“Una banda de chicas”, de Marilina Giménez: toda película es política

15.5.2022

Por Mariano Nieva

La directora cinematográfica muestra los logros y las dificultades de la escena musical under protagonizada por mujeres y diversidades. El documental se puede ver por las plataformas de Cine Ar y Amazon Latinoamérica.

Marilina Giménez es directora de cine y bajista. Formó parte de Yilet, grupo que de alguna manera le abrió las puertas para descubrir lo que bullía en el circuito alternativo de la música conformado por mujeres y diversidades. Hizo un repaso de cómo fue tomando forma la idea que terminó plasmada en Una banda de chicas, del estreno en el Festival de Cine Internacional de Mar del Plata, del recorrido que tuvo la película por distintos puntos de Europa, de cómo el documental fue alcanzado por la atmósfera del feminismo en nuestro país, de los nuevos proyectos que se vienen y de cómo el cine también tiene una dimensión política y de militancia, entre otros temas. “Una banda de chicas tiene también una parte de política y militancia que acompañé y apoyé por mucho tiempo poniéndole el cuerpo. Porque hay un grado muy alto de invisibilización todavía de las mujeres que hacen música. Por eso creo que mi trabajo además, intentó verbalizar y escenificar esta cuestión de qué si nos ven como chicas, lesbianas o trans no tenemos las mismas posibilidades de acceder a determinados lugares. Y esto es algo que no solo sucede en el ámbito de la música sino que en todas las esferas de las sociedades del mundo”, razonó.

¿Cuánto incidió en vos haber sido parte como bajista del grupo Yilet para el posterior desarrollo de una idea que terminó plasmada en Una banda de chicas (2019)?
Marilina Giménez: Mucho. Yo tocaba en una banda como bien decís, que se llamaba Yilet que en un principio era el proyecto solista de Marina La Grasta a quien conocí haciendo la carrera de Diseño, Imagen y Sonido. Una vez ya siendo dúo, decidimos que debíamos tener una baterista y dejar de tocar sobre pistas, que era lo que hacíamos. y así se incorporó al grupo Ani Castoldi. Pasamos a ser un trío y con el correr del tiempo y los shows empezamos a sentirnos cada vez más profesionales y quisimos empezar a dejar un poco atrás el under y tocar en más y mejores lugares.

¿Y con qué se encontraron en esa búsqueda de querer dar ese paso que las lleve a ustedes, y al público que las seguía, a mejorar las condiciones donde ofrecer sus conciertos?
M.G.: Y empezó a pasar que nos costaba encontrar fechas. Porque en muchos espacios para poder tocar siempre nos incluían solo con otras bandas de chicas. Entonces, por un lado nos encontramos con la grata sorpresa de que había muchas grupos conformados por mujeres de distintos y sorprendentes estilos. Y por el otro, nos preguntábamos el porqué de querer agruparnos forzadamente a números tan diversos si el criterio muchas veces de armar movidas tiene que ver con compartir un line up con bandas de un mismo estilo musical, para de esta manera convocar más público.

¿Entonces?
M.G.: Cuando empezamos a darnos cuenta de que no éramos las únicas, personalmente me propuse querer registrar esa escena. Porque lo único que venía haciendo era solo grabar nuestras presentaciones. Después, cuando empezamos a compartir grillas con otros grupos se fue armando un archivo audiovisual que en un primer momento no lo pensé como parte de una futura película. Aunque si sabía que algo iba a querer hacer con ese material. Pasó el tiempo y empezó a rondar en mí la idea de un documental, pero nunca lo iniciaba. Hasta que en 2015 una vez que se dio la separación de Yilet, me dije que ahora sí debía ponerme a trabajar con esas imágenes que tenía. Ingresé en una clínica de documentales para luego armar la carpeta y presentarla en el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales). Y en el medio de todo eso conocí en un rodaje a Florencia Jodorowski, luego productora ejecutiva de la peli, y juntas comenzamos a ver los distintos tipos de financiación que pudiera tener el documental. Porque yo tenía claro que no quería hacer un trabajo que tuviera que cargarme al hombro yo sola filmando, editando, etc.

