Gases y corridas para aprobar una ley nefasta a nivel educativo

23.11.2018

Con toda la oposición en contra, el oficialismo convirtió en ley la cuestionada universidad docente en la ciudad. Afuera del recinto hubo golpes y gas pimienta contra manifestantes.

Un gran operativo de seguridad fue montado ya en la noche previa alrededor de la Legislatura. 

Con represión y una Legislatura militarizada, la mayoría automática del oficialismo aprobó la creación de la universidad para la formación docente en la ciudad (UniCABA), la iniciativa que motorizó la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, que pone en peligro los 29 profesorados docentes. Los legisladores sesionaron con el palacio legislativo totalmente vallado y un megaoperativo policial que generó un clima hostil en el que hubo forcejeos entre los manifestantes que rechazaban la ley y los uniformados que respondieron con palos y gases lacrimógenos.

A pesar del fuerte rechazo que levantó el proyecto en la comunidad educativa, el resultado de la sesión era de final cantado. Cinco horas después de iniciada la sesión, que comenzó a las once de la mañana, y en medio de un clima de tensión, el oficialismo aprobó la ley con 34 votos propios y 26 en contra de todo el arco opositor.

Durante la mañana, cientos de estudiantes, docentes y rectores de los institutos terciarios se concentraron sobre la avenida Diagonal Sur y otros puntos en las inmediaciones desde donde marcharon hacia la sede legislativa que estaba vallada y custodiada por decenas de policías, un camión hidrante y patrulleros. Conscientes del rechazo de la propuesta, los legisladores del bloque oficialista ingresaron a la Legislatura a las 4 de la madrugada.

“La Policía de la Ciudad quiso revisarme la cartera y la mochila de mis asesores para ingresar a la Legislatura”, denunció la legisladora Victoria Montenegro (UC), quien dijo que es “una vergüenza. Larreta avisa si seguimos en Estado de Derecho” y detalló que “hay seis micros llenos de infantería, dos cuadras vallado a la redonda y todos los accesos a la Legislatura cerrados”.

En ese clima, y mientras afuera se producían algunos incidentes bajo la lluvia (ver aparte), con los rectores de los 29 profesorados, en un recinto  sin público, comenzó el debate del proyecto que se proponía reformar todo el sistema de formación docente, integrado por 29 profesorados estatales y 44 privados, que se presentó inicialmente el 22 de noviembre de 2017 y que fue reformulado este año bajo el nombre de Ley de la formación docente del sistema educativo y creación de la Universidad de la Ciudad.

Uno de los cambios introducidos, y en el que hizo hincapié el oficialismo, fue descartar la disolución inmediata de los institutos de formación. La  versión aprobada permitirá la coexistencia de los profesorados con la UniCABA. Sin embargo, esta modificación, como lo señalaron en el recinto legisladores de la oposición, significará una muerte lenta de los profesorados.

La ley establece que será el Ministerio de Educación e Innovación porteño el encargado “la articulación entre la UniCABA y los IFD, a los fines de cumplir con los criterios de calidad”, y la organización entre los distintos institutos de formación se llevar a cabo a través de “ciclos de complementación curricular” para que los egresados de los IFD puedan alcanzar el grado universitario con “contenidos vinculados a las políticas públicas jurisdiccionales”.

La cartera educativa “arbitrará los medios para diseñar e implementar una política de evaluación del sistema de formación”, para lo que se aplicará una evaluación externa a los institutos conforme a criterios y modalidad “que se defina oportunamente”. También tendrá a su cargo la planificación de la “oferta de carreras, la formación docente continua y el desarrollo profesional, el diseño de planes de estudio y el desarrollo de planes de investigación y de extensión” del sistema de formación docente.

Por otra parte, el Ejecutivo porteño será quien designe al rector de la UniCABA, quien se encargará de “llevar adelante la etapa de organización y el proceso de formulación del Proyecto Institucional y del Proyecto de Estatuto” y de aprobar un “estatuto provisorio”.

Para el financiamiento de la universidad, se faculta al Poder Ejecutivo para que “hasta tanto se dote a la UniCABA de presupuesto propio” pueda “realizar las modificaciones presupuestarias necesarias, a fin de garantizar los recursos indispensables para atender las erogaciones correspondientes”. Además, se autoriza el endeudamiento de la ciudad para financiar el proyecto.

“Es muy raro que estemos discutiendo una reforma rodeados de tanquetas, hidrantes, carros de asalto y diputados agredidos. Es un contrasentido, y sucede porque el proyecto ha logrado unanimidad en el rechazo”, dijo en el recinto el legislador Leandro Santoro (UC). “Es un proyecto que apunta a destruir la autonomía del régimen de formación docente. Hay un nuevo paradigma neoliberal cultural que entiende a la educación como mercancía, y están tratando de construir un modelo que se asienta en la idea de que el alumno tiene que ser un emprendedor individualista… Proponen la muerte por goteo. No hay coexistencia, hay competencia”, remarcó.

