Marcha de mujeres por trabajo digno
24.6.2019
Bajo la consigna “No hay urbanización sin el protagonismo de las mujeres”, el martes 25 de junio, a las 11, las integrantes del Frente Salvador Herrera se movilizarán hasta el Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires (IVC), ubicado en Doctor Enrique Finochietto 435, para reclamar el reconocimiento integral y salarial del trabajo de las mujeres que se organizan en los barrios populares como veedoras y promotoras, para la construcción de un hábitat digno.
Reproducimos a continuación la convocatoria:
El próximo martes 25 de junio, las compañeras del Frente Salvador Herrera CTA-A, estaremos realizando la #MarchaDeMujeresPorTrabajoDigno. Esta marcha se pone de pie para hablar de nosotras, de la forma en que vivimos, y la que queremos vivir, en los barrios populares de la Ciudad más rica del país.
Desde hace ya algún tiempo, la Ciudad de Buenos Aires pregona estar en un proceso de Integración Social y Urbana de las villas que se encuentran en la Capital del país. Esa Integración, suponía, o supone, espacios participativos que incluyan a quienes vivimos en los barrios históricamente marginados de la Ciudad. Lo cierto es que esto ha sucedido de manera parcial y a voluntad del detentador del poder de turno.
Entendemos que un proceso de inclusión real admite que nuestras voces sean oídas tanto en el relevamiento, planeamiento, ejecución y evaluación de las obras que se están llevando a cabo en nuestros pasillos, hogares, espacios públicos, y en todo aquello que implica y afecta nuestro buen vivir. Un proceso de inclusión real democratiza, no solo el proceso de toma de decisión, sino que también reconoce el trabajo que implican estas tareas.
Planteamos una postura crítica ante este proceso, que al día de hoy, sólo se materializa en la contratación de nuestros pibes a los efectos de seguridad y zanjeo de las obras. Sin desmerecer la tarea, decimos que eso pretende desmerecer la inteligencia de los sectores populares para ser partícipes plenos de algo que hacemos diariamente: construir, producir, trabajar, pero también pensar y soñar el presente y el futuro que queremos vivir.
Demandamos una inclusión real, porque como hemos aprendido, en este caso también, eso que llaman amor, es trabajo no pago.
Exigimos el reconocimiento efectivo de nuestras tareas cotidianas, porque es cotidiano el hacer; y porque hemos aprendido a diferenciar el amor de las tareas que realizamos para reparar las brechas sociales que deja la ausencia del Estado en el barrio.
Nosotras, las mujeres que marchamos el 25J, exigimos ser parte real del proceso de urbanización que se lleva a cabo en nuestros barrios. Porque nos hemos capacitado como veedoras de obra. Porque hemos relevado las necesidades de los espacios públicos y hemos realizado propuestas en reiteradas ocasiones a fin de mejorar la vida en nuestros barrios.
Exigimos que esa tarea, sea también reconocida como trabajo, y que ese sea, trabajo digno. Porque entendemos que no es solamente una cuestión de paridad a cumplir con la normativa, es el reconocimiento de un derecho históricamente negado bajo el velo del desconocimiento machista y patriarcal a las tareas de las mujeres. En un contexto marcado por la precarización, donde según el INDEC la desocupación ya alcanza un 10.01%, exigimos que se reconozca la tarea en que ponemos tiempo de vida, porque de otra forma, se sigue profundizando la brecha de desigualdad y la feminización de la pobreza.
Nosotras, las mujeres, hemos aprendido a cambiar la historia a fuerza de empuje colectivo. Y aunque no quieran nombrarnos, ni reconocer/nos, acá estamos, para que nos vean. Y ahora que estamos juntas y que sí nos ven, deberán dar respuesta. Aprendimos a no claudicar en este proceso que aunque es largo, más temprano que tarde, nos visibiliza y nos permite dar vuelta nuestras condiciones de vida.
Nosotras, no nos vamos. No nos vamos hasta que nos vean. Hasta que reconozcan lo que nos corresponde. Hasta que todo sea como soñamos.
Compañeras del FrenteSalvadorHerrera