Más allá del claro contenido de tu película. ¿Qué otras cosas quisiste mostrar y por qué elegiste el nombre Una banda de chicas?
M.G.: Respondiendo la primera parte de tu pegunta, no quise contar la trayectoria de mi banda porque la sentía como la historia de un fracaso, aunque con el paso del tiempo tal vez mi mirada haya cambiado un poco al respecto. Porque aquella experiencia me dio la posibilidad de mostrar y conocer a todos los otros grupos que merecían y si están en la peli. Es decir, me resistí a que Yilet sea el centro del documental porque entendía que había números más importantes. Y con respecto al nombre, el audiovisual se llama así aclarando que es un juego polisémico porque por un lado se pregunta: ¿Qué es una banda de chicas? y por el otro te estoy demostrando que Una banda de chicas puede ser también una multitud de mujeres, en este caso músicas y artistas.

¿Cuál fue el criterio de selección que utilizaste, en cuanto a las artistas que aparecen en el film?
M.G.: El criterio de selección fue lo que llevó a preguntarme: ¿Qué recorte hago? ¿Intento cubrir a todas las mujeres músicas, incluyendo las de Latinoamérica? Después, me di cuenta que eso era imposible. El solo pensar en las argentinas ya me resultaba inabarcable. Entonces empecé a focalizarme en todo ese material que tenía en dónde había bandas y solistas que querían romper con el estereotipo de lo que se pretendía que fuera música hecha por chicas. De esta forma es que van apareciendo a lo largo del documental, distintos tipos de feminismos y de rupturas de género. Por ejemplo, Las Kumbia Queers para mí las más destacadas por el solo hecho de venir del punk con She Devils, que hoy tocan cumbia. Y si bien en Una banda de chicas no la menciono, personalmente creo que fue muy importante el factor que trajo consigo a la escena artística la mexicana Ali Gua Gua con su mezcla de estilos.

Toda película es política

Por otra parte, observándola se nota en tu trabajo que el contexto y el clima que se comenzó a vivir con un feminismo más organizado y movilizado en los últimos años, está muy presente.
M.G.: Absolutamente, está muy presente en la peli todo lo que sucedió con los movimientos feministas sobre todo del 2015 en adelante. Esa sensación de que nosotras podíamos con lo que nos propusiéramos. Lo sentía cada vez que iba a las marchas o al encuentro de mujeres que se realiza anualmente en distintos puntos del país. Esa idea que al unirnos generábamos una fuerza que en los varones existe desde la cuna. Con esa construcción de ir juntos a jugar al fútbol por ejemplo, en cambio para las mujeres pareciera que el mundo siempre fue más individual. Por lo cual nos cuesta un poco más agruparnos. Fijate sino el caso de Higui, quien hace poco tiempo fue absuelta por asesinar a uno de los hombres que intentó violarla en 2016. Si el colectivo con los distintos feminismos que existen no se levantaba movilizando y luchando en la calle probablemente Higui seguiría en la cárcel. Porque gran parte de la sociedad no se hubiera enterado o simplemente no les importaría demasiado lo que pueda llegar a sufrir una mujer lesbiana.

Con esto que decís entonces, podemos hablar de una dimensión artística y otra política en las cuales se asienta Una banda de chicas.
M.G.: Una banda de chicas tiene también una parte de política y militancia que acompañé y apoyé por mucho tiempo poniéndole el cuerpo. Porque la idea fue concebida para que la gente se entere que existen estos grupos y todos las que aparecen nombrados al final de la película. Es como una invitación a descubrirlos porque hay un grado muy alto de invisibilización todavía de las mujeres que hacen música. Por eso creo que mi trabajo además, intentó verbalizar y escenificar esta cuestión de qué si nos ven como chicas, lesbianas o trans no tenemos las mismas posibilidades de acceder a determinados lugares. Y esto es algo que no solo sucede en el ámbito de la música sino que en todas las esferas de las sociedades del mundo. Porque si en el exterior pedís que te nombren bandas conformadas por chicas surgen de inmediato The Slits, The Runaway o Courtney Love y no los innumerables conjuntos de las escenas alternativas que allí también existen.