En ese sentido, María Rosa Muiños (BP), sostuvo que “yo me he reunido con la ministra (Acuña), que siempre afirmó que esta ley no era para que los profesorados dejaran de existir, en privado, en público y en la televisión y lo pueden buscar. Dijo que finalmente, más tarde o más temprano, el producto de todo esto iba a ser la muerte de los profesorados. No es una fantasía. Lo dijo por Crónica TV”.

El socialista Roy Cortina criticó “la falta de intelectuales que sostengan la ley” y se señaló “el silencio de los diputados del oficialismo, que son muy capaces de argumentar, pero nadie quiso hablar”.

En la calle, mientras continuaba la manifestación de protesta, el secretario general de Ademys, Jorge Adaro, advirtió que “el gobierno no puede creer que por aprobar la ley se acaba el conflicto. Se va a profundizar porque va a haber resistencia”.

 

A los golpes y con gases

 

Pasadas las once de la mañana, mientras dentro de la Legislatura comenzaba la sesión en la que se discutió el proyecto del oficialismo para crear la universidad docente, comenzaron los primeros forcejeos con la policía que buscaba impedir el avance de los manifestantes. Hubo una valla caída, siguieron algunos botellazos y bombas de pintura.

Un carro hidrante de la Policía, apostado desde temprano frente a la Catedral Metropolitana, llegó al lugar al tiempo que los agentes empezaron a tirar gas pimienta y gases lacrimógenos contra los manifestantes en la puerta del parlamento local.

Tras una breve calma, cerca del mediodía, volvieron los disturbios. Esta vez la primera línea de manifestantes quedó copada por militantes de los partidos de izquierda. Otra vez hubo enfrentamientos con la policía, que cargó contra ellos.

Efectivos de la Policía, junto con un camión hidrante, también avanzó sobre la avenida Roca y algunos docentes resultaron lastimados con gas pimienta y golpes en la cabeza.

“Y dale alegría, alegría a mi corazón, las balas que vos tiraste van a volver”, cantaban alumnos que participan de la protesta.

Bajo la lluvia, con bombos y banderas, los estudiantes que se manifestaban en la entrada de la Legislatura cantaban “¡Fuera, fuera UniCaba!” y “¡Olé, olé, por una pizza, reprimís a tu mamá!”.

 

Patotas policiales contra legisladoras opositoras

 

Del tweet de la legisladora Montenegro: “Esta oficial que nos golpeó, hoy por la mañana estuvo de civil causando incidentes como una barra brava. Le pedimos a @ocampomartinBAsu identificación ya que ella no la tenía”.

Las legisladoras porteñas Myriam Bregman (FIT) y Victoria Montengro (Unidad Ciudadana) denunciaron la presencia de “una patota” de oficiales de la Policía de la Ciudad que sin identificación las golpearon e intentaron impedir su ingreso a la Legislatura esta tarde, cuando en medio de masivas protestas de la comunidad educativa se trató la creación de la UniCABA, aprobada por la mayoría oficialista de Vamos Juntos. Tras el episodio, las legisladoras exigieron al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el Ministro de Seguridad, Martín Ocampo, que den explicaciones de lo ocurrido e identifiquen a los policías.

La legisladora Montenegro además hizo pública a través de su cuenta de Twitter una serie de dos fotos en la que denuncia que una de las oficiales, que participó en el episodio denunciado, estuvo más temprano de civil mezclada entre los manifestantes. “Esta oficial que nos golpeó, hoy por la mañana estuvo de civil causando incidentes como una barra brava”, denunció la legisladora de Unidad Ciudadana.

El maltrato de la Policía de la Ciudad hacia las diputadas porteñas, que estaban acompañadas también por el legislador Patricio del Corro (FIT), fue denunciado por Bregman durante la sesión en la que el oficialismo utilizó su mayoría automática para aprobar la Unicaba. “Quisimos ir afuera y pasar del lado del los manifestantes, pero nos tiraron gases, nos golpearon”, subrayó Bregman y advirtió: “Por suerte, todo esto está filmado y tenemos las pruebas, tenemos las fotos de la patota que no se quiso identificar”.

Al describir la situación que Del Corro, quien fue gaseado por la Policía, la legisladora indicó que al intentar interceder junto a Montenegro, una oficial las empujo y no se detuvo cuando le indicaron quiénes eran. “A mí qué me importa”, fue la respuesta de la policía, según Bregman.

La referente del FIT también denunció la coordinación entre el operativo cerrojo de la Policía de la Ciudad con la transmisión hecha por algunos canales de televisión: “Cuando llegué, un comisario de la Policía de la Ciudad me llamó delante de la gente y me dijo: ‘Venga, Bregman, quiero hablar con usted, que es la responsable de todo esto. Pensé que era un sacado, pero al rato lo empezaron a decir por TV”.

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