Organicemos la resistencia contra la evaluación. Rechacemos la evaluación censal en séptimo grado

1.10.2013

La evaluación estilo Pro está en marcha: ya hay dos proyectos en la Legislatura que apuntan a  poner otra vez nuevamente el acento en el desempeño docente con el objetivo de culparnos  de los males del sistema. Pero antes de que se aprueben, el PRO va a dar un primer paso: realizarán una “evaluación censal” en séptimo grado, una evaluación distinta a las que se viene realizando en los séptimos grados hasta el momento, con el objetivo concreto de rankear a las escuelas. Que la evaluación sea censal implica que está pensada para ser realizada por TODAS las escuelas y que, por tanto, la idea es compararlas entre sí. Con esos datos obtenidos se pueden elaborar los llamados rankings de escuelas que ya vienen siendo parte de las medidas mercantilistas aplicadas en educación a nivel mundial e impulsadas por organismos internacionales.

 
Esta nueva evaluación, en la Ciudad de Buenos Aires, se enmarca en la confección de los nuevos “Boletines tu escuela” que ya empezaron a circular. En ellos detallan datos como  el total de la población de las escuelas, promedio de repetición, deserción y sobreedad. Su idea es perfeccionar estos boletines y poder confeccionar rankings de escuelas, como se hace en los países que el PRO toma como modelo (Chile por ejemplo). Esta “evaluación censal” tiene ese objetivo. La evaluación es anónima para los alumnos pero no para las instituciones. Quieren más evaluación para recabar datos que sirvan hacer rankings de escuelas y así segregar, crear escuelas de pobres, escuelas de repitentes o escuelas de hijos de profesionales.  
 
Cabe aclarar que las evaluaciones de este tipo, que se vienen implementando en países como México, Chile o Estados Unidos, no están dando los resultados buscados. Lo que se logra, además, es el empobrecimiento del curriculo ya que, frente a los premios y castigos que se ofrecen para las calificaciones obtenidas por las escuelas, la tendencia apunta a la preparación o adiestramiento previo a los exámenes.
También habría que pensar el fin perseguido a la hora de elaborar un ranking y si esto debería aplicarse al sistema educativo. ¿Podemos rankear escuelas según parámetros de resultados cual si fueran empresas que ofrecen servicios? ¿Qué se busca al comparar escuelas sin tener en cuenta sus situaciones particulares determinadas por el contexto en el que están inmersas?  
 

Esta evaluación, al igual que los proyectos que hay en la Legislatura, aspira a una evaluación para forjar un sistema educativo regido por la competencia: competencia entre docentes, competencia entre instituciones educativas, competencia entre alumnos. Pretende establecer ranking de docentes, atando el salario de los mismos al rendimiento obtenido. Pretende hacer rankings de alumnos para determinar quiénes pueden acceder a cada tipo de educación. Pretende hacer rankings de escuelas para ponerles con el tiempo el precio a la cuota.

Por eso es necesario que organicemos en las escuelas y en los distritos el rechazo a esta nueva evaluación. Podemos entregarla en blanco, al igual que lo hicimos cuando nos quisieron venir a evaluar a los docentes con los mismos objetivos, explicando a los padres de nuestros alumnos por qué lo haremos. En este caso los docentes de séptimo grado tienen un rol principal en el rechazo a este tipo de instrumentos evaluativos pero debemos organizarnos a nivel escuela y por distrito frente a este nuevo ataque a la escuela pública.

Sigamos defendiendo juntos una escuela pública para todos.

Comisión de Educación – Ademys

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