¿Cómo fue recibido el documental, teniendo en cuenta que al momento del estreno José Palazzo, quizás hoy el productor más poderoso de la escena rockera local, declaró que en la grilla del festival Cosquín Rock que creó hace más de 20 años, no había tantos números femeninos como para incluirlos en el line up?
M.G.: Recuerdo que me causó mucha gracia que al mismo tiempo que mi audiovisual era presentado en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y en donde además Fran Healy líder de la banda Travis y director de la peli Almost Fashionable (2018) que competía con mi trabajo al verlo, hizo una gran devolución haciéndose cargo de la desigualdad en la escena inglesa. José Palazzo salió diciendo eso. Un chanta que tendría que haberse callado la boca sobre lo que dijo, incluso si realmente lo pensara. Porque como el tipo poderoso que es hablando de producciones musicales tiene la obligación de primero al menos hacer un search (búsqueda) de la escena femenina antes de hablar. Y mirá que me propuse en su momento que Una banda de chicas pueda ser exhibida en el Cosquín Rock, porque me había enterado por medio de una charla que tuve con el recordado Rodrigo Espina, que parte de su estrategia de promoción como director de Luca (2007) fue poder mostrarla allí. Pero quedó todo en un intento. Después si pude pasarla en dos “festis” de rock, uno en San Bernardo partido de la costa bonaerense que se llamó Juntas donde tocaron unas cuantas bandas de mujeres y otro que organizó la Radio FM Futurock.

Tengo entendido que Una banda de chicas fue exhibida también en distintos puntos de Europa ¿Qué nos podés contar de aquella experiencia en cuanto a las repercusiones que tuvo la película?
M.G.: Te cuento, la peli tuvo un circuito por Europa que pude acompañar que incluyó las ciudades de Nuremberg en Alemania, Estocolmo en Suecia, Lisboa capital de Portugal donde además ganó un premio a mejor documental y Róterdam en Holanda, donde los propios organizadores propusieron que tocara una banda el día del evento. Lo que para mí fue un flash, porque sentí que habían entendido todo lo que tiene que ver con la esencia de Una banda de chicas. Porque por ejemplo en Mar Del Plata cuando salimos seleccionadas para el Festival de Cine Internacional propuse como parte de la muestra un set de Ibiza Pareo. Y como me dieron muchas vueltas terminé armando una fecha por fuera con la banda en un sitio llamado Club Tri de la ciudad balnearia para darle manija al estreno.
Próximamente
Mirando un poco hacia atrás, con la película estrenada y exhibida en distintas partes del mundo y con una pandemia que interrumpió la vida por lo menos dos años. ¿Qué balance podés hacer de lo que pasó con vos desde que irrumpió Una banda de chicas?
M.G.: Que todo fue muy difícil porque cuando te metés en una tenés que creer mucho en eso porque te puede llegar a cambiar la vida. Y mí me la cambió totalmente, por eso digo que existe una Marilina antes y otra después de Una banda de chicas, con lo bueno y lo malo también. De repente y casi sin darme cuenta, me transformé en una persona pública. Me encontré dando un montón de entrevistas y cruzándome con gente por la calle que me saluda y no sé quiénes son (risas). Por otro lado, fue costoso el hacerla y muy divertido también y al terminarla, no esperé que tuviera todo ese halo que trajo consigo que hizo que todo no se terminara allí. Porque luego de proyectarla empezó otro proceso que fue el de acompañar la película en su distribución y en que pueda llegar a todos los lugares posibles. Por eso, por el esfuerzo que hay detrás y sobre todo por su contenido es que la quiero tanto.

Para finalizar, ¿dónde podemos ver la película y cuáles son tus próximos pasos artísticamente hablando?
M.G.: Por estos días terminé de dirigir un capítulo para una serie sobre Tehuel, el joven trans que lleva desaparecido más de un año, que se va a llamar Televisión contra las violencias y que cada una de las ocho entregas de la tira tiene una directora diferente. Y con respecto a Una banda de chicas está disponible para verla tanto en Cine Ar como en Amazon Latinoamérica. Que si bien no estoy muy a favor de las plataformas, debo decir que nos sirvió en medio de la pandemia ya que no pudimos hacer el estreno para Latinoamérica que teníamos pensado.

