Hospital Ramos Mejía. Es médica residente y denunció a su jefe: “Me equivoqué y me dio una cachetada delante de todos”

10.9.2018

Por Gisele Sousa Dias

Una paciente le dejó una nota en la que decía haber visto al doctor “abofetearla”. Lo confirmó cuando fue citada como testigo. La médica residente: “Me sentí humillada, indignada”

Hacía un mes que Belén era médica residente cuando sucedió el episodio que la llevó a denunciar a su superior, el jefe de la Unidad de Internación Ginecológica. “Me puse nerviosa y me equivoqué -cuenta -. Le pedí disculpas pero me pegó un cachetazo delante de todos”. Ocurrió en una sala del Hospital Ramos Mejía, a pocos metros de una paciente que lo vio y lo confirmó ante la Justicia.

La declaración de una de las pacientes internadas: “Le propinó un golpe con su mano abierta”.

Belén (30) se recibió de médica en la UBA y eligió el Hospital Ramos Mejía, en Balvanera, para comenzar la residencia en la especialidad de tocoginecología. Lo que denunció (ante las autoridades del hospital, en el Ministerio de Salud y penalmente) sucedió el 30 de junio de 2017.

Yo era nueva, hacía un mes y pico que había empezado. Esa mañana me tocó hacer el pase de sala”, comienza.  Es decir, debía ir cama por cama a evaluar a las pacientes internadas para transmitir, luego, los datos importantes al médico.

“En la primera cama había una paciente que se iba a operar por un quiste de ovarios. Yo tenía que decirle al Dr. Ramiro Fuleston, que era el jefe de internación ginecológica: ‘La paciente tiene tal edad, tales antecedentes, está internada por tal cuestión'”. Belén se equivocó.

“Tenía todo anotado pero me puse muy nerviosa y, cuando me preguntó si tenía cirugías previas, dije que no. Pero la paciente interrumpió y dijo ‘sí, me operaron de apendicitis cuando era chica”. Cuando terminamos con el resto de las pacientes de la sala, él se me acercó y me dijo: “Tenía una apendicectomía”. Le contesté: ‘sí, disculpe doctor, me equivoqué’. Y me pegó un cachetazo”.

Belén dice que se quedó “helada” y que una colega que estaba al lado (residente de tercer año) “saltó”: “Le dijo ‘doctor, usted no puede hacer eso, por eso los residentes se van de este hospital’. Y él entonces se enojó más y me dijo: ‘Encima estoy perdiendo el tiempo enseñándote, porque te vas a ir'”. Esa médica fue citada a declarar: dijo que no había visto nada.

Belén declaró que ella fue hasta “la pecera” donde guardaban las historias clínicas y se puso a llorar cuando otra colega, residente de cuarto año, le preguntó qué le pasaba. “Ella me dijo: ‘a mí me pegó ayer. Lo que tenés que hacer es decirle ‘doctor, no me pegue'”. Esa médica también fue citada a declarar: dijo que había visto llorar a Belén pero que no había visto ninguna marca en su rostro que diera cuenta de que había sufrido una agresión.

A medida que fueron pasando las horas “me fueron cayendo las fichas de lo que había pasado -sigue-. Caminaba por los pasillos y lloraba, me sentía muy humillada”. Según su relato, después se acercó la instructora de residentes: “Me dijo que el año anterior también le había pegado a ella durante una operación”.

Según las declaraciones testimoniales, la instructora de residentes confirmó que a ella también le había pegado en 2016. La Justicia, sin embargo, omitió ese dato de contexto.

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