#ESI: La marea verde lograría que la ley se aplique en todas las escuelas
30.10.2018
Por Lourdes Oliverio
La revolución de las pibas impuso, luego de 12 años de sancionada la Ley, un programa que garantizaría la aplicación de ESI a partir del 2019 en todas las escuelas de la Ciudad. Aseguran la participación de dos estudiantes por colegio como promotores. Continúa el debate por la separación de la Iglesia y el Estado.
Este año, fue el año de la marea verde, donde cientas de estudiantes secundarias se movilizaron, participaron de pañuelazos y tomaron los colegios al grito de: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir.”
Mientras tanto la Iglesia también se organizó contra nuestro derecho. Son responsables junto a los dinosaurios del Senado, de que continúen muriendo mujeres por abortos clandestinos.
La Iglesia y los fachos se envalentonaron: El partido celeste lanzó campañas con la consigna: “#ConMisHijosNoTeMetas” entran a impedir que se dicté ESI en los colegios, dicen “perseguir aborteros hasta que no quede ni uno”, como pasó en La Plata, y organizan marchas contra la Educación Sexual Integral, para impedir que accedamos a nuestro derecho a decidir.
Sin embargo, la fuerza de la marea verde logró que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por fin tenga que dar una respuestaal reclamo que las pibas venimos exigiendo en los colegios desde hace años. La educación sexualno se aplica. Para ello desde el Ministerio de Educación decidieron crear un programa que coordine la aplicación de la ley en todas las escuelas públicas y niveles educativos. Se aplicaría a partir del 2019 en toda la Ciudad.
Esta respuesta contempla la necesidad de que seamos los y las estudiantes, las que en los colegios promocionemos y verifiquemos si se aplica o no la ESI, qué contenidos son de interés para los jóvenes; en coordinación con docentes, los centros de estudiantes y las comisiones de género tal como veníamos reclamando desde el movimiento secundario y propusimos desde el proyecto presentado por Myriam Bregman en la Legislatura Porteña junto a Patricio del Corro: “Plan de emergencia en educación sexual con perspectiva de géneros sin injerencia religiosa” elaborado en común con sectores de la comunidad educativa, junto a trabajadoras de la Educación y estudiantes de escuelas secundarias.
Iglesia y Estado, asunto separado
En el marco de esta conquista, no podemos dejar de señalar la necesidad de la inmediata Separación de la Iglesia y el Estado. Recientemente un debate en el Congreso puso de relieve lo que la izquierda y un sector del movimiento de mujeres venimos señalando hace años: la necesidad de modificar el artículo 5 de la Ley de Educación Sexual para que ninguna Iglesia, ni ninguna ONG o empresa, tengan injerencia en nuestra educación, como sucede actualmente.
La ley no puede seguir dejando lugar a que la Iglesia, que demostró ser uno de los principales enemigos de las pibas este año, entre en algún artículo de manera escondida y decida qué contenidos dar o no dar, que decida sobre nuestra educación, como pasa con la actual ley sancionada en 2006, bajo el gobierno kirchnerista.
Es necesario avanzar ya mismo en separar la Iglesia del Estadotal como lo señalamos en los proyectos presentados desde la banca de Nathalia Seligra y Nicolás Del Caño, para terminar con la injerencia religiosa dentro de los contenidos educativos y para terminar con los subsidios millonarios y las exenciones impositivas a dichas instituciones religiosas.
No nos calmamos nada
Las pibas nos tenemos que poner en pie con la fuerza que ya demostramos tener para ir por mucho más: contra los fachos y reaccionarios de la jerarquía de las Iglesias católica y evangélica, que pretenden arrebatarnos nuestros derechos, como pasa hoy en la Ciudad de Buenos Aires, donde la justicia volvió a atacar el acceso al aborto no punible. Por eso junto a Myriam Bregman presentamos un proyecto en la Legislatura porteña, para que el Estado garantice este derecho elemental.
Necesitamos redoblar las fuerzas para que la Iglesia y el Estado, sean asuntos separados. Si ellos se organizan para defender sus intereses, nosotras, las millones que fuimos este 8A en las calles, tenemos que volver a ser un tsunami que atraviese el Congreso este 14 de noviembre, cuando se vote el presupuesto de ajuste que quiere el FMI para el 2019, que ataca principalmente a las mujeres trabajadoras y jóvenes, que continúa destinando fondos millonarios a la Iglesia y al pago de la deuda, mientras recorta fuertemente en programas de educación sexual, de salud reproductiva y diversidad. Que ataca también el presupuesto para la educación pública, de la cual probablemente surjan más ataques a nuestras condiciones de vida y las de nuestras familias y docentes.
Nos dicen que nos calmemos. Nosotres decimos: Para que la marea verde vuelva a las calles, contra el ajuste, por la separación de la Iglesia del Estado, por la educación sexual, la anticoncepción gratuita, el aborto legal, y todos nuestros derechos, la lucha es ahora, y es confiando en la fuerza de nuestra organización, junto a las miles de pibas y pibes que este año nos organizamos en cada colegio, junto a les docentes y a toda la comunidad educativa.