Con más de dos años de pandemia a cuestas y ante una nueva ola, trabajadores de la salud volvieron a reclamar por sus derechos

12.5.2022

Por Luciana Rosende

En la Ciudad de Buenos Aires y en el Día de la Enfermería, el sector sigue exigiendo el reconocimiento profesional. Además, alertan sobre los despidos y su impacto ante la fuerte suba de casos de Covid.

Mientras el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, admitió que la fuerte suba de contagios de coronavirus de los últimos días “probablemente sea el inicio de una nueva ola”, trabajadores y trabajadoras de la salud que vienen poniéndole el cuerpo a la pandemia en el distrito desde marzo de 2020 continúan reclamando por sus derechos laborales. En el marco de su día internacional, la enfermería salió a la calle una vez más para exigir su reconocimiento en el escalafón profesional, y desde distintos hospitales advierten que la no renovación de personal que se traduce en despidos desde comienzos de año afectará a un sistema de salud que lleva largo tiempo tensionado y que enciende las alarmas ante la inminente nueva ola.
“La tercera marcha de antorchas fue muy concurrida. Porque cobramos la mitad del sueldo de los profesionales incluidos en la ley. Y nuestros compañeros contratados están en una incertidumbre total, después de un concurso que fue usado para echar gente. Queremos el reconocimiento profesional porque cumplimos con todos los requisitos, sin embargo el Gobierno de la Ciudad sigue excluyéndonos y tratándonos como personal de cuarta, cautivos de un sindicato burocrático, que pasa paritarias a la baja sin consultar a las bases”, cuestionó Luciana Franco, referenta de la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE) en el Hospital Fernández.
Tras la marcha de antorchas realizada en la tarde del miércoles, este jueves por la mañana y durante un paro de actividades se concentraron ante la Legislatura para reclamar que se le ponga fecha al tratamiento de la iniciativa popular con más de 50 mil firmas que pide el pase de la enfermería a la carrera profesional de salud. Luego, al mediodía, representantes de la ALE asistieron a una audiencia en el Tribunal Superior de Justicia donde les notificaron los pasos a seguir para la validación de esas firmas, previo al avance del proceso hasta su llegada a recinto.
La sanción de la ley 6035, aprobada por la legislatura porteña en 2018, modificó la Carrera Profesional en la Ciudad de Buenos Aires y dejó afuera de ese escalafón a enfermeros y enfermeras, que desde entonces reclaman por su inclusión. “Hay un artículo de la ley que le da a (Horacio Rodríguez) Larreta la potestad de incluir las profesiones que quiera, pero no va a pasar. Solo con la fuerza de las bases será. Una injusticia total: estuvimos en pandemia dos años poniendo todo, incluso la vida, y tenemos que volver a salir a la calle, en medio de tener dos o tres trabajos, porque parece que otra forma no queda”, lamentó Franco.
En el Hospital Fernández, donde trabaja, “no se vio todavía un pico alto de casos (de Covid-19), pero el déficit de personal ya se siente. Desde febrero vienen despidiendo compañeros. Si llega a haber otra ola como el año pasado no sé qué vamos a hacer, porque desmantelaron las Unidades Febriles de Urgencia (UFU) y los centros de testo”, advirtió la enfermera. Y criticó que “hay un basureo a todos los trabajadores que se sumaron en la pandemia, que vinieron a reforzar planteles en la primera línea”.
Frente al Hospital Ramos Mejía, en tanto, va por su noveno día el acampe contra los despidos de siete enfermeras de áreas críticas del hospital. Este jueves, además de continuar el pedido por su reincorporación y por un reconocimiento salarial, organizaron un festival por el Día de la Enfermería para visibilizar los reclamos del sector, que alerta sobre el impacto que tendrá una nueva ola de coronavirus en este contexto: “Han aumentado los casos de Covid y van a querer abrir las UFU cerradas, pero ahora sin personal, porque el GCBA los despidió”, denunciaron desde el acampe. “Tenemos un déficit de enfermería muy grande y aun así Larreta sigue despidiendo personal”, cuestionaron.

