LA NUEVA SEDE DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD, DE CARA AL BARRIO

21.2.2015

Después de más de 100 años de funcionar en su tradicional sede del microcentro porteño, el Gobierno de la Ciudad comenzó a darle uso a su aun no terminada nueva sede en el sur porteño, donde se instalarán Mauricio Macri, la vicejefa de gobierno Vidal, el jefe de gabinete y dependencias que suman unos 1.200 trabajadores en total. Ubicado entre las estaciones Parque Patricios y Hospitales de la línea H de subte, tiene una superficie cubierta de 38.000 m2 y fue diseñado por el equipo del británico Norman Foster, uno de los más reconocidos arquitectos de la actualidad. Realizamos un informe fotográfico recorriendo las inmediaciones del edificio, para esbozar un primer análisis de su emplazamiento en una zona tradicionalmente de casas bajas mezcladas con depósitos y galpones, frente al parque que es el principal espacio verde del barrio.

 

Verónica Zaldívar
@VeruSing

Aída Torrico
Arquitecta

 

Al frente, la cubierta ondulada hacia el parque cubre el atrio. El frente está desplazado para posibilitar una galería abierta como espacio de transición exterior e interior. Contradictoriamente, no contribuye a lograr este efecto la escala de tres niveles de altura. Lo que se termina logrando es más un efecto escenográfico que un espacio de uso público.

 

Visto desde esta perspectiva, el edificio frente al parque entre las tipas puede parecer integrado. El frente abierto, vidriado, refleja los árboles. Pero está dando una respuesta sólo aparente al parque, porque la calle que separa ambos, de acceso principal al edificio, es vehicular.

 

En la calle lateral Atuel, el edificio tiene un frente cerrado al barrio, con un gran parasol de hormigón armado que conforma un muro de 3 pisos de altura. En la vereda de enfrente las casas son de una o dos plantas, y algunas están siendo restauradas, poniéndolas en valor. Con este frente cerrado la posibilidad de integrarse al barrio queda negada y la calle sin vida propia. Además, las veredas laterales del edificio resultan sumamente estrechas e impiden una cómoda circulación a los peatones.

Hay una relación inexistente entre el parasol del edificio (muro de hormigón armado con ranuras que filtran la luz) y el barrio, el edificio es un objeto depositado en el lugar sin lograr integrarse al tejido urbano.

 

Ambas esquinas sobre la calle lateral tienen diferente escala: a la izquierda el nuevo edificio tiene una escala muy alta en relación a lo que tiene enfrente. El flujo vehicular más las veredas estrechas que ya mencionamos impiden un recorrido peatonal atractivo.

 

También sobre Atuel, pueden apreciarse frentes de viviendas que quedan desconectadas del edificio por los factores ya mencionados. Una casa de dos plantas tipo galpón, que tiene un uso social como centro cultural barrial, queda ahora más aislada como punto de encuentro vecinal.

 

En el otro lateral, sobre la calle Iguazú, puede apreciarse claramente la diferencia de escala a la que ya nos referimos entre el nuevo edificio y el frente de las viviendas, acentuándose esto con el flujo vehicular.

 

Un frente vidriado en la parte posterior con cajas iguales y simétricas que recuerdan la simbología del poder. Son 6 cajas verticales vidriadas dispuestas simétricamente con un acceso vehicular al medio, quedando tres de ellas a cada lado. Se inscribe en la arquitectura que caracterizó una tendencia del siglo XX, como la International Style.

En los ’90 el espacio urbano no fue ajeno a las tendencias más generales de lo que se vivió a nivel social y político. Así, el espacio público fue perdiendo terreno frente al privado, llevando a propagarse la utilización de elementos tales como rejas en parques y plazas, e incluso la privatización y arancelamiento de espacios otrora públicos. En la arquitectura esto se expresó en edificaciones como las de los bancos. Un claro ejemplo es el de Lloyd’s Bank de Londres que diseñó Richard Rogers, que proyecta una imagen de arquitectura High Tech acorde a la imagen corporativa y de progreso que quería transmitirse.

 

En diagonal al nuevo edificio, puede verse una escuela de dos plantas, con patio al frente, una construcción que parece abrirse hacia la calle, acorde al entorno barrial. Este edificio de uso público, como otros de la zona, brindan un uso heterogéneo que enriquece la trama urbana.

 

Otro ejemplo son los bloques de vivienda colectiva situados en la misma manzana del Club Huracán, que como el club mismo, muestran una riqueza del espacio urbano que propiciaba las relaciones entre viviendas de trabajadores, establecimientos educativos, lugares recreativos como el club y de esparcimiento como el gran parque sobre avenida Caseros. Hoy estos espacios que integran de alguna manera la vida de los vecinos se ven amenazados por el proceso de revalorización que está llevando adelante el gobierno de Macri. Se busca, finalmente, desplazar a la población actual en función de los intereses de empresas privadas que se ven beneficiadas por instalarse en la zona, y cambiar la composición de habitantes del barrio, mediante la construcción de nuevos edificios con departamentos pequeños, con comodidades que apuntan más hacia otro perfil, como jóvenes profesionales. La apertura de estaciones de subte y de un ramal del metrobus contribuyen a esta revalorización del barrio que progresivamente irá cambiando la fisonomía del lugar y provocará un encarecimiento de los alquileres y propiedades a la venta. La instalación de la sede central del Gobierno de la Ciudad es parte de este proceso.

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