Continúan las tomas de las escuelas secundarias porteñas

20.9.2017

Son 28 las escuelas que siguen tomadas. Los estudiantes reclaman la no aplicación de la Escuela Secundaria del Futuro y un proceso de participación de toda la comunidad. Mañana miércoles se reunirán representantes de estudiantes con la ministra de Educación porteña Soledad Acuña.

El movimiento de estudiantes secundarios de la Ciudad de Buenos Aires, nucleado en la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB), continúa con las medidas de fuerza en rechazo de la implementación de la denominada “Escuela Secundaria del Futuro” que se propone implementar el gobierno porteño a partir de 2018. Esta propuesta de reforma, de la que al momento no han participado ninguno de los actores de las comunidades educativas – docentes, estudiantes y familias- y de la cual no se han entregado fundamentos ni propuestas sustentables con las realidades institucionales, ha generado el rechazo de estudiantes y gremios docentes. A pesar del poco tiempo que resta para finalizar el año, el ministerio de educación ya ha designado varias “escuelas piloto” para el próximo año. La ESF incluye numerosos aspectos problemáticos, como la merma en la cantidad de horas de enseñanza, el cambio en las condiciones de trabajo de docentes y la consiguiente precarización de dicha tarea y la aplicación de pasantías no remuneradas durante el 5° año, entre otros muchos puntos nodales.

 

Escuela tomada

 

Las tomas de escuelas comenzaron hace tres semanas, y en pocos días se fueron extendiendo como un reguero hasta llegar, a finales de la semana pasada, a 32 establecimientos ocupados por sus estudiantes. A la fecha de publicación de esta nota, martes 19 de septiembre, 28 escuelas continuaban tomadas. Ante estas medidas, el gobierno porteño atacó duramente a los estudiantes y difundió en las escuelas un protocolo de intervención ante tomas que incluía denuncias policiales y la criminalización de los adolescentes. A partir de la intervención de la Asesoría Tutelar y de la jueza Elena Liberatori,  la ministra Soledad Acuña negó en un principio la difusión de dicho protocolo pero luego debió rectificarse y enviar una comunicación oficial a las escuelas indicando que el mismo debía ser dejado sin efecto. Por supuesto, bastante después de que muchas autoridades de las escuelas denunciaran penalmente las tomas en comisarías. La intervención de la Asesoría Tutelar y de la Justicia logró también que la ministra Acuña, que en un principio se negó a recibir a los estudiantes de las escuelas que estaban tomadas, aceptara convocar a todos los representantes de estudiantes, sin distinciones. La reunión se llevará a cabo en el día de mañana, miércoles 20.

Si bien el eje central de las demandas se enfoca en el rechazo a la reforma de la educación media, la realidad particular de cada escuela determinó que en cada lugar los estudiantes manifestaran  reclamos particulares relacionados con problemas de infraestructura, falta de gas, demoras en los arreglos y otras problemáticas. Otra demanda que nuclea a todo el movimiento secundario tiene que ver con la implementación de la Educación Sexual Integral, sancionada por ley hace más de 10 años y aún no implementada oficialmente por el Ministerio de Educación de la Ciudad.

En la Escuela María Claudia Falcone -que lleva el nombre de una de las jóvenes desaparecidas durante la Noche de los lápices-, como en muchos de los establecimientos tomados por los estudiantes, se han organizado numerosas actividades pedagógicas y culturales, clases públicas, talleres artísticos, proyección de películas, torneos deportivos, entre otros. Los estudiantes organizan la toma en asambleas, donde discuten la distribución de tareas en comisiones, la participación en las actividades de difusión y las condiciones de seguridad. Se han ocupado especialmente de garantizar la preservación del edificio, distribuyendo los espacios en los que se puede y no transitar y realizando jornadas periódicas de limpieza. Organizan el desayuno y las comidas de manera comunitaria, lo mismo que las tareas de orden e higiene y duermen en bolsas de dormir y colchones inflables en las aulas del primer piso. Implementaron un sistema de registro de las personas que ingresan, para garantizar la seguridad de las personas y de la escuela y hasta un listado de números de teléfonos para convocar rápidamente a los adultos responsables en caso de que ocurra alguna situación que requiera su intervención.

