En defensa de la educación pública: ¿Cómo sigue la pelea en los terciarios?

24.8.2018

Por Cuky Lachanga

Una crisis de la educación pública que atraviesa todos los niveles, un ajuste en curso, la lucha y organización que se extienden a cada rincón del país. Los estudiantes terciarios, con las mujeres al frente, también somos parte de esta pelea.

Hace tan solo unos meses el grito contra la Unicaba se hizo sentir. Es que nadie está dispuesto a aceptar, sin dar pelea, que nos dejen sin los 29 institutos de formación docente que hay en CABA. Es parte del plan general del macrismo, no solo de ajuste, sino también de un cambio a fondo en la educación, por un modelo donde las evaluaciones estandarizadas, las plataformas digitales estén a la orden del día y por lo tanto que el rol docente sea la de un simple reproductor de los esquemas que ya vienen armados por empresas y editoriales. Una receta a imagen y semejanza de organismos como el Banco Mundial, que también incluye al resto de los niveles educativos y la educación especial.

El oficialismo se prepara para hacer pasar el proyecto a fines de septiembre. Su plan original no es viable, la propia oposición de la comunidad educativa le puso un freno, pero como anunciaron en el inicio de sesiones de la Comisión de Educación en la Legislatura votarían un nuevo proyecto que plantea la creación de la Universidad Docente a la vez que se mantienen los profesorados actuales. La convivencia, como ya hemos denunciado desde un principio, implica el ahogo de los institutos y un cierre a largo plazo. Mientras tanto ya hay denuncias en provincia de Bs. As. y en el interior de cursos y carreras que cierran. El gobierno se propone cambiar el modelo de formación docente a nivel nacional.

Mientras tanto con el inicio de clases en los profesorados ya se están realizando las primeras asambleas para definir los pasos a seguir, este próximo 4 de Septiembre se convoca una nueva movilización.

 

El ajuste y el ataque a la educación pública están en marcha

 

Hace tan solo unas semanas, la tragedia en la escuela de Moreno destapó la bronca que se venía a acumulando. Dos víctimas de la desidia, con la responsabilidad directa del gobierno de María Eugenia Vidal (PRO) y la intendencia de Walter Festa (UC) donde ambos gobiernos dejaron en claro una cuestión estructural: nuestras vidas, las de los laburantes y sectores populares, no valen nada. Pero también fue en ese momento cuando miles salimos a la calles, por Sandra y por Rubén y porque estamos hartos de estudiar y trabajar en situaciones de riesgo, con establecimientos que se caen a pedazos, una realidad no solo de la Provincia de Buenos Aires sino de todo el país, pero lamentablemente una vez más los sindicatos como UTE-CTERA en manos del kirchnerismo no hicieron nada para nacionalizar esta pelea por mejoras edilicias y condiciones dignas de trabajo y de estudio.

La lucha universitaria, con paro en todo el país, asambleas y marchas masivas, es parte de esta bronca. Para nuestras compañeras y compañeros en la Universidad, también peligran sus lugares de formación, investigación, y trabajo. La propuesta salarial a los docentes universitarios de un 10.8% fue directamente una tomada de pelo, mientras siguen siendo miles los docentes ad honorem, algo que puede sonar ilógico pero es la realidad de muchas universidades hoy.

Macri dijo que: “el presupuesto 2019 será la prueba de fuego para sustentar el acuerdo con el FMI”, es decir que como parte del nuevo pacto con el FMI el gobierno tiene que recortar unos 300.000 millones del presupuesto para el año que viene, que se votará en poco tiempo y que ya están negociando todos los partidos a espaldas de nosotros, desde los radicales y cambiemos, hasta el peronismo. La inflación se calcula en más del 30%, los tarifazos que siguen, como el aumento del boleto en los últimos días y la devaluación es una presión al recorte de los presupuestos. Cada vez se hace más difícil sostener el gasto de los viajes, los apuntes, algunos deben dejar de estudiar para poder trabajar más horas. No queremos que ningún estudiante más tenga que abandonar.