No solo en CABA

En la Provincia de Buenos Aires también es un día de reclamos del sector sanitario. La Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP) convocó a una “jornada de lucha” para este jueves, para visibilizar demandas a nivel nacional, provincial y municipal.
“Dentro de nuestros reclamos exigiremos al estado provincial la aplicación del Desgaste Laboral -aprobado por decreto en el año 2015- para que podamos acceder al beneficio jubilatorio, sin tener que pagar ningún tipo de cargo deudor, y utilizando los aportes previsionales realizados durante los últimos años”, detallaron en un comunicado.
También reclamaron al Estado provincial la reapertura de la negociación salarial. Y plantearon: “Exigimos la desprecarización laboral en todos los municipios en donde se mantienen los contratos temporarios o a través del monotributo, situación que se repite en hospitales nacionales, afectando derechos de trabajadores y pacientes que sufren cada vez más el acceso adecuado y oportuno al sistema público de salud”.

Audiencia en la causa Lucas Cabello: “Ayala sigue en libertad porque es un efectivo de una fuerza de seguridad”

11.5.2022

La Sala II de Casación llevó adelante una audiencia virtual. La defensa pidió la absolución del policía condenado por homicidio y la querella solicitó que la pena se haga efectiva. El agente todavía permanece en libertad a pesar de haber sido condenado a 16 años de prisión.

Este miércoles 11 de mayo, se llevó adelante una audiencia virtual en la Sala II de Casación en la causa Lucas Cabello, el joven que fue baleado en un caso de gatillo fácil, el 9 de noviembre de 2015, en el barrio de la Boca, a manos del entonces agente de la Policía Metropolitana Ricardo Ayala. En este marco, la defensa del uniformado solicitó que se revoque la sentencia de 16 años de prisión impuesta por el Tribunal Oral en 2019 y pidió su absolución. Por su parte, la querella solicitó ante los camaristas que el uniformado cumpla pena efectiva y que la condena quede firme. “Nosotros no tenemos paz, Ayala violó la distancia de acercamiento a nuestra familia, lo cruzamos a tres cuadras de casa. Lucas merece justicia. Necesitamos que Ayala esté detenido y cumpla la condena”, señaló la madre de Lucas, Carolina Villa en el marco de la audiencia que fue transmitida por FM Riachuelo, La Retaguardia y Sur Capitalino.
Por su parte, el abogado de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, organismo querellante en la causa, Matias Busso, contestó los planteos de la defensa que intento justificar el accionar de Ayala. “Dicen que no encuentran justificativo a los tres disparos, y es porque no lo hay. Que en democracia un policía dispare tres veces a un ciudadano, con el arma que le dio el Estado para protegernos, no tiene explicación. Por eso la defensa hace eje en estigmatizar a la víctima, busca un justificativo a lo que no tiene. Y no nos sorprende”, señaló el abogado en la audiencia en declaraciones que fueron reproducidas por el Colectivo de Medios Populares.
Además, Busso añadió: “Carolina, Lucas, no pueden seguir representándose la idea de que en cualquier momento se pueden volver a cruzar con la persona que le dio tres disparos. Debemos poder proteger a la víctima. Es un mensaje a la sociedad en su conjunto y a las fuerzas de seguridad. La justicia debe actuar con la mayor celeridad y contundencia posible. Vemos una asimetría con respecto a lo que sucede en el común de los casos. Ayala sigue en libertad por un factor de poder que es ser un efectivo de una fuerza de seguridad”.
En una entrevista realizada en agosto del 2020, Lucas Cabello reflexionó: “Durante estos cinco años he sufrido un montón. Sufrí bastante estando internado sin poder disfrutar de mi hija, y todavía la sigo pasando mal porque el día a día es muy difícil. Tengo poca movilidad, requiero ayuda permanentemente, y yo no tengo la culpa. Por discutir con un policía me tuve que comer un tiro en la cara, y cuando estaba tirado en el piso dos más, delante de mi hija. Esa persona no tiene corazón, ni alma debe tener.”
Asimismo, agregó: “Una vez que logramos fecha de juicio me lo suspendieron dos veces. Yo tenía fecha para febrero, después para abril, y la tercera fue el 22 de agosto. Para mí las cosas se hicieron bien, pero 15 o 16 audiencias para una persona que reconoce que disparó…no sé qué es lo que va a pedir. Se nos reía en la cara durante las audiencias. Yo soy víctima de gatillo fácil por el policía Ricardo Luis Gabriel Ayala. Un asesino, porque intentó matarme. La fiscal pidió 13 años por ser un chico joven que estaba estudiando. Yo también era un chico joven, que estaba estudiando y tenía una hija, y me dispararon igual. Si hubiera sido al revés yo ya estaría pudriéndome en cualquier cárcel”.

