Secundarios convocan al Ministerio de Educación contra el Protocolo Anti-tomas

15.3.2018

Violeta Weber*

Luego de las 30 tomas de colegios realizadas por los estudiantes secundarios el año pasado, es notable que hubo un avance por parte de la lucha estudiantil: los estudiantes ya no están dispuestos a quedarse callados. La evidente falta de diálogo entre el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires y los Centros de Estudiantes acentuó la indignación de las alumnas y los alumnos que quieren ser escuchados.

Con el comienzo de clases empiezan los debates en las aulas y se retoman las reuniones semanales de  los centros de estudiantes y de aquellos organismos que las nuclean como la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB). Los y las estudiantes deciden, entonces que no pueden quedarse de brazos cruzados y convocan a cortar la calle del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires el próximo viernes 16/03 a las 15hs. “Decir NO al protocolo anti-tomas” es la consigna principal, pero no la única ya que se retomarán en la concentración otras consignas fundamentales de la lucha estudiantil: “NO a la reforma educativa”, “Exigimos la REAL aplicación de la ESI (Educación Sexual Integral)”, “Implementación de un protocolo contra la violencia de género” y “NO al cierre de cursos y al vaciamiento de la educación pública”.

El “Protocolo Anti-Tomas”, publicado el pasado jueves 22 de febrero, implica que en caso de tomarse un colegio, los estudiantes adultos y los padres de los estudiantes menores responderán por los bienes que puedan ser dañados durante la medida de lucha. A la vez, las autoridades del colegio deberán informar al gobierno quienes son los estudiantes que participan de la medida de fuerza, realizar un inventario de los bienes de la escuela y convocar a los padres de los estudiantes menores para que los retiren o firmen un acta en la que toman responsabilidad de todo daño provocado por sus hijos.

Los centros de estudiantes, rechazan la medida y expresan en los medios que fueron enterándose por los diarios: no hubo previo aviso, ni posibilidad de diálogo para el movimiento secundario. El protocolo, que se destaca por ser anti-educativo, tiene como objetivo criminalizar a los estudiantes que luchan por una educación de calidad a través de los adultos responsables en sus vidas.

Como medida, los chicos y chicas buscan explicaciones y piden mesas de diálogo. El ministerio no se muestra dispuesto a dichas instancias y comunican que no habrá cambios en el protocolo a menos que la justicia sentencie lo contrario.

 

*Estudiante del Liceo 9 de la Ciudad de Buenos Aires

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