La situación se agrava cada vez más, mientras por un lado el oficialismo ajusta y achica, cada vez más se acelera el saqueo de los recursos públicos del país, con la fuga de capitales y un nuevo endeudamiento de la mano de un nuevo pacto con el FMI. Tan solo durante el primer semestre del año se fugaron U$S 16.676 millones, lo que equivale a casi cinco presupuestos actuales de las 57 universidades públicas de todo el país. Por eso como venimos planteando desde la 9 de Abril y Pan y Rosas en los terciarios, no hay que pagar la deuda externa, que toda esa plata se destine a salud y educación.

Pero el ajuste no es sólo a la educación pública, como estamos viendo en otros sectores que están saliendo a luchar como los trabajadores de Télam que fueron despedidos o en el Astillero Río Santiago que días atrás sufrieron la brutal represión de la Policía de Vidal cuando se estaban movilizando en defensa de sus puestos de trabajo y que enfrentaron con total moral y valentía y son sin dudas un ejemplo de lucha.

 

Que la marea verde entre a todos los profesorados

 

El movimiento de mujeres que copó las calles al grito de aborto legal en el hospital para todos los cuerpos gestantes, demostró que hay fuerzas para arrancar nuestros derechos. Miles de jóvenes estudiantes secundarias, terciarias y universitarias salieron decididas a patear el tablero, a cuestionar aquello que nadie cuestionaba y que ahora, después de la bochornosa y jurásica sesión del Senado aquel 8 de agosto, también cuestiona que sean unos pocos los que decidan sobre la vida de millones, que mientras hay ajuste los curas sigan cobrando sueldos de más de 46.000 pesos, que mientras se desfinancia la educación pública sigan destinando miles de pesos a la educación religiosa en nuestro país. Por eso, además de la pelea por el aborto legal, sigue creciendo la demanda por la separación de la Iglesia y el Estado, porque a pesar de que senadoras como Cristina Kirchner nos pidan que no nos enojemos con la Iglesia (que le dan 130 millones de pesos al año), estamos enojadas porque sabemos que es esa misma Iglesia la que, por ejemplo, se niega al derecho elemental a que por ejemplo se dé educación sexual en las escuelas. La campaña impulsada por Nicolás del Caño, Myriam Bregman y Nathalia González Seligra del PTS-FIT, ya recolectó más de 90.000 adhesiones por la “derogación de los privilegios de la Iglesia Católica”.

Ya no hay vuelta atrás, “la revolución de las hijas” o “la marea verde” llegó para quedarse y el desafío es que esa misma fuerza se siga extendiendo, que se transforme en organización en cada lugar de trabajo y estudio. Es el momento de redoblar la apuesta, la fuerza del movimiento de mujeres que se demostró en la calles el 8A tiene que entrar a cada profesorado, para seguir organizadas en la pelea por nuestros derechos pero también en la defensa de la educación pública.

La lucha de los docentes y estudiantes universitarios cobra fuerza en todo el país, la coordinación de los sectores en lucha sería un salto en la pelea contra los planes del macrismo. Debemos imponerle a los sindicatos kirchneristas que dicen ser opositores, y que vienen pensando más en la elección del 2019 que enfrentar verdaderamente el plan de ajuste del macrismo, la unidad de todos los sectores en lucha, con un paro nacional y plan de lucha escalonado. Para esto, debemos impulsar asambleas en todos los lugares de estudio y trabajo, donde ellos no lo hagan, planteando la unidad y la exigencia al paro con movilización. En nuestros profesorados tenemos que repudiar que la CET decida por encima de los estudiantes, e imponerles que sean los mandatos de base y asambleas los que decidan cómo seguir, Desde la 9 de abril y Pan y Rosas, propusimos esto y armar una columna propia de terciarios en la movilización del 30 buscando la unidad.

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