Mafias y sicarios: confusión y especulación alrededor de un asesinato
9.5.2019
Por Francisco Lucotti
Hay un funcionario ejecutado y un legislador en grave estado después de recibir disparos desde un auto en las inmediaciones del Congreso, en pleno centro de Buenos Aires. El dueño del vehículo y su colaborador, todavía prófugos, habrían sido identificados pero se desconoce el móvil del crimen.
«Estamos todos realmente conmovidos con el ataque que sufrió esta mañana el diputado de Cambiemos Héctor Olivares, que tiene como consecuencia el asesinato de su asesor Miguel Yadon. (…) Vamos a ir hasta las últimas consecuencias para entender qué es lo que pasó y para encontrar a los culpables», dijo el presidente Mauricio Macri en un video.
Minutos después, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, presentó el video capturado por las cámaras ubicadas en las cercanías del lugar del crimen en el que se ve el momento en el que son baleados el legislador y el funcionario.
«Esto es la constatación de las mafias que trabajan en nuestro país. Se ve como a Yadon lo asesina un auto que estaba esperándolo», dijo Bullrich y luego advirtió que «al diputado no lo remataron», por lo que se especula que el objetivo del atentado habría sido el asesor.
Gracias a la identificación de las placas del auto a través de las cámaras de seguridad, se allanó el domicilio del dueño del auto y se encontró el vehículo en un estacionamiento de la zona, en el que se encontraron casquillos de balas y múltiples huellas digitales.
Según los testimonios obtenidos por los medios, al propietario del vehículo le decían ‘gitano’. Junto con su acompañante, estarían dedicados a negocios irregulares, pero aún no están claras las razones por las que habría cometido el ataque. El juez que lleva la causa dictaminó secreto de sumario y las fuerzas de seguridad se encuentran en la búsqueda de los implicados.
Peritos y policías no descartan que se trate de sicarios, asesinos a sueldo sin vínculo con el móvil del asesinado, aunque el comportamiento de los dos atacantes, la parsimonia con la que se desenvuelven después del crimen y la «desprolijidad» en el acto —bajo la luz de la mañana, en una zona céntrica donde abundan las cámaras y los testigos, fácilmente reconocibles— pone en cuestionamiento esta hipótesis.
Olivares está en terapia intensiva en estado crítico a la espera de ser nuevamente operado luego de que los cirujanos le salvaran la vida, que en estos momentos sigue pendiendo de un hilo debido a que recibió impactos de bala que afectaron varios de sus órganos y por haber perdido mucha sangre.