Muchos docentes de la escuela permanecen en el establecimiento durante sus horas de trabajo, acompañando a los estudiantes o participando en las actividades culturales. Padres y madres concurren todos los días para acompañar a sus hijos e hijas y se han organizado también para pernoctar, velando por la seguridad de los menores. “En un principio me hacía ruido la toma de la escuela, y esto mismo le dije a mi hija, que no estaba de acuerdo, pero en estas circunstancias estamos apoyando a los chicos porque sus reclamos son totalmente legítimos. Y la verdad es que la manera en que conviven, se organizan, discuten, debaten y acuerdan es realmente asombrosa; el otro día presencié una de las asambleas en las que había 80 o 90 estudiantes y es un ejemplo para muchos adultos. Y además, la escuela está impecable, mucho más limpia que cuando hay clases normalmente” manifiesta Ana, mamá de una de las estudiantes de la escuela.

Teresa Fernández, referente del Centro de Estudiantes de la Escuela “María Claudia Falcone”, del barrio de Palermo, que se sumó hace una semana al listado de escuelas tomadas, manifiesta que “el nivel de organización de las tomas y la coordinación entre los centros de estudiantes son notables, lo que permite sostener la medida. Se nos acusa de haber tomado las escuelas sin agotar instancias previas, pero hemos hecho un montón de medidas, hicimos dos marchas, cortes de calles y no obtuvimos respuesta. La toma es lo que más visibiliza el conflicto. Es la única manera que teníamos de instalar el debate, antes de que se implemente la reforma. Es real que no tenemos tiempo, no es que lo estamos hablando a principio de año para fin de año o el año que viene, porque faltan 3 meses. Entonces la única manera, la acción más rápida y más concreta estaría siendo la toma, y hasta más efectiva, porque al final, con una marcha con 4.000 pibes no te dan pelota y no te mandan ningún medio y cuando tomás el colegio sí”.  

Ante la pregunta de cuáles fueron las respuestas del Ministerio de Educación a sus demandas, manifiesta que “el gobierno no nos está abriendo las puertas al diálogo; estamos pidiendo que se nos brinde un documento oficial sobre la reforma, sobre cómo se implementaría, para armar mesas de trabajo en la que se pueda acordar. Es cierto que nosotros no podemos impedir la reforma porque es parte de una política de estado que está llevando a cabo el gobierno con respecto a la educación, pero sí tratar de consensuar entre todos los actores de la comunidad educativa los alcances de la reforma”. Luego cuenta que los representantes del gobierno se ausentaron a las primeras reuniones convocadas por la Defensoría del Pueblo y que luego convocaron a una reunión a los estudiantes, pero no permitieron el ingreso de los representantes de las escuelas tomadas, acusando que como habían tomado las escuelas, no tenían voluntad de dialogar.

Además de la manera inconsulta e improvisada en que se está pretendiendo implementar la reforma y de los puntos que generan más rechazo (ver aparte), Teresa cuenta que “hay un montón de cosas previas a una reforma de este tipo que no se tienen en cuenta, porque se necesitarían muchas obras edilicias, que no se hicieron”. Agrega que a los reclamos por el polémico proyecto, exigen que se establezca un protocolo contra la violencia de género y el cumplimiento de la ley que garantiza la Educación Sexual Integral. Además, cuenta que “hay un montón de problemas, como las becas, que no están llegando a toda la ciudad, o la calidad de las viandas, que llegan podridas a las escuelas porque ni siquiera las mandan en camiones con refrigeración. Además de que demandamos que se cumpla la ley de paritarias docentes y todas las leyes de la educación que se están violando desde que asumió este gobierno”.

En relación a lo que se viene, Teresa cuenta que mañana miércoles se realizarán volanteadas por los barrios y un corte de calle en la 9 de Julio, luego de lo cual se realizará una asamblea unitaria de la Coordinadora de Estudiantes. De las respuestas que brinde la ministra en la reunión convocada para mañana dependerá el levantamiento de las tomas. Además, el jueves por la noche se realizará una reunión de la multisectorial que nuclea a gremios docentes, estudiantes y padres y la semana culminará el viernes con una movilización al Ministerio de Educación.

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