ATE Promoción Social: “Nadia Rojas es la cruda expresión de un Estado que, en su accionar, favorece a las redes de explotación sexual”
10.8.2017
Por ATE Promoción Social
Aparición urgente de Nadia Rojas: el Estado es responsable
Nadia Rojas volvió a desaparecer. No fue un secuestro, no fue una falsa oferta de trabajo, no se fue con un «novio». Nadia estaba alojada en un dispositivo específico para mujeres, niñas/os y adolescentes, víctimas de trata de personas, dependiente de la Dirección General de Mujer del Gobierno de la Ciudad.
Como trabajadores/as de programas estatales que deberían estar orientados a garantizar derechos, venimos denunciando el vaciamiento y el deterioro cada vez más acuciante de los mismos. Todos los días ponemos el cuerpo en el desarrollo de políticas públicas precarizadas, con escasez de recursos. Desde hace años, denunciamos que el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat (ex Desarrollo Social) se caracteriza por ser un ministerio pobre para atender a gente pobre.
Respecto a temáticas de gran sensibilidad y complejidad, como son todas las expresiones derivadas de las violencias de género, es inadmisible y repudiable la hipocresía con la que se hace campaña de los supuestos programas estatales que estarían a disposición, cuando la realidad muestra políticas públicas de cotillón.
Para toda la CABA, existe solo un programa que aborda situaciones de explotación sexual a niñas/os y adolescentes. Los diversos programas y dispositivos por los que transitan estos niños/as y adolescentes no cuentan con materiales básicos de trabajo; los espacios donde funcionan, a su vez, no tienen las condiciones de privacidad, calidez y alojamiento necesarias para la atención de estas temáticas. Por el contrario, son lugares donde se sufre hacinamiento y no se cumple con las normas mínimas de seguridad: se caen pedazos de techo, hay pérdidas de agua y no hay calefacción.
Todas estos déficits fueron denunciados y notificados a las autoridades del Ministerio. Sin embargo, para estas poblaciones solo se reproduce la marginación, con embates permanentes a las políticas sociales. Sus trabajadores/as nos encontramos precarizados/as, con contratos inestables, sin acceso a derechos básicos, con sueldos muy por debajo de la canasta básica familiar, sin espacios de formación o de supervisión que permitan promover la reflexión, el análisis y el trabajo sobre los atravesamientos subjetivos que provoca el abordaje de temáticas tan complejas.
Estas políticas públicas no tienen personal suficiente para realizar una tarea de acompañamiento acorde a estas problemáticas. Por otro lado, es alarmante la situación respecto a las causas penales que tienen como víctimas a niñas/os y adolescentes víctimas de diversas formas de explotación sexual, ya que no se promueve el seguimiento de las mismas, reforzando la revictimización y la situación de desigualdad de poder frente a proxenetas, tratantes, etc. Se ha llegado incluso a instancias de juicio oral, sin que las/os niñas/os cuenten con querella.
Esto se refuerza con una justicia patriarcal que garantiza la impunidad, al no desarrollar las investigaciones ni aplicar condenas efectivas.
El sistema de protección integral de derechos para niñez y adolescencia se encuentra en crisis desde hace años. El Estado otorga respuestas ineficaces o punitivas, sancionatorias, represivas y de judicialización de la pobreza. El marco legislativo es de una progresividad que se convierte en letra muerta, al no contar con la batería de políticas públicas que deberían darle sustento. Nadia Rojas es la cruda expresión de un Estado que, en su accionar, favorece a las redes de explotación sexual. Esto también es una forma de proxenetismo, porque el Estado, en su abandono, promueve que se lucre con los cuerpos de niñas/os y adolescentes.
Comprometidos/as en la defensa de políticas públicas integrales y de calidad, bregando por un mundo sin explotación, sin desigualdad, por otras relaciones sociales, justas y de libertad, es que llamamos a las autoridades pertinentes a hacerse cargo de la aparición urgente y con vida de Nadia Rojas. A responder ante las problemáticas surgidas por las violencias patriarcales de manera responsable, con los recursos adecuados, con una perspectiva integral, sin estigmatizaciones y con condiciones dignas de trabajo que no reproduzcan la precarización.
¡Aparición ya de Nadia Rojas!