La ministra Bullrich contra las organizaciones populares /Represión y caza de brujas
9.6.2018
Acusó a la PROCUVIN de estar cooptada por la Garganta Poderosa
A dos semanas de la violenta intervención de la Prefectura Naval en la villa 21, que terminó con el secuestro de una vecina, el abuso contra su hermana y la detención de su cuñado y un fotógrafo de La Garganta Poderosa, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, volvió a realizar una defensa abierta del accionar de las fuerzas de seguridad, acusó a la organización villera de montar una “coartada” contra la Prefectura y apuntó contra la Procuración de Violencia Institucional (PROCUVIN). “Tanto nos callaron, tanto nos mintieron y tanto nos mataron, que un día decidimos poner todas estas gargantas al servicio de nuestra verdad”, contestó La Garganta en una carta pública tras la conferencia de prensa de la funcionaria y solicitó la renuncia de la ministra.
La versión dada por Bullrich se basó en un video entregado a la cartera de Seguridad por el Gobierno de la Ciudad, en el que se mostraban imágenes de lo ocurrido el sábado por la noche en un coche de la línea 70. “Hoy venimos a mostrarles cómo se origina este hecho y cómo cae la coartada de esa agrupación”, acusó la ministra en referencia a La Poderosa, y describió que el prefecto Ronaldo García fue “hostigado e incluso, al bajar del colectivo, lo siguieron insultando y fue rodeado por seis personas que lo atacaron”. Más adelante indicó que “unas 40 personas se congregaron allí, arrojando botellas y otros elementos, para imposibilitar la actuación del personal de Prefectura que había acudido en apoyo”.
La situación relatada por Bullrich es opuesta a la contada por los vecinos a este diario hace dos semanas, cuando aseguraron que un retén de la Prefectura subió al colectivo y “empezó a bardear” a dos adolescentes del barrio, y que siguieron haciéndolo una vez que bajaron del colectivo, lo que provocó que los vecinos salieran a la calle en los alrededores de la Casa de la Cultura, sobre la calle Iriarte al 3500, frente a la casa de Iván Navarro, el adolescente de La Poderosa, querellante en el juicio que se lleva adelante contra los 6 prefectos que en 2016 lo torturaron junto con Ezequiel Villanueva.
La versión de la ministra se detiene ahí, a pesar de que la convocatoria a la conferencia de prensa llamaba a “desenmascarar el relato falso” de la organización villera. La denuncia de La Poderosa por lo ocurrido esa noche fue más amplia e incluía el operativo que se desató luego, y el uso de las balas de goma que pegaron contra la casa de la familia de Iván, quien esta semana debía declarar en el juicio contra los prefectos, y abarcaba el ingreso a la casa de Maru, madre de una de las adolescentes, su secuestro por el lapso de una hora; los abusos cometidos contra “Jesi”, hermana de “Maru”, y las detenciones de Juan Pablo Mónaco —cuñado de Maru— y Roque Azcurraire, fotógrafo de La Poderosa, que intentó registrar el violento operativo de la Prefectura. Los dos hombres estuvieron detenidos hasta el lunes pasado, acusados de “tentativa de hurto”, a pesar de que los prefectos ingresaron a las patadas a su casa. La acusación fue velozmente desestimada por la jueza Karina Rodríguez.
Bullrich no pudo responder durante la conferencia de prensa sobre los disparos contra la casa de Iván, a quien confundió con otra persona, y aseguró que “la Prefectura no entró a ninguna casa”, cuando el operativo del sábado pasado terminó violentamente dentro de la casa del fotógrafo de la revista villera. Los periodistas presentes también consultaron a Bullrich sobre los abusos denunciados por Jesi — “me apretaron el cuello, me patearon las piernas y me dieron con sus palos, hasta que uno me puso contra la pared, manoseándome las tetas”, relató—, pero la ministra esquivó la pregunta: “Estamos hablando de otro tema”, dijo.
“Señora, con todo respeto, acá, entre nosotros, ¡se nota mucho! Desde siempre, nuestras villas padecieron todo tipo de avasallamientos policiales, históricamente cubiertos por ese manto de silenciamiento que defendieron a sangre y fuego, pero se acabó”, repudió La Garganta en una carta pública tras la conferencia. La organización villera le recordó a Bullrich que “tiene procesados a 6 prefectos con prisión preventiva, por las torturas a Iván y a Ezequiel, dos compañeros con el coraje suficiente como para sentarla en el banquillo por primera vez” y que “nunca publicó un comunicado para explicar ninguno de los asesinatos perpetrados por sus subordinados, cada 23 horas”, en referencia a una declaración de la ministra en la que había calificado los informes de Correpi como una “mentira”.
La convocatoria a la conferencia de prensa había sido calificada como una “grave amenaza” en un comunicado conjunto del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) y la Asociación de Revistas Culturales e Independientes de la Argentina (AReCIA), organizaciones que, con el respaldo de Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra), volvieron a denunciar la “puesta en escena sin antecedentes que busca estigmatizar y desacreditar a la revista villera”.
El CELS, por su parte, alertó sobre el mensaje de “amedrentamiento” que Bullrich envió durante la conferencia de prensa contra la Procuvin al acusar al organismo dependiente del Ministerio Público Fiscal de estar cooptado por La Garganta Poderosa. “Esto no busca otra cosa que atacar y tratar de disciplinar a la instancia de investigación especializada del MPF”, advirtió el organismo de derechos humanos, y agregó que “el Poder Ejecutivo Nacional elige el camino de respaldar el accionar violento de las fuerzas, como ocurrió de manera reiterada en otros casos graves de violencia institucional, como en la muerte de Rafael Nahuel, también responsabilidad de la Prefectura Nacional Argentina”.