Brutal intento de detención contra un estudiante secundario en el Mariano Acosta
1.9.2017
En la tarde del viernes la Policía intentó detener a un pibe menor de edad en la esquina del colegio secundario Mariano Acosta.
Según los alumnos quisieron llevarse a un joven menor de edad no sin antes requisarlo porque estaba fumando un porro. Estudiantes secundarios, padres y algunos profesores salieron en su defensa y lograron que la policía lo suelte, no sin antes propinarle golpes y amenazas.
La policía le decía "acá son todos zurdos", los padres les respondían "si lo meten al patrullero no sabemos lo que le puede pasar", no lo vemos más.
Siguiendo la línea de criminalizar a la juventud el periodista Martín Bracesco del grupo Clarín twitteó: "30 menores que salían del Mariano Acosta agredieron a un policía que tenía drogas y ayudaron a que escape".
Sol, estudiante del Mariano Acosta, de la agrupación No Vamo A Calmarno y militante del PTS dijo: "Nos tenemos que organizar. Hoy lo viví de cerca, la policía intentó llevarse al amigo de mi hermana. ¿Quién me asegura qué podría haberle pasado? Mientras que somos a los que nos paran en las esquinas por fumar, ellos se cobran la vida de miles de pibes y pibas, y eso queda impune. Somos nosotros los que vivimos el gatillo fácil y la persecución política en los colegios, pero también los que levantamos la bandera de Maldonado. Porque no podemos quedarnos callados frente a este avance del gobierno, también por eso nos movilizamos hoy y hacemos una jornada en nuestro colegio. El Estado es responsable de la desaparición de Santiago, del avance represivo y de cada uno de los pibes muertos por gatillo fácil".
Este suceso se da el mismo día que se realiza el multitudinario acto para exigir la aparición de Santiago Maldonado, el joven que desapareció luego de la represión de la Gendarmería a un Pu Lof en Resistencia de Cushamen.
Los estudiantes se movilizarán esta tarde por Santiago Maldonado, miles de personas ganaran la Plaza de Mayo como lo hicieron en su momento.
La violencia contra la juventud que vivimos día a día, lejos de inmovilizarnos es la fuerza que motoriza la pelea que queremos dar de fondo para acabar con este sistema de raíz y poder pelear un futuro y una vida que merezca ser vivida.