Las políticas represivas de ayer y de hoy

 

22.4.2010

 

Hace 19 años la policía asesinaba a Walter Bulacio, un joven de 17 años a quien detuvieron en una razzia en las puertas del estadio Obras Sanitarias, antes de un recital de los Redonditos de Ricota. Hoy el gatillo fácil y las detenciones arbitrarias siguen formando parte de las políticas de la INseguridad.

Pocos días después del 19 de abril de 1991 esta periodista escribía su primera nota en la revista del centro de estudiantes del secundario. La indignación empapaban las palabras. Hoy la misma furia y angustia llegan a esta nota, igual que a los 15 años, porque “yo sabía, que a Bulacio, lo mató la policía”.
Aquella noche de un viernes de abril de hace 19 años, Walter Bulacio, un chico de la localidad bonaerense de Aldo Bonzi, estaba en la puerta del estadio Obras Sanitarias esperando ver a los Redonditos de Ricota cuando la Policía Federal comenzó la razzia.
Los adolescentes de entonces sabíamos muy bien de qué se trataban las razzias policiales, veíamos muy seguido los camiones celulares azules de donde bajaban de golpe decenas de policías para golpearnos y detenernos.
Esa noche se llevaron cerca de 100 personas a la comisaría 35, usando dos colectivos requisados varias horas antes. Allí, Bulacio fue golpeado hasta provocarle un derrame cerebral y conmoción por lo que al día siguiente lo llevarían en ambulancia al hospital Pirovano, luego al Fernández y finalmente al Mitre, donde falleció el viernes 26 de abril a la madrugada.
Los otros jóvenes detenidos dijeron haber sido golpeados por los policías y metidos en un calabozo. La policía caratuló el crimen como “muerte dudosa” e incluso habían hecho la remanida acusación de que Walter estaba alcoholizado y drogado. Hecho que los otros detenidos desmintieron.
La típica estigmatización y violencia policial contra los jóvenes no paró, y como dice la Coordinadora contra la Represión Policial (Correpi) “La muerte de Rubén Carballo, a fines del año pasado, da cuenta de que Walter no fue víctima de un hecho aislado. Ellos dos, como los más de 2.900 pibes muertos por el aparato represivo del estado desde 1983, son ejemplo de cómo la policía actuó y sigue actuando con total impunidad cuando se trata de reprimir al pueblo”.
En la causa por el asesinato de Bulacio, llevada adelante por la Correpi, está siendo juzgado el Comisario de ese momento de la seccional 35, Miguel Ángel Espósito, quien permanece en libertad. Correpi aclara que “con la movilización y la lucha se logró, frente a la falta de respuestas del poder judicial, llevar la causa a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La Corte condenó al Estado argentino en 2003 por el accionar de la policía federal y el poder judicial. Pero esta condena quedó sólo como un pronunciamiento. Los jóvenes de nuestro país siguen padeciendo las facultades que tiene la policía para detener arbitrariamente, sin siquiera que los jueces de menores ni sus familias sean informados”.
Este año debe llevarse a cabo el juicio oral, donde sólo se acusa a Espósito y sólo por la detención de Walter, no por su muerte.
En este marco, la Correpi convoca para este viernes 23, a las 17, a una concentración en el Obelisco con las consignas: Basta de detenciones arbitrarias, basta de gatillo fácil y tortura, por Walter y por todos. Abajo la represión del Estado. El Gobierno nacional y los Gobiernos provinciales son responsables.
En  1991, escribí: Walter no es el primero ni el último chico golpeado por la policía. Y hoy, 19 años después, agrego: asesinado por la policía. Lamento mucho tener que volver a traer el título de aquella nota: Nos siguen pegando abajo.

 

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