Llega a la calle Corrientes!!

 

20.09.2010

 

Una versión familiar diferente, plagada de ironías, que te hará pasar de la risa al enfado, hasta llegar a emocionarte.

 

Un retrato agudo de una parte de la la clase media argentina.

Afectos, mezquindades y ambiciones que se entrecruzan en un reencuentro familiar.

El reencuentro con la propia historia es inevitable pero a pesar de todo hay un mandato que cumplir… No hay que llorar

Elenco: Victoria Aragón, Daniel Beniluz, Gabriel Daneri, Norma Gordon, Paula Rebagliati, Georgina Sica y Sergio Theaux.

Escenografía y Vestuario: Mercedes Uría

Realización de escenografia: Tamara Olivencia

Prensa y Comunicación: Daniel Falcone

Asistente de Dirección: Claudio Rodríguez

Asistente de Producción: Paula Gómez

Producción Ejecutiva y Dirección: Jorge Alberto Gómez

TEATRO BELISARIO

Viernes 21hs.

Av. Corrientes 1624

4373-3465

Este espectáculo cuenta con el apoyo de PROTEATRO

 

Reservando tu entrada a jagomez59@yahoo.com.ar tenes un 25% de descuento en el valor total de la entrada

Valor general de la entrada $35

 

Reproducimos a continuación algunas críticas de la obra

Sitio web: A SALA LLENA

http://asalallenaonline.com.ar/teatro/criticas/863-no-hay-que-llorar.htlm

 

Fiel a la temática que suelen reflejar las obras escritas por Roberto “Tito” Cossa, No hay que llorar muestra la realidad de la clase media argentina, con sus características y sus problemáticas. La necesidad económica en este caso se mezcla con mezquindades y egoísmo, que llevan a los personajes a hacer cosas que antes no hubieran imaginado ser capaces, con el solo objeto de conseguir lo que por ellos mismos no pueden alcanzar.

Una familia formada por la madre de casi ochenta años, sus tres hijos y las esposas de dos de ellos, cada uno bien diferente del otro y con un presente también disímil, se reúnen a festejar el cumpleaños de la anciana. Pero la mujer se descompone justo cuando iban a empezar, y tienen que llamar inmediatamente a un médico. A partir de allí y mientras esperan al doctor que nunca llega, entre nervios y ánimos bajos, van descubriendo personalidades y desnudando ambiciones. A cara descubierta y con los sentimientos más profundos a flor de piel, los que iban a festejar en familia convierten a esta reunión en un evento que más bien parece póstumo.

Entrar a la sala escuchando tango y con los actores listos en el escenario, muestran una postal que produce risa y despierta la imaginación; el efecto es determinante. La historia transcurre en el comedor de la casa de la anciana; los congrega la mesa, en donde está dispuesta la comida del festejo. La escenografía delimita claramente la clase social a la que pertenecen los protagonistas, al igual que el vestuario. La iluminación es bien naturalista, y le otorga un realismo especial a toda la función.

Plagada de ironías y con mucho sentido del humor, esta obra es una fotografía triste y descarnada de una realidad actual. La composición y el desenvolvimiento de los actores hacen que la historia se desarrolle de manera amena, ágil y creíble; pero también de forma intensa y profunda. Con un final dramático, No hay que llorar moviliza y produce cierta inquietud; replanteársela y repensarla luego de verla resulta inevitable.

 

DE www.culturar.com

 

Coloridos personajes en un retrato de la clase media argentina de los años 70 bajo la mirada aguda y el talento de Roberto Cossa. No hay que llorar es un reencuentro familiar develador.

La sala recibe al público con los personajes sentados y serios, listos para contar sus vidas en el escenario. Congelados como en una fotografía o una postal. El tango es la música de fondo. Quizás sea la mejor síntesis de lo que vendrá.


Un relato detallado y agudo de la clase media Argentina de los años 70. Una familia, con su mundo propio pero que refleja los valores y sufrimientos de una clase social pequeña en aspiraciones y golpeada en su dignidad. Plagada de ironías y con mucho sentido del humor, esta obra es una fotografía triste y descarnada de una realidad actual.


Tito Cossa un gran observador de la sociedad de su época sabe transmitir las frustraciones y deseos de la gente común de nuestro país pero que no debe variar mucho con la clase media burguesa de cualquier otro punto del planeta. Una familia cualquiera que intenta sobrevivir en la ciudad y que lucha por un bienestar que le es esquivo.
Afectos, mezquindades y ambiciones que se entremezclan en un reencuentro familiar que pondrá al desnudo la verdad de estos seres.
Porque el encuentro con la propia historia es inevitable. 
Pero, aunque duela, hay un mandato que cumplir: No hay que llorar.

La puesta es precisa y está muy bien actuada. Cada uno de los coloridos personajes están interpretados en toda su riqueza. Son tres hermanos que se reúnen para festejar el cumpleaños de una madre que aparece débil y enferma al espectador pero que poco a poco va revelando su poder y mezquindad. 

