliza frente al ingreso trasero para conformar así una especie de corralito. “Prohibido pasar”, dicen unos carteles pegados sobre la cinta, que se cierra ante la puerta de la Unidad Febril del hospital. Adentro del corralito, unas treinta personas aguardan su turno. Algunos tienen barbijo, la mayoría no. Todos muestran rostros decaídos. Aunque al lado se hacen también pruebas de Covid – 19, la mayor parte de los pacientes esperan para realizar su testeo por dengue.

“Me empezó a doler mucho la cabeza y todo el cuerpo ayer a la mañana, sobre todo las piernas, y pasé la noche con fiebre. Ahora me siento un poco mejor, pero igual quiero asegurarme. Espero no tenerlo”, dice Fermín Arias, una de las personas que aguarda turno. El muchacho de 20 años cuenta que vive en Chacarita con sus padres y jura que no recuerda ninguna picadura de mosquito: “Mi mamá se la pasa tirando repelente”, agrega y la señala. Ella espera del otro lado de la cinta. “Es que en esta zona está terrible”, comenta la mujer.

En efecto, los barrios de la Comuna 15, donde se encuentra el Hospital Tornú, componen la zona con mayor prevalencia del dengue por cantidad de habitantes en la Ciudad. Según el último boletín epidemiológico semanal del Ministerio de Salud porteño, la comuna registra la tasa de incidencia más alta con 249,8 casos cada cien mil habitantes. Al lado, la Comuna 11 le sigue con una tasa de 192,4.

“Cuando supimos que esta zona era una de las peores de la Ciudad, pedimos que se incrementaran las fumigaciones y los controles en las calles y plazas, pero siguieron haciéndolas al mismo ritmo que antes”, se queja Jimena, mientras espera su turno en el hospital de Parque Chas. Y agrega que incluso realizaron reclamos a la Comuna pero no obtuvieron resultados. “Ellos te dicen que ya se están haciendo las fumigaciones necesarias, y que en realidad lo que más importa es el cuidado en las casas, pero los mosquitos se siguen viendo igual en todos lados”, añade la mujer de 34 años a la que el termómetro le dio, en la guardia, 38,4 grados de temperatura.

Del otro lado de la Ciudad, en el Hospital Muñiz, en una de las esquinas del gran edificio que da al Parque Florentino Ameghino, donde algo más de treinta personas esperan su turno. Aquí no hay corralito, pero sí los mismos bancos de hospital distribuidos a lo largo de la calle interna del acceso al hospital, y el mismo cartel que anuncia “Unidad Febril”. Según comentan trabajadores del lugar las colas se volvieron una constante en las últimas semanas. Aunque no alcanzan los niveles que se pudieron ver en pleno brote de Covid – 19, cuando el hospital mostró imágenes de filas que rodeaban la manzana, sí se llegan a producir aglomeraciones.

María Martha Robles, de 51 años, es una de las mujeres que esperan su turno en el hospital del barrio de Parque Patricios. Sentados junto a ella están sus tres hijos: dos niñas y un niño. El más grande presenta síntomas compatibles con dengue. Robles cuenta a Página 12 que llegaron al hospital desde su casa en la Villa 21-24 cruzando las vías del Belgrano Sur. Vino con sus otras dos hijas porque no tenía con quien dejarlas. “Allá es imposible. Una se encarga de limpiar, de no acumular agua y esas cosas, pero las calles están llenas de zanjas y ni hablar la parte que da al Riachuelo”, advierte la mujer. Y agrega que tres de sus conocidos del barrio ya contrajeron la enfermedad. Las fumigaciones realizadas por el GCBA, sostiene, no dan abasto. Detrás de la Comuna 15, la 11 y la 1, los barrios del sur de la Ciudad siguen conformando las zonas con mayor influencia de la enfermedad con tasas que promedian los 155 contagios confirmados cada cien mil habitantes. La Comuna 4, donde se encuentra la 21-24, tiene una tasa de 155,1, mientras que la 8 se sitúa en 154,8. Entre las dos comunas ya se reportaron 731 casos de dengue.

En total, informa el Ministerio, en la temporada 2023 – 2024 ya se reportaron más de 3.200 casos confirmados, además de 1.647 con resultado no conclusivo y 576 probables. Los contagios se fueron incrementando en las últimas semanas al ritmo de uno de los brotes más grandes que atravesó el país en toda su historia, con más de 74 mil casos en la temporada y 47 fallecidos.

