Balas y bandas fascistas contra el pueblo de Buenos Aires

 

14.3.2013

Nunca como ayer quedó más claro el proyecto político de la ultraderecha macrista y sus aliados católicos. La consigna que ayer propusieron a los argentinos  es: “Para la cultura y las escuelas tenemos plomo”

En el día de ayer, 12 de marzo, el gobierno local que preside Mauricio Macri, reprimió a través de la Policía Metropolitana a los y las trabajadores de la Sala Alberdi del Centro Cultural San Martín de esta ciudad.

Hay que destacar que la represión se produjo cuando en un gesto de buena voluntad los y las trabajadores, abrieron la toma para dejar pasar a otros compañeros y compañeras que trabajan también en el Centro Cultural; situación que fue aprovechada por la policía para intentar el desalojo.

Durante la madrugada la “Metropolitana” además de usar las consabidas balas de goma y gases lacrimógenos, apeló también a las balas de plomo, hiriendo a varios compañeros y compañeras.

 

Grupos de choque católicos

 

Ayer, por la mañana, el Movimiento Popular La Dignidad realizó una toma simbólica de la Catedral Metropolitana reclamando mayor presupuesto para las escuelas municipales de la zona sur de la ciudad, y que se deje de subsidiar a las escuelas y colegios privados, mayormente católicos. Al mismo tiempo, pedían una reunión con el ministro de Educación porteño, Esteban Bulrich.

En respuesta, durante la noche bandas fascistas de la ultraderecha católica atacaron el local del MPLD, en Villa Crespo produciendo innumerables destrozos. Estos grupos fundamentalistas, son los que se opusieron al matrimonio igualitario; al mismo tiempo reiteradamente se oponen a la ley del aborto. Llegando al delirio de usar sus influencias para impedir que, cuando llega alguna mujer pobre que ha sido violada a un hospital y desea abortar usan sus influencias para que eso pueda ser llevado adelante.

Estos mismos grupos tienen a uno de sus cabecillas en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri ligado al Opus Dei, secta de ultraderecha dentro de la Iglesia Vaticana.

Los subsidios a las escuelas y colegios católicos no son ajenos a las políticas confesionales del gobierno porteño y nacional. Mientras la educación y las escuelas se deterioran, los colegios privados -y en especial los católicos- son sostenidos por el Estado.

Desde el Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social, repudiamos el ataque a nuestros compañeros y compañeras y juntamos nuestras voces a los reclamos que esgrimieron en el día de ayer en la Catedral Metropolitana y en la Sala Alberdi.

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