Solidaridad de clase: trabajadores de Música porteños apoyan a las familias de Ledesma

11.5.2022

Por Roberto “Cororo” Traibel y Andrea López
Los trabajadores municipales porteños de la Dirección General de Música nos sumamos a la campaña solidaria con las familias de los trabajadores rurales de Ledesma en la provincia de Jujuy, a quienes la empresa dejó sin kits escolares.

Desde la Dirección General de Música del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires respondimos con nuestra iniciativa al llamado que hicieron los trabajadores de la seccional 877 del sindicato Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), de la provincia de Jujuy.
Mediante una carta, los trabajadores cuentan que, siendo 1.800 afiliados, el sindicato solo les dio 120 kits escolares, dejando a cientos de familias sin los materiales necesarios para el año escolar. Desde el día 28 de abril y hasta el 1° de mayo nos pusimos el objetivo de recaudar fondos para útiles escolares destinados a esas familias.
Hemos logrado enviar, sumando a los aportes de nuestra junta y los compañeros que se sumaron de Música, más los aportes de las juntas internas del Indec y del Ministerio de Economía, 50.000 pesos.
Al aporte de nuestra Junta interna se sumaron 23 compañeros, afirmando la unión necesaria, traspasando los límites corporativos de la pertenencia a uno u otro sindicato, a una rama de la producción o a otra, a una provincia y ciudad o a otras. Es también, con la solidaridad de clase, que superamos la división impuesta desde arriba, y mantenida por las direcciones sindicales que nos dividen, entre ocupados y desocupados, rurales y urbanos, en blanco y precarios. Demostrando una vez más que la clase trabajadora es una sola.
En respuesta a nuestra iniciativa, los compañeros de Ledesma nos escriben: “Hicimos efectiva la entrega a los afiliados en un acto realizado en el galpón, donde celebramos presencialmente y a distancia, en Jujuy y en Buenos Aires, el Día internacional de los trabajadores”.
Los trabajadores rurales de Ledesma en su carta, cuentan que esa seccional de la Uatre, la 877, ha sido ganada hace dos años por compañeros democráticos y clasistas. Enfrentando así a una de las patronales más explotadoras del país, que lleva en su oscura memoria la responsabilidad directa por “la noche del apagón” (apagones provocados desde los directivos del Ingenio azucarero de Blaquier, en julio de 1976, plena dictadura militar, para secuestrar a 400 vecinos, 33 de los cuales siguen desaparecidos).
Como expresamos en nuestro llamado a los compañeros del sector, la escasa entrega de kits escolares, además de ser un acto de desprecio, es una acción concreta para atacar donde duele: en la educación de les niñes. El trabajo infantil y el analfabetismo van de la mano con la explotación de patronales rurales y los dirigentes vendidos.
Hoy respondimos con mochilas, guardapolvos, cuadernos y lápices. Con esta acción colectiva solidaria buscamos no sólo contrarrestar ese desprecio sino fortalecer la organización independiente de los trabajadores y los lazos de solidaridad entre nosotros.
Nos sumamos así a la enorme campaña que llevaron adelante trabajadores solidarios y vecinos en Ledesma, colectivos y artistas independientes de Jujuy.

