Comunicado del Colectivo Organizador del Corso barrial de Montserrat

Sobre los sucesos de Once y ante un nuevo día de Carnaval

Comunicado del Colectivo Organizador del Corso barrial de Montserrat

2.3.2012

 

El buen compañerismo consiste muchas veces en callar, en respetar
el laconismo del otro, en comprender que eso es lo que el otro necesita
en esa precisa y oscura jornada, y entonces arroparlo con nuestro silencio,
o dejar que él nos arrope con el suyo, pero, y este pero es fundamental,
sin que ninguno de los dos lo pida ni lo exija, si no que el otro

 lo comprenda por sí mismo, en una espontánea solidaridad.
Mario Benedetti – Primavera con una esquina rota –

 

 

Nos resulta lamentable el incidente sucedido la semana pasada en Once, donde murieron 51 personas y más 700 resultaron heridas. Nos sentimos obligados a mostrar nuestra solidaridad con los familiares, amigos y compañeros de quienes sufrieron dicha tragedia. A ellos los consideramos también parte de esta familia que es el Pueblo argentino, compañeros trabajadores que viajaban todos los días en condiciones bastante pobres hacia su trabajo.

 

A la tragedia, la caracterizamos como un hecho en donde se plasmó la negligencia en los servicios y la lógica de primar las ganancias de las corporaciones por sobre los intereses de un pueblo que se quiere soberano. Por compañerismo y no por luto, el carnaval calló.

Y es que el carnaval sabe hacer ruido cuando tiene que hacerlo, pero también tiene que saber callar para que se escuchen los reclamos de los otros. El pasado sábado 25 y domingo 26 de febrero se decidió suspender los carnavales porteños y también el Carnaval Nacional, pero la alegría volverá. Pidiendo justicia, y demandando acciones que vayan en consonancia con los tiempos que vive nuestro país. El carnaval hará ruido por quienes no pueden, pues esa es la esencia del carnaval y de la murga.

 

Por eso mismo, este sábado 3 de marzo desde las 18 horas nos encontraremos nuevamente en las calles de nuestro barrio, en Independencia y Virrey Cevallos, nos pondremos nuestro mejor disfraz, de todos los colores, para combatir alegremente. Con los bombos, los bailes, los juegos,  la espuma, la radio, pero por sobretodo, con la memoria en nuestras espaldas.

 

¡Nos vemos en el corso!

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