El caso de Eric Milton Ponce

8.10.2013

El pasado domingo 29 de setiembre, un policía bonaerense baleó en la cabeza a un joven que se encontraba con unos amigos en la Plaza Alberdi del barrio de Saavedra. Ponce simplemente le habría hecho un chiste al efectivo en referencia a su auto, y ahora se encuentra internado en el Hospital Pirovano en grave estado. Para María del Carmen Verdú se trata de un caso de libro: “es un ejemplo perfecto de cómo funciona el gatillo fácil, y muestra la cooperación entre las tres fuerzas porque un policía bonaerense disparó, uno de la metropolitana levantó el casquillo y sacó al que disparó del lugar, y cuando llegó la federal hablaron entre ellos y luego se retiraron. Si los amigos y vecinos no estallaban e iban a la comisaría para armar el lío que armaron, nadie se enteraba. Además, esto se dio en un momento de sensibilidad respecto a la represión policial precisamente gracias al juicio por lo de Walter; yo estoy segura de que, en forma absolutamente involuntaria, hemos dado una mano en eso también, porque había más permeabilidad por lo que se venía discutiendo en los noticieros y en todos los programas de radio y televisión y en los diarios. Si los amigos no hubiesen reaccionaron como lo hicieron no hubieran tenido la repercusión mediática que se dio; estoy segura que hubieran hablado de un confuso episodio y nos estarían hablando de la inseguridad en Saavedra y la necesidad de poner más policías”.

 

La causa por los heridos con bala de plomo de la RNMA

 

CORREPI, CADEP y COPODH continúan llevando adelante la querella de los integrantes de la Red Nacional de Medios Alternativos que fueron baleados durante uno de los intentos de desalojo de la Sala Alberdi, ocurrido el 13 de marzo de este año. La fiscalía que se encuentra investigando estos hechos está ubicada tres pisos más arriba de la sala donde se desarrolla el juicio por Walter Bulacio:“esto hace que en cada cuarto intermedio le vayamos a romper los cataplines al fiscal para ver en qué anda. Estamos yendo literalmente todos los días”, contó entre risas la abogada.

En relación a las últimas novedades de la causa, la letrada especificó: “se había encargado a Gendarmería una pericia bastante compleja sobre las imágenes obtenidas de los distintos medios que filmaron y fotografiaron el ataque, y hay que destacar la importancia del sitio web de la RNMA y de aquella conferencia de prensa que hicimos en el Hotel Bauen, donde presentamos este material en crudo y después editado con las distintas cámaras compañeras y calculando los distintos ángulos, el instante en que los compañeros fueron heridos. Resulta ser que el fiscal tuvo la curiosidad de meterse en la página de la RNMA, vio ese material y ahora nos pidió que se lo alcancemos. Nosotros ya habíamos aportado las cámaras que teníamos en nuestro poder, pero ahora nos pidieron que también aportemos la totalidad de ese material en bruto y editado para que Gendarmería pueda también trabajar sobre esas imágenes”.

La letrada aclaró que en estos casos se debe estar encima de los fiscales, y destacó que en esta causa el control estricto del expediente está dando resultados por lo menos en términos de que la fiscalía está trabajando: “después veremos qué es lo que concluye Gendarmería y hasta dónde nos permite llegar porque allí tenemos un problema que va a ser bastante insalvable. Es el mismo que hemos enfrentado por ejemplo en la causa del 20 de diciembre en relación a nuestro compañero Carlos Petete Almirón. El único proyectil que tenemos recuperado ha sido sometido a pericias balísticas y no es un proyectil único, es decir no es una bala completa de un arma que permita por el estriado del cañón que queda marcado en el cuerpo del proyectil identificar el proyectil con el arma que lo disparó, sino que es una posta contenida en un cartucho de proyectil múltiple; lo que significa que al no tener el cartucho donde esa posta estaba contenida no podemos unirlo a un arma en particular, porque en las armas de ánima lisa como las escopetas lo que permite la identificación es la marca de la aguja percutora que queda en el culote del cartucho, pero las postas que van adentro no tocan nunca el arma, por lo que identificar al autor material del disparo, al individuo, se va a complicar. De todas maneras, con todas estas medidas de prueba estamos absolutamente seguros que tenemos identificado el grupo del personal de las fuerzas especiales de la Policía Metropolitana desde donde salió el disparo”, finalizó María del Carmen Verdú.

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