Intentarán recuperar 960 inmuebles en Villa Urquiza.

Hay baldíos, casas y departamentos, y muchos están tomados. La Comuna busca crear por ley una corporación que los pueda explotar comercialmente. Se estima que en total valen US$ 50 millones.

Por: Pablo Novillo

 

El Gobierno porteño impulsa la creación de la Corporación Puerta Norte, un organismo descentralizado que administrará todos los bienes que la Ciudad tiene desde las expropiaciones que hizo el intendente de facto Osvaldo Cacciatore para construir autopistas. La idea es explotarlos económicamente para conseguir fondos para Educación, Salud y Transportes, pero también acelerar la solución de uno de los problemas urbanísticos más graves de Buenos Aires: la recuperación de la traza de la ex AU 3.

El origen del problema hay que buscarlo en la falta de seriedad de la gestión municipal de Cacciatore. Durante la dictadura se expropiaron cientos de inmuebles para liberar la trama donde se pensaban construir una red de autopistas, obra que nunca se completó.

Por eso hoy la Ciudad aún tiene 960 inmuebles en la traza de lo que iba a ser la autopista 3, una prolongación de la Panamericana a través de Saavedra y Villa Urquiza hacia el sur. También le quedan otros 96 inmuebles sueltos en otras partes de la Capital.

De acuerdo a un proyecto presentado por el Ejecutivo en la Legislatura, el plan es transferir esos bienes a un fideicomiso, que lo administraría la Corporación. La idea es que el organismo puede vender o explotar económicamente los inmuebles, y utilizar ese dinero para fines sociales. Los directivos de la Corporación no cobrarían sueldo.

En la Ciudad aseguraron que entre esos 1.056 bienes hay desde baldíos hasta casas o departamentos. En total valen "no menos de 50 millones de dólares".

Pero la principal consecuencia de la creación de la Corporación es que, según la Ciudad, se podría acelerar la recuperación de la traza de la ex AU3. Se trata del corredor de Holmberg y Donado entre Congreso y Los Incas, una zona donde las casas expropiadas no fueron demolidas, y por lo tanto fueron ocupadas ilegalmente.

Esa zona es definida por los urbanistas como una "cicatriz urbana". Es que a la degradación de los edificios se les suma la inseguridad y el descontrol: junto a las casas tomadas se instalaron hasta corralones y comercios sin autorización.

El año pasado la Ciudad comenzó a liberarla. Sobre 459 familias instaladas se retiró el 38%, con subsidios de hasta $ 92.000. Pero un amparo presentado por algunos de los ocupas frenó el plan del Gobierno. Si bien la Ciudad apeló, la Cámara todavía no resolvió qué fallar.

¿Por qué una Corporación podría acelerar el proceso? Más allá de lo que resuelva la Justicia sobre los desalojos, si hoy la Ciudad quisiera vender uno de los inmuebles expropiados precisaría una autorización de la Legislatura. Al transferirle todos a la Corporación, el trámite sería directo. Claro que, por el contrario, la Legislatura estaría cediendo parte de su poder de control al Ejecutivo, lo que hay que ver si es aceptado por la oposición.

En la Ciudad aseguran además que la idea no es hacer un negocio inmobiliario. De hecho aclaran que ya hay en la Legislatura un proyecto para que en la traza de la ex AU3 sólo se puedan construir edificios no más altos que los de las cuadras linderas, y que además sólo serán de viviendas para la clase media.

No es la primera vez que Macri busca descentralizar organismos con el argumento de la eficiencia. En su gestión ya se crearon la Agencia Gubernamental de Control, la de Protección Ambiental y la de Informática. En la Ciudad ya existían la Corporación Sur (para desarrollar los barrios al sur de avenida Rivadavia) y la de Puerto Madero

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