Caballito: nuevo derrumbe en una obra en construcción

8.3.2024

Un nuevo derrumbe ocurrió en el barrio de Caballito. Este miércoles, alrededor de las 18 horas, una pared se cayó en una obra de construcción en la calle Río de Janeiro entre Querandíes y Venancio Flores.

Los vecinos de la zona se asustaron por el ruido y temieron lo peor, sin embargo, al haber ocurrido cuando los trabajadores se retiraban no hubo que lamentar víctimas fatales ni heridos.

Sin embargo, el equipo de rescate de los Bomberos se dirigió al lugar para constatar la situación, mientras que la Policía de la Ciudad cortó las calles aledañas.

El pasado 8 de febrero, dos personas murieron en el derrumbe de una obra sobre la calle José María Moreno y Pedro Goyena, en el barrio de Caballito. Se trató de una mujer de 75 años y un hombre de 80, que eran hermanos.

La obra en construcción cedió y provocó la caída de la medianera, lo que afectó una vivienda contigua. En el PH, que tenía 14 departamentos, los bomberos encontraron sin vida a Nélida, una jubilada de 75 años, y a su hermano Ramón, de 80. Vivían en el primer piso y fueron encontrados debajo de los escombros.

Hoy paran más de 10 líneas de colectivos en el AMBA

7.3.2024

Bajo la consigna “Empresa que no paga, para”, los choferes agrupados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) se encuentran realizando desde esta medianoche un paro de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

El gremio lanzó la medida de fuerza a raíz del incumplimiento de los últimos acuerdos con las cámaras empresarias: en tal sentido, aseguran que los depósitos con aumento de los meses de enero y febrero se realizaron en forma irregular. La UTA reclama que los incrementos establecidos por casi 40 empresas no fueron cumplidos en el inicio de 2024.

Las líneas que no están circulando desde la medianoche son 63, 148, 159, 194, 219, 228, 300, 338, 372, 584 y 619.

Por su parte, las unidades que pertenecen a la empresa DOTA anticiparon que no se plegarán a la medida de fuerza y brindarán en forma normal su servicio. Esta firma posee de manera directa o indirecta unas 180 líneas de transporte que circulan por la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano.

El conflicto se encuadra en el contexto de las tensiones que emergieron durante las negociaciones paritarias del sector, a fines de febrero, la UTA manifestó a través de un comunicado que “tras dos meses de audiencia en la Secretaría de Trabajo de la Nación, no ha acercado ofrecimiento salarial alguno”. “En atención a ello, informamos que se ha resuelto la adopción de una medida de acción gremial, consistente en un paro por 24 horas, durante toda la jornada del día martes 5 de marzo de 2024″, declaró la entidad en el comunicado.

Si bien se esperaba un paro de alcance nacional, algunas provincias y jurisdicciones puntuales arribaron a acuerdos y el servicio funcionó con normalidad como en el caso de Salta, Tucumán, San Luis y la ciudad de Rosario.

La resolución del Gobierno de avanzar con el recorte gradual de los subsidios correspondientes al transporte público, sumada a las iniciativas de actualización tarifaria, generó situaciones de asimetría según la región geográfica del país: hay regiones del centro que acceden a subsidios mayores y tarifas más bajas, mientras que en la mayor parte de las localidades del interior sucede el fenómeno inverso.

Tras tomar conocimiento de la medida de fuerza, la Secretaría de Transporte compartió un comunicado en el que aclaró que los pagos a las líneas de colectivos nacionales “están asegurados y próximos a transferirse”. Estas comprenden aquellas que van desde el 1 al 200.

“Hay líneas que son nacionales y otras que son provinciales. La falta de pago de las provinciales depende de su jurisdicción”, sostuvieron. “Respecto a las líneas nacionales, los fondos para las empresas están asegurados y próximos a transferirse, dentro de los plazos en que habitualmente se realizan”, afirmó la Secretaría de Transporte.

“La medida de fuerza es una decisión aislada de un puñado de empresas, a quienes les corresponde la obligación del pago salarial de los empleados. En caso de no cumplir con sus obligaciones empresariales y de realizar el paro, se les aplicará la sanción correspondiente”, advirtieron.

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