La Ciudad de remate
29.3.2016
El PRO porteño se propone avanzar en la venta de tierras públicas sin el aval de la Legislatura. El FpV apoyó el proyecto en la primera lectura. ¿Un adelanto de lo que se viene en el país?
Patricio del Corro
Legislador CABA PTS/FIT | @Patriciodc
Este martes tendrá lugar en la Legislatura porteña la Audiencia Pública por la creación de la Agencia de Bienes S.E, votada en diciembre por el PRO y el Frente para la Victoria. Después de la misma, deberá volver al recinto donde el oficialismo intentará su sanción definitiva.
La última sesión de 2015 marcó la tónica del modelo de Ciudad que está intentando consolidar el PRO para Buenos Aires y el plan que pretenderán instaurar en el país. La aprobación de los emprendimientos privados en la zona de Plaza Houssay, la concesión del centro de convenciones en el Parque Thays y la creación del Distrito Joven en la Costanera Norte son una muestra más de la privatización del espacio público que viene llevando adelante el oficialismo con la aprobación de monstruosos shoppings, los distritos tecnológico, farmacéutico y audiovisual y tantos otros proyectos destinados a la valorización de capitales privados.
Para esto, contó una vez más con la colaboración inestimable de los diputados kirchneristas, que vienen siendo cómplices de la entrega del patrimonio de la Ciudad a los privados en los últimos años.
Sin embargo, el 3 de diciembre se avanzó un paso más. La creación de la empresa Agencia de Bienes S.E. con un proyecto que incluía la “enajenación” de los terrenos de El Dorrego y de dos terrenos del predio del Tiro Federal, de aproximadamente 18 hectáreas.
El PRO y el FpV ni siquiera guardaron las formas y la votación fue escandalosa, negociando entre gallos y medianoches sin permitir ningún debate y abriendo el camino a que la Agencia de Bienes S.E. pueda vender terrenos de la Ciudad sin pasar por la Legislatura, sin obligación de presentar informes de impacto ambiental, ni sociales ni acerca de nada, incumpliendo así la Constitución de la Ciudad.
Por esta razón, organizaciones nucleadas en la campaña “Buenos Aires no se vende” también rechazan la propuesta que se votó “en total hermetismo y a espaldas de la ciudadanía” y califican a la agencia creada como “una inmobiliaria de tierras del Estado con capacidad para vender todos los terrenos y edificios de la Ciudad ubicados al norte de la Av. San Juan”.
En principio, las intenciones serían realizar un “Centro Metropolitano Audiovisual” y un “Parque de Innovaciones de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
Evidentemente, el oficialismo y sus aliados del Frente para la Victoria prefirieron mantener en total secreto esta negociación que se aprobó sin debate y sin informes técnicos sociales, ambientales ni económicos ni estudios de impacto ambiental ni fundamentos de planificación y economía urbana. Solamente una cínica promesa de que, de la venta de estos últimos, se destinaría un 20% para la urbanización de las villas 31 y 31 Bis.
Pero la frutilla del postre es que la sanción de esta ley autoriza “al Poder Ejecutivo a disponer la transferencia a la "AGENCIA DE BIENES S.E.", de los inmuebles del dominio privado de la Ciudad de Buenos Aires, con excepción a los comprendidos en el ámbito de la Corporación del Sur y de la Corporación Puerto Madero, completando de esta forma la entrega de los terrenos públicos en el 100 % de la Ciudad a estas tres firmas.
De esta forma, se abre la posibilidad de que los mismos puedan ser vendidos sin la participación de la Legislatura, siempre y cuando sean considerados “innecesarios para la gestión”, dejando a discreción de los funcionarios de turno cuáles serían los terrenos públicos a ser rematados y en qué orden. En estas condiciones estarían aproximadamente 2.400 inmuebles en 12 de las 15 comunas.
Como cuestiona la escritora y novelista Gabriela Massuh en la entrevista que se publica en esta edición: “¿Qué quiere decir "innecesario para la Gestión"? Esto es algo ignominioso que no se explica en el proyecto de ley. ¿Es innecesario el Obelisco? ¿Lo es el Teatro Colón? ¿Lo son las plazas?”.