Acuña cambió la agenda educativa por decreto: las clases comienzan en febrero de 2021

12.11.2020

A pesar del rechazo de la comunidad educativa, las familias y de los sindicatos Ademys y UTE por la modificación unilateral e inconsulta de la agenda educativa dispuesta por el GCBA por decreto, los docentes deberán retornar a las escuelas el 8 de febrero

La ministra de educación de la Ciudad, María Soledad Acuña, adelantó por decreto la fecha de vacaciones de las y los docentes y dispuso que regresen a las escuelas el 8 de febrero de 2021. Paralelamente, continúa el rechazo de casi la totalidad de la comunidad educativa porteña a la “revinculación” con carácter presencial y crece la tensión entre Acuña y los gremios docentes por la disposición de este nuevo decreto.
Acuña declaró que: “Todo el personal docente hará uso de la licencia anual ordinaria prevista por el artículo 68 de la Ordenanza N° 40.593 a partir del día 21 de diciembre de 2020”, según el decreto impuesto por el GCBA que establece que las y los docentes deberán “reintegrarse a sus funciones el día 8 de febrero de 2021 en todos los establecimientos educativos de la Ciudad”.
Tras el anuncio de la ministra, desde el sindicato Ademys manifestaron: “Para que el ciclo lectivo 2021 comience de manera presencial el 8 de febrero próximo, lo que correspondería es que la ministra convoque a las organizaciones sindicales y escuchar la opinión de la docencia, y esto no se ha dado”. Y agregó: “Esto es puro maquillaje si no se resuelve con decisión política suministrar computadoras y conectividad a los pibes y docentes. Si esto no es así, no hay ninguna posibilidad de garantizar un proceso de educación continuo”. También criticaron las “burbujas” que fueron planteadas por el Gobierno de la Ciudad y denunciaron: “Fue un fracaso rotundo, ya que nadie está yendo porque los padres no tienen certeza de las medidas de salud e higiene”.
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Por su lado, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), también se manifestó, “Rechazamos la modificación unilateral e inconsulta de la agenda educativa dispuesta por el Gobierno de la Ciudad. Estos ‘anuncios’ televisivos y, su correlato días después en resoluciones y decretos, muestran una vez más el desconocimiento del sistema educativo agregando complicaciones al funcionamiento escolar”
Y agregaron “Además de ignorar los aspectos sanitarios y epidemiológicos, con esta decisión la ministra Soledad Acuña deja en claro que no conoce las condiciones edilicias de las escuelas. Frente a las altas temperaturas durante el mes de febrero con los techos de tinglados, la imposibilidad de prender ventiladores y aires acondicionados y los espacios reducidos se hará imposible permanecer en los establecimientos educativos”.
Desde la organización gremial continuaron manifestando: “El regreso a la presencialidad requiere de diálogo social e inversión educativa para solucionar los problemas de infraestructura escolar y cubrir los cargos docentes y no docentes imprescindibles para la nueva etapa”
Frente a las declaraciones de las y los docentes organizados junto a las familias y sindicatos, Acuña elevó el tono confrontativo y dijo que “a los gremios no les preguntamos cómo tomar decisiones educativas”. Desconociendo que frente a las enormes falencias que hubo a lo largo del ciclo lectivo (que ya existían pero que se intensificaron por la pandemia), fueron las docentes y los docentes quienes pusieron el cuerpo y todo tipo de recursos para tratar de que ningún niño se quede sin educación.
Con esto queda claro que la escuela virtual y la presencialidad que el gobierno de la Ciudad impuso hace unas semanas fueron un fracaso pedagógico, aunque durante todo el año anunciaban por los medios de comunicación que las medidas eran todo un “éxito”.
La falta de conectividad, la vuelta a la presencialidad sin ninguna planificación seria, y ahora estas medidas, buscan descargar la inutilidad del propio ministerio de educación sobre los docentes, que fueron y son quienes hacen malabares para sostener la educación en medio de esta pandemia.

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