El vestuario y la escenografía están a tono con la obra. Quizás la falta de espacio del escenario para una obra de las obra de Cossa que tienen muchos personajes hace que no se luzcan tanto cada uno de los acortes que muestran gran dominio en escena. 


Si bien es un clásico se nota en algunos parlamentos el paso de los años del texto pero al esencia está viva y conmueve.

La obra se presenta con esta cita: "Sólo importa el propio objetivo". "Los demás son un medio para conseguirlo".
Roberto "Tito" Cossa, uno de los dramaturgos clave de la literatura argentina, nació el 30 de noviembre de 1934 en el barrio de Villa del Parque, Ciudad Buenos Aires. Se describe como actor frustrado. Comenzó a actuar a los 17 años en un teatro de barrio de San Isidro, pero pronto abandonó para escribir. "Muchas veces me pregunté qué me pasó a mí con la actuación. Creo que no me sentía seguro, y no tuve la intuición o la lucidez de ponerme a estudiar", ha confesado más de una vez.

 

Leandro Landin. Radio del Buen Ayre

 

Ágil y dinámica versión de un clásico del grotesco nacional, "No hay que llorar", de Tito Cossa, con las actuaciones de Victoria Aragón, Daniel Beniluz, Gabriel Daneri, Norma Gordon, Georgina Sica, Sergio Theaux y bajo la dirección de Jorge Alberto Gómez muestra en poco más de una hora, un sólido retrato de las mezquindades y ambiciones de una familia de clase media. Un paseo de emociones que lo harán ir de la risa al enfado gracias a las sólidas interpretaciones de sus protagonistas.

 

CV DEL DIRECTOR: JORGE ALBERTO GOMEZ

 

Egresado del Conservatorio Nacional de Arte Dramático

Taller de Teatro de Hector Bidonde, Carlos Augusto Fernández

Técnica de actuación para televisión con Alberto Ure. (En canal 13)

Curso de Doblaje en la Asociación Argentina de Actores con Julio Fedel

 

Experiencia en Teatro:

EL POBRE HOMBRE. Dir: Helena Tritel (Teatro San Martín) 2000

LA BUENA PERSONADE SE-CHUAN. Dir: Manuel Iedvabni (Teatro IFT) 1995

LAS SAGRADAS ORGÍAS DE MAXIMON. Dir: Hugo Carrillo (Teatro Presidente Alvear) 1992.

LA CASA DELESPAÑOL. Dir: Hugo Urquijo (Teatro Presidente Alvear) 1992.

 

Experiencia en TV: Desde 1986 tiene una basta trayectoria en programas que “marcaron” la televisión.

Unitarios: Simuladores, Por el nombre de Dios, Tal para cual, Zona de Riesgo 3, 4 y 5, Verdad  Consecuencia, La Condena de Gabriel Doyle, La Marca del Deseo, El Arcángel.

Tira Diaria:Primicias, Calientes, Rincón de Luz, Muñeca Brava, Buenos Vecinos, Luna Salvaje, Chiquitas, Celeste Siempre Celeste, Más Allá del Horizonte, Ricos y Famosos, Luna Salvaje, El Sodero de mi Vida.

Experiencia en Cine:En El Fondo Del Mar: Dir: Damián Szifron 2003/

El Bonaerense Dir: Pablo Trapero 2002  / Hasta la Victoria Siempre: Dir: Juan Carlos Desanzo 1997 /  La Nube Dir: Pino Solanas 1998 / Amigo Mío. Dir: Jeanine Meerapfel y Alcides Chiesa 1994  / Peperina. Dir: Raúl de la Torre 1995.

 

Desde hace 20 años ejerce la docencia como profesor de teatro y preparación del actor para televisión. 1985 al 1995 fue asistente de dirección de Rubén Szhumacher, por la obra de Contrabajo. Como director de teatro dirigió Obsesiones detrás del Espejo de Susana Gutiérrez Posse y Alejandra Varela, siendo esta auspiciada por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. Con los textos de Cossa, Jorge se siente muy identificado por lo que pudo volcar su experiencia como director y gran parte de su experiencia familiar para llevarla a cabo en la obra.

Hace más de 10 años es representante de actores y actrices. Luego de tener que lidiar con su carrera solo sin que ningún representante le dé un cierto lugar por no tener un nombre, Jorge se cargó al hombre en el año 2000 la difícil tarea de representar actores y actrices, desconocidos y conocidos, sin poner ningún tapujo a la hora de proponer a los diferentes productores y directores del medio audiovisual, esto trae aparejado que en la actualidad represente a artistas como Gabriel Goity, Pompeyo Audivert, Roly Serrano, Patricia Palmer, Malena Figo, Salo Pasik, Sergio Surraco, Mimi Ardu entre otros y además los jóvenes descubrimientos  como: Juan Manuel Guilera, Gigi Bonaffino, Felipe Villanueva, Valentin Villafañe y muchos actores y actrices que hizo conocer.

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