Sindicatos Ademys y UTE llaman un paro docente contra la reforma del estatuto

11.5.2022

Será este jueves 12, día de la votación en la Legislatura del proyecto de ley de Acuña. Confluirán con estudiantes, trabajadores de la salud y el movimiento de desocupados que también se manifestarán durante la jornada. Desde las escuelas proponen continuar un plan de lucha por todas sus demandas.

En el marco del paro docente convocado por el sindicato Ademys, y al que posteriormente se sumó UTE, las y los docentes de la Ciudad se movilizarán contra la inconsulta reforma del estatuto del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y su ministra de educación Soledad Acuña y por la crítica realidad de las escuelas porteñas y sus familias, con quienes confluirán en la marcha federal piquetera.
El ajuste y la crisis se siente fuerte en las escuelas, expresión de esto son las numerosas denuncias de presencia de ratas en las aulas, la falta de calefacción (como en la Escuela N°2 de Lugano), la caída literal de los techos (como en la Escuela Media N°6 del Barrio 31), el intento de traslado de los y las estudiantes de la Escuela «Indira Gandhi» para desarrollar negocios inmobiliarios en el predio, la imposición de “pasantías” a los y las estudiantes de nivel medio como mano de obra barata para empresas. El ajuste también se expresa en el hecho de que en el gremio docente un 80% somos mujeres, muchas sostenes de hogar, que no tenemos otra opción que trabajar dos o tres turnos para llegar a fin de mes, terminando “quemadas” porque el trabajo continúa afuera de la escuela. En cuanto a la formación docente, están vaciando a los profesorados y avanzando con la imposición de la UniCABA tan rechazada por la comunidad educativa. Mientras todo esto ocurre, las familias de los y las estudiantes son cada vez más pobres y la alimentación en los comedores escolares es cada vez más paupérrima, negociado de los concesionarios de por medio.
Frente a este escenario, en las escuelas crece la bronca y la organización de asambleas en las cuales se debate al respecto. Desde la Agrupación docente 9 de abril- Lista marrón denuncian el rol cómplice y pasivo del peronismo y las conducciones sindicales que dirige, como el sindicato docente mayoritario de la Ciudad, UTE, que convocó por primera vez en años a un único y tardío plenario de delegados y delegadas, con sólo 48 hs. de anticipación y a sólo dos días de la votación de la reforma del estatuto, militando la resignación. Así lo expresó el delegado del Colegio Pueyrredón, Bernardo Etchegoyen.
Por su parte Federico Puy, docente y delegado de la Escuela Normal Superior N°5, advirtió sobre el inmovilismo del sindicato y la necesidad de imponer una agenda de las y los trabajadores contra el ajuste del FMI, apoyando la marcha federal de desocupados y peleando por el reparto de las horas de trabajo para que puedan trabajar todos y todas 6 horas, 5 días a la semana sin reducción del salario.
Junto a los y las estudiantes y las familias de la escuela pública, los y las docentes estarán manifestándose este jueves pero además sostienen la importancia de continuar la organización en cada escuela y profesorado, como también lo expresa la reciente electa presidenta del Centro de Estudiantes del Joaquín V González, Natalia Sposato
Desde la 9 de abril proponen que esta organización se exprese a través de las siguientes demandas: Rechazo a la reforma del estatuto. Titularización masiva de las y los docentes interinos de todos los niveles. «Trabajar menos, trabajar todes, para educar mejor». Por una jornada de 4hs frente a clase y 2hs para planificar, con un salario igual a la canasta familiar. AUMENTO DE SALARIO YA, REAPERTURA de la mesa salarial. En defensa de la salud docente contra el vaciamiento de nuestra obra social OBSBA. Aumento del presupuesto para Infraestructura. Por alimentación en calidad y en cantidad. Rechazo a las pasantías mercantiles. Becas integrales para todes les estudiantes que las necesiten. No a la UniCABA. Por la unidad entre ocupados y desocupados porque «con hambre no se puede estudiar», confluyamos con la marcha federal. Exigencia a la UTE un plan de lucha que dé continuidad a la pelea por